3 de junio de 2009

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Por una vez, y sin que sirva de precedente, voy a romper una lanza en favor de los políticos, en vista de las críticas que están surgiendo acerca de sus sueldos y regalos. Si a mi ya me supone un enorme esfuerzo tener que ser la cara visible de mi empresa y aguantar a diario las quejas de unos pocos clientes importantes sobre asuntos que, en su mayoría, no son tan urgentes como dicen, ¿cuánta entereza no habrán de tener nuestros gobernantes, que se enfrentan constantemente a decisiones que pueden afectar a millones de personas, al tiempo que soportan los envites de la oposición y los ciudadanos descontentos? ¿Acaso no se merece eso ser bien recompensado?

Aunque también es posible que los políticos no tengan el más mínimo sentido de la vergüenza y a mi me estén pagando demasiado poco por lo que hago...

2 de junio de 2009

It's hot in here; must be Summer



Admitámoslo: es imposible de predecir si una serie de televisión fracasará o será un éxito. Por mucho que se intente, nunca se sabe a ciencia cierta si una nueva obra tendrá esa "magia" que conseguirá dejar clavados a los telespectadores puntualmente todas las semanas, haciendo ganar éxito y dinero a sus creadores y permitiendo su continuidad, o si por el contrario se estrellará nada más empezar. Da igual la calidad de los decorados, los guiones, la dirección o los efectos especiales, siempre habrá series de factura impecable que no lleguen a terminar la primera temporada y otras de pura serie B que alcancen la décima. No obstante sí que hay factores que influyen y mucho en la continuidad de una producción, como el horario en el que se emite, la competencia de series similares, los gustos predominantes de la audiencia en ese periodo y, sobre todo, el carisma de los personajes.

Aunque otras veces esto es mucho más simple. Porque yo (bueno, y también Randall Munroe) me tragaré cualquier cosa en la que salga Summer Glau.


Summer Lyn Glau, nacida hace 28 añitos en San Antonio, Texas, aunque con sangre irlandesa, escocesa y alemana. Iba para bailarina y durante bastante tiempo estuvo preparándose para ello, pero una afortunada (para nosotros) lesión la apartó de los escenarios y le impulsó a buscarse la vida como actriz. Después de varios anuncios actuó en un episodio de la serie "Angel" donde Josh Whedon se fijó en ella y le dio el papel de River Tam en la nunca suficientemente reivindicada "Firefly".



Su carrera hasta el momento no es que haya sido especialmente prolífica, siendo sus papeles más largos (además del ya mencionado de hermana psicótica y con poderes de "Firefly") los que hizo en "The Unit" (como novia de uno de los personajes), en "Los 4400" (como novia psicótica y con poderes de uno de los personajes; la verdad es que un poco encasillada sí que ha estado) y hasta hace bien poco en "Las crónicas de Sarah Connor".

Este último es sin duda uno de los papeles por el que más se la va a recordar. No es de extrañar, desde luego, ya que, mal que le pese (y no parece que esté muy incómoda con el papel) se ha convertido en uno de los mayores icónos erótico-frikis de los últimos tiempos. Lo cual, por cierto, llega a ser un tanto perturbador. Porque sentirse atraído por una belleza psicótica y con poderes psíquicos (léase, "Firefly" y "Los 4400") tiene un pase. Pero es que los productores de "Sarah Connor" ha conseguido que nos ponga palote una terminator con problemas existenciales en la forma de una veinteañera calentorra que en unos capítulos intenta seducir al chavalín que está intentando proteger y en otros se da hostias como panes con tíos que le sacan dos cabezas. Y eso, señores, sí que es magia.

Valga esta entrada, ya que estamos, como reivindicación para que "Las crónicas de Sarah Connor" continúen, aunque sea en otra cadena. Que hayan quitado esta serie para dejar "Dollhouse" no tiene perdón. Pero como esto no es más que una excusa barata para poner fotos de uno de mis fetiches, vamos a lo que vamos:







Esto es de propina:



1 de junio de 2009

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Hoy hemos hecho un simulacro de emergencia en la oficina. Me he dado cuenta de que no solo hemos tardado casi 15 minutos en desalojar todo el edificio desde que empezó a sonar la alarma, sino que justo al final de la escalera por la que me tocaría evacuar es donde el personal de limpieza almacena las cajas de papel higiénico, productos químicos y otros materiales inflamables variados.

Ahora trabajo más tranquilo. Se que en caso de incendio tengo un 90% de posibilidades de morir asado como un pollo.