Como ya me imaginaba, resulta difícil arrancar de nuevo. El calor, el trabajo, las obligaciones, haber perdido el hábito de escribir a diario... Es como si alguien me hubiera robado las ganas, a pesar de que las ideas empiezan a agolparse en mi cabeza. Creo que voy a a tener que acudir a la policía, a ver si las encuentran. Concretamente...
¡esta policía!
Mientras tanto voy a aprovechar para poner bonito el blog, que falta le hacía, y terminar de probar las pijaditas nuevas de Blogger. Lo que sea con tal de perder el tiempo...