Ocho razones para amarla (u odiarla)

De Najwa Nimri oí comentar una vez que era "la mujer perfecta". Habrá quien esté de acuerdo y quien no, pero está claro que es uno de esos personajes que no deja indiferente. Puedes amarla o puedes odiarla, aunque dificilmente podrás ignorarla cuando la tienes delante, ya sea actuando en la pantalla o cantando en la radio. Hoy quiero comentar las ocho razones por las que forma parte de mi ideario femenino particular, que son las mismas por las que algunos simplemente no la soportan.

1. Por su nombre. Parecerá una gilipollez, pero Najwa (pronúnciese "nashua") no sería Najwa si no se llamara Najwa. En un pais donde los actores necesitan tiempo, promoción y hasta un poco de suerte para que la gente se aprenda como se llaman, tener un nombre tan extraño es casi un lujo. Silke apenas hace películas y todos se acuerdan de ella, pero cuando el yogurín María Valverde crezca y pierda su encanto de lolita cañí... ¿quien la distinguirá de María Adanez, María Galiana, María Barranco o María Esteve?

2. Por sus ojos. Grandes, inquietantes, que te atraviesan cuando te miran. Basta un leve gesto de la boca para que su mirada pase de la inocencia a la lujuria sin apenas darte cuenta.

3. Por su pose. Intuyo que hay más de mito que de realidad en esto, pero la gente tiende a catalogarla tanto de "diva" como de "bicho raro". Sus controvertidas primeras películas, el tono pretenciosamente moderno de sus discos y que no se deje mangonear por la prensa rosa han influido mucho en que ahora mismo tenga ese irreal aura de mujer-de-vuelta-de-todo-y-por-encima-de-los-demás.

4. Ya que hemos sacado el tema, por su peculiar filmografía. Empezando por las tres películas con las que Daniel Calparsoro nos la dio a conocer y terminando por la recién estrenada El Método, Nawja ha participado en algunas de las películas más... ejem... "peculiares" del cine español O, mejor dicho, del "nuevo cine español", ya que muchas de ellas se consideran hitos de la modernidad reciente (y me abstengo de hacer más comentarios sobre eso por el momento...).

5. Por su voz. Suave y dulce pero a la vez rota y gastada. Con el tono perfecto para que te susurre cosas al oido, ya sean inocentes o lascivas. Si la expresividad de los ojos le supone una ventaja a la hora de afrontar distintos papeles, la voz le limita considerablemente. A veces parece que se queda sin aire en mitad de los dialogos.

6. Porque, mal que le pese a algunos (y a algunas), sigue estando muy buena a sus espléndidos 33 años. Vale, no es nada realmente espectacular, pero ya quisieran muchas y muchos...

7. Por su música. Aunque haya gente que la considere (y cito textualmente) "una puta mierda electrónica", lo cierto es que hasta hace bien poco era la única dentro de su estilo que se podía oir en las radios comerciales. Como amante de la música trip-hop debo admitir que me gustan sus canciones (de hecho tengo dos de sus discos) y aunque su voz rota a veces no comulgue con los, por otra parte, excelentes ritmos que la acompañan, considero que no se diferencia mucho de lo que están haciendo grupos como Pastora (charnego-electrónico) o Chambao (flamenco-chill), por poner dos ejemplos más actuales.

8. Por Los amantes del círculo polar. Aunque ya he hablado de su filmografía, esta película merece ser tratada aparte. Afectada por el mismo exacerbado tirón popular de obras como "Los Pilares de la Tierra" o el más reciente "Código DaVinci", es uno de esos títulos que todo dios te recomienda en cuanto tiene la más mínima ocasión. Los tios confiesan "que no ven cosas románticas pero esa les gustó", las tias suspiran cuando la recuerdan; creo que al menos dos docenas de personas me dijeron (casi me ordenaron) que la alquilara si quería ver una buena/bonita película. Así que lo hice. Y a día de hoy todavía no he decidido si es una obra maestra o una gran tomadura de pelo, de igual modo que no se si Najwa bordó su papel o sobreactuaba todo el tiempo. En cualquier caso es la síntesis perfecta tanto de lo que está siendo su carrera como de su propia personalidad.

Al menos el cartel mola...