15 de julio de 2005

Máster del universo


Que asco de programación... Posted by Picasa

Me rindo. Se que soy un cobarde, que apenas llevo cuatro años en esto mientras que hay gente que se ha pasado la vida entera luchando por seguir en la brecha, pero no puedo más. Prefiero retirarme y vivir todo en un discreto segundo plano antes de que mi economía y mi salud mental se resientan más de lo que están. Ser un auténtico friki es muy duro...

A mi parecer los frikis nacen, no se hacen. Desde pequeñitos demostramos una atracción incompresible (al menos para nuestros padres) por la subcultura en todas sus manifestaciones: videojuegos (cuando tener una videoconsola o un ordenador era casi un lujo), monstruos, películas de serie B, cómics, juegos de rol (antes de que se convirtieran en una variante del mus, con todo mi respeto al Might&Magic), libros de fantasía... Es difícil determinar el porqué. Llámenlo Gen X, llámenlo tormentas solares al nacer, llámenlo problemas de personalidad, llámenlo como quieran pero la cuestión es que muchos de nosotros nos encontramos aislados con nuestros gustos en un entorno en el que ponerlos en práctica era poco menos que una hazaña. Especialmente si, como yo, te has criado en una población a 150 kilómetros de distancia de la librería especializada más cercana y tus amigos lo único que tienen en la cabeza es fútbol y chicas con las que nunca saldrían. Ser un friki también es ser un inadaptado.

Como ya conté hace muchos meses en un otro mensaje ("Fan on the rocks", uno de los primeros), mi "gen friki" estuvo latente durante la mayor parte de mi vida. De pequeño ya apuntaba maneras, como quien dice, y gracias a la adicción por la lectura de mi padre (quien, a su manera, también es un friki) pude aplacar mis instintos con los muchos "mortadelos" que me compraba, además de las películas en sesión nocturna (siempre he sido de mal dormir) y una videoconsola de 8 bits que ahora guardo como un trofeo. Pero sin un ambiente en el que desarrollar mi incipiente "frikismo", este se mantuvo soterrado durante el instituto y la universidad, época en la que tenía otras cosas (ejem) en las que pensar. Fue en el último año de carrera cuando un compañero de piso volvió a colocarme en la senda de la subcultura. Amante del cómic underground y de las novelas de ciencia ficción más arriesgadas, consiguió despertar en mi esa curiosidad innata por conocer otros mundos y desarrollar mi imaginación más allá de los límites impuestos por la "caja tonta". Cuando, apenas un año después, me encontré viviendo en la gran capital y con un sueldo (escaso) a mi disposición, decidí que era hora de recuperar el tiempo perdido.

Con casi 23 años y la única guía de mi compañero de piso y de Fanhunter (cómic que descubrí en el dormitorio de un familiar y al que le debo en gran parte lo que soy ahora, blog incluido) durante mucho tiempo fui dando tumbos de un lado para otro. Demasiado adulto e inadaptado para conformarme con los superhéroes de toda la vida, sin amigos que me introdujeran en el rol y con unos gustos cinematográficos cada vez más peculiares, me ha costado horrores encontrar mi propio camino. Ha sido a base de investigar en internet, de leer reseñas, de arriesgarme comprando números uno de cómics de los que tenía vagas referencias, y de perseguir en las carteleras y la programación películas y series recomendadas, que he podido formar mi propia personalidad subcultural. La primera vez que entré en el Ateneo de Alicante (mi primera tienda de cómics), casi me mareo ante la vasta cantidad de títulos que tenían expuestos. Ahora cada vez que entro sé exactamente lo que quiero y voy a por ello.

Sin embargo, en cierta medida ya es tarde para mi. Cada vez que decido comprar un cómic "clásico", como por ejemplo X-Men o Batman, me doy cuenta de la enorme cantidad de cosas que desconozco sobre esos mundos. Y no es que necesite conocer al dedillo la vida y obra de cada uno de los personajes, pero el empeño de ambas editoriales de mantener una (relativa) continuidad y un universo más o menos cohesionado (aunque no lo consigan) llena de lagunas la lectura de cualquier ejemplar aislado. Y como ese ejemplo, otros mil. Tengo cierta curiosidad por el rol de figuritas y cartas, pero se me antoja pesado y farragoso aprenderme esos enormes libros de reglas que acompañan cada juego, especialmente después de haber renegado de los estudios para siempre. La lista de películas que me han recomendado, y que debo bajarme de la mula ante la imposibilidad de encontrarlas en un videoclub, es mayor que la de los reyes godos. Con los libros de fantasía y ciencia ficción ocurre otro tanto. Y la gota que ha colmado el vaso, la que me ha hecho querer tirar lo toalla más de una vez, han sido las series de culto.

De un tiempo a esta parte los blogs se han llenado de alabanzas a determinadas series que las cadenas tienen la mala costumbre de proyectar con horarios dispares. Si convertirse en seguidor de una de esas series es todo un ejercicio de caza y captura, querer verlas todas requiere un esfuerzo casi sobrehumano. Lost, Malcolm, A dos metros bajo tierra, Mujeres desesperadas, Expediente X, Smallville, Buffy... Uno quisiera verlas todas, desde el principio, y no perderse ningún capítulo, porque en esa malsana curiosidad consiste también ser un friki. Pero yo, simplemente, no tengo los PSX suficientes para abarcar todo. Cuando ya creía que comenzaba a controlar la programación (a pesar de que Lost había caido por el camino), las cadenas deciden programar de golpe, y casi al mismo tiempo, un puñado de series más: la esperadísima última temporada de Buffy, a mediodia; reposición de Smallville por las noches; nueva temporada de 24 los jueves; reposición de A dos metros bajo tierra los sábados por la noche...

Es agotador. Dicen que la cultura no ocupa lugar, pero es evidente que la subcultura sí. Para poder ser un auténtico friki hay que estudiar, más que una carrera, un auténtico máster. Y ríete tu de los del universo...

13 comentarios:

Horrorscope dijo...

Me gusta el antiguo diseño, pero te felicito por los nuevos cambios.

Hijo Tonto dijo...

Vaya que lo extrañaba.

Muy buen post, me ha encantado.

ZERO dijo...

bueno.... si los frikis han formado ya una sociedad alternativa, era logico que fueramos inadaptados de esta tambien.

un saludo¡¡¡¡¡

El Tete dijo...

Me gustan Lost y 24, pero no las estoy siguiendo porque como te pierdas un solo capítulo ya la has cagao. Prefiero pillarlas en DVD y verlas tranquilamente.

En cuanto a Buffy... lo siento, pero merece morir.

Michi dijo...

Con toda la gnete que muere donde vive Buffy...deberia haber quedado el pueblo vacio en la segunda temporada :)

Pandora dijo...

Te comprendo totalmente... ser friki es un "trabajo" de tiempo completo...

A mi me a costado burlas, malos ratos y muchas horas "perdidas"... pero creo que asumi mi condicion de inadaptada dentro de ese mundo donde "gobiernan" inadaptados... se que no lo sabre todo, la verdad no me interesa, pero creo que se bastante de lo que quiero saber...

Saludos desde l otro lado del Oceano...

scape95 dijo...

Un buen post!

Rafalet dijo...

Yo reconozco que soy un friki de cuidado... Pero estoy harto de que me lo digan cada dos por tres...

laceci dijo...

Ser friki tiene su mérito , lo normal es pasar por la vida sin pena ni gloria...
"Lo importante es que hablen de uno, aunque sea bien..."
snif...

gemuchi dijo...

no sé jomio..no contesto..

El inadaptado dijo...

Asco de Blogger, joder. Todo el puñetero día sin poder poner la página para poder dejar algún comentario.

Luego me llaman antipático...

porlacara dijo...

Gran post, me he sentido identificado en un 101%

Onice dijo...

No solo hay que estudiar (como tu dices) para ser friki...Hay que estudiar pa to...y es un asco. Yo pensaba que cuando acabara los estudios pertinentes, ya no volveria a estudiar...Y cada dia, me voy mas cuenta de lo contrario. Hasta para leer la factura del telefono hay que estudiar!!!!