22 de mayo de 2007

Señor candidato...




Verá usted, se que probablemente tiene a una legión de asesores a sus espaldas (sobre todo si pertenece a alguno de los partidos políticos importantes, usease, con más pasta) que le estarán comiendo la cabeza noche y día acerca de cómo comportarse en público, qué decir, a quién criticar, qué sobornos aceptar, a qué niños besar, etcétera (marketing, ya se sabe, que ahora todo se compra y todo se vende, incluidos la imagen, los votos y hasta el alma si nos hacen una buena oferta (y si no, siempre podremos colocarla en eBay)). Lo que sea con tal de impresionar al populacho y que en vez de votar al cenutrio del partido de la competencia voten al suyo. Que para eso les pagan. Democracia, creo que lo llaman. En fin.

El caso es que yo tengo un problema. Llámeme raro si quiere, pero lo cierto es que no me gusta que me tomen por gilipollas. Sí, ya se que no soy precisamente un dechado de inteligencia, madurez y responsabilidad; si lo fuera probablemente estaría haciendo cosas más útiles que escribir esta parida semanal. Sin embargo, fíjese usted, incluso los lerdos como yo tenemos nuestro pequeño orgullo. Porque resulta que, pese a lo que digan sus muy bien pagados asesores y el resto de lameculos que tiene alrededor, estamos más que hartos de que nos bombardeen con discursos, consignas y eslóganes publicitarios acerca de ETA, los nacionalismos, el 11-M, la guerra de Irak y de Afganistán, la ley de igualdad, los escándalos ajenos (¿alguien gritó "viga"?), las decisiones de los jueces, la Pantoja, De Juana, los inmigrantes...

Hartos. Más que hartos. Hartísimos. Hasta los cojones, vaya.

Que yo no quiero quitarle la importancia a esos temas. Dios me libre. No me cabe la menor duda de que todos viviríamos, dormiríamos y hasta follaríamos mejor si se solucionaran. Pero lo cierto es que no se han solucionado. Vamos, visto el rédito electoral que le sacan, posiblemente no se solucionen nunca. Y resulta que a nosotros, los votantes, el populacho, los que le apean a la poltrona, hay otras cosas que nos preocupan mucho más. Cuestiones del día a día y a pie de calle para los que no tenemos sueldo de constructor, chófer particular y negra que nos la chupe. Esos problemillas cotidianos que nos gustaría ver resueltos antes de irnos al otro barrio, si no es mucha molestia. Que si lo hiciese incluso le volvíamos a votar y todo. Fíjese usted que cosas.

Así que, con su permiso, me voy a permitir el lujo de ofrecerle una pequeña lista de las cosas que, por lo menos a mí, me gustaría que cambiaran con la mayor brevedad posible. Cosas que posiblemente le parecerán completamente irrelevantes o que escapan el ámbito de la alcaldía o la presidencia regional a la que optan, pero, eh, no somos nosotros los que se han empeñado en convertir estas elecciones en un adelanto de las generales prometiendo absolutamente de todo...

  • Sobre ropa:

    • Tallaje unificado y estándar en ropa para hombres, especialmente en cuanto a pantalones se refiere, que uno empieza a estar harto de probarse 5 pares cada vez que quiere comprarse algo.

    • Obligatoriedad de que todas las tiendas de ropa vaquera tengan en stock pantalones rectos, sin desteñidos, ni agujeros, ni bolsillos, ni bordados, ni tiras sueltas ni todas esas mamonadas que llevan ultimamente.

    • Prohibición ipso facto de las camisetas polo, las mallas para hombres, las camisas con hombreras y que las mujeres de más de 19 años puedan llevar tanga.

  • Sobre música:

    • Limitación por ley de la cantidad de solistas españoles que puede haber en el mercado músical al mismo tiempo para evitar la contaminación acústica.

    • Subvenciones para la creación y promoción de grupos rock (en todas sus variantes), música electrónica de calidad (nada de chunda-chunda) y demás géneros olvidados y puteados por las emisoras.

    • Destierro para siempre de la etiqueta "fusión".

    • Exámenes para la obtención del carnet de cantante, ante tribunal de conservatorio y establecimiento de una edad de jubilación, especialmente para los que se dedican al género pop.

    • Por cierto, el canon sobre los CD, DVD, reproductores de MP3 y resto de soportes musicales de cualquier tipo que se lo meta la SGAE por dónde usted ya sabe. Exactamente.

  • Sobre sexo:

    • Con el objetivo de evitar gastos innecesarios a la salud pública, acabar con los eternos y estúpidos debates sobre el aborto y promover esa revolución sexual que, como muy bien señaló el Impresentable, nos va haciendo falta, introducción en el sistema de agua (y por si acaso también de la cerveza, que algunos hasta se duchan con ella) de un anticonceptivo masculino.

    • Concesión de días de vacaciones (remunerados, faltaría más) por noche de bodas, aniversario de primera cita, San Valentín y finales de la Champions. Y los domingos nadie trabajará, bajo ningún concepto, así se venga el mundo abajo.

    • Imposición de un examen psicológico completo y un test de aptitud antes de dar el antídoto del anticonceptivo a aquellas parejas que quieran tener hjios.

  • Sobre telefonía móvil:

    • Unificación del formato de cargador de baterías para todas las marcas, que la broma ya ha durado bastante.

    • Prohibición con pena de multa e incluso cárcel por el uso de tonos de himnos de fútbol, el último éxito de los 40 principales o algún animal (humano o no) berreando para que el dueño coja el teléfono.

  • Sobre internet:

    • Inversión pública (ya que las empresas privadas no se apean del burro) para la adecuación y mejora de las redes de telefonía, de forma que tengamos una conexión a Internet de calidad y a un precio razonable. Porque por mucho que digan, 1 mb a 45 leuros NO es razonable.

    • Inclusión en los contratos de los directivos de las proveedoras de internet una clausula por la cual tengan que atender el servicio de reclamaciones durante al menos una jornada laboral completa cada semana. Para que sepan con quién se la están jugando.

  • Sobre televisión:

    • Venta de todos los programas y recursos de la Primera al mejor postor (si es que alguien lo quiere), a ver si así podemos reducir la deuda pública.

    • Inversión del presupuesto restante de RTVE en La2. Y que Milá vuelva al noticiario de la noche.

    • Retirada inmediata de la parrilla televisiva de todo lo relacionado con el corazón y creación de un programa de rehabilitación y reinserción social para los cientos de tertulianos y famosos de medio pelo que se quedarán en la calle.

    • La vuelta del porno a la programación de madrugada.

  • Sobre tráfico:

    • Reducción de los límites de velocidad a 100 km/h en carretera como máximo e instalación de limitadores de velocidad en todos los vehículos. Quien tenga prisa, que vaya en tren. Y quien quiera correr que juegue al RunOut y no arriesgue la vida de los demás, cojones.

    • Hablando de trenes, inversión en el desarrollo de redes asequibles y fiables de cercanías en todas las comunidades que carezcan de ellas. A ver si se enteran de una vez que no queremos AVE, coño, que es muy caro y sólo para en las capitales.

    • Conversión de la mitad del espacio dedicado al tránsito de vehículos motorizados en carriles bici. Y autorización a los ciclistas a pinchar las ruedas de quien aparque en medio sin permiso.

  • Sobre deportes y otros espectáculos al uso:

    • Reducción de la Primera División de fútbol a los siguientes equipos: Real Madrid, Barça, Atlético de Madrid,  Athlético de Bilbao, Valencia y uno más elegido por sorteo. Ya que de todas formas ganará alguno de estos cinco y son los únicos que realmente interesan, así se evitan partidos innecesarios que ocupen tiempo de televisión que se puede dedicar a otras cosas.

    • Prohibición de las corridas de toros. Pero ya.

    • Promoción de deportes para descargar testosterona en el campo y no fuera de él, como el rugby o el fútbol australiano.

    • Reconocimiento y federación como deporte de la Wii.

    • Más torneos de voley-playa femenino.

  • Y, para finalizar, que las máquinas recreativas vuelvan a funcionar con cinco duros. Como debe de ser.


14 de mayo de 2007

Por un puñado de papeletas



Traduciendo: "Estamos tan convencidos de que vamos a ganar en las elecciones generales (que son en realidad las que nos importan) que más os vale no votar a esa panda de rojos comeniños o los fachas de la rosa si quereis que a partir del año que viene vuestro pueblo siga apareciendo en los mapas..."



Traduciendo: "Llevamos tanto tiempo sin gobernar en el ayuntamiento por culpa de esa panda de fachas con gaviota que estamos dispuestos a escuchar cualquier petición que nos hagais, por muy ridícula que sea, con tal de teneros contentos. Asfaltar todas las calles, más farolas, un hospital, una estación, un balneario gratis... Lo que sea, joder, lo que sea"



Traduciendo: "¡Eh, que estamos aquí !Que nosotros también nos presentamos a las elecciones! Y no somos una panda de rojos comeniños que os van a echar de las casas para poner gitanos en su lugar. De verdad. Os lo juramos. Estamos tan capacitados para gobernar como esos otros dos impresentables. En serio. Coño, hacednos caso..."

9 de mayo de 2007

¿Por qué será que hay tantas quejas sobre la educación española...

- Tú lo que tienes que hacer es dejarte de tonterías y opositar a maestro

- Mamá, te he dicho mil veces que no me interesa

- ¿Qué estás diciendo? ¡Si es un trabajo seguro para toda la vida!

- Pero es que para eso no vale cualquiera. Yo desde luego sé que no podría

- ¿Y dónde más vas a conseguir un sueldo así y con tres meses de vacaciones?

- ¿Y qué pasa con los alumnos? Porque se supone que tendría que enseñarles algo, ¿no?

- Bueno, para eso están los libros


 
 
 
... con lo bien considerada que está la función de los maestros?

7 de mayo de 2007

Crisis

- Hola, doctor.

- Hola, túmbese en el diván y dígame, ¿que es lo que le ocurre?

- Pues verá, últimamente no puedo dejar de cuestionarme todo lo que hago. Analizo cada uno de mis actos y me obsesiono con mis despistes, mi mala memoria, mis errores en el trabajo, mi despreocupación con la dieta, mi pereza al seguir los tratamientos médicos, mi falta de disciplina en los horarios... Cada vez que hago algo mal suelo culparme duramente por ello. Y lo peor es que algunas de esas cosas no consigo evitarlas.

- ¿Desde cuándo le ocurre eso?

- Más o menos desde que me recuperé de la operación que tuve hace algunos meses.

- ¿Fue agresiva? ¿Supuso un riesgo para usted?

- Sí. No muy grande, pero sí.

- Bien, cuénteme algo más.

- También he empezado a sentir fuertes remordimientos por todo lo que considero que he hecho mal en el pasado, especialmente esos largos periodos de paro de los últimos años en los que estuve perdiendo mi tiempo y mi dinero, e incluso el dinero de mis padres, todo por no buscar algún trabajo aunque estuviera mal pagado mientras llegaba otro mejor.

- ¿Esos remordimientos han venido acompañados de cambios repentinos en sus gustos?

- Pues sí. Fíjese que he estado casi un mes dibujando unas tiras cómicas para mi blog y una noche decidí que eran una estupidez y las borré sin tan siquiera completar la historia.

- Ah, tiene un blog, interesante... ¿y qué escribe en él?

- Pues lo cierto es que ya casi no escribo nada. No se, es como si no se me ocurriera qué decir o me diera miedo escribir algo inapropiado. De hecho miro lo que he hecho hasta ahora y muchos de esos textos me parecen una pataleta infantil. Si cuando lo dijo Hijo Tonto fue por algo...

- ¿El hijo de quién?

- No, nada, olvídelo...

- ¿Alguna otra cosa que deba saber?

- Pues aunque lo cierto es que no es algo nuevo, últimamente estoy más obsesionado que de costumbre por el futuro, comparando lo que he hecho hasta ahora, lo que no hice y lo que me gustaría o debería hacer.

- Me lo imaginaba. En fin, su caso está muy claro.

- ¿Qué me ocurre?

- Verá, usted tiene los primeros síntomas de un trastorno bastante común pero crónico, irreversible y sin tratamiento.

- ¡Por dios, no me diga eso! ¿Y qué es?

- Se llama madurez...