23 de agosto de 2006

Guía friki para maripuris (I - Definición)

¿Qué significa ser un friki? ¿Es contagioso? ¿Tiene cura? Aunque la cuestión en sí parezca insignificante, el debate que puede generar esa pregunta tiene miga.

El friki es un estereotipo que nos ha llegado en gran parte -cómo no- a través de la cultura norteamericana. La imagen más arquetípica es la del adolescente retraido, con pocos amigos y muchos granos, que siempre viste camisetas negras con imágenes de superhéroes y se pasa la mayor parte del tiempo encerrado en su habitación leyendo cómics, conectado al ordenador y comiendo pollo frito (esto último es opcional). Aunque no niego que los haya así -y compadezco a sus padres por ello- hoy en día se considera como tal a cualquiera a quien le apasione lo que se denomina comúnmente como "subcultura", entendiéndose por ello cualquier expresión de ocio que no está considerada como algo culto (y, si me apuran, respetable).

¿Cómo saber que un hijo/hermano/novio/rollete es un friki? Pues tan sólo hay que fijarse si siente una afición desmedida por alguna (o varias) de las siguientes expresiones subculturales:

  • CÓMICS - Aunque existe una enorme variedad de géneros, estilos y temáticas, un auténtico friki es el que no se conforma con leer alguno de vez en cuando, sino que los colecciona hasta llenar estanterías enteras; alguien que se sabe largas listas con los nombres de sus personajes, dibujantes, guionistas y hasta entintadores favoritos (esto ya solo para casos extremos); alguien que puede montar en cólera ante un retraso injustificado, un error de impresión o una mala traducción; alguien que es capaz de pasarse una tarde buscando un número en particular o de comprarse el mismo número dos veces sólo porque se ha editado con distintas portadas. Se recomienda no calcular el coste total de sus colecciones para evitar infartos y ataques de ansiedad.

  • VIDEOJUEGOS - Este es de los más fáciles. Tan solo hay que mirar si tiene varios modelos de videoconsolas y un estante lleno de juegos de ordenador; si ejecuta larguísimas y complicadísimas combinaciones de botones en los juegos de lucha; si babea ante una tarjeta gráfica de última generación; si dice cosas raras como FPS, MMPRPG, OpenGL o Shoot'em'up; si le grita a la pantalla cuando le matan o se pone a bailar cuando su personaje sube de nivel. Sin duda, es un friki de los videojuegos. Aunque también podría tratarse de esquizofrenia aguda...

  • LITERATURA FANTÁSTICA Y DE CIENCIA FICCIÓN - Dios me libre de equiparar a los seguidores de ambos géneros (más de uno me colgaría si lo hiciera), pero ambos comparten un cierto desprecio por parte de lo que se considera literatura "seria". Por mucho que le duela a J. K. Rowling nunca va a conseguir nunca un Nobel con Harry Potter (ni falta que le hace, con la pasta que está ganando) ni serán nunca lectura obligatoria en los institutos las obras de Philip K. Dick. Y si alguien considera que leer libros no implica ser friki, que le eche un vistazo a los fans más recalcitrantes de El señor de los anillos...

  • JUEGOS DE ROL - No, los que juegan a esto no son unos psicópatas asesinos. No va de eso. En los juegos clásicos de rol se utiliza la imaginación (y unos tochísimos libros de reglamentos) para recrear aventuras sobre un tablero. Si, he dicho un tablero, como el del parchís. Lo que pasa es que en vez de utilizar fichas normales cada uno interpreta el papel de, por ejemplo, un elfo, o un cazavampiros, o un marine espacial. Sí, como en el teatro, eso es. Ahora además también se juega a hacer batallas con cartas (no, las de jugar al mus no valen) o también con figuritas. ¿Que las figuritas cuestan una pasta? Pues sí, pero por eso no todo el mundo se dedica a esto...

  • PELÍCULAS - Ya, ya lo se, quien más quien menos va al cine o al videoclub de la esquina y ha visto películas. Pero, claro, todo depende de cuáles sean las que te gusten y tu actitud hacia ellas. Un friki de este género no se conforma con ir un par de veces al mes a ver la última superproducción de Hollywood (que también). No, lo que los distingue de los demás es esa sospechosa fijación por las cintas de terror de serie B, por las sagas de ciencia-ficción, por descargarse de internet títulos que solo han visto el director y sus familiares, por aprenderse de memoria los diálogos de sus películas de acción favoritas, por pasarse horas discutiendo qué adaptación al cine de un cómic o libro es mejor de todas o, por supuesto, por estar acampado tres días en la puerta del cine para ver un estreno antes que nadie y/o ir disfrazado al mismo. Pues anda que no se han visto elfos y caballeros jedi por la Gran Vía...

  • ORDENADORES - Aunque en realidad esto se podría considerar como todo un género aparte, lo cierto es que desde siempre los ordenadores han estado muy ligados al estereotipo friki. Montarlos, desmontarlos, cambiarles piezas e instalar mil programas hasta dejarlo irreconocible es algo que no todo el mundo hace, especialmente aquellos que solo lo utilizan para mirar el correo y echar partidas al solitario. Usar linux da puntos extra. Además, la llegada de Internet ha proporcionado un medio excelente para compartir información y afianzar un sentimiento de colectividad. Bueno, vale, y para bajarse cosas con eMule. Y para jugar en red al Counterstrike. Y para ver vídeos raros en Youtube. Y, ejem, para mirar pornografía o buscar cibersexo...

  • SERIES - El mundo se divide en dos tipos de personas: los que ven las series y los que las viven. Los que se conforman con verlas cuando las pasan por la tele y los que necesitan coleccionar todo lo relacionado con ellas. Por algo la sección de DVD de la FNAC es cada vez más grande. No en vano una de las primeras páginas de Internet que existieron (antes de que apareciera la World Wide Web) fue un foro de discusión de Star Trek. Creo que eso lo dice todo. Habrá quien alegue que una serie es solo una serie, pero apagar la televisión mientras un fan de Buffy cazavampiros está viendo un capítulo es una buena forma de perder las piernas...

  • MERCHANDISING Y CHORRADITAS - Un friki, ante todo, es un consumidor. Nos dejamos el sueldo o la paga semanal comprando cosas. Todo cuesta dinero, normalmente MUCHO dinero. No se puede mantener el frikismo a base de préstamos, pases de cineclub o regalos de cumpleaños. Eso lo saben muy bien las empresas que manejan nuestros vicios y por eso tratan de explotarlo tentándonos con todo tipo de merchandising derivado. Pero, claro, ¿cómo le explicas a tu novia que babeas por una reproducción del Halcón Milenario del mismo modo que ella lo hace por ese bolso de Prada?


Seguramente no están todos los que son pero en líneas generales sí son todos los que están. El debate sobre hasta qué punto son estas cosas las que le hacen a uno friki es, como digo, algo complicado. Eso sin tan siquiera entrar en grupos, subgrupos, tribus, facciones enfrentadas y demás. En cualquier caso, que sepan las maripuris que los frikis también son seres humanos aunque tengan unos gustos raros. Que simplemente en vez de darles por ir al fútbol pintados con los colores de su equipo (que también pueden hacerlo, no es excluyente) les gusta ir disfrazados de un personaje mitológico al estreno de una película. O que en vez de gastarse todo el dinero en tunear su coche (tampoco es excluyente, pero sí un poco más raro; no hay pasta para tanto) lo utilizan para atestar su habitación de cómics, libros, DVD's y figuritas.

Y no, no es contagioso. Pero nunca está de más aprender sobre el tema.

10 comentarios:

Azena dijo...

puede ser contagioso si tu chica está predispuesta...

aquí tienes mi respuesta... ;-)

Azena dijo...

ups, vaya, me ha salido un pareado... y eso que odio los ripios ;-)

wave dijo...

Pues yo creo que si que es en parte contagioso, y lo digo por pura experiencia, tal vez yo no me aprenda los dialogos, ni vea ciertas peliculas, pero tengo amigos frikis que me las han recomendado y me han encantado, creo que a veces solo hace falta que alguien te muestre el camino :)

inadaptado dijo...

Bueno, si estuve a punto de convertir al frikismo a mi hermana (alguien que siempre se está quejando de que no tiene nada que ponerse y se sabe de memoria el catálogo de Blanco) es que se puede contagiar a cualquiera. Pero, claro, no podemos publicarlo por ahí o se irían abajo nuestros planes de dominación mundial...

Dr.Benway dijo...

La palabra se ha desvirtuado, antes era motivo de burla, ahora muchos la usan con un orgullo inusitado.

Se te olvidó añadir el alto porcentaje de soltería. Especialmente si es varón.

Azena dijo...

yo era friki antes de que se pusiera de moda, lo juro...

es más, creo que tuve algo que ver en quitarle connotaciones negativas... ;-)

inadaptado dijo...

Primero pensé en hablar de los tópicos de la insociabilidad y la falta de pareja, pero la verdad es que desde que surgieron las otaku quinceañeras nada ha vuelto a salir lo mismo...

Bito dijo...

Es muy, muy contagioso y adictivo. Una vez uno se junta con un par de frikis pasa a ser uno de ellos en cuestión de meses (ya nos lo dirá su dama en unas semanitas) y es entrar en un círculo de gastos y aficiones que acabarán con nuestra vida social. Claro que a quien le importa.

Alvy Singer dijo...

Yo ya no creo en lo friki está tan asimilado en la cultura que todo lo que elucubremos sobre lo friki es una pérdida de tiempo netamente friki.

Con total naturalidad amo el cine de terror y serie B desde chico ; y coleccionaba libros de cine fundamentalmente alternativo y subcultural: cine made in HK ; ciencia-ficción ; justicieros en el cine ; etc....

JK Rowling es un gran coñazo: Tolkien siempre me superó cuando se puso anillero. Philip K. Dick es uno de los pocos dioses holográmicos de la literatura del mundo y en cuanto a los tebeos: coleccioné lo mejor de Sin City y ahora empecé con Neil Gaiman y su clásico Sandman. Pero me gusta leer mucho a Tomine, Clowes, Burns..

Y K. Dick (sueñan las ovjeas... ) tiene un lugar privilegiado en mi estantería justo al lado de Cortázar, Borges, Eugenides, Ellis, Salinger, y Bolaño.

Y no es que yo sea un nonfriki sino que todo esto es tan global que la esencia del friki verdadero (que existió hasta el 2004 cuando los frikis forman blogs y hablan de frikismo y entran en contacto con toda la red) y creo que se va extinguiendo. Ahoar hablamos de como el cine los abordaba: eso es otra cosa. La cultura norteamericana no los mensopreció: que las películas lo usen como alivio cómico way, pero Bill Gates es el geek, freak, hecho dueño del mundo y bailando al ritmo de Napoleon Dynamite. O sea que no, que la era freak ya pasó.

No sé, quizá Douglas Coupland sabrá algo más de esto.

inadaptado dijo...

Buen momento para diseccionar el cadaver, pues...