31 de marzo de 2006

Tocando fondo

Últimamente siento un vacio interior, como si me faltara algo. Parece que nada es suficiente para distraerme; ni los cómics, ni el blog, ni las series que me trae la mula, ni los shoot'em'up... nada. Quizás empiezo a ser demasiado friki para conformarme con cualquier cosa.

Así que como de momento el sexo está descartado (por muchas, variadas y obvias razones), voy a tratar de llenar ese vacio con esto:





Total, hasta el año que viene es gratis. Eso sí, quizás deje de escribir mensajes con tanta frecuencia durante un par de meses...

30 de marzo de 2006

La estatua


Nunca me ha gustado el deporte. Eso es un hecho. Lo interesante es saber por qué.


Ayer tuve que acudir a la consulta de una fisioterapeuta por culpa de unos fuertes dolores en la zona lumbar. Hace ya muchos meses que dejé de fingir que me preocupaba mi forma física y por eso me abandoné a una vida lo más sedentaria posible. Pero la inacción tiene sus consecuencias. Si te dan un trabajo en el que tienes que acarrear bombonas de agua, cajas de material y paquetes de 2500 folios casi a diario acabas destrozándote la espalda. Tal y como yo he hecho.

La "fisio" no me dijo nada que no supiera ya. Que tuviera cuidado al cargar peso y, lo más importante, que debía hacer ejercicio físico. Si me hubieran dado 10 céntimos por cada vez que alguien me ha recomendado que haga deporte, a estas alturas me podría comprar una tienda de cómics entera. Se perfectamente que no me conviene pasarme el día delante del ordenador; se que si me moviera más se solucionarían varios de mis problemas de salud, incluida la ansiedad; se también (por mucho que me joda admitirlo) que con un cuerpo mejor esculpido tendría más éxito con las mujeres (o, cuanto menos, llamaría más la atención). Sin embargo, a pesar de todo, sigo resistiéndome a ponerme el chandal y salir a correr, o hacerme unos cuantos largos en la piscina, o machacarme los biceps, triceps y cuadriceps en un gimnasio.

La decisión es mía, eso lo se. Con 27 años recién estrenados ya debería ser lo suficientemente adulto como para preocuparme de mi salud. Pero eso no quita que mi propia experiencia vital haya conseguido que vea el deporte como algo negativo. Ya he dicho que, sin llegar a los extremos de ahora, estuve muy puteado en el colegio y el instituto. No solo del resto de compañeros, sino sobre todo de aquellos a los que considero (¿consideraba?) mis amigos. Se que suena a excusa fácil, pero no era en absoluto agradable ser el chaval tímido, callado, empollón, escuálido, torpe y con gafas del colegio. Fui insultado, fui humillado, fui vejado, fui incluso agredido. No llegaron a darme palizas (eramos más civilizados en aquellos tiempos), pero tampoco me libré de empujones, collejas y otras cosas que prefiero olvidar. "Eso no es nada", me han dicho muchas veces. Bueno, depende de qué lado estuvieras. Para un crio de 12 años con la autoestima por los suelos es una razón más que suficiente para acabar odiando tu vida. Y puede que para sentir que debes acabar con ella.

En estas condiciones a nadie le debería extrañar que no destacara precisamente en los deportes. Si ya de por sí nací con un mayor apego al desarrollo intelectual que al físico, el hecho de ser enclenque, desgarbado y torpe hizo que siempre quedara relegado a las posiciones que los demás no querían o simplemente apartado de los equipos. Tampoco hubo nadie en aquel momento que me animara en sentido contrario, por lo que nunca me tomé esos juegos en serio y no llegué a desarrollar un espíritu competitivo. Mis "amigos" también acabaron por cansarse del poco interés que me tomaba en los partidos de fútbol del fin de semana y dejaron de llamarme. Así llegue a un punto en el que no hacía más ejercicio que el obligatorio, además de alguna escapada que otra en bicicleta por los alrededores. Estaba claro que ese mundo no era para mí.

La visita a la fisioterapeuta ha despertado fantasmas que ya creía olvidados y desterrados. De repente me he visto otra vez con 12 años, en la portería del campo de fútbol, esperando a que llegara el equipo contrario e inevitablemente me metieran un gol, para recibir después las amonestaciones de mi propio equipo. También me vi un poco después, con 16 años, en las mediciones de fuerza, elasticidad y resistencia que hacíamos periódicamente en el instituto, en algunas de las cuales daba menos puntuación que las chicas y me convertía en objeto de burla de casi todo el mundo. Y sos pensamientos me han llevado a otros momentos de los que no quería acordarme, situaciones humillantes por las que tuve que pasar en esos años, frustraciones y tristezas que me empeño en enterrar en lo más profundo de mi memoria. Sin darme cuenta, por un tiempo, había olvidado mis temores. Pero me he dado cuenta de que no los había superado, simplemente los estaba ignorando. Ayer, en el viaje de vuelta a casa, me asaltó un pensamiento como una ola gigante que lo barre todo a su paso. Algo en lo que ya no quería pensar.

El hecho de que me sigue dando miedo la gente.

Se que necesitaría un blog en exclusiva y muchos mensajes para indagar profundamente en esta cuestión, así que ni siquiera voy a hablar de ello. Es una realidad tangible y palpable que no puedo eludir por mucho que me empeñe. Está ahí, cada vez que me interesa una chica, aunque solo sea sexualmente; cada vez que tengo que enfrentarme a un profesor, aunque sea agradable y simpático; cada vez que tengo que hablar con un funcionario público, aunque lo haya hecho miles de veces; cada vez que tengo que pedir ayuda a una dependienta, aunque ese sea su trabajo. Y se que algún día tendré que hacer algo con respecto a ello.

En cualquier caso, hay cosas más urgentes que resolver antes. Como mis problemas de salud, por ejemplo. Lo gracioso del tema es que soy un tio alto, delgado y con piernas largas, lo que me convierte en alguien perfecto para practicar atletismo, por ejemplo, o para practicar deportes como el baloncesto o el balonmano. Sin embargo no me siento cómodo practicando deportes de equipo (por razones obvias) y me aburro soberanamente en los deportes en solitario, como correr o nadar. Necesito algo que me haga moverme sin tener que competir y que sea entretenido.

Creo que me pondré a hacer aerobic. No puede ser tan malo ponerse a dar saltos rodeado de mujeres en mallas...

28 de marzo de 2006

Como un gorrino camino del matadero

Es de ley que toda madre manchega típica (de las modernas no respondo) se preocupe hasta la paranoia de que sus hijos coman bien y "no se queden en los huesos", para lo cual no se cortan en cebarlos como gorrinos con pucheros y fritangas.

Yo soy de natural delgado (escuálido, incluso), pero siempre que vuelvo al pueblo las mujeres de la familia (madre, tias-abuelas, tias, primas...) insisten en comprobar y preguntar que me alimento bien en Alicante, que como de todo, que no paso hambre sin necesidad.




Estos últimos meses he ganado bastante peso, por culpa del sedentarismo de mi trabajo (y de mi tiempo libre, claro). Y en mi visita al pueblo de este pasado fin de semana, todas las féminas han coincidido en que con mi peso actual estoy mucho más guapo.

...

Por primera vez en mi vida, me estoy planteando ponerme a dieta...

27 de marzo de 2006

Confesionario (V) Putas y ratas



El sábado fue mi cumpleaños. Como en todos mis cumpleaños, desde hace ya bastante tiempo, al caer la noche quise irme de putas. Quería que me hicieran una mamada, hasta el final, a ser posible llegar a correrme en la boca que me la estuviera chupando. Ese era el plan, al menos.

Esa noche, como todas las demás noches, estuve debatiendo conmigo mismo durante unos breves pero intensos minutos. En realidad lo tenía muy fácil: tan solo tenía que coger el coche, un poco de dinero y circular por cualquier carretera hasta encontrar uno de los muchos puticlubs que existen entre mi pueblo y Despeñaperros. Esa era la intención, al menos.

Esa noche, como todas las demás noches, acabé echándome atrás con cualquier argumento. Esta vez fue porque estaba cansado. Otras veces fue el dinero, o la falta de transporte, o porque no quería ir solo. Eso es lo que me hice creer, al menos. Pero en realidad no son más que excusas. Ni en la más favorable de la circunstancias lo haría. Lo se, porque he estado en esas circunstancias. He estado en un club de categoría con una exuberante (y guapísima) chica del este de enormes pechos semidesnuda agarrándome del brazo para que subiera a follar con ella, entre vítores e incluso la posibilidad de ser invitado por mis amigos. Y no lo hice. Estaba empalmado y muy salido, y jamás había recibido tanta atención (aunque fuera interesada) de un ejemplar femenino como ese, pero no lo hice.

Lo gracioso del tema es que, hasta cierto punto, mi relación con la prostitución es bastante afable, es decir, que para mí no es un tema tabú, ni algo escandaloso, ni lo veo como "algo que solo pasa en las películas". Mi pueblo, aunque grande, siempre ha respetado y tolerado este oficio como otro cualquiera, como un servicio más. Cuenta nuestro más ilustre escritor (que no es Cervantes, nosotros tenemos nuestro propio referente literario), que llegado el fin de semana lo habitual es que los mozos solteros que llevaban varios días de quintería en el campo corrieran a echar un polvo una vez cobraban y tenían tiempo libre, llegando a aporrear la puerta si era demasiado temprano y la mancebería aún no había abierto. O que acudieran a hurtadillas, si tenían poco dinero, a desfogarse con alguna de las putas que ejercían en casuchas a las afueras del pueblo y que se conformaban con unas pocas monedas. Y también me ha contado mi padre que allá en la época de la dictadura, la de la intachable moral, la prostitución estaba consentida en nuestra localidad mientras que en otros sitios fue prohibida y perseguida.

Está claro, pues, que para mi una puta no es un extraterrestre. Aunque empiezan a estar lejos ya los tiempos en los que los padrinos se llevaban a sus ahijados a estrenarse a un lupanar cuando tenían 15 o 16 años, lo cierto es que me he criado en una calle al final de la cual se encuentran la mayor parte de casas de putas del pueblo y desde que era un infante he aprendido a verlo como algo normal. Morboso, sí, pero normal. Tan normal que existe cierta costumbre de ir en ocasiones a los clubs de carretera más cercanos (y menos recomendables) a tomarse "la última". Tan normal que varios de mis amigos han pagado por tener sexo, algunos incluso en repetidas ocasiones, sin que haya puesto el grito en el cielo. Tan normal que yo mismo me he planteado muchas veces hacer lo mismo.

Pero no puedo. Da igual cuanto me mienta, simplemente no puedo. Por muy normal que lo vea yo sigo siendo yo, el chico acomplejado, tímido y asocial al que le cuesta entablar amistad con la gente y que recela de los desconocidos. El mismo chico que posiblemente jamás encontrará pareja por sus propios méritos, dado el terror que le infunde enfrentarse a una chica que le gusta. El mismo chico para el que el sexo es algo marciano, que llega de improviso y se vuelve a marchar durante meses o años. ¿Acaso podría este chico irse a la cama por las buenas con una extraña semidesnuda y exuberante a la que ha conocido tres minutos antes? No, por supesto que no. Toda esa situación me superaría, pero muy, muy de largo.

Pero además existe un motivo ulterior. Algo de lo que, curiosamente, jamás he hablado, pero que viene muy a cuento con esta confesión. Y es que soy un rata, un rácano, un agarrado, un tacaño de cojones. Aunque nunca he sido demasiado consciente de ello, a estas alturas ya es imposible negarlo. Tiene su explicación, si es que a alguien le convence. Provengo de una familia que siempre se ha mantenido con lo justo (como tantas otras, supongo), viviendo del sueldo de un funcionario, que nunca se ha podido conceder caprichos ni lujos. Me enseñaron a no desear lo imposible y no esperar grandes cosas. Cuando llegué a la universidad tuve que dejarme los cuernos estudiando y trabajar en verano para poder salir adelante, siempre con el dinero contado. Y en algún momento del proceso la costumbre se convirtió en trauma.

Ahora no soporto gastar dinero. Se que es imposible no hacerlo en una sociedad como la nuestra, pero aun así me hace sentir mal. No deja de ser irónico, porque ser friki implica ser consumidor, porque sigo viviendo de mis padres y porque el bloqueo que me impide aprobar la última asignatura de la carrera me ha hecho tirar a la basura muchas matrículas. De hecho la herencia que recibimos hace dos años nos ha permitido pagar algunas cosas que antes ni podríamos haber imaginado, como nuestras operaciones de miopía, el coche nuevo o mi último ordenador. Sin embargo, a pesar de todo, sigo sintiéndome mal. Sigo pensando que no debo gastar, que somos pobres y que todo céntimo que no es destinado para sobrevivir es un despilfarro. Hay días en las que hago cuenta de todo lo que he malgastado en estos años y me echo a llorar.

Por eso, si el hecho de ser incapaz de entregarme carnalmente a una desconocida no fuera suficiente, el factor dinero hace que sea completamente imposible. No me perdonaría a mi mismo gastar 30€ en una sesión de sexo que apenas duraría unos minutos y que los nervios y mi eyaculación precoz no me permitirían disfrutar. Aunque me muera de ganas de saber como es en realidad una mamada, para mí sería como quemar los billetes. Y, desde luego, no aprecio lo suficiente el sexo como para hacer la vista gorda. ¿Gastarme ese dinero en cómics? Es mi único vicio, duran más que un polvo e incluso pueden revalorizarse en un futuro. Duele, pero he aprendido a ignorar el dolor en busca del placer posterior. Sin embargo no creo que me perdonara hacer lo mismo con una puta.

Menos mal que hacerse pajas todavía es gratis...

Primavera



Como se nota que ha llegado la primavera: el sol empieza a calentar... las mujeres van más ligeras de ropa por el campus... los dias se hacen más largos... las mujeres van más ligeras de ropa por la noche... los árboles florecen... las mujeres van a tomar el sol a la playa casi sin ropa...

Es cierto que tengo alergia, que en estos días el tiempo cambia tan deprisa que nunca aciertas con las prendas de abrigo y que además se anuncian lluvias, pero... ¿he mencionado ya que en Alicante las mujeres van muy ligeras de ropa a todas partes?

Más reflexiones domingueras

Estos días estoy completamente alucinado con la cobertura mediática que se le está otorgando a Rocío Jurado. No recuerdo que nunca antes los telediarios de todas las cadenas dedicaran siquiera unos segundos a comentar el estado de salud de una cantante (al menos no antes de palmarla, como ha ocurrido con Rocío Durcal). Lo cual me hace preguntarme, ¿hasta dónde llegará la lucha por la audiencia en este país? ¿Cómo es posible caer tan bajo como para romper todas las reglas establecidas solo para evitar que la competencia te robe la exclusiva del entierro de una folclórica (que es lo que, en el fondo, están esperando los ejecutivos de las cadenas)? No sería de extrañar, la muerte vende mucho...

*****************

Hablé hace poco sobre ciertos tópicos muy arraigados, al menos en mi opinión, en el imaginario colectivo español. Sin embargo me parecen bastante inofensivos comparados con otros que aún persisten en ciertos estratos sociales y geográficos, tal y como pude comprobar a mi vuelta de Madrid.

El autobús que utilizamos era el mismo en el que viajaban de vuelta a mi pueblo todos aquellos obreros que trabajan en la capital pero que se niegan a dormir en una pensión y por eso sacrifican horas de sueño con tal de poder cenar en su casa y dormir en su cama. Dejando de lado esta anécdota, me pareció escalofriante el comportamiento de los mismos en ese viaje: vociferando, discutiendo y compartiendo barbaridades contadas con un fortísimo acento garrulo del que parecen sentirse bastante orgullosos. El tópico del albañil analfabeto, vamos. Sin embargo no solo no me creo que lo fueran sino que estoy convencidos que un puñado de ellos son mucho más inteligentes que yo.

Ocurre que en mi tierra aún se siente un cierto orgullo campesino muy mal entendido por el cual es mejor ser pobre y paleto que pudiente e ilustrado. Aunque en realidad tengas estudios, educación y buenas maneras, es de ley torcer la boca al hablar, utilizar jerga autóctona y tener ademanes groseros. Ser culto no es algo respetable, mientras que tener callos en las manos sí. Eso me ha hecho reflexionar sobre la difusión y el desarrollo de la cultura en nuestro país, sólo para darme cuenta que dicha difusión y dicho desarrollo casi no existen. Tan preocupados estamos por equipararnos económicamente con otros paises que apenas nos preocupamos por equipararnos también intelectualmente (lo cual queda muy patente con el mangoneo que está sufriendo la educación y el casi nulo apoyo a la investigación). Parece que la cultura solo interesa si se puede vender y que sigue rigiendo la ley del más fuerte. Y los empollones son los que tienen menos fuerza...

*****************

A propósito del orgullo proletario, lo expliqué mucho mejor en este mensaje pasado. Con la perspectiva del tiempo, apenas me puedo creer que yo escribiera algo tan bueno...

*****************

Con una semana de total abstinencia y sin apenas síntomas de arrepentimiento, parece que estoy en el buen camino de abandonar definitivamente el tabaco. Hay otros motivos que indican que esta puede ser la definitiva, aunque por supuesto no cantaré victoria hasta que pase al menos un año.

En cualquier caso volver a esta posición me ha hecho rememorar mi anterior etapa como "mirlo blanco" (apelativo con el que un doctor me denominó al saber que ni fumaba ni bebía, medio sorprendido y medio sardónico). No se hasta que punto han podido cambiar las cosas en estos cinco años, pero al menos por aquel entonces fui objeto de incomprensión, burla, incredulidad y hasta un cierto desprecio. Temo que todo siga igual. Porque ya que hablamos de tópicos, uno que aún perdura y que está relacionado en cierto modo con el anterior es el que conecta los vicios con la experiencia vital. No se hasta que punto es cultural o una excusa para entregarse a la mala vida, pero mucha gente sigue dando por asumido que si no bebes, no fumas y no cometes excesos eres un aburrido de la ostia.

A mi particularmente me hace mucha gracia que la gente me diga "eres muy sano". Curioso. Da igual que coma lo que me de la gana sin apenas mirar mi dieta, no haga deporte, lleve una vida sedentaria y apenas vaya al médico. O que consuma pornografía habitualmente, sea ideológicamente extremista, tenga instintos homicidas y padezca un trastorno mental (leve, por supuesto). Si no fumo y no bebo me convierto en alguien sano. Y, por ende, en alguien aburrido. Aunque no me lo digan, se que muchos lo piensan. Joder, incluso he notado que en el pub las mujeres me miran diferente si tengo un cigarrillo en la mano (especialmente si es de liar y se confunde con un porro) a si me ven dando sorbos a mi lata de Red Bull.

Yo achaco esto a la falta de respeto por la cultura que he comentado anterioremente. Es mejor ser un troglodita que un intelectual. Aunque probablemente existan muchos otros factores, algunos de los cuales intuyo y otros posiblemente se me escapen. A todo esto, muchos dirán: "no eres ni con mucho el único que no fuma y no bebe. Yo/mis amigos/mis familiares tampoco lo hago/hacen y no por eso nos consideramos raros". No, por supuesto, yo tampoco me considero algo fuera de lo común. De hecho con el tiempo todos acabamos por ser respetados por el entorno cercano. Pero, seamos honestos, ¿quien en esta situación no se ha sentido alguna vez despreciado, rechazado o ha tenido que soportar el puto chiste de si no fumas, no bebes y no follas...?

*****************

Por cierto, hablando de marginados: mañana empieza la emisión de La Sexta, la cadena que preside Emilio Aragón. He echado un vistazo a su página web y, la verdad, da muy mal rollo...

24 de marzo de 2006

Super fashion

Ayer, de compras en Madrid tras mi sesión trimestral de tortura odontológica, mi madre y yo tuvimos la centésima discusión con respecto a mi vestuario. Sólo que con una diferencia. Normalmente se limita a criticar mi descuidada forma de vestir y mi poco amor por ir a la moda. Sin embargo ayer me señaló un escaparate y me dijo a las claras como le gustaría que vistiera. Más o menos de esta forma:





Ahora tengo miedo. Mucho miedo...

23 de marzo de 2006

Órdago


Anteayer leí un artículo atrasado aparecido en el blog Ciudadano M, en el que alguien exhortaba a los participantes del macrobotellón del pasado día 17 a acudir a dicha cita sin alcohol. Ya que la ley que impide beber en la calle está específicamente referida a las bebidas alcohólicas, a priori nada debería impedir que la gente se reuniera con refrescos y la policía no tendría motivos para actuar contra ellos. La idea me ha parecido cojonuda, pero claramente insuficiente. Así que voy aumentar la apuesta.

Desde este blog quiero lanzar un órdago a la grande a todos aquellos que alegan que el botellón es solo para estar con los amigos, que es algo social, que los vecinos se quejan de vicio y que el consumir grandes cantidades de licores no les convierte en borrachos, que solo es una forma de "pasarlo bien":

NO TENEIS COJONES A HACER VUESTROS
BOTELLONES SIN ALCOHOL


Desafío aquí a todos a los que llamé PUTOS GILIPOLLAS en un mensaje anterior a que me demuestren lo contrario. A que se pueden reunir con esos amigos a los que tanto aprecian solo con refrescos, dejar el lugar donde se reunan tan limpio como lo encontraron y no hacer ni un solo ruido que pueda molestar a un vecino.

Esta es la apuesta. Si la gente me demuestra que pueden hacer sin alcohol, sin suciedad y sin ruidos todos sus botellones de aquí en adelante, hasta el día en que se mueran (o se cansen de estar en la calle), no volveré a meterme con los consumidores de bebidas alcohlicas en lo que me reste de vida. Si no, tendrán que reconocer que son unos BORRACHUZOS y unos MACARRAS que no pueden vivir sin su droga y sin armar escándalo.

¿Hace?

22 de marzo de 2006

Warp


Hace bastantes años, mientras cursaba el segundo curso de la carrera, hubo un festival de cine setentero en la universidad que tuvo como colofón una maratón de películas. Fue una noche de junio, en el anfiteatro al aire libre del campus, tumbados sobre las franjas de cesped que hay a los pies de los asientos.

Fue algo más que una sesión de cine. Fue un viaje iniciático, una lección de vida, uno de esos momentos por los que todo el mundo debería pasar:

Tiburón, The Rocky Horror Picture Show, Supervixens y La matanza de texas.

Una detrás de otra, sin apenas pausa, con las estrellas como techo y la ilusión como abrigo. Recuerdo que fui solo, pero no me sentí así en ningún momento...

Llegada la última película, el cansancio pudo más que el morbo y decidí regresar a casa. Fue muy extraño estar en la universidad a esas horas, sentir el silencio y la ausencia del ajetreo diario. Sólo hubo un problema: no tenía medio en el que volver y era todavía pronto para que llegara el autobús, así que decidí plantar cara al sueño y caminé los 7 kilómetros que me separaban de mi piso.

Aún puedo sentir las edificios a oscuras, la carretera sin coches, la tranquilidad, la paz...

Entonces sucedió algo mágico. Ocurrió que esa era la noche elegida para probar la iluminación de la fiesta de Hogueras. Y allí me encontraba yo, caminando por las calles vacías en una borrachera de luces y colores, como si hubiera dado un salto en el tiempo y el espacio y me encontrara en otro lugar, en otro tiempo. Solo para mí, solo para mis ojos.

Resulta curioso, pero soy incapaz de reconocer las calles por las que deambulé en esos momentos. Quizás estuve sin saberlo en otro Alicante, en una ciudad paralela de una dimensión paralela. Y a veces me pregunto cómo podría volver a entrar en ella...

21 de marzo de 2006

Resistance is futile




Empiezo a verlo claro...

Ya trataron de advertírnoslo los escritores de ciencia-ficción en general (con Phillip K. Dick a la cabeza) y los creadores del cyberpunk en particular. Pero, ¿les estamos haciendo caso? Nooooo, ¿para qué? A fin de cuentas son tan solo obras de ficción. Poco importa que lo que anunciaran se esté cumpliendo a rajatabla, una sociedad seria no se fija en estas cosas. Y al final lo acabaremos pagando.

Sí, llegará el día en el que las megacorporaciones privadas serán las que realmente decidan los destinos de los paises. Pero no como ahora, de forma solapada, haciendo presión a los gobiernos o manejando los mercados a su antojo. No, llegará el día en que dejen de esconderse y tomen ellos mismos las riendas de nuestras vidas. El día en que no podamos dar un paso sin su aprobación. El día en que las guerras no se libren por el control del territorio, sino por una patente o un monopolio. Y ese día ya no está muy lejos.

Admitámoslo. Aunque nos joda, en el sistema actual de mercado las descargas de música, cine o incluso cómics a través de la red son un delito. Da igual que todavía no esté tipificado como tal en este país, todos sabemos que así estamos reventando el sistema de derechos de autor. Lo que está mal, lo que deberíamos cambiar, aquello a lo que tendríamos que enfrentarnos es precisamente a ese sistema, en vez de tratar de defender lo indefendible. Pero no lo hacemos, y las empresas ganarán. Sí, ellas tienen la ley, el dinero e incluso la razón de su parte, y acabarán imponiéndose.

Ningún músico podrá tocar una nota sin los intermediarios. Ningún consumidor podrá oir música sin pagar por ella. Ningún libro podrá ser reproducido sin abonar una tasa. Ningún programa podrá lanzarse al mercado sin un blindaje que impida su modificación por otros. Ningún elemento cultural, en resumen, podrá ser difundido sin dinero de por medio. Es el sistema, es lo justo.

La cultura es un bien de mercado.

Así que, si no vamos a luchar contra el sistema, es hora de rendirnos. Sacrifiquemos a la mula, quememos las fotocopias de nuestros libros de texto y desechemos todo programa de software libre. Es delito, está mal, va contra el sistema. Empecemos a comprar cd's de tienda, manuales originales, programas de pago; volvamos a ir al cine y a las librerías. Sometámonos al sistema.

¿Qué? ¿Que no hay dinero suficiente para todo? ¿Que la cultura es muy cara? ¿Que en los videoclubs solo hay estrenos? ¿Que los discos superventas apestan? ¿Que los libros de texto son de usar y tirar? ¿Que los programas de pago están llenos de fallos y agujeros de seguridad?

Te jodes. Ese es el sistema. Sométete al sistema. Suplícale a las empresas que ofrezcan más calidad, más variedad y que bajen los precios. Que saquen del almacén todo aquello que ya está descatalogado y que sin embargo te gustaría ver. Que editen a los grupos o autores de poca relevancia que empiezan a despertar interés. Y si no te hacen caso, baja la cabeza y dales las gracias por haber sido benevolentes contigo y no haberte incluido en una lista negra.

Ese es el sistema. Nada se puede hacer contra el sistema. Surrender, resistance is futile...

20 de marzo de 2006

The Spanish Way



Vagos, juerguistas, calientes, hospitalarios, paletos... Existe una buena cantidad de tópicos sobre los españoles que aún circulan allende nuestras fronteras, aunque nos creamos que somos un país conocido y respetado o que en Europa nos toman en cuenta. Tampoco nos debería extrañar, puesto que a fin de cuentas nosotros seguimos manteniendo una considerable cantidad de prejuicios con respecto a los turistas ingleses y alemanes que cada año invaden visitan nuestras costas. Eso sin contar con la cantidad de gente que intenta ligar con Erasmus que no entienden ni una palabra de castellano hablándoles despacio y en voz alta...

Sin embargo existe algo aún peor que los topicazos con los que nos identifica el resto del mundo: los topicazos con los que se identifica nuestro propio país. Más allá de modas pasajeras, de tradiciones absurdas (si es que hay alguna que no lo sea) o de imposiciones morales arcaicas, están todas esas cosas que una sociedad mantiene como hábito a pesar de que no existe ningún motivo para ello. Manías que se transmiten de generación en generación, hasta que llega el punto en que nadie se plantea qué está haciendo y porqué. Y ese tipo de cosas me toca mucho los cojones.

Esta son los 5 tópicos internos que más me sacan de quicio (especialmente porque mi madre no para de echármelos en cara todo el tiempo...):

  1. ¿Te vas de casa? ¡Cómprate una propia! - De acuerdo, puede que hace 15 años comprarse una vivienda fuera una gran inversión puesto que eran más o menos asequibles y con el tiempo se han revalorizado. Pero hoy en día tienen precios desorbitados, supone hipotecarse para toda la vida, es posible que apenas se revaloricen (tarde o temprano la burbuja estallará) y no te garantizan que vayas a disfrutarla hasta que termines de pagarla (y si no que se lo digan a los vecinos de El Carmel). Joder, ¿tan malo es vivir de alquiler? Es cierto que ese mercado está mal regulado, pero eso es porque el interés siempre ha estado centrado en la venta. En otros paises europeos viven así y que yo sepa no les va precisamente peor que a nosotros...
  2. Aquí el que no trabaja es porque no quiere - Claro, claro... Total, solo tenemos una de las tasas de desempleo juvenil más altas de europa. Total, el título por el que he estado estudiando tantos años no sirve para nada. Total, las únicas ofertas de empleo que me llegan son para telemarketing, comercial o repartidor de pizza. Total, ninguno de mis compañeros de promoción está trabajando en lo que quiere. Total, nunca he ganado más de 900€ al mes. Si es que lo hacemos porque nos gusta quejarnos...
  3. Échate novia y cásate - Ante todo hay que aclarar que cuando tu madre te dice eso en realidad está pensando: quiero un bodorrio por todo lo alto, a ser posible en la iglesia del pueblo, y que me des nietos cuanto antes. Por lo tanto ya de entrada dicho tópico carece de validez. Pero además en una sociedad como esta en la que, como he dicho antes, no hay quien encuentre un empleo decente hasta bien pasados los 30 (y con suerte), la idea de formar una familia no es lo que se dice muy atractiva. Sí, claro que me gustaría tener una novia, a la antigua, pero de ahí a que me tenga que poner nervioso por seguir soltero a los 27 media un abismo...
  4. El coche es imprescindible - Totalmente. ¿Como podría vivir yo sin pasarme cada día media hora buscando aparcamiento por mi barrio; sin esquivar Fitipaldis que piensan que las normas de tráfico no van con ellos; sin dejarme medio sueldo en gasolina, limpieza, piezas, aparcamiento y otros gastos relacionados; sin el temor a ser uno de las decenas de coches asaltados o robados a diario en esta ciudad?
  5. ¿Sabes inglés? Entonces tienes que ser profesor - Mi tópico favorito, una prueba irrefutable de que las cosas han cambiado muy poco en los últimos 50 años y que somos incapaces de ver más allá de nuestras narices (o de Andorra, que para el caso es lo mismo). Me lo han dicho tantas veces que me resulta dificil no abofetear a mi interlocutor, a ver si reacciona. ¿Por qué, joder, por qué debería ser profesor? ¿De verdad sigue vigente el tópico de que los maestros son los que mejor viven? ¿Es que a nadie se le ocurre ninguna otra aplicación práctica al hecho de hablar cuatro idiomas distintos? Puede que nunca haya tenido claro lo que quería ser, pero siempre he tenido claro esto: no quiero convertirme en profesor de inglés. Ante todo, porque las pocas veces que he tenido que enseñar algo a alguien me ha parecido una tarea pesada y aburrida. Pero además no quiero pasarme la vida en el mismo instituto enfrentándome a sacos de hormonas con patas que no me guarden ningún respeto y a los que las clases se la traigan al pairo, para acabar dado de baja por depresión, ansiedad e impulsos homicidas. Coño, que hay miles de cosas que podría estar haciendo: recepcionista de hotel, asistente de vuelo, relaciones públicas en un crucero, secretario en una empresa de importación-exportación...

Me he dejado el tema del alcohol. Pero de eso ya hablaré otro día...

19 de marzo de 2006

Reflexiones domingueras

Puesto que Blogger va de mal en peor y ahora, por sepa Hugh que motivo, el sistema no me deja cargar imágenes, voy a dejar plasmadas en texto algunas reflexiones de este domingo ocioso. Un poco al estilo de Nepión, pero sin tan buena pluma...

*********************

Lo primero es un apunte mental: debo dejar de ver películas inglesas lacrimógenas. Esta tarde han emitido Jack&Sarah y la he visto por tercera vez (¿o es la cuarta?). Pero a pesar de saber lo que va a ocurrir en cada momento, he vuelto a llorar a moco tendido. Especialmente en la escena en la que Jack acuna a Sarah al ritmo de "Stars" de Simply Red. Y eso que no me gustan los niños...

*********************

Ya que hablamos de cosas que hacen llorar, mucho se tienen que torcer las cosas para que no se apruebe definitivamente la nueva reforma de la Ley de Propiedad Intelectual. Si finalmente el Senado traga (y no sería de extrañar, dados los intereses que hay detrás), se establecerá un canon a todo soporte digital capaz de albergar o transmitir una obra sujeta a derechos de autor, a saber: CD, DVD, reproductores de MP3, discos duros, conexiones a internet... cualquier cosa que se les ocurra.

El canon se establece, oficialmente, para compensar a los autores por el perjuicio que les está causando la piratería (entendiéndose por esta cualquier actividad que les recorte beneficios, sea ilegal o no). Excusas aparte (quienes van a salir ganando son los intermediarios, los promotores de la ley, porque muchos artistas no van a ver un euro de esto), no me parece del todo mal que se quiera compensar a la gente por las pérdidas que le causan los demás. Pero si vamos a jugar a esto, jugamos todos. Yo también quiero cobrar un canon, por los siguientes motivos:

  • De las televisiones, por todo el tiempo que me hacen perder con sus anuncios y con sus programas supuestamente "revolucionarios", que luego resultan una basura como todos los demás.
  • De las emisoras de radio, por hacerme trasnochar para escuchar los programas más interesantes y por machacarme a todas horas con los temas que las discográficas quieren convertir en éxitos.
  • De la empresa de transportes municipal, por hacerme esperar unas veces, perseguir los autobuses otras y siempre saltarse los horarios.
  • De las revistas - Porque la mitad del contenido son anuncios a toda página.
  • Del partido en el gobierno, ya que estamos - Porque una vez llegan al poder se pasan las promesas electorales por el forro de los cojones.

*********************

Un mensaje para los organizadores de los macro-botellones y para cualquiera que defienda que consumir grandes cantidades de alcohol en la calle (o en cualquier otra parte) es una forma de diversión aceptable y respetable:

SOIS UNOS PUTOS GILIPOLLAS

*********************

Es curioso lo que puede hacer la nostalgia. Me muero de ganas de tomarme un plato de judías con tomate, huevos y salchichas, acompañado de varias tazas de té con leche y el Sunday Times, en un cafe cualquiera de Inglaterra...

*********************

Repito en este mensaje la pregunta que hice en los comentarios de otro anterior. En estos momentos se está emitiendo un video promocional de barritas saciantes (Biocentury, para más señas) en el que aparecen unas modelos con cuerpazos de escándalo completamente en cueros (de hecho a un par de ellas se les ven las tetas, pezones incluidos). En este país tan tolerante y tan abierto sexualmente, ¿cuánto creeis que tardarán en pedir que se retire el anuncio?

*********************

Un último apunte: he dejado de fumar. Ha sido fácil, es la décima vez que lo hago...

18 de marzo de 2006

Día de limpieza



De la cocina, que buena falta le hace. Pero además de las carpetas que tenía en el otro ordenador, una vez recuperadas, y de los enlaces del blog, que no lo actualizo desde hace siglos.

Así que, ya que nos ponemos, ¿alguna sugerencia? ¿Algún blog, nuevo o antiguo, al que debería echar un vistazo? ¿Alguien quiere, por los motivos que sea, que le incluya o le borre de mi lista de enlaces, o quizás que le cambie de categoría?

No es que eso vaya a significar mucho (afortunadamente este blognicho sigue siendo un grano de arena en el desierto de la blogosfera), pero, vaya, ya que os afecta qué menos que preguntar primero...

17 de marzo de 2006

Buenos tiempos para ser un pervertido


Rebelde Way (Cuatro)- Las chicas tienen edades diversas,
pero los personajes rondan los 15 años




Los hombres de Paco (Antena 3) - Michelle Jenner tenía 19
años cuando empezó a rodar, pero su papel sólo 16



Los Serrano (Tele 5) - Esta sí que tiene 16 años...



Menos mal que en esta sociedad tan abierta sexualmente (juaz!) está mal visto que a los mayores de edad les atraigan las menores...

16 de marzo de 2006

Yo, el silencio



El fin de mi jornada laboral tiene algo de mágico y tétrico al mismo tiempo. Soy la última persona que abandona el edificio y, por tanto, soy el que se encarga de apagar los ordenadores que hayan quedado encendidos en las oficinas, desconectar los climatizadores, cerrar todas las ventanas que hayan podido quedar abiertas y bajar todos los conmutadores de las luces que no son necesarias.

Cuando acabo, antes de cerrar la puerta principal, toda la estructura ha quedado sumida en las sombras y el eco de mis pasos resuena por los pasillos, vacios y sin vida.

Yo soy la oscuridad y el silencio. Yo soy la noche. Yo soy la muerte.

Reload!



  • Caja Initio con ventilador silencioso
  • Intel Pentium 4 a 3,2 ghz
  • Placa preparada para dual core
  • 200 gb de disco duro
  • 1 gb DDR2
  • Regrabadora de DVD
  • GForce 6600 XFX 512 mg (se que las hay mejores pero el presupuesto no daba para más...)

Ahora se lo que siente Tony Stark cada vez que estrena armadura. Que tiemble la red...

15 de marzo de 2006

Confesionario (IV) Mis gustos, a mi pesar (Actualizado)



Yo entiendo muy poco de música. Posiblemente no sea capaz de reconocer una buena melodía ni aunque la tenga delante de las narices (o, en este caso, de los oidos), pero el hecho de ser, además de inadaptado (con todo lo que eso conlleva), el hijo de un buen aficionado a la música clásica ha tenido como consecuencia que mis gustos se hayan alejado con el tiempo de aquello que huela a "comercial" o "superventas".

Ya sea por esnobismo, ya sea por joder, ya sea porque simplemente nací así, siempre he procurado desmarcarme de los demás. Cuando mis compañeros grababan de la radio grandes éxitos pop yo compraba cintas de música soul. Cuando empezaba a ponerse de moda el bakalao yo escuchaba a los Beatles y algunos discos de música clásica de mi padre. Cuando mis amigos comenzaban a aficionarse al heavy yo me decanté por los sonidos electrónicos. No se hasta que punto lo hago por llevar la contraria, pero lo cierto es que me dan arcadas cuando escucho a Alejandro Sanz y siento ganas de llorar cuando veo que le ponen la etiqueta "Chill Out" o "Ambient" a cualquier mierda hecha con sintetizadores.

Desde que tengo conexión regular a internet me he dedicado a rebuscar nuevos sonidos para satisfacer mi, por otra parte, poca curiosidad musical. Electropop sueco, techno mexicano, house francés... Cualquier cosa que suene a raro y, por supuesto, me deje mejor sabor de boca que el número uno de los 40 principales. Sin embargo, yo a veces también caigo en el lado oscuro...

Sí, debo confesarlo. Me gustan algunos artistas, géneros y temas que alguien que presume de saber distinguir entre los distintos subtipos del House (hice un ensayo sobre el tema) debería de repudiar con todas sus fuerzas. Pero soy humano, y tengo mis debilidades. Estos son algunos ejemplos:

  • Las baladas pegajosas de Shakira (y alguna otra canción más) - A pesar de que sus temas comerciales me parecen facilones, olvidables y sin gracia, y que la tipa aunque tenga un polvo tampoco es nada del otro jueves, me fascina como canta las baladas. Cuando suena "Que me quedes tu" o la más reciente "No" me quedo embobado escuchándolas.
  • Toxic, de Britney Spears - Se que debería de cortarme la lengua antes que admitir que me gusta una canción de este engendro WASP, pero lo cierto es que me parece un tema cojonudo. De hecho ni siquiera suena a ella. Quizás lo rechazó otra cantante y ella lo consiguió de rebote, quien sabe...
  • Las Spice Girls - Sí, ¿que pasa? ¡Me gustaban las Spice Girls! Vale, no tengo ningún disco suyo (me moriría de vergüenza si alguien lo viera entre mis pertenencias), pero me hacían mucha gracia, sus canciones era pegadizas y no todas desafinaban. Al menos tuvieron la decencia de no tomarse en serio a sí mismas. Y, ya que estamos, algunos de los temas de la Geri Halliwell (ya en solitario) no estan mal...
  • Los temas disco-gay - Ni siquiera hace falta que explique el concepto, puesto que todos conocemos algún ejemplo. Desde los Bee-Gees y los Village People, pasando por Donna Summer, hasta el imprescindible y mega-sobado "I will survive" de Gloria Gaynor, cualquier canción que consiga sacar la pluma del macho más macho. Pinchadme "Ain't no mountain high enough" en la versión de Diana Ross y las Supremes, y bailaré como una loca en el desfile del orgullo gay. Con coreografía y todo...
  • El album Believe de Cher - Por las mismas razones mentadas arriba y algún motivo personal añadido.
  • The Corrs - Quizás se pueda considerar que escuchar a estos irlandeses ñoños no sea algo de lo que avergonzarse (al menos no demasiado), pero la verdad es que musicalmente son lo peor. A fin de cuentas si han triunfado es por hacer versiones de temas ajenos (¡se atrevieron hasta con Jimmi Hendrix!), porque los suyos propios no valen un duro. Sin embargo, no puedo evitarlo: me gusta la voz de Andrea Corr. Bueno, qué coño, ¡me gusta todo de Andrea Corr!
  • El unplugged de Nirvana - Aunque los grunchis no quieren ni oir hablar de este disco, lo cierto es que en su momento fue un auténtico pelotazo. Tanto que yo, que ni siquiera conocía la existencia del grupo, fui uno de aquellos que acabó tatareando (mal) a todas horas el "About a girl" acompañado de un poco de air guitar. De hecho creo que incluso tengo grabado el concierto en video por alguna parte...

Todavía hay algunas cosas que me callo, por si acaso. Eso sí, esto que quede entre vosotros y yo, ¿eh? Que tengo una reputación que mantener...

14 de marzo de 2006

Abre los ojos...


Sería cojonudo ser onironavegante, usease, aquel que consigue ser consciente de que sueña y maneja los sueños a voluntad. Ya no solo por lo que podría hacer con dicha facultad (hace siglos que no tengo un sueño erótico decente), sino porque me permitiría conversar con mi propio subconsciente.

Me explico. Esta noche he dormido muy mal, como consecuencia tanto del cansancio acumulado este fin de semana (puto hotel...) como por las tos intensa que padezco desde hace una semana, fruto de la mala combinación del tabaco y la alergia. Y como tantas otras noches así, ni siquiera los ansiolíticos han conseguido que mi cabeza dejara de dar vueltas en sueños, unos sueños sin duda extraños de los que apenas recuerdo nada.

Entonces es cuando he oido la voz. Una voz que se dirigía a mi como desde otro plano de existencia, igual que cuando Obi Wan le aconsejaba a Luke que confiara en la fuerza. Una voz firme, autoritaria, decidida. Y esta voz me dijo:

Debes fijarte un objetivo y dedicar tu vida a el. Debes luchar por aquello que quieres ser, en lo que quieres convertirte, sin importarte nada más...


Poco después me he despertado. Y es en ese momento cuando he deseado ser un onironavegante. Es cuando me hubiera gustado tener la capacidad de controlar aquel sueño y conversar más con aquella voz que me daba tan sabio consejo, sin duda mi subconsciente que trata de abrirse camino hasta mi raciocinio para que encauce mi vida.

Porque se le ha olvidado un detalle. Sí, muy bien, tengo que luchar por aquello que quiero, pero... ¡¡es que todavía no se qué quiero, cabrón!! ¡¡Ya me podías haber dado alguna pista!!

13 de marzo de 2006

Saliendo del armario

Ya que no voy a disponer de un sueldo generoso para dilapidarlo en cómics, pornografía, entradas de cine y Doritos, al menos puedo ayudar a la causa friki apoyando iniciativas para darnos a conocer o, si acaso, echarnos unas risas. Aquí van dos.




La primera es el loable intento (aunque un tanto cutre todavía) de declarar el 25 de mayo (fecha del aniversario del estreno de La guerra de las galaxias) como el DÍA DEL ORGULLO FRIKI. Si hay día del padre, de la madre, de la mujer, del trabajador, del orgullo gay... ¿por qué no de los frikis? Quizás no sea nunca reconocido oficialmente (aunque quien sabe...), pero creo que estaría muy bien ponernos de acuerdo para reunirnos un día y hacer el capullo por la calle con disfraces, trapichear con tebeos antiguos y montar partidas gigantescas de rol en vivo. Que no todo van a ser salones del cómic, carallo.



Y la segunda es el Concurso Friki que ha organizado nuestro colega El Tete. Se trata de averigüar quien es el poseedor del objeto de uso cotidiano más friki. Relojes, camisetas, llaveros, bolígrafos, gayumbos... Cualquier cosa que otro ser humano se avergonzaría de llevar y que sin embargo nosotros lucimos con orgullo (bueno, o quizás no). El plazo acaba el 15 de marzo y teneis todas las explicaciones en este enlace. El premio es una hoja bloque de sellos del pato Donald de Finlandia y, aunque la filatelia no es lo mio, yo ya he mandado mi foto al concurso. Eso sí, no puedo deciros cual es para evitar favoritismos (hay que ser legal, que bastante me han engañado ya este fin de semana).

Para acabar, quiero mandar desde aquí mis besos, agradecimientos y hasta propuestas sexuales si se tercia para el director o directora de programación de Cuatro. Gracias, gracias, gracias por reponer Nikita y además a un horario decente. El día que se les ocurra hacer lo mismo con Doctor en Alaska juro que borro todos los demás canales del televisor y solo les veré a ellos...

Soltero, friki, inadaptado y gilipolllas

En un hotel de tres estrellas. Al lado de casa. Sin entrevistas, sin fases previas. Me lo han ofrecido directamente...




Dos días
. Eso es lo que he durado en el hotel. Dos días que para colmo ni siquiera voy a cobrar. Pero me lo tengo bien merecido. Esto me pasa por ingenuo. Por ingenuo y por gilipollas. Y no, eso no significa que me hayan echado, ni mucho menos. Me he ido yo, por voluntad propia y porque estaba hasta las narices, a pesar de que no había hecho más que empezar. Si me hubieran advertido desde un principio lo que me esperaba quizás me lo hubiera tomado de otra manera. Pero no, tuve que morder el anzuelo y aceptar el trabajo a ciegas, sin saber para qué me habían llamado.

Adiós a los dos sueldos. Adiós a la GameCube. Adiós a la PSP. Adiós al Marvels de Busiek y el Legends de Ostrander (edición en tapa dura, claro). Adiós a 100 balas y El lobo solitario y su cachorro. Adiós a las bambas de marca. Adiós a ir al cine dos veces por semana...

¿Era el trabajo tan malo? No, realmente no. Pero cuando te dicen que vas a ser ayudante de recepción lo que uno no espera es pasarse toda la noche lustrando vajillas y cuberterías y montando mesas porque en realidad tu cometido es preparar banquetes, además de limpiar la escalera, hacer de botones y trabajar como camarero los fines de semana. Con razón me llamaron directamente. Con razón no había más candidatos. Con razón el director no soltó prenda sobre mis obligaciones cuando me hizo la entrevista (sabía que corría el riesgo de que saliera corriendo antes de terminar) ni tampoco me dijo la cifra exacta del sueldo (porque podría haberle mandado a la mierda, mayormente).

Lo que significa que vuelvo a ser pobre. Soltero, inadaptado, friki, gilipollas y pobre. Pero al menos esta experiencia ha servido de algo. Nunca he tenido claro lo que quiero hacer con mi vida, pero ahora sé lo que NO quiero hacer. Quizás así me ponga las pilas y me ponga a buscar algo mejor para cuando se me acabe la beca. Hasta entonces, la verdad es que tampoco vivo tan mal...

10 de marzo de 2006

Phoenix oscuro

Artwork by Matt Willard


Para un fan de Fanhunter como yo es imperdonable caer en errores así. A estas alturas ya debería de confiar lo suficiente en mis conocimientos de cine, cómics y juegos como para aplicarlos a la hora de resolver problemas. Vale, aquí no tenemos a un tirano demente que prohiba todas las expresiones de ocio (al menos por el momento), pero también puede servir para cosas más pedestres.

Así, debería de haber recordado de la película Dragonheart que no es tan buena idea hacer un transplante de corazón por las buenas sin saber cómo será el resultado. Porque puede ocurrir que el transplantado te salga rana y en vez de agradecértelo se vuelva contra tí. Eso es lo que le ha ocurrido a mi ordenador, a la sazón denominado Phoenix (por todas las veces que lo he reparado y ha vuelto a la vida, y porque soy un friki tópico y predecible). Debería de haber hecho caso a esa nudo que se me formó en la base del estómago cuando los técnicos me dijeron que no solo había que cambiar la placa base, sino también el microprocesador. Sabía que algo iba a ir mal. Lo sabía y aun así seguí adelante, con la esperanza de equivocarme. Pero no fue así.

Ahora mi ordenador ya no es el mismo (de hecho le he cambiado tantas piezas que puedo decir que técnicamente es distinto al que compré al principio). No es el mismo equipo que se suicidó para cortar de raiz mi adicción (y lanzarme de cabeza al frikismo, aunque no creo que lo hubiera previsto). No, lo que tengo ahora en mi escritorio es un ente distinto, desconocido, más oscuro, más CABRÓN. A pesar de que en apariencia funciona perfectamente, se niega en redondo a permitirme que reinstale Windows para poder utilizarlo de nuevo. No se por qué, pero se niega. De hecho he intentado acceder de alguna otra forma al contenido del disco para rescatar mis documentos y tampoco me deja. Ni siquiera comprando otro módulo de RAM (que, por cierto, ya iba haciendo falta) he conseguido que entrara en razón.

Me gustaría pensar que, como la Phoenix de los cómics, ésta no es más que una entidad que ha suplantado a mi viejo ordenador, mientras que el auténtico está echándose una siesta dentro de una vaina en el fondo del oceano, pero se que no es así. Quizás se suicidió porque notaba que se estaba pasando al lado oscuro y quiso evitarme el trago (puestos a decir paridas...). En cualquier caso me temo que va siendo hora de deshacerme de él. Ya he llegado un acuerdo con el alto consejo (usease, mi padre) para enviarles este módulo cuando consiga que entre en razón (aunque tenga que entrar en la tienda con un lanzallamas y amenazar a los técnicos) y yo me compre un equipo nuevo. Con más memoria, más ram, mejor procesador y, ya que estamos, una tarjeta gráfica decente (que ya voy teniendo ganas de jugar al Doom III). Total, ya que voy a cobrar dos sueldos (si aguanto) digo yo que me lo puedo permitir.

Phoenix, donde quieras que estés, te doy las gracias por todo este tiempo que hemos compartido juntos. Tu sacrificio no será en vano. Y que sepas que te echaré de menos...

9 de marzo de 2006

Que coño sabrán los diseñadores



Ni la 34, ni la 36, ni la 38, ni ostias...


¡VIVA LA TALLA 44!



¡VIVAN LAS CURVAS DE SOPHIE DAHL!
(bueno, cuando las tenía, porque
se nos está quedando como un fideo)



¡QUEREMOS MÁS MODELOS ASÍ EN CIBELES!



Nota: Vale, de acuerdo, quizás en alguna de estas fotos no tenga la talla 44, sino otra, pero yo no entiendo del tema y la intención es lo que cuenta, ¿no? De hecho ya la habría incluido en mi lista de fetiches si no hubiera adelgazado tan radicalmente. A mi parecer, era mucho más interesante antes...

8 de marzo de 2006

Los dos lados del tablero



Considero (y esta es mi más humilde y no necesariamente correcta opinión) que estamos perdiendo un poco el norte en cuanto a las guerras ideológicas se refiere, por culpa de una mal entendida corrección política.

A pesar de ser pacífico y pacifista, lo cierto es que una vez se inicia la batalla la única salida es elegir bando o perecer en medio del fuego cruzado. Ya lo dijo Tormenta a Lobezno en la primera película de los X-Men (o Patrulla X, según la edad que tengas). Por eso me parece un tanto ridículo (nuevamente una opinión meramente personal y subjetiva) que nos mordamos tanto la lengua o moderemos tanto el tono ante discusiones en las que nos haría mucho bien (por aquello de dejar de reprimirse, si queremos evitar úlceras y confusiones) empezar a gritar, a cerrar los puños y afilar los cuchillos. Que haya sangre, coño.

Ejemplifiquemos. Mucho se está hablando estos días de las redes de pares y las descargas ¿ilegales? a través de la red debido a la reforma de la ley de la propiedad intelectual en la que se está trabajando estos momentos. Los internautas dudan, eso es incuestionable. Saben que lo que hacen está mal (o al menos no del todo bien), pero no quieren dar su brazo a torcer tan fácilmente a los designios de la SGAE, que (eso también es incuestionable) será la mayor beneficiada de todo este asunto. Ellos y los primeros de la lista de los 40 principales, claro. Y si los internautas dudan es porque los que más gritan y más se están haciendo oir son precisamente los intermediarios, figura prehistórica que atenaza a la cultura y que con los medios de comunicación actuales comienza a ser prescindible. Ellos lo saben y por eso, lógicamente, y como cualquier especie que se precie, harán lo posible para evitar su extinción. Mentir, robar, extorsionar, presionar al gobierno... lo que haga falta. Algunas veces llevarán razón, otras no, pero aquellos que creen que la cultura debería de estar libre de trabas han de empezar a reaccionar. Hay que elegir bando, sin dudas, sin vacilaciones. Esto es la guerra; o ellos o nosotros.

Caso similar es el de las religiones. Por aquello del respeto a otros credos, el ateismo está perdiendo terreno día tras día. No hay más que ver el intento de atentado que sufrió Leo Bassi por culpa de una representación que defendía esto mismo, el no creer en ningún dios. No hay más que ver las atrocidades que se cometen cada día en otros paises en nombre de esos dioses. No hay más que ver el gran poder que sigue teniendo la iglesia católica (y, dentro de ella, el Opus Dei y otros grupos extremistas) en este y otros lugares. Pues bien, yo digo (e, insisto, no deja de ser una visión particular que no tiene porqué compartir nadie) que ya va siendo hora de dejarnos de medias tintas. Que dejemos el miedo de ofender a nadie, cuando nosotros somos los mayores ofendidos. Que luchemos no porque todos vivamos en una armonía utópica que nunca alcanceremos, sino por algo más práctico: que desaparezcan las religiones, con sus dioses, su moral prefabricada, su imaginería anticuada y sus ansias de poder. Esto es también es la guerra; o ellos o nosotros.

Como ese ejemplo, cientos. Basta ya de seguirle el juego a los principales partidos políticos, que no representan a nadie; son ellos o nosotros. Basta ya de dejar que las constructoras manejen las ciudades, los pueblos y las costas como en una partida de Monopoly; son ellos o nosotros. Basta ya de que las empresas utilicen a los jóvenes como trabajadores de usar y tirar; son ellos o nosotros.

Esto es la guerra y en algún momento tendremos que elegir bando. Aunque, como ya he dicho, eso es tan solo mi opinión...

7 de marzo de 2006

Invisibles



A pesar de lo mucho que me gusta la serie House no puedo ignorar el asunto que más mofa y befa está despertando entre sus seguidores: ¿Cuatro médicos para un paciente? Incluso 5 si el oncólogo se une a la juerga. Aunque me imagino que la realidad estadounidense debe ser muy diferente, no deja de ser motivo de chiste para los españolitos de a pie que tienen que esperar su horita (o más) de rigor antes de que le atienda un funcionario estresado harto de escuchar a jubilados aburridos o firmar recetas de forma mecánica. Y en estos días de alergia primaveral es cuando más me da por pensar en la sanidad pública (y sus familias).

Tengo casi 27 años (a cumplir en tres semanas) y que yo recuerde siempre he padecido el mismo problema: mocos. Y no pocos, por hacer una rima fácil. Desde que me tengo en pie y ando por mi mismo no he ido a ninguna parte sin un pañuelo de tela (primero) o un paquete de Kleenex (después) en el bolsillo. Dependo de ellos como un diabético de su insulina, hasta el punto de que me siento desnudo si me faltan (como el reloj de pulsera, más o menos). En cantidad moderada en verano, puedo llegar a convertirme en una auténtica fuente si estoy resfriado o sufro una reacción alérgica. Como hoy, por cierto, día en el que estoy escribiendo con un rollo de papel higiénico a mi lado escondido en el mostrador de recepción para no dar mucho el cante.

Lo gracioso del asunto (por decir algo, a mí no me hace ni puta gracia) es que a día de hoy sigo sin saber con exactitud cual es mi problema más allá de "tengo muchos mocos". De niño acudí un montón de veces a la consulta de mi médico de cabecera a buscar una respuesta. Un par de veces se me diagnosticó sinusitis y el resto fue atribuido unas veces al resfriado, otras a una alergia sin concretar o mi propia naturaleza mocosa. Pero nunca una hubo una solución específica, ni un nombre, ni un indicio de a qué me estaba enfrentando. Aunque supongo que tampoco podíamos esperar mucho de un médico que recibía a los pacientes fumando como un carretero (no he visto cosa igual) y que sin embargo te trataba como a un rey si acudías a su propia consulta privada. España es así.

En Madrid, una vez semi-independizado (me pregunto si ahora por fin podré hacerlo por completo) me harté de que me ignoraran mientras me gastaba el sueldo en pañuelos de papel y conseguí de mi por aquel entonces médico de cabecera (un santo varón, de los que ya no quedan) un volante para realizarme las pruebas de la alergia, úncia explicación plausible hasta ese momento de mi afección. Y allí fuí, todo ilusionado, creyendo que entre profesionales cualificados podría hayar la solución definitiva.

Menudo fiasco.

Dos muestras de mucosas y un prick test (lo de pincharte el brazo) más tarde se me diagnosticó una "rinitis alérgica crónica" y me pasaron una receta de un inhalador corriente para la nariz. Juro que me sentí como si me estuvieran gastando una broma o simplemente quisieran quitarme de en medio. Según me explicó el médico (que en todo momento me miraba como si le estuviera haciendo perder el tiempo) soy alérgico a casi todo: perros, gatos, polen, polvo... Sin embargo, y dados mis síntomas, lo único que según él necesitaba era un medicamento que se puede comprar sin receta médica destinado a despejar la nariz. Que, por supuesto, no funciona. Y que, por supuesto, lo único que haría es aliviar los síntomas, no combatir la enfermedad.

Soy consciente de que lo que tengo, a priori, no es nada grave. Que hay gente con enfermedades mucho peores a los que las compañías farmacéuticas ignoran ya que no les supondrían ningún beneficio. Sin embargo, y con todo mi respeto hacia ellos, también resulta bastante jodido tener una enfermedad leve que sin embargo te hace la vida imposible y a nadie le importa un pito. Aunque, obviamente, tu no opines lo mismo. Es decir, si lo que tengo es algo crónico y las pruebas dicen que soy alérgico a todo, ¿no debería estar tratándome o, por lo menos vacunándome? ¿De verdad lo único que necesito es un medicamento para despejar la nariz?

Sea como fuere después de utilizar el inhalador una temporada no solo seguía moqueando como antes sino que cuando estoy resfriado la congestión nasal llega al extremo de impedirme respirar. Y va a más. Aun a sabiendas de que la alergia de esta primavera (que aún no ha llegado, por mucho que lo diga El Corte Inglés) viene más fuerte que otros años, nunca había tenido una reacción como la de hoy. Sin embargo, si hemos de hacer caso a los expertos, no debería preocuparme. El hecho de que vaya a deforestar media selva amazónica con mi gasto de papel no es preocupante. El hecho de que no pueda ir a ninguna parte sin pañuelos en el bolsillo no es preocupante. El hecho de que, según ellos, sea alérgico a todo no es preocupante. El hecho de que esté teniendo esta reacción en una zona a priori beneficiosa para los alérgicos (por su humedad) como es Alicante no es preocupante.

Y digo yo, ¿qué es preocupante? Se que nunca voy a tener a cuatro médicos en exclusiva que intenten solucionar el problema, pero ¿es que necesito sufrir un shock anafiláctico para que me hagan caso?

Magnolia

Aquí debería haber una foto de Mel Gibson,
pero definitivamente prefiero a Jodie Foster



No creo en las casualidades, ni siquiera en el destino. Yo solo creo en las reacciones en cadena.

Empecé a estudiar inglés con 12 años, porque sí, porque me gustaba. Durante el instituto aprobé los cuatro primeros cursos de la escuela de idiomas, y cuando llegó la hora de escoger carrera un familiar me aconsejó que estudiara traducción. No me interesaba la filología, así que le hice caso. Conseguí entrar de rebote. Una vez en la carrera pude acceder a una beca Erasmus y me marché unos meses a Inglaterra.

Cuando llegué allí sentí como si toda mi vida me hubiera estado preparando para ese momento. Estudiar inglés para entrar en la carrera, entrar en la carrera para conseguir la beca, conseguir la beca para irme a Inglaterra. Se me presentó una oportunidad de trabajo muy buena con la que con un poco de esfuerzo podría haberme quedado a vivir allí, pero en el último momento me acojoné y me volví a España.

No he sido el mismo desde aquella experiencia.

Ahora siento que estoy en medio de otro ciclo. Mis primeros trabajos fueron en la comida rápida y en la atención al cliente. Gracias a eso pude entrar a trabajar en un hotel, aunque me echaron. Debido a eso acepté un curso de Comercio Exterior, tras lo cual cierta institución pública me aceptó como becario (justo en el momento en que lo necesitaban, después de que alguien me hubiera animado a pedir trabajo justamente allí; otra pieza más del puzzle).

Entonces me quedé sin ordenador. Decían en la película Maverick (razón de que haya puesto la foto de la Foster) que solo necesitas desear algo con todas tus fuerzas para que se haga realidad. No tener conexión a internet en casa me ha hecho volcarme en mi frikismo, pero la falta de fondos limita considerablemente mis compras. Y justo cuando empezaba a arrepentirme de toda mi pasividad, cuando quería tragarme todos mis remilgos a la hora de escoger curro me han ofrecido uno, gracias al curriculum que he acumulado.

En un hotel de tres estrellas. Al lado de casa. Sin entrevistas, sin fases previas. Me lo han ofrecido directamente.

Si finalmente se confirma, mis deseos se harán realidad. Tendré que trabajar muy duro durante unos meses (a razón de 14 horas diarias, entre los dos trabajos), pero tendré dinero suficiente para no ser dependiente y poder permitirme caprichos. Justo como quería.

Se que esto solo es el paso previo a algo más grande que cerrará el círculo. Un trabajo importante, que me mude al extranjero, salvar al mundo... no se, algo que dará sentido a todo. Y cuando lo consiga por fin podré vivir como me de la gana...

4 de marzo de 2006

Desde el más allá - EPÍLOGO


FANPIRISMO

El fanpirismo es una enfermedad mental, por el momento irreversible, que ataca de forma virulenta a los fans recalcitrantes, que no han podido digerir las prohíbiciones de Alejo, y a los que la vida sin manga, vídeojuegos, pelis de tiros y pollo frito les resulta un infierno [...] A simple vista, es difícil distinguir a un fanpiro de un fan normal, salvo por unos cambios bruscos en su comportamiento. Se vuelve irascible y taciturno, y se obsesiona con sus hobbies (cómics, juegos y similares), viviendo presa de una constante ansia por consumir material de este tipo. Los sintomas se acrecentan con el tiempo, y en fases más avanzadas de la enfermedad a la victima se le ponen los dientes largos ante la sola visión de un ejemplar de cómic que no posea, o el cartel de una pelicula de ciencia-ficción que no haya visto, y acostumbra a abalanzarse sobre ella con avidez, sin poder controlarse [...]

(Fanpiro, el juego de rol)


RESULTADO DEL FRIKITEST: 31,25% - FRIKI TOTAL



MANIFIESTO FRIKI



Para unificar y aclarar los conceptos de friki y Frikismo, de cuyos nombres se ha hecho un uso indiscriminado, abusivo y blasfemo, demostrando poco conocimiento de la causa, me veo obligado (como friki) a la labor de ordenar y enumerar los diversos aspectos de este pensamiento en las siguientes 1100 cláusulas. Todo ello para dar consistencia al espíritu y la identidad de todos los frikis del mundo.

El friki se define como un entusiasta o fanático del conocimiento que desea vivir al margen de las pautas que le impone la cultura en la que vive. Se caracteriza por sus tres cualidades fundamentales:


Es una persona que no concede importancia a lo que opinen los demás de él.

Convierte sus aficiones (que se consideran comúnmente aburridas, extrañas, excesivas, ridículas o impropias de su edad y que no precisan de interacción social) en un estilo de vida y una manera de distanciarse del mundo cotidiano, del que no se siente partícipe ni comprendido.

Es el que vive y piensa oponiéndose a convencionalismos y modas estipulados por la sociedad con la que convive


EL FRIKISMO SUELE ESTAR LIGADO A: dificultades en la interacción social, curiosidad e interés por cualquier tipo de conocimiento técnico, precocidad intelectual, creatividad desbocada, creación de mitos propios, fijación por la extravagancia o la fantasía...

EL FRIKISMO NO ESTA LIGADO A: Géneros musicales, formas estéticas, sexo, raza, condición social, ideología política, ni religión, ni a jergas, ni a resultados académicos... El frikismo NO ES UNA SUBCULTURA NI UNA CONTRACULTURA. ES UNA MANERA DE SER DE LAS PERSONAS.


LOS FRIKIS SUELEN: Ser introvertidos, poco populares, prefierir la planificación a la acción, tener poco interés por o éxito nulo en las relaciones de pareja, vestir mal, ser indiferentes a lo que opinen de ellos los demás y tener pocos amigos


AFICCIONES FRIKIS SON: La ciencia-ficción, los cómics, el Anime, los juegos de rol, el ajedrez, el Trivial, la informática avanzada y la programación, las ciencias (química, astronomía y biología principalmente), juegos de ingenio o raros, la edición de imagen, sonido o video...

CLASES DE FRIKIS PRINCIPALES (POR NATURALEZA)

Hay varios tipos de frikis pero no hay frikis de un sólo tipo. Por lo general cada uno posee características de varios tipos distintos. A saber, los principales son:

EL CIENTÍFICO: Apasionado de la informática, y capaz de deslumbrar a cualquiera con sus conocimientos a cerca de ella. Le gusta discutir o compartir ideas o datos en torno a temas de carácter técnico. Domina programas profesionales a la perfección. Suelen ser buenos lectores.

EL MITÓLOGO: Le gusta acudir a convenciones, conferencias. Domina el arte del juego de rol, es ferviente seguidor de la ciencia ficción, la fantasía y de películas de dichos géneros del estilo de Star Trek, Star Wars, Star Gate, El Señor de los Anillos... El mitólogo suele dedicar muchas horas a un juego de ordenador.

EL PENSADOR: Preocupado por la política, idealiza el activismo y les gusta plantearse constantemente cuestiones filosóficas y políticas. Tiene amplios conocimientos de Historia y por lo demás prefiere saber de todo un poco.

EL SATÉLITE: No es friki originariamente pero su trato con ellos termina impregnándole de tendencias frikis. No es fácil clasificarle, simplemente es un friki.

CLASES DE FRIKIS PRINCIPALES (POR GRADO)

1.- EL OCASIONAL: con frecuencia suelen ser frikis satélite. Tiene aficiones frikis que manifiesta de manera esporádica, pero su conducta en general no muestra características frikis. Su faceta freak le viene a través de un amigo, un familiar o allegado que le ha iniciado en ella o la ha tomado por iniciativa propia de manera puntual y sin mayor trascendencia en su vida.

2.- EL MÓRBIDO: Nos encontramos ya ante un friki propiamente dicho. El friki mórbido vive en el perpetuo tormento de tener ciertas pulsiones y deseos de no ser friki para gozar de ciertas ventajas (éxito amoroso, amistades duraderas y sinceras, popularidad) que tiene que reconciliar con su carácter irrevocablemente friki. Pero también halla sosiego intelectual y anímico en sus aficiones frikis por lo que a veces es capaz de tomar la determinación de no cambiar.

3.-EL AVANZADO: Fijo e inamovible en su Frikismo, el avanzado es capaz de aceptar niveles bastante elevados de aislamiento por su causa aunque todavía entablan amistad con personas no-frikis. Llega a hacerse experto de manera autodidacta en el tema con el que se realiza y puede leer grandes cantidades de literatura al respecto. Viven en paz pues su Frikismo les aisla ya de las pasiones bastas de la masa.

4.-EL TERMINAL: Grado al que únicamente llegan algunos elegidos. Ya prácticamente incapaces de entablar amistades profundas, mucho menos con personas no-frikis. Es insalvable y puede llegar a ser enfermizo, incluso perjudicial para la persona. Tienen una voluntad admirable y son así desde pequeños.


SER FRIKI: Es algo muy personal, no es algo que se pueda imitar, no es algo que se decida ser si no una manera de pensar y actuar a la que tiende la propia naturaleza de la persona. El friki no decide serlo ni puede dejar de serlo.


EL FRIKISMO ES NECESARIO: Por que vivimos en una sociedad que precisa de la estupidez y el gregarismo para funcionar. Pero la existencia de mentes puras e innovadoras es imparable. El mundo necesita más frikis: frikis que duden, que se informen, frikis que creen cosas y que muevan el mundo en otro sentido.


EL FRIKI DEBE: sentirse orgulloso de su condición, asumirla con sus “pros” y sus “contras”, y cultivarla como una faceta positiva de sus ser y desarrollarla como fenómeno social. Debe rodearse en todo momento de gente inteligente y huir del gregarismo.


LOS DERECHOS DEL FRIKI SON:

1.-Derecho a ser más friki

2.-Derecho a quedarse en casa.

3.-Derecho a la asociación friki.

4.-Derecho a tener pocos amigos.

5.-Derecho a pasarte por el forro lo que diga el médico de tu sedentarismo.

6.-Derecho de no ir a la moda.

7.-Derecho a dominar el Mundo.

8.- Derecho a exhibir el propio Frikismo.

(Extraido de http://www.punto-informativo.net/foro/index.php/topic,2735.0.html?PHPSESSID=fab2f97bcc3535d6c0ce60a69be34763)


"Sabes que eres un friki cuando en el museo de Egipto preguntas por En-Sabah-Nur" (Leído en un mensaje de gritos.com)


Vivir sin ordenador me está sentando muy mal. Creo que me voy a retirar a mi nido a meditar sobre la pila de cómics Zinco que acabo de comprar (también de saldo, este hipermercado es una mina). Y cuando vuelva creo que tendré que hacer algún cambio más en la plantilla...