Guía friki para maripuris (VI - Manga)

Si existe un colectivo que es considerado friki entre los frikis, ése es sin duda el de los otakus. Este palabro japonés (que significa precisamente eso, "friki") se suele utilizar de forma peyorativa para señalar a esos que siempre salen disfrazados de forma estrafalaria y con armas de cartón en los reportajes de los salones de cómic, que participan en concursos de karaoke en japonés (el cual chapurrean un poco) y tienen una katana colgada en su cuarto. Pero en realidad designa a todo los apasionados a la cultura oriental y, sobre todo, que es lo que nos interesa, a los lectores de manga.

Manga es la palabra japonesa para los cómics y es la que se utiliza en occidente para referirse a todos los que nos llegan de esa parte del mundo, que ya se sabe que a nosotros todos los orientales nos parecen iguales. En Japón los tebeos son parte de la cultura popular y los leen gente de todas las edades y estratos sociales (no como aquí, que aún no nos hemos sacudido el estereotipo de que sólo son para crios). Estos cómics tienen un estilo distinto del occidental y se caracterizan por:

• Se leen de derecha a izquierda, que es el sentido de lectura oriental. En occidente se publican de igual manera, para evitar encarecer los cómics (es decir, más aún) y porque los aficionados lo prefieren así. En fin, sobre gustos...


• La caracterización de los personajes es diferente de la nuestra. Inspirados por la Disney (ver explicación más abajo), suelen tener ojos grandes y redondos, narices pequeñas, bocas sin apenas labios y grandes matas de pelo. En los tebeos para adultos es casi una norma que las mujeres tengan pechos descomunales.


• El estilo también es distinto del occidental. El ritmo suele ser más rápido, saltando rápidamente entre viñeta y viñeta (excepto en los duelos entre samurais, que pueden pasarse 50 páginas mirándose a los ojos...). Los fondos suelen ser abstractos, menos detallistas, y utilizan de forma frecuente primeros planos, expresiones exageradas, líneas cinemáticas y símbolos que indican el estado de ánimo (por ejemplo, una enorme gota cayendo de su frente indica vergüenza o desesperación).


• Se editan en tomos. Al contrario que los títulos americanos, cuyo formato primigéneo son los cómics en grapa de 24 páginas, en Japón suelen publicarse en revistas en forma de gruesos tomos con papel barato (conocidos como "guías de teléfono") que contienen distintas historias. Son cómics de usar y tirar. Cuando una serie lleva muchos números estos se suelen recopilar en tomos de más calidad, que son los que nos llegan a nosotros.

El manga moderno nació tras la segunda guerra mundial y se debe en gran parte a Osamu Tezuka. Este autor empezó creando historias para tebeos de baratillo, pero su éxito le llevó a hacer publicaciones de más calidad como el conocido Astroboy (que un tiempo después se convertiría en el primer anime o serie de dibujos animados japonesa). Él es el responsable de que se popularizaran los ojos redondos (inspirado directamente en la Disney) y el impulsor de las grandes sagas de un mismo personaje o grupo de personajes. En esa época los géneros se diversificaron, aumentó la competencia y finalmente las revistas tomaron el control del mercado, ofreciendo publicaciones semanales a bajo precio.

Como hemos dicho en Japón todo el mundo lee manga, ya que las editoriales ofrecen títulos orientados a los distintos grupos de población, a saber:

• Josei - Para mujeres


• Seinen - Para hombres


• Kodomo - Para niños


• Shojo - Para chicas adolescentes


• Shonen - Para chicos adolescentes

Además, por supuesto, existen multitud de géneros distintos. Desde los típicos cómics de samurais (El lobo solitario y su cachorro) a los de grandes robots peleando entre sí (Neon Genesis Evangelion), pasando por los popularísimos mangas de deportes (Capitán Tsubasa, más conocido en nuestro país como Oliver y Benji), la fantasía épica (Nausicaä, del gran Nayao Miyazaki), el terror (los manga de las películas La maldición y The Ring) o los de aventuras (¿a alguien le suena Bola de dragón?). Aparte está el Hentai, es decir, el manga pornográfico, del cual hay multitud de subgéneros distintos como el de sexo con colegialas, los monstruos con tentáculos (más común de lo que pueda parecer) o el de sumisión.

Uno de los tópicos del manga es que es para chicas. Si bien ya hemos visto que no es cierto, sí que da la impresión de que las adolescentes son las mayores consumidoras de esos cómics al menos en este país. No he visto ninguna estadística, pero en cualquier tienda especializada (y en algunas que no, tan solo hay que echar un vistazo últimamente a la FNAC) podremos encontrar una gran cantidad cómics del género shojo. Los más populares son las historias de romances en el instituto o de chicas con poderes que luchan contra las fuerzas del mal vestidas con trajes con falditas cortas. Mangas muy vendidos de este estilo son Love Hina, Marmalade Boy, Sailor Moon, Cardcaptor Sakura, Kare Kano o la mucho más conocida Candy Candy (sí, eso también era un manga).

En cuanto al resto de títulos son los shonen de los que hay más variedad. Suelen estar protagonizados por un adolescente (o un adulto que se comporta como tal) que junto a un grupo de amigos viaja por el mundo tratando de convertirse en un campeón de algo, conseguir un objeto preciado o salvar al universo del malo de turno. Aparte de los ya mencionados Bola de Dragón o Saint Seya, también entran en esta categoría los muy populares Naruto, Bleach, One Piece, Ranma 1/2, Fullmetal Alchemist, Inuyasha, Pokemon (tarde o temprano había que mencionarlo) Rurouni Kenshin, Trigan, Yu-Gi Oh! y un montón de títulos más que suelen convertirse rápidamente en dibujos animados, videojuegos y merchandising diverso. Porque, claro, quien dice adolescentes dice también tios de 30 años que se resisten a crecer y tienen pasta para gastar...

Desde hace algún tiempo ha surgido además un género nuevo llamado nouvelle manga, en el que se el estilo oriental se entremezcla con el franco-belga dando lugar a cómics que tratan de dar una visión nueva de la vida cotidiana, más "adulta" y realista que los títulos comerciales. No en vano se suele acusar al manga de ser demasiado infantil (bueno, y a casi cualquier cómic, si me apuras), especialmente si hablamos de shojo o shonen, por lo que está surgiendo una nueva generación de autores que quieren darle un enfoque distinto. Uno de los títulos más conocidos de este nuevo estilo, quizás por lo raro del nombre, es La espinaca de Yukiko.

Para finalizar, cabe resaltar que, al contrario de lo que suele suceder en Estados Unidos, las grandes estrellas del género son los mangaka (es decir, autores de manga) y no los títulos. En Japón no hay eternas sagas de personajes que son dibujados y guionizados por mil personas distintas a lo largo de los años (como ocurre con Spiderman o Batman, por poner un par de ejemplos), sino que cada mangaka suele ser el único responsable de sus creaciones y estas tienen una duración limitada. Esto tiene la ventaja de que así no se pierde el control creativo ni la esencia de cada proyecto. Pero, claro, si resulta que es un vago de cojones te puedes encontrar con varios miles de fans cabreados esperando el siguiente número...