31 de mayo de 2006

De machote por la vida

Una de las consecuencias típicas de estas etapas de ansiedad, depresión y cabreo generalizado con el universo (es decir, más de lo que suelo estarlo) es que acabo por odiarme a mí mismo, a mi vida y a mi forma de ser (es decir, más de lo que suelo odiarme de por sí). Es por eso que siempre fantaseo con la posibilidad de un cambio radical de personalidad, de convertirme en lo opuesto a lo que soy ahora.

Es decir, me gustaría ser malo. De los de película, los amorales, los que nunca se callan lo que piensan, los que se saltan las normas como si no existieran, los que hacen lo que les sale de la punta del nabo sin pensar en las consecuencias.

Cada vez que me ocurre esto adopto un referente que refleje cómo me gustaría ser. Alguien totalmente diferente, sin mis escrúpulos, sin mis miedos, sin todo aquello que no soporto cuando me siento así. E inevitablemente impulsado por la maratón de este fin de semana, me he dado cuenta de que me gustaría ser como él:



Sí, como Sawyer. Un estafador, asesino, macarra, chulesco, casi sin moral, únicamente preocupado por él mismo y su propia superviviencia. Y, con todo, el tio que se ha ligado a las dos que estaban más buenas de toda la isla.

Me pregunto si los guionistas no han estado alguna vez en mi misma situación...

Instinto



La única pequeña ventaja y, a su vez, enorme inconveniente de estar consumido por la ansiedad es que dejas de ser un animal racional. En realidad, si se piensa, ahí está la clave del problema: si durante estos periodos pudieramos pensar por nosotros mismos seríamos capaces de entender lo que nos está pasando, identificar las causas y ponerle remedio.

Sin embargo, lo primero que sucede cuando la ansiedad crece es que bloquea cualquier tipo de pensamiento crítico. Como un virus, se va apoderando rápidamente de toda tu mente hasta que te tiene dominado por completo. De esa manera acabas actuando solamente frente a tus instintos: el hambre, el miedo, la necesidad, el dolor.

Afirmo que esto puede ser una pequeña ventaja porque a veces viene bien dejar de lado todos esos pensamientos y preocupaciones que marcan nuestro día a día para preocuparse única y exclusivamente de uno mismo. No son las circunstancias más apropiadas, qúe duda cabe, pero al menos te aporta un punto de vista del que normalmente careces.

El tiempo, que siempre me afecta más de lo que creo, y una serie de pequeños problemas personales (de los que tiene todo el mundo, en eso no soy especial) son sin ninguna duda los factores que me han empujado a estos últimos días de degradación física y psicológica. Nada alarmante, desde luego, porque el trabajo consigue que me olvide de mí mismo durante al menos unas cuantas horas al día. He estado peor. Pero al menos estoy aprovechando para poner en perspectiva mi vida con respecto a lo que soy y lo que quisiera ser. Y no me ha gustado lo que he visto.

Algo falla.

Creí que abandonándome a una vida de puro instinto animal (comer, dormir, leer cómics, fumar, ver series, hacerme pajas, volver a comer, dormir aún más) podría relajarme y salir del agujero. Pero entonces es cuando me he dado cuenta de que esto ya no me satisface, que necesito otra cosa. Por supuesto todavía no sé exactamente qué. Las rutinas que he mantenido hasta ahora hace tiempo que se me hicieron pesadas y sin sentido; el trabajo, por el que debería dar gracias todas las mañanas a HUGH por haberlo conseguido, se me antoja increiblemente estúpido; a veces tampoco le encuentro ya sentido a seguir viviendo en El Nido por mi cuenta, ni siquiera si lo hiciera solo (cosa que por el momento no me puedo permitir); incluso en ocasiones me doy cuenta de que mantengo mis aficiones frikis más por adicción que por placer. Lo dicho, algo falla.

La solución es obvia: cambiar de vida. Ahora la cuestión es qué camino tomar. Las opciones posibles son infinitas, las reales bastantes menos. Y la lluvia, recordándome a esa última relación que tuve y que al final no pudo ser, se rie de mí insinuando que quizás el problema es que nunca estaré a gusto en ninguna parte...

30 de mayo de 2006

INADAPTIRAS: Historias del curro (III)

Perdidos


No, no son los naúfragos del vuelo 815. Los que están perdidos son los dos días y pico que he me he pasado viendo de un tirón todos los episodios de la segunda temporada.

La culpa es sólo mía. Odio dejarme las historias a medias. Odio que me dejen con la intriga. Odio no tener respuestas. Y los guionistas lo sabían, vaya si lo sabían. Por eso han conseguido tenerme pegado al ordenador, empalmando un capítulo tras otro, un cliffhanger tras otro.

Todo para llegar a ese final. Joder, es que me cabreo cada vez que lo recuerdo. Ya lo habían hecho con Smallville, pero ¿aprendí la lección? Nooo, tenía que caer en lo mismo. Como no tengo vida propia, tenía que vivir la de un producto de ficción diseñado por unos guionistas retorcidos.

Por favor, la próxima vez que me enganche a una serie que alguien me meta la cabeza en un cubo de agua hasta que deje de patalear...

29 de mayo de 2006

Rocio, no te mueras



Pero solo por joder a todos los que quieren verte en un hoyo para empezar a emitir reportajes y vender recopilatorios a tu costa (porque en lo que a mi respecta, tú y tu música no me importais un pimiento...).

Encierro

Hay días, como hoy, en los que para huir de la ansiedad me refugio en cualquier cosa que me evite tener que enfrentarme a lo que la provoca...




Y también hay momentos, como ahora, en los que me doy cuenta que llevo tanto tiempo encerrado en mí mismo que he olvidado como se sale de ahí...

26 de mayo de 2006

Confesionario (XI): Por la noche...



... me gusta dormir fuertemente abrazado a la almohada.

Llevo tantos años haciéndolo y estoy tan acostumbrado a ello que me cuesta mucho compartir la cama con alguien. Cuando lo hago sólo estoy realmente cómodo abrazando a la otra persona y recostando mi cabeza sobre su vientre...

25 de mayo de 2006

PSYCHOVIEW: Ellas tuvieron la culpa

Ante la gran pregunta de si un friki nace o se hace yo tengo muy clara la respuesta: esto se lleva en los genes. De niños más o menos todos hemos visto las mismas películas y series, leidos los mismos libros y cómics, comprados los mismos juguetes (bueno, sobre todo si tus padres tenían pasta, claro) y tenido los mismos héroes y referentes. Pero solo a algunos eso nos ha dejado una huella indeleble y con el paso del tiempo no solo no los hemos olvidado sino que nuestro interés ha ido a más.

Este es un pequeño homenaje a diez películas cuyas imágenes se me quedaron grabadas en la retina y que, en cierta manera, son responsables de que sea un caso perdido.


MASTERS DEL UNIVERSO


Vista con la perspectiva del tiempo uno se da cuenta de hasta qué punto era ridícula. Ya no solo por la caracterización y los efectos, sino también por el guión y ese toque gay de Dolph Lundgren con el pecho al descubierto untado de aceite. Pero, reconozcámoslo, He-Man era un éxito por aquella época. Todos nos tragábamos la serie de animación y los que se lo podían permitir compraban sus muñecos. Y, por supuesto, cuando se estrenó la película en el cine de mi pueblo fuimos a verla en masa...


AVENTURAS EN LA GRAN CIUDAD


De acuerdo, esta no es una película friki propiamente dicha. Pero si de todo lo que ocurre en la película (genial por otra parte) lo que más se te queda grabado es la escena de Thor a pesar de que hasta ese momento apenas has leido nada de Marvel, no lo dudes: estás destinado a que los cómics invadan tu casa...


EL VUELO DEL NAVEGANTE


Un niño con los planos de una nave espacial en la cabeza y que acaba pilotando un vehículo extraterrestre con una inteligencia artifical que ya quisiera HAL 9000. ¡Y salía Sarah Jessica Parker! Ni siquiera hace falta decir por qué está en la lista...


LOS GOONIES


Sobran los comentarios...


EL CHIP PRODIGIOSO


Creo que aprendimos más nociones de anatomía con esta película que en todas las clases del colegio. Pero es que además resulta de por sí uno de esos productos de los que ya no se hacen. Siendo una película para toda la familia combinaba ciencia-ficción con ciencia de verdad, una nave molona, un protagonista que induce a otro a beber whisky para que pueda tajarse él mismo y a besar a su propia novia para intercambiar fluidos, y un malo derritiéndose con jugos gástricos. Por qué no harán más películas así...


LA FUGA DE LOGAN


Aunque esta película me pilló un poco más talludito, lo cierto es que me abrió nuevas perspectivas. Después de tanta película futurista infantil resultó muy gratificante ver algo serio, adulto y con crítica social. Gracias a ella me interesé más adelante por las novelas de ciencia-ficción clásicas y empecé a mirar al género con otros ojos...


TRON


Y hablando de ciencia-ficción, no podía dejar de nombrar esta. Tron fue posiblemente una de las primeras de su género que vi y me estuve semanas alucinando con ella. No era para menos, puesto que no se había hecho nada igual hasta entonces. Recuerdo pasarme tardes enteras construyendo los tanques de la película con cualquier cosa. E incluso hacer competiciones de motos virtuales en el patio del colegio o con un folio y dos bolígrafos...


LA PRINCESA PROMETIDA


Una mañana llevaron a toda mi clase al auditorio del pueblo a ver esta película. A partir de entonces el mundo se dividió en dos: los que consideraron que era una película muy romántica (o muy estúpida) y los que nos pasamos días y días repitiendo como papagayos: "Hola, me llamo Íñigo Montoya. Tu mataste a mi padre, prepárate a morir". Cuando muchos años más tarde recibí una clase gratuita de esgrima durante mi beca Erasmus en Brighton, estuve a punto de gritar la frase en voz alta frente a mi oponente. Lástima que era italiana y no se habría enterado del chiste...


DENTRO DEL LABERINTO


Otro ejemplo de que antes las cosas se hacían de otra manera. No creo que a nadie se le ocurriera en estos momentos poner a un icono de la ambigüedad como es David Bowie como protagonista de un producto infantil. Eso sí, a día de hoy todavía no recuerdo que es lo que me dejó más impresionado, si el monumental despliegue de fantasía, criaturas y efectos especiales, o la propia Jennifer Connelly...


LA GUERRA DE LAS GALAXIAS


Sí, vale, la última era muy obvia. Pero, joder, ¡¡es La guerra de las galaxias!! Después de esta película ya no hay vuelta atrás...

FELIZ DÍA DEL ORGULLO FRIKI



¿Que qué hace falta para tener un blog friki? Pues, entre otras muchas cosas...


... reflexionar sobre la situación del mercado

... pervertir a tus familiares

... quejarse de lo cara que es la vida

... filosofar sobre la cultura del país

... hablar sobre periodismo

... experimentar con una psique ajena

... mirar la vida con otros ojos

... adentrarse en la oscuridad

... conspirar para cambiar el mundo

... intentar estar a la altura

... reivindicar el feminismo

... coquetear con la magia

... colaborar con las fuerzas del orden

... ver ángeles (caidos)

... seguir a un guía espiritual

... mirar a las estrellas

... denunciar las injusticias

... ser malo (y disfrutar con ello)

... salir del armario

... admirar otras culturas

... difundir la palabra

... tener claros tus ideales

... fomentar la lectura

... estudiar los hábitos de la fauna local

... y honrar a los maestros


Lo que no quita que también se pueda hablar de otros temas menos profundos...

24 de mayo de 2006

Detalles (una paja mental nocturna)



¿Qué es lo que hace a las hamburguesas del McDonalds mejores que las que nos podemos preparar nosotros mismos en casa? En realidad no tienen tanto misterio: un cuarto de libra (no se cuánto coño es en gramos) de carne de vacuno, lechuga, tomate y un panecillo. Y sin embargo nunca conseguimos que queden igual. ¿Dónde está el secreto, pues? Ante todo, los ingredientes. Obviamente una cadena de comida rápida no compra en el supermercado de nuestro barrio. Su carne es mejor (por mucho que las malas lenguas duden de su procedencia) y con el resto pasa otro tanto. Pero creo, y aquí viene mi paja mental, que lo importante son los detalles. Lo que hace estas hamburguesas tan jodidamente sabrosas (a pesar de que la mayoría de las veces se hacen deprisa y corriendo, doy fe) es esa salsa hipercalórica, y ese pepinillo, y la cebolla tierna, y cuantas chorraditas le quieran poner para cambiarle el nombre y hacerle promoción.

Cada vez que veo una producción americana en televisión, o en el cine, me acuerdo de las hamburguesas. ¿Por qué los productos patrios no quedan nunca igual, a pesar de lo mucho que tratamos a veces de imitarlos? Evidentemente lo primero son los ingredientes. Ellos tienen más dinero, más medios, mejores productores, mejores técnicos, más experiencia incluso. Sin embargo eso no lo es todo. Nos hemos hartado de ver superproducciones con presupuestos que superan nuestro producto interior bruto y que sin embargo son un truño de cojones. No, lo que realmente las hace especiales, igual que las hamburguesas, son los detalles.

Tomemos por ejemplo La vida de Rita, ese genial e injustamente marginada serie de la que, por desgracia (y por gilipollas), solo pude ver la mitad. La serie era buena, muy buena, una puta obra maestra. Y no era solo por tener unos actores cojonudos y unos guiones inteligentes, que también. No, lo que realmente la hacía especial eran los detalles. Por ejemplo el hecho de que se hablara tanto, y sin ningún pudor, de literatura. O que hubiera una relación lésbica sin regodearse en el morbo (de hecho solo se pudo ver un inocente beso) y sin tomarsela a broma. O que no se tratara de crear debates o moralinas en torno a la hija retrasada. O que uno de los personajes coleccionara vinilos de música añeja.

La música, ahí está una de las claves. Si hay algo que jamás entenderé de muchas películas españolas, y otras tantas series, es ese gusto por las bandas sonoras deliberadamente abstractas, con mucho piano y mucho violín sonando como si el intérprete estuviera hasta las cejas de LSD. Sin embargo los americanos saben como ponerle la salsa hipercalórica a sus obras. Melodías pegadizas y grandes éxitos pop cubriendo todo el producto, sin comerse el protagonismo pero haciéndose notar. Esta noche estaba viendo el final del capítulo de esa pedazo de serie llamada Anatomía de Gray, con la propia Gray haciendo su discursito final mientras sonaba Keane de fondo, y es cuando he pensado "ahí, ahí está la diferencia".

Oh, sí, poner algo de radiofórmula (que poco se usa esta palabra ya) es un recurso facilón, pero es efectivo. Puede que no sea muy "intelectual", pero creo que a nadie le mataría oir a Amaral o Franz Ferdinand, por ejemplo, en nuestras películas. Aunque también hay que saber utilizarlo, eso sí. Tu también puedes comprar la salsa, y los pepinillos, y la cebolla, y el resto de las chorraditas de la hamburguesa y aún así es muy probable que no te quede igual. McDonald's lleva mucho tiempo haciéndolo y sabe lo que le gusta a la gente.

Y lo que es más importante, no le impone a la gente lo que tienen que comer...

23 de mayo de 2006

El Relato Encadenado (2ª Edición) - Votación del título


Ante todo, muchas gracias a todos los que habeis participado en el Relato Encadenado y cuyo entusiasmo por este pequeño divertimento literario, en una época en la que la literatura no parece estar de moda, me ha animado no solo a llevar a cabo esta segunda edición (que tanto ha costado rematar), sino también a preparar una tercera de cara al verano.

Pero antes de llegar a eso hace falta resolver una cuestión fundamental. Toda pieza literaria, por pequeña que sea, necesita un título. Coño, incluso los poemas haiku tienen. Así pues es el momento de pensar uno entre todos.

En la primera edición la elección fue fácil. Un sólo título sugerido, un sólo voto oficial. Ganador por unanimidad (nunca mejor dicho). Y en realidad con eso me conformo. Así que el primer título que aparezca en los comentarios de este mensaje y que le guste a la gente será el elegido. No lo olvideis, cualquiera puede dar su opinión o aportar sus sugerencias.

Y recordad: puede que algún día alguien nos publique alguno de los relatos y nos hagamos todos famosos. Por soñar que no quede...

22 de mayo de 2006

Equilibrio



Durante esta última semana, tras dos meses de perfecta abstinencia, he caido de nuevo en el tabaco. O más bien debo decir "había caido", porque este sábado, tras consumirse el último cigarrillo del paquete, el deseo de seguir fumando desapareció sin más. Lo que durante los últimos siete días había sido una necesidad perentoria, que me impedía ponerme a escribir en el ordenador sin un cenicero a mano, se convirtió de repente en tan sólo un capricho fugaz al que no le debía dar mayor importancia.

Tras mucho reflexionar he llegado a la conclusión de que no era realmente nicotina lo que me pedía el cuerpo. Ni siquiera el hábito de tener algo en lo que ocupar las manos durante los ratos muertos o la capacidad de aturdir mis sentidos con el humo para evadirme (de alguna manera) de mis problemas. No, lo que reamente me pedía el cuerpo era equilibrio. Ante una vida insulsa, ordenada, predecible, tranquila, sin sorpresas, el cuerpo me pedía a gritos un poco de descontrol, de sinrazón, de maldad. Me pedía joderme a mí mismo al menos durante unos días para compensar todos las excesivas precauciones que tomo el resto del tiempo.

En realidad no me gusta fumar. En realidad cada vez que lo hago me obsesiono con cada calada con la idea de que mi salud se esté deteriorando de manera irremediable. Pero a veces la única forma de salir de un agujero es llegando primero al fondo...

21 de mayo de 2006

Mi refugio



Alguien me preguntó una vez si es realmente tan bueno el pub al que voy todos los fines de semana como para justificar semejante devoción. Pero no se trata de una cuestión de calidad. No es por la música, ni por el ambiente. No es porque tenga algo especial que lo distinga de los demás. En realidad podría haber sido cualquier otro.

Ser inadaptado significa, al menos para mí, que la vida es como una fiesta a la que has llegado demasiado tarde, o un juego del que nadie te ha explicado las reglas. Significa estar perdido y confuso, buscando una señal en el camino que te oriente hacia donde te quieres dirigir o una mano amiga que te ayude a salir de la oscuridad.

Por eso decidí guardar fidelidad a un sólo lugar. Ese pub es mucho más que un par de horas de distracción (que no siempre de diversión) a la semana. Ese lugar es un refugio, una guía, un punto de referencia en mi desordenada existencia. Cuando llego a la barra y no necesito abrir la boca para que sepan qué voy a pedir, y la gente ni siquiera me mira cuando me pongo a bailar solo, siento por un instante que formo parte de algo, que allí si conozco las reglas del juego, que en ese lugar no tengo nada que temer.

Y es por eso que muchas noches, cuando llega la hora de cerrar o el local está tan atestado de gente que no se puede ni respirar, se me puede ver sentado en la acera, con la mirada perdida, consciente de que durante el resto de la semana volveré a sentirme tan desorientado y confuso como siempre...

20 de mayo de 2006

Sabes que eres un friki sin remedio...

... cuando tu médico de cabecera te cuenta que te va a quitar las verrugas del cuello utilizando un bisturí láser y lo único que piensas es en esto:




Dios, necesito una novia. O un hobby. O un psiquiatra...

19 de mayo de 2006

Jugando a ser ADLO! en vez de ADLO!

Desde que descubrí las viñetas de Ctrl-Alt-Del, de Tim Buckley, he fantaseado con la posibilidad de traducirlas al castellano (y así hacer algo útil con lo que estudié durante los cuatro años de carrera). Y al ver la última no he podido resistir la tentación, haciendo de algún modo la competencia a los chicos de ADLO! (si es que un friki de tercera puede competir con los maestros).



Que quede claro que todo el Copyright es de Tim Buckley y que, efectivamente, el insulto que le dirige Lobezno a Spiderman podría haber sido traducido mejor. Pero, en fin, supongo que es la razón por la que no me gano la vida con esto...

El Relato Encadenado (2ª Edición) - Último capítulo


Murillo abrió los ojos. Un hilo de baba se deslizaba desde la comisura de sus labios, y gruesas lagañas pegoteaban sus párpados. Se incorporó desde el volante de su automóvil con millones de centellas multicolores girando en su campo visual. Una cefalea como de resacas atrasadas le perforaba la calota, y un acúfeno ensordecedor lo aturdía.
Abrió la puerta y salió del vehículo. Se sostuvo contra la puerta, y cuando dominó a medias el vértigo, observo alrededor.
El estacionamiento del aeropuerto estaba desierto. Había automóviles detenidos pero ninguna persona; tampoco se escuchaban motores, música, ruidos de aviones al decolar o aterrizar, o lo que fuera que se suponía debía esperarse en un aeropuerto internacional.
Todavía mareado se dirigió a la puerta de acceso, ingresó al vestíbulo, pero la gente seguía sin aparecer. Grandes carteles señalaban Air France, Alitalia, Tam, Lufthansa, United, American Airlines, uno a uno pasó los mostradores de embarque, y sólo aparecían letreros informando horarios y destino, además de cientos de maletas esperando ser cargadas.
El inspector se había repuesto, y si bien su sensación interior bordeaba los limites del pánico, su espíritu lo hizo continuar avanzando, el arma reglamentaria bien aferrada y amartillada.
La soledad absoluta magnificaba el silencio. Aviones sin ocupantes, cielos sin aviones, bolsos y abrigos sin sus dueños en los sillones de las salas de espera. Subió agazapado por las escaleras mecánicas, avanzó y retrocedió, intentó llamar por su celular y por las líneas fijas, pero no había señal.
Al dirigirse a la zona de embarque paso junto a una espera VIP y…
- ¡Chisttt…!!
El chistido a su espalda le disparó una salva de extrasístoles que dominó a duras penas.
- ¡Que suerte encontrarte, tritrí!!!...
El policía recuperó el aliento, aunque las manos no se aquietaban en su temblor adrenérgico. Entró a la sala VIP, donde Froilán, tendido en un sofá, bebía del pico de una botella de whisky.
- ¿Sabías poli – dijo Froilán arrastrando las palabras– que el Rotal Salute Regal 21 años es un ultra Premium whisky creado por los Chivas Brothers para celebrar la coronación de la Reina Elizabeth II de Inglaterra? ¿No? Yo tampoco. Lo acabo de leer acá. – y señaló la etiqueta con un dedo inseguro.
Murillo le quitó la botella y la arrojó lejos.
- ¡Pedazo de estúpido, ¿que está pasando?! – gritó el policía tomando al muchacho por las solapas.
- Si te cuento no me vas a creer, pero te lo voy a contar igual. Cuando la minita y el otro tipo me trajeron acá, apareció un payaso que vomitaba cucarachas, otro tipo con un chumbo que tiraba tenedores… ¿Me entendés lo que te digo, man? Una locura!! La gente se caía como dormida, y de todas las puertas salieron zombis y ninjas que los cagaban a patadas y se los llevaban, mientras un flaquito con un signo de pregunta en vez de cara gritaba “¡¡esto es friki!, soy el Inadaptado!!”. Después me pegaron en la cabeza, me hice el muerto y me metía bajo unos sillones; pero ví cuando la putita se escapaba por la salida de allá, el otro la siguió, y de golpe una luz enorme brilló y oscureció todo. Cuando volví a ver, acá no había más nadie. Y así estamos.
- No hay nadie en ningún lugar – dijo Murillo – Ven, tratemos de ir a alguna parte fuera de esta mierda de situación.
Salieron del aeropuerto; no lograron poner en marcha ningún vehículo, e intentaron correr hacia la ciudad, pero una energía potente los detenía y no les permitía alejarse más allá.
- Salir de acá va a ser más difícil que rascarse el culo con los dientes – dijo Froilán
- Cuando me pica, me rasco – dijo Murillo. Sacó el arma y disparó hacia delante. La bala avanzó unos centímetros en cámara lenta y luego se detuvo, suspendida en el aire.
Los hombres se miraron.
- Por aquí no hay salida – dijo Murillo.- Volvamos a buscar la puerta por donde se fueron tus amiguitos.
- Pará un cachito, botonazo, que no son mis amiguitos…
- Tanto da. Intentemos salir por donde ellos.
- Eso va a ser más peligroso que piraña en bidet… –dijo Froilán, ahora totalmente despabilado.- Pero bueno, veamos, dijo el ciego.

Desandaron el camino, regresaron al aeropuerto e ingresaron al vestíbulo.
El cambio era sutil, pero perceptible. La disposición del lugar, el mobiliario, las paredes, todo era parecido pero diferente. Un cambio siniestro envolvía al lugar, como si otra realidad intentara abrirse paso por las hendijas de lo conocido.
- Esto está muy feo – dijo Murillo – Venga, apuremos el paso antes que pase lo que sea que esté pasando
- Esto parece un capítulo de la Dimensión Desconocida, ¿te acordás? – Dijo Froilán – o de los expedientes X; peor, parece uno de esos cuentos que se escriben entre varios pelotudos en Internet. Yo tenía un amigo que escribió en uno que trataba de unos clones…
- ¡Basta ya! – Ordenó Murillo- No creo que esto nos sirva de mucho, pero igual, toma esto y apunta bien – y le entregó una Glock 39 - ¿Sabes usarla?
- ¡Yo te voy a explicar porque el agua no se mastica, gallego! –Dijo Froilán sonriendo, y colocó el cargador en la culata del arma – A mi me enseñaron los pibes chorros en Villa Domínico. No te imaginás lo que eran ésos tipos…!
Murillo lo miró entre incrédulo y asombrado, y sonrió. Estaba seguro que nunca podría entender una palabra acerca de lo que éste muchacho hablaba.
Se aproximaron a la puerta por donde Eva y Paul habían salido. Una luz los envolvió y los llevó al otro lado.

****

El calor del sol al cenit los recibió del otro lado. Un césped baldo se extendía bajo sus pies, y la brisa de otoño corría libre en la pradera. Frente a ellos, la gran llanura terminaba en una serranía de poca altura. En el pico se divisaba un minúsculo orificio por donde se colaba el cielo diáfano.
- Donde….? ¿Qué es…? – balbució Murillo.
-¡La Ventana! –Dijo Froilán – ¡Estamos en Sierra de la Ventana! ¡Acá nací!
- En Argentina…?
- Si…Pero acá faltan cosas… No hay chacras, no está la ruta provincial, no hay…está como sin gente…
- Pero no como en el aeropuerto –dijo Murillo – Allí hubo gente, pero aquí pareciera que nunca la ha habido.
- Seguro –dijo Froilán – Che , gallego, una pregunta…hablás demasiado bien para ser cana.¿Estudiaste alguna vez?
Murillo no pudo contener la risa ante la pregunta
- Hombre, mira que estamos entre dos mundos en una historia que ni la de Alicia, y tu te preguntas sobre mi modo de hablar. Vale, que no puedo menos que contestarte. En realidad, aparte de ser inspector de policía, he obtenido mi diploma de abogado. Mi sueño ha sido siempre llegar algún día a ser juez. Yo creo fervientemente en la justicia y…
Un grito de dolor interrumpió sus palabras. A unos cien metros de ellos, un hombre yacía. Corrieron hacia él, y al verlo la náusea los inundó.
- Pablito… -dijo Froilán
Paul gemía con horribles heridas, el pecho y el abdomen abiertos en canal, con sus vísceras expuestas, el rostro apenas reconocible entre la sangre y las heridas.
- Me…confié – balbuceo cuando los hombres se arrodillaron a su lado.- ella me engañó, y yo lo sospechaba…
Tomó aliento y siguió con un hilo de voz.
- El Barón… él es Sendivog. Ahora sé.
- y los vampiros? – preguntó Murillo
- No importan. A mi me atacaron los lobos.
-Yo…- comenzó a decir Froilán, aunque no pudo completar la idea pues Paul había expirado.
-¿Y ahora? –preguntó Murillo.
- Ahora… ¡ahora le voy a enseñar a ése fulano cuántos pares son tres botas!! – dijo Froilán y comenzó a caminar hacia la sierra.
El ascenso era difícil pero no imposible. Senderos de cabras se abrían dóciles, y a las dos horas de caminata se detuvieron a descansar, ya cerca de la cima.
- Una cosa no me termina de convencer – dijo Murillo - ¿No te sorprende que estemos aquí? Digo, porque hemos sobrevivido hasta ahora. Porque no nos han detectado los esbirros del Barón.
- También lo pensé, galle. A lo mejor somos como Matriz, los elegidos, ja, ja…
No siguió riendo. A su alrededor, una docena de hombres lobo los rodeaba en silencio.
- Pues aquí está tu deja vù – dijo una mujer
Giraron hacia la voz y encontraron a Eva, quien sonreía. A su lado, la mujer vampiro miraba voluptuosamente a Froilán y mostraba los colmillos.
- ¡Tráiganlos!- ordenó Eva, y los lobizones tomaron a los hombres en vilo y los llevaron cuesta arriba.

La cima no era amplia. Un espacio reducido de pocos metros se abrían a la hoquedad natural de 2 metros por dos que daba nombre al lugar. Allí se encontraba montada una mesa con elementos de química y alquimia; y allí estaba el Barón, vestido a la usanza de los viejos Cabalistas.
-Al cabo de tantos siglos –dijo éste -, los elementos se reunen.
Un interminable silencio siguió a sus palabras.
- Mirá, viejito… -el terrible golpe de un lobizón callo a Froilán.
-¡¡NO!! – gritó el Barón, y el lobo cayo al piso aullando encogido de terror. Lugo se dirigió a los cautivos: - Les daré una respuesta aproximada a la pregunta que se hacían en el camino. Para completar el circulo iniciado hace tanto, las esferas debían llegar aquí. Este es el lugar. Aquí está la máquina de Grompius –señalo un pequeño artefacto- y aquí está la sangre de los Hombres: la del Conquistador, en las venas de éste soldado, heredero sin duda de Pizarro y de Cortéz, y la del aborigen que lleva también sangre del Reich.
- Mierda! – dijo Froilán – el apellido de mi vieja era Shajnaupsterman… y yo siempre me reí…
- Prefiero pensar que llevo la sangre de Cervantes en mis venas –dijo Murillo – pero aún así, te ase… -Eva lo abofeteó
El Barón los ignoró y comenzó una letanía ritual, mientras comenzaba a mesclar elementos de los alambiques. El cielo diáfano comenzó a oscurecerse y nubes oscuras se acercaban a enorme velocidad.
Mientras el alquimista desarrollaba su acción, Eva se acercó a Murillo.
- Siempre me gustaron los tipos rudos –dijo mordisqueando la oreja del policía – Lastima que no tuvimos tiempo.
Cuando se alejaba de su lado, Froilán la embistió insultándola. Los lobos lo separaron, y la mujer se fue junto al alquimista.
Las nubes amenazantes cubrían todo el cielo. Los truenos y relámpagos cruzaban el campo, y hasta los lobos aullaban de miedo. Froilán se agachó tras Murillo.
-¿Qué estas…?
- Le robé el librito de Paul cuando la choqué recién… -musitó mientras leía a velocidad.
La tormenta arreciaba, vientos huracanados se abatían en la montaña. Ela alquimista gritaba sus hechizos a voz en cuello, Eva danzaba extasiada, y Froilán de un salto se arrojo sobre la mesa del Barón, robó una esfera y salió corriendo colina abajo.
El movimiento fue tan sorpresivo que todos tardaron en reaccionar, pero luego Eva y los lobizones salieron en su persecución.
Froilán corría entre las piedras y la lluvia desatada, y mientras tanto musitaba una invocación del libro. Los lobizones se acercaban, Froilán llegó a una saliente y allí se atrincheró. Murillo lo veía desde unos metros más arriba, Froilán lo vió y le gritó:
- Ahora, tirále a los lobos….!
La tormenta no permitía a Murillo escuchar; luego de repetir varias veces, Froilán le hizo una seña inconfundible, y el policía entendió. Los lobos casi alcanzaban a Froilán, cuando el inspector sacó el 38, apuntó… y el primer lobo cayó muerto. El grito de júbilo de los hombres se tapó por los aullidos de ira de los lobos. Murillo siguió disparando hasta vaciar el cargador contra los lobos mas proximos, y luego empezó a correr.
Eva se acercó a donde Froilán resistía.
- Muy inteligente… Usaste una formula de alquimia para transformar el plomo de las balas en plata, y matar a mis perritos con balas de plata… -gritó tras la piedra que le cerraba el paso – Pero… ¿quién te va a rescartar de mí?
Eva movió la colosal piedra que cerraba el paso y sonrió. El hombre estaba a su merced.
Froilán cerró los ojos. Hasta ahí había llegado.
Pero la mujer no lo agarró del cuello: algo la jaló hacia arriba como si fuera de papel. Un incrédulo Froilán vió como la mujer vampiro lo rescataba, y arrojaba a Eva desde la altura hacia la nada.
Un ejercito de vampiros cayó sobre los lobos, y la pelea fue una carnicería. Froilán regresó a la cima esquivando combatientes, y enfrentó al Barón.
- ¿Y, tío? ¿ahora que hacemos?
El alquimista lo miró con ojos extraviados. Le dedicó una mueca que bien pudo ser una sonrisa, y se arrojó por el hueco de la ventana. Froilán corrió tras él, perno no lo vió caer.
- Ya está en otra dimensión – dijo la mujer vampiro – siempre lo hace.
La tormenta comenzaba a disiparse.
- Vos… -dijo el muchacho
- Ayudamos a los humanos como siempre lo hemos hecho desde que el mundo es tal. El resto son palabras. Porque si ustedes desaparecen, ¿de que viviríamos?. Sólo que ésta vez sí nos hemos mostrado abiertamente contra el alquimista, que de verdad estuvo cerca.
- ¿O sea que ahora nos comerán? – dijo Murillo subiendo por una ladera – Ya pregunto igual que mi amigo… - los vampiros rieron de su comentario.
-Ustedes se pueden ir – dijo el que parecía ser el jefe. – pero nada de esto recordarán.
-Una cosa…_ dijo Froilán – antes de irnos, ¿puedo hacer un experimento con las esferas?
- Las esferas quedarán en ésta dimensión –dijo el jefe vampiro – pero puedes hacer un experimento.
- Gracias! Era hora de ligar algo, poli –dijo Froilán, guiñó un ojo a Murillo, y arrojó un beso a la mujer vampiro.

***


Le Monde
Alta Sociedad
Ultimo Momento.(AP)

La pareja del año se casa en Mónaco. El famoso actor argentino, tres veces ganador del Oscar, aceptó dar el sí a su glamorosa (y vampirezca) novia. El Juez que los casará en el Palacio Real, el consabido Juez Murillo…


Escrito por Crub (del blog La estrella del camino), al que le agradezco la deferencia de habler incluido los zombis y ninjas que faltaban, y publicado aquí por petición de su autor para dar fin de una vez por todas al relato.

THE END (por fin)

18 de mayo de 2006

Sabes que algo no va bien...



... cuando escuchas el "Careless Whisper" de George Michael mientras estás comprando en tu tienda de cómics favorita, y al volver, en vez de lamentarte como siempre del poco dinero que tienes para tus vicios, te pasas todo el camino suspirando por volver a tener una relación tan mágica como lo fue la primera de todas, hasta que llega un punto en que la sensación de soledad es tan abrumadora que no puedes evitar que se te escapen algunas lágrimas...

17 de mayo de 2006

Querido forofo del Barça...

... o de cualquier otro equipo de futbol que consiga ganar una competición importante cualquiera y que haya decidido celebrarlo en la calle.

Puedo entender remotamente tu actitud. Estás en estado de euforia por la victoria de un equipo en el que has invertido tus ilusiones, tu tiempo y probablemente tu dinero. A ellos en realidad a ellos les importas una mierda, pero precisamente por eso quieres lo único que te pueden dar: la falsa sensación de alegría por ser parte de algo a lo que no has contribuido prácticamente nada, especialmente en lo que al terreno deportivo se refiere.

La cuestión es, ¿qué te va a reportar esto? Dinero no, desde luego, porque no vas a recuperar lo que has invertido en entradas, camisetas o el Digital +. Tampoco te va a ayudar en tu trabajo, ni en tu vida sentimental, ni te va a hacer más guapo o más inteligente. Los deportistas se van a embolsar una prima mayor que lo que tu ganas en un año y después probablemente se tiren a alguna modelo, mientras que tras la juerga de hoy nada habrá cambiado para tí.





Sin embargo a mi esta victoria sí que me reporta algo: un gigantesco dolor de cabeza por tener que escuchar vuestros pitidos, vuestros vítores, vuestros gritos y vuestros fuegos artificiales hasta bien entrada la madrugada, a pesar de que a mí el fútbol me importa una puta mierda.

Así que, con toda la comprensión de la que soy capaz, te deseo que tras la borrachera de hoy te despiertes mañana medio agonizante tirado en medio de un descampado, sin coche, sin cartera, sin ropa, con un tatuaje del equipo contrario en el pecho y la sensación de haber sido violado por un gorila en celo.

Eso sí, de buen rollo...

Feliz día de Internet

Hoy, 17 de mayo, se celebra oficialmente en todo el mundo el día de internet. Por eso quiero aprovechar tan señalada fecha para lanzar un mensaje:


Dia de Internet

¡DEJAROS DE TANTAS CELEBRACIONES Y TANTA POLLA! ¡QUEREMOS BANDA ANCHA DE CALIDAD Y A UN PRECIO RAZONABLE! ¡Y LO QUEREMOS YA!

http://www.internetal7ya.com


16 de mayo de 2006

PSYCHOVIEW: Conker's Bad Fur Day




Erase una vez una tierna y dulce ardillita llamada Conker que apareció en varios títulos de la compañía de videojuegos Rare, entre ellos uno propio para la Game Boy Color llamado Conker's Pocket Tales.

En 1997 la compañía hizo un adelanto de un ambicioso juego de plataformas en 3D para la consola Nintendo 64, llamado Conker's Quest, en el que nuestra ardillita y su compañera Berri recorrían un mundo multicolor de fantasía con un sistema de juego nunca visto hasta entonces. No tuvo demasiado impacto, sin embargo, ya que le hizo sombra otro título de la compañía, el también famoso Banjo Kazooie. Poco después Rare hizo algunos cambios en el juego, que pasó a llamarse Twelve Tales: Conker 64, mejorando los gráficos e introduciendo un modo multijugador, aunque en esencia era el mismo. Pero llegó 1999 y de repente el juego desapareció de la web oficial.

Desconocemos lo que pasó entonces, pero yo me imagino la escena así:

Int., en una de las salas de programación de Rare. La habitación está a oscuras, sólo iluminada por la pantalla del ordenador. Frente a él se sienta un hombre que teclea freneticamente. A su lado se adivinan las siluetas de otras dos personas que rien de forma siniestra, y por los rincones podemos vislumbrar cervezas vacías, revistas pornográficas y ceniceros con colillas de habanos. Una de de las figuras murmura:

- Los de Nintendo se van a cagar...




En 2001 el juego volvió a ver la luz y el resultado dejó a todos con la boca abierta. Nuestra tierna y dulce ardillita, que apenas había cambiado gráficamente, se convirtió en un cabrón con pintas, con demasiada afición por la bebida, la armas de fuego y las tetas grandes. Berri ya no era una dulce ardillita con falda, sino una coneja sexy que hace aerobic. Y el mundo de fantasía está plagado de zombis, mafiosos, ositos de peluche psicópatas, abejas con armamento pesado y todo tipo de objetos animados que dicen un taco cada dos palabras. Había nacido Conker's Bad Fur Day.

El argumento del juego es, en esencia, bastante simple. Después de una descomunal borrachera, Conker se despierta tirado en medio de ninguna parte y con una resaca de aupa, y lo único que quiere es volver cuanto antes a casa para dormir un rato. Pero eso no será fácil, ni mucho menos. En su camino toda clase de personajes extraños le pedirán ayuda (a cambio de dinero, por supuesto), le meterán en lios o intentarán matarle. Y buena parte se desarrolla en el contexto de las mejores parodias que he visto de películas como Drácula, Matrix o Salvar al soldado Ryan. Hacía mucho tiempo que no soltaba tales carcajadas con un mando en la mano.




Aun a riesgo de ser exagerado, considero que este es el puto mejor videojuego de consola de la historia. Para empezar, el hecho de que exista un título completamente adulto para la Nintendo 64 resulta de por sí un hecho excepcional, pues no en vano se acusa normalmente a la compañía de resultar demasiado infantil. Pero además este es un juego que no se parece absolutamente a ningún otro. Es casi tan corrosivo como las historias de los Happy Tree Friends y mucho más escatológico que cualquier título de la saga Larry. Hay violencia gratuita, sangre, tripas, más tacos que en la MTV y pequeños toques de sexo. Para completar sus misiones Conker no tiene reparos en hacer volar cabezas por los aires, nadar en lagos de mierda (literalmente) , machacar testículos con ladrillos o mear a sus enemigos. ¿Habeis visto alguna vez a una ardilla vomitar en plena borrachera? Pues aquí podeis hacerlo.

Por si eso fuera poco, el juego es absolutamente adictivo. Tiene un guión delirante, unos gráficos excelentes, combina las plataformas con la aventura gráfica e incluso la acción en primera persona y tiene una banda sonora realmente cuidada. En especial los que han jugado destacan el enfrentamiento con uno de los mejores villanos de videojuego que se recuerdan: The Great Mighty Poo, una montaña de lodo que canta ópera y a la que hay que derrotar lanzándole rollos de papel higiénico.



¿Pegas? Pues no muchas la verdad. La principal es el mismo defecto del que adolecen la mayoría de títulos en 3D de esta consola: la cámara. La perspectiva desde la que vemos a Conker suele ser forzada, incompleta e incluso molesta en ocasiones. Existe un botón para cambiar a vista en primera persona, aunque eso a veces no soluciona nada. Pero, aparte de eso, lo único malo que tengo que decir del juego es que se te hace demasiado corto.


Ni que decir tiene que en Nintendo no se podían creer lo que estaban viendo. Se negaron a darle publicidad, el anuncio se pasó a altas horas de la noche y sólo se le hizo promoción en las revistas Playboy y Maxim. Además, aduciendo que su traducción resultaría demasiado costosa, decidieron no distribuir el juego en Europa. Finalmente sí que se hizo, pero nunca llegó a España. No obstante todos esos factores lo único que consiguieron es que se convirtiera en un título de culto.

Para más información, remito a este artículo de Mundo Rare, donde se hace un análisis detallado del juego y se pueden ver imágenes de sus sucesivas transformaciones. Y para los más pudientes, se acaba de anunciar hace poco una versión mejorada del juego para XBOX Live donde se podrá aprovechar uno de los puntos fuertes de este título, su modo multijugador.

Ni Halo, ni Final Fantasy ni ostias. Tendrían que hacer más juegos como este...

15 de mayo de 2006

Hard Candy



Hace un par de días decidí instalar uno de esos mini-chats para blogs en la columna de la derecha, para que hubiera un medio de hacerme llegar mensajes instantáneos sin tener que consultar mi cuenta de correo. En un principio la intención era no perder el contacto con los participantes del Relato Encadenado, ya que he descubierto que aún hay gente que se ofrece a participar dejándome un comentario en el mensaje donde se publicaron las reglas, a pesar de que dije claramente que no suelo revisar los mensajes antiguos. Así en la tercera edición del juego (que la habrá, ya que sigue despertando interés) nadie perderá su oportunidad.

Sin embargo he descubierto que dicho programa no sólo sirve para conversar a través del blog, sino que existe detrás toda una comunidad de gente que lo han convertido en poco menos que un sistema de contactos. El programa desde luego se presta a ello, ya que cada participante puede crearse un perfil público (con foto, si quieres) que se visualiza cada vez que hablas con otra persona; además existe un buscador por edades y paises, lo que posibilita escoger de antemano con quién quieres hablar. Y, por supuesto, es gratis.

Lo que más me ha chocado, y aquí vamos a ponernos muy serios, es la naturalidad con las que supuestas chicas de 14 años inician conversaciones conmigo a pesar de que en mi perfil se indica muy claramente que les doblo la edad. Digo "supuestas" porque todos sabemos la cantidad de hombres que se hacen pasar por tales para entablar relaciones ciber-homo-eróticas. No obstante me inclino a pensar que son lo que dicen por la soltura con la que utilizan abreviaturas (algo que a los que ya somos talluditos se nos escapa) y lo realmente trivial de sus conversaciones.

Yo entiendo que desde un punto de vista práctico no resulto un peligro, al menos en teoría, ya que dicho sistema de chat está ocupado en su gran mayoría por británicos, estadounidenses y filipinos, y al ser español (algo que también indico en mi perfil) existe demasiada distancia como para constituir una amenaza. Sin embargo, no deja de alarmarme la falta de control absoluto que sigue existiendo con respecto a las actividades de los menores en la red. Si ellas son lo que dicen ser, estamos hablando de chicas de 14 años contactando con gente mucho mayor y que llegado el momento podrían aprovecharse de ellas. Ya ha ocurrido, posiblemente todavía esté ocurriendo y seguirá siendo así hasta que los padres se tomen en serio la vigilancia de sus hijos.

No me gusta echar leña al fuego del tema de los peligros de la red, algo sobre lo que existe una gran desinformación y mucha gente dispuesta a aprovecharse del miedo de la gente en su propio beneficio. No obstante, los agoreros tienen razón en que Internet puede resultar peligroso si no se utiliza con cuidado. Y es por eso que opino que deberíamos empezar a romper la brecha digital y subcultural y educar a los padres en aquellos temas que desconocen. Si todos supieran qué es un chat, cuán violentos son realmente los videojuegos o en qué consiste realmente una partida de rol, posiblemente películas como Hard Candy dejarían de tener sentido...

14 de mayo de 2006

Por una manifestación digna



Me lo estaba temiendo (de hecho estaba casi convencido), pero no por eso ha sido menos humillante. La sentada de hoy en Alicante por una vivienda digna, convocada mal y a destiempo desde este blog, ha sido un sonado fracaso. Apenas 30 ó 40 personas en el momento de más afluencia, de las cuales sólo unas 20 llegamos a sentarnos. Al menos parece que acerté en la elección del lugar de la sentada, ya que en la Explanada de España pudimos llamar la atención de la enorme cantidad de gente que en esos momentos paseaba por allí o volvía de la playa.

Afortunadamente parece que va a salir algo bueno de todo esto. Los pocos allí reunidos compartíamos claros intereses comunes, y es por eso que tras hablarlo hemos decidido convocar una asamblea para pensar en otras formas de actuación más efectivas. Asamblea de la que me he convertido involuntariamente en el portavoz, al confesar que yo había sido el (des) organizador de la sentada alicantina (y porque alguien se tenía que comer el marrón, aunque sarna con gusto no pica).

En cualquier caso he de decir que no me arrepiento. Por primera vez en mucho, mucho tiempo me siento parte de algo. Puede que por fin (quizás) haya encontrado el lugar en el que no sea un inadaptado, o al menos no el único, y en el que pueda conocer gente nueva. Ni gimnasios, ni excursiones, ni clubs ni ostias. Lo que realmente une a la gente es tener un objetivo (o enemigo) en común.

Eso sí, que nadie piense que ahora me voy a dejar perilla para hacerme el progre...

13 de mayo de 2006

Confesionario (X) Gemidos



Ya he dicho como un millón de veces que para mi el sexo es algo bastante marciano. Onírico, incluso. Es algo que tengo en momentos puntuales y después desaparece, normalmente durante bastante tiempo, como si todo hubiera sido un sueño. Esto tiene la ventaja de que no llego a echarlo realmente de menos, puesto que para mí lo normal es la abstinencia. Pero también tiene un gran inconveniente, y es que me excito con bastante facilidad ante la presencia real y cercana del sexo de verdad.

Ese es el motivo por el que no soporto escuchar como follan mis vecinos. Cosa que ocurre con frecuencia, puesto que a fin de cuentas llevo años viviendo en pisos con las paredes de papel. Eso sí, debo aclarar algo: no es que me joda oir como ellos se lo pasan bien mientras yo estoy a dos velas. No, es mucho peor que eso. Ante todo me jode porque me excita. Oir los gemidos, susurros e incluso gritos de un acto sexual en directo me pone a mil (razón por la cual a la hora de escoger una afiliación me apunté a Beautiful Agony). Me he masturbado muchas veces con esto, sí, pero lejos de ser un pasatiempo también se ha convertido en una cierta obsesión.

Ocurre a veces que en vez de suceder de forma esporádica este voyeurismo auditivo se convierte en una constante. Es lo que me pasa en el Nido, donde el azar quiso que tanto mi cama como la de mi vecino estén apoyadas en la misma pared. Él es un chico de mi edad, más o menos, con novia estable y que, por supuesto, folla con bastante frecuencia. Y cuando lo hacen es inevitable que les oiga. Eso lo pudo comprobar R., mi última pareja, con la que protagonicé una surrealista escena muy parecida a algo que ocurre en la película de Steve Martin Tres mujeres para un caradura ("L.A. Story" en el original). Una noche en la que R. y yo dormiamos nos despertamos con los gemidos del vecino y su chica (bueno, especialmente los de ella), los cuales nos excitaron tanto que al acabar ellos empezamos nosotros a hacer lo mismo. Pero parece que ellos a su vez también nos oyeron, ya que cuando terminamos comenzaron de nuevo. No recuerdo si después también nos apuntamos a una nueva ronda, pero creo que la idea está clara.

El problema es que esto se ha convertido en una paranoia. Cualquier sonido en la noche levemente parecido a un gemido me pone en alerta, dispara mis pulsaciones y, si estaba intentado dormir, me desvela por completo. Me quedo quieto y rígido en la cama hasta que logro descubrir la fuente, forzando mi audición hasta unos niveles que ya quisiera Daredevil. Es una especie de atracción-repulsión que me hace buscar en todo momento ese pedacito de sexo auténtico y cercano, lo más real que llego a tener durante mis periodos de abstinencia, que me excita pero también me frustra ante la idea de que no soy yo quien lo está practicando.

Un día de estos que me los encuentre en el ascensor acabaré por confesarles que les oigo. Seguro que a partir de entonces se buscarán un hotel y me dejarán dormir en paz...

Por el amor de dios...










¡¡que sólo es un puto libro de ficción!!


Y no precisamente de los mejores. De hecho ni siquiera de los buenos, si me apuras...

Home, bitter home (VI)


LA LEONERA




Al final de la película L'auberge espagnole (que aquí recibió el horrendo título de "Una casa de locos"), el protagonista dice una frase que a mí se me quedó marcada a fuego: J'etait un étrangère parmis des étrangères (yo era un extranjero entre los extranjeros). Así es como resumía su estado de ánimo tras su experiencia como estudiante Erasmus en Barcelona.

Así es como me sentía yo.

Recuerdo que en alguna parte leí un artículo en el que alguien llamaba a esto el "síndrome Erasmus". ¿Verdad que cuando vemos a un habitante de la casa de Gran Hermano llorar como una niña cuando le expulsan creemos que es puro teatro? Pues no, no lo es. Tanto ese concurso como la experiencia de vivir durante unos meses en un país que no es el tuyo, conociendo a un montón de gente, pasándotelo bien y con tan solo un puñado de obligaciones que cumplir, son experiencias que te marcan y de las que cuesta mucho desprenderse. Cuando vuelves a tu vida anterior te sientes desubicado incluso entre los tuyos, en tu propio país, en tu propia casa. Es como despertar de un sueño muy agradable que no querías que acabara. Pero sabes que tarde o temprano se tiene que acabar...

Mi beca también acabó (antes de lo deseado) y me encontré en Alicante en pleno mes de diciembre con la necesidad urgente de encontrar una vivienda y poder así tramitar la ayuda del estado. Porque, como ya expliqué, sin esa ayuda no podía seguir con la carrera, razón por la que decidí regresar a España. Así es como en apenas un par de días y tras ver las pocas habitaciones que aún quedaban libres, acabé metiéndome en el piso que parecía menos sucio de todos: La leonera.

Es cierto que la habitación que me tocó en suerte era muy grande y que me llevaba bastante bien con mis compañeros, pero si hay algo que caracterizaba a ese piso era la gran cantidad de mugre que había acumulado con el tiempo. De hecho llegó un momento en el que nos dimos cuenta que limpiar era tan inútil que dejamos de hacerlo. Así, como suena. Es cierto que le dábamos alguna pasadita a los quemadores de la cocina y a la taza del baño, pero todo lo demás se sumió en el abandono total. Cada vez que abríamos la puerta de la calle una bola de pelusa gigante venía a saludarnos (la llamábamos cariñosamente "Toby") y no se podía tocar la campana del extractor de humos sin el riesgo de que tu mano se quedara pegada para siempre, debido a la grasa acumulada.

En realidad no nos importaba. Sus tres habitantes íbamos a lo nuestro y nos preocupaba bien poco nuestro habitáculo, que era un mero lugar de paso. Especialmente para el ruso. Se trataba de un biólogo que estaba llevando a cabo un programa de investigación en la universidad (y por el que le pagaban una pasta gansa), razón por la cual todo lo demás se la pelaba. De hecho su habitación era un auténtico zulo (daba miedo entrar ahí) y su vida consistía solo en investigar por el día y tajarse de noche. Se que no está bien juzgar a un país entero por sus estereotipos, pero en este caso era muy cierto: se bebía el vodka como si fuera agua. Teníamos el salón lleno de botellas de Stolichnaya vacías y era habitual encontrarmelo ya borracho a la vuelta de mis clases. Más tarde descubrió el jerez, que le vendían en una bodega muy próxima a nuestro piso, y a partir de ahí lo normal era encontrarlo SIEMPRE borracho. Pero era un buen tipo. Y su mujer, que vino con sus hijos a verle en verano, estaba bastante buena...

El tercer habitante incierto era otro investigador (supongo que así es como se conocieron), esta vez manchego y pocos años mayor que yo. Era lo que en el lenguaje de los tios se conoce como un "fiera", un "máquina", un "monstro". No sólo tenía una pasmosa habilidad para ligar con mujeres sino que además salía con dos o tres a la vez sin que eso le supusiese ningún problema. Tenía una mujer en cada puerto, como los marineros en las canciones, y procuraba añadir a su colección todas a las que echaba el ojo. No lo conseguía siempre, pero pocas se le escapaban. Además era el típico tío que se apuntaba a un bombardeo, por lo que siempre estaba haciendo planes para ir a fiestas, viajes, excursiones, congresos, visitas a alguna de sus novias o cualquier otra cosa que le surgiera. No se de dónde sacaba la energía...


Ese año estuvo bastante bien en general. Apacible, sin sobresaltos (si exceptuamos a la vecina que ponía música de copla a todo trapo por las mañanas), cada uno iba a su puta bola y hacía más o menos lo que le daba la gana (especialmente desde el momento en que decidimos dejar de limpiar). Solía haber bastantes fiestas, cenas y reuniones. El ruso traía de vez en cuando a un grupo de compatriotas que vivían en Alicante, en especial una chica joven a la que mi otro compañero intentó llevarse al huerto (sin éxito) y que creyó que yo trataba de hacer lo mismo (estaba buena, pero se lo tenía muy creido). Por su parte mi paisano, además de follar, también organizaba fiestas de vez en cuando, en especial con un grupo de chicas de instituto a las que conocía de su época de universitario. A una se la pasó por la piedra, por supuesto. Y otra de ellas, camarera en un pub al que íbamos con mucha frecuencia, protagonizó la anécdota del año cuando tras una monumental bronca con sus padres decidió marcharse de casa y nos pidió asilo político, aprovechando que el ruso se había largado y había dejado su habitación libre. En el último minuto se reconcilió con sus padres, aunque yo pienso que se arrepintió al ver el zulo en el que le había tocado vivir.

El curso acabó y me tocó marcharme del piso, como siempre, por culpa de los caseros. No lo lamenté demasiado, puesto que a fin de cuentas lo escogí porque no había encontrado nada mejor. Durante el año siguiente mantuve el contacto con mi paisano, con el que me llevaba muy bien a pesar de que éramos tan distintos como el día y la noche, o quizás precisamente por eso. A fin de cuentas sabía que yo nunca le podría pisar una novia...


PRÓXIMO CAPÍTULO: SPOILER


12 de mayo de 2006

Confesionario (IX) Mi tele y yo



Mucho antes de que vinieran a vendernos la moto de la TDT y la interactividad de los telespectadores, yo desarrollé la manía de hablar e incluso discutir sobre lo que veo en el televisor: comento en voz alta, aplaudo o rebato argumentos, insulto, amenazo, hago cortes de mangas... Algo así como el que no se calla cuando está viendo una película, pero sin vergüenza y delante de la pequeña pantalla.

Esta manía ("de viejos", dice mi madre) al principio sólo se hacía patente si estaba solo frente a la caja tonta, pero cada vez me cuesta más reprimir mis comentarios cuando hay gente delante. Lo cual, por cierto, suele provocar sustos, protestas y que mis compañeros se planteen internarme en un psiquiátrico.

Eso es porque no saben lo que podría llegar a hacer si tuviera una pantalla de plasma 5 veces más grande que nuestro viejo televisor...

10 de mayo de 2006

Mi primer Youtube



¿Cómo sería Internet en la vida real? ¿O cómo sería la vida real si se rigiera por las mismas normas de Internet?

Este es un video del programa que protagoniza en Comedy Central el conocido actor y humorista Dave Chapelle, que vi por casualidad un día en casa de mis padres (sí, ellos tienen cable; a veces pienso que lo hacen aposta para que me plantee volver a vivir con ellos). Y como parece que soy el primero que lo publica en la blogosfera cañí (aunque posiblemente me equivoque), no quise la oportunidad de tener una primicia.

No llega a la altura de otros videos que pululan por la red, pero a mí me hizo mucha gracia y además sale Ron Jeremy (cualquier cosa en el que aparezca Ron Jeremy es digna de mención). Y por si alguien lo pregunta, es el mismo autor de otro video mucho más conocido por nuestra burrosfera en el que se hace una parodia, también aplicada en la vida real, del videojuego GTA.

El video está en inglés, pero los chistes se entienden por sí solos...

Me da igual...



... que sea cara

... que me vaya a dislocar la muñeca de tanto moverla

... que los gráficos sean peores que los de la XBOX 360 o la PS3

... que tenga el nombre más ridículo de la historia

... que el catálogo de juegos inicial sea escaso

... que sea pequeñita y fea

... que ni siquiera pueda reproducir DVD con ella


Me da igual todo eso. Quiero una de estas:




Para poder usar el mando como una espada (o un arco, o una caña de pescar) en esto:




He dicho

El quinto valiente


El señor Flazzo, del blog Movidas callejeras, va a ser el quinto valiente que estaba buscando para rematar El Relato Encadenado. Concretamente, ocupará el penúltimo lugar, justo después del señor Alvy Singer.

Ánimo, que esto se pone cada vez más emocionante....

9 de mayo de 2006

Por qué me mola ser becario...

... a pesar de la mierda que me pagan




  1. Porque nadie se preocupa por mí, lo que significa que puedo ir a currar sin afeitarme, sin ducharme, sin cambiarme de ropa en toda la semana, e incluso con un ciego de cojones y nadie se daría cuenta
  2. Porque al estar solo en la recepción puedo hacer lo que me de la gana sin que nadie venga a quejarse. Es más, puedo pasar completamente de la gente que viene a preguntarme algo y aun así nadie se enteraría
  3. Porque al tener un contrato de prácticas limitado tendría que hacer algo muy, pero que muy gordo para que se plantearan echarme
  4. Porque al ser normalmente el último que sale del edificio podría expoliar fácilmente la oficina sin que los de seguridad notaran nada extraño. Es más, es posible que ni siquiera se dieran cuenta que he robado algo
  5. Porque si quisiera (soñar es gratis) podría acostarme con cualquiera de la oficina sin que tuviera repercursiones. A fin de cuentas es probable que no los vuelva a ver cuando deje de trabajar allí
  6. Porque al ser el cargo más bajo de todos la gente te cuenta sin miedo los secretos, cotilleos y trapos sucios del resto de oficinistas
  7. Porque al tener acceso a la red interna (necesario para una parte de mi trabajo), podría modificar las nóminas del resto de los trabajadores y crear el caos total, solo por divertirme. Es más, si dominara el papeleo creo que podría apropiarme de alguna subvención pública sin que nadie se enterara
  8. Porque al tener las llaves de la oficina podría montar allí una rave-party un sábado por la noche. Siempre y cuando esquiváramos a los de seguridad, claro
  9. Porque a pesar de que no hago ni el huevo, esta beca va a quedar de puta madre en el currículum
  10. Por la admiración y el respeto que despierto en la gente a la que le cuento dónde estoy trabajando, a pesar de que es un trabajo de mierda, con un sueldo de mierda y en el que básicamente me toco las pelotas. Pero, ¡eh! ¡soy becario en un ente público!

Se que no lo he soñado


Uno de los primeros chistes de "La guía del autoestopista galáctico" (libro que me decepcionó bastante) se basa en que tanto la casa del protagonista como el planeta tierra son derribados de acuerdo a un proyecto cuyos planos se hallaban expuestos en otro lugar, pero que nadie se dignó a consultar.

De repente el chiste ha recuperado todo su gracia.

Poco antes de marcharme de Madrid, hará casi 4 años, recuerdo estar paseando por la Gran Vía y que me llamara la atención que el antiguo edificio de un banco (¿El BBV? No lo recuerdo), cerrado un tiempo atrás, estuviera abierto para albergar una exposición sobre cierto proyecto de remodelación del eje Prado - Recoletos. En dicha exposición había maquetas, videos explicativos y un buzón de sugerencias.

Hace casi 4 años.

Con todo lujo de detalles.


Sé que no lo he soñado. Sé que el proyecto lleva años dando vueltas por el consistorio madrileño. Sé que en un su momento se generó cierto debate por la enorme reforma que suponía, pero sin estridencias y manifestaciones. Sé que no me gustó lo que ví, pero en ningún momento pensé que se fuera a producir un desastre ecológico debido a una tala masiva de árboles. Ni siquiera a la tala de ciertos árboles. De hecho no recuerdo que se mencionara la tala de ningún solo árbol.

Lo cierto es que a la baronesa los árboles le importan una mierda.

Uno de los ejes del proyecto de remodelación del paseo del Prado consiste en peatonalizar la zona abierta al tráfico que discurre frente al museo del ídem y el Jardín Botánico, siendo este desviado a cinco carriles en los dos sentidos que se habilitarían frente al museo de la baronesa. Y esto sí que le jode. No que se vayan a cortar o, para ser precisos, transplantar árboles. De hecho no le he oido comentar ni una sola palabra sobre el resto de actuaciones del proyecto, que suponen un cambio bastante radical de toda esa zona. Pero eso es porque le da igual.

Se que no lo he soñado. Se que hubo un tiempo en que los ciudadanos salían solos a protestar sin que alguien con un título nobiliario les empujara. Alguien al que solo le preocupan sus propios intereses. Alguien que nos está tomando por gilipollas. Alguien que está utilizando a los madrileños (y buena parte del resto del país) para orquestar una pequeña vendetta política, puesto que estoy convencido de que de eso se trata.

Alguien que cuando consiga lo que quiere volverá a su propio mundo, así desforesten todo el amazonas...

8 de mayo de 2006

Sin aliento




Lo bueno de ser un poco hipocondríaco es que tarde o temprano acabas teniendo razón.

Lo bueno de ver tanto la televisión es que tarde o temprano algo de lo que has visto te puede ser útil.

Por eso a mis 27 primaveras, tras años y años de buscar explicación a mis inexplicables esporádicos ataques de tos (muchos de los cuales me han mantenido despierto hasta altas horas de la madrugada sin que nada pudiera aliviarme), decidí dejar de hacer caso a mis médicos y seguir las indicaciones del doctor House. Y lo que he aprendido en esa serie es (aparte de que todo el mundo miente) que cuando uno presenta distintos síntomas es bastante probable que estén relacionados.

Así pues... ¡diagnóstico diferencial!

El paciente presenta un cuadro de tos intensa, con flemas, sensación de ahogo y opresión en el pecho. Dichos ataques se presentan de forma esporádica, especialmente de noche y dentro de habitáculos provistos de aire acondicionado. Se ha observado un eczema de tipo alérgico en la mano izquierda y en su historia consta que padece una rinitis alérgica crónica.

Si viviera en el mundo del doctor House, este hubiera gritado ASMA antes de que acabara la primera frase. Pero esto es la vida real. Y he pasado al menos por las manos de 6 médicos distintos (y consumido litros de jarabe para la tos) antes de que uno de ficción me hiciera sumar dos más dos. Toses inexplicables + alergia = ASMA. No se trataba de toses provocadas por mi "exceso de mocos", como dijo uno. No era algo de lo que no debía preocuparme, como dijo otro. No era exclusicamente culpa del tabaco, como me dijo un tercero. Claro, como hasta el momento no he acabado en urgencias a punto de ahogarme a nadie se le había ocurrido esa solución. Pero aunque mi asma solo sea ocasional sigue siendo asma.

Después de exponerle mis argumentos a mi última doctora, más razonable y profesional que los anteriores, por fin he conseguido encajar la última pieza del puzzle. Y ahora que puedo pasearme tranquilo por cualquier parte con mi Ventolín en el bolsillo, he pensado que si permanezco en este piso durante el verano (cosa que todavía no tengo muy claro) voy a decorar mi balcón con unas cuantas plantitas de marihuana, aprovechando que vivo en un octavo con mucha luz y bastante a salvo de miradas indiscretas.

Sí, se que fumar es muy malo para el asma. Pero, ¡eh!, la próxima vez que esté echando los pulmones por la boca al menos ya sabré con certeza la causa...