A
Leo Bassi no le gusta que le admiren, ni que le sigan, ni que le consideren un "gurú", pero es difícil no hacerlo. A pesar de que para mucha gente no es más que un
payaso (etiqueta muy digna, por otra parte) al que le gusta llamar la atención, lo cierto es que se trata de uno de los personajes más inteligentes de este tiempo. Inconformista, iconoclasta, crítico, con una visión muy lúcida de la vida, hace ya tiempo que se dedica a denunciar el
borreguismo en el que se ha sumido el mundo sin cortarse un pelo. No hay más que recordar uno de sus lemas más celebres: "en una sociedad tan pija, la mejor forma de protestar es dar asco".
Además de sus espectáculos y las apariciones en diversos
programas de televisión (algún día se arrepentirá de su paso por "Crónicas Marcianas"), Leo Bassi ha protagonizado diversas acciones concretas contra lo que el considera injusto o simplemente estúpido. La más recordada en este país es, sin duda, el boicot a la primera edición de
Gran Hermano. Instaló un escenario en un andamio todo lo cerca que pudo de la casa, en el que leyeron "1984" y tocaron música clásica, y desde donde hizo sonar una sirena de barco de 300 kg. (más información en
este enlace). No tuvo demasiado éxito, pero eso no le amedrentó y ha seguido realizando protestas por toda España. La última que consta en su
página oficial (hay más en su otra web,
Hastaloscojones.com) es la creación hace ya casi dos años del
Bassibus, con el cual realizó hasta siete viajes por "Lo peor de Madrid". No tuvo repercusión mediática, pero puso tan nerviosas a las autoridades que en determinado momento llegaron a cerrarle a él y al resto de viajeros las puertas del
Valle de los Caidos.
Junto a la
Liga Antifútbol (a la que por supuesto me presenté voluntario), una de sus iniciativas más geniales y preclaras fue la creación de su propio movimiento político, el
Partido Único HC (Hasta los Cojones). Su
filosofía es simple y clara: en vista del conformismo autocomplaciente en el que estamos sumidos y de la falta de un auténtico
discurso político que lo confronte, es hora de que nosotros mismos pasemos a la acción. Para eso es necesario la creación de partidos únicos e individuales, distintos entre sí pero hermanados con un objetivo común. Las ventajas de formar un partido que conste de una sola persona son evidentes: no habrá luchas internas, ni escisiones, ni intereses ocultos. Además la
libertad ideológica será total, de forma que cada formación será diferente y podrá aportar nuevos puntos de vista a un panorama anquilosado en ideas de hace varios siglos (eso que tan mal traté de explicar hace unos días).
Así pues he decidido seguir su senda y crear mi propio partido, el
Partido Único Inadaptado, del que yo seré el fundador y único miembro. No tendré color político, (básicamente porque no me sale de los cojones), mi emblema será el que ya utilicé para el
Manifiesto del Inadaptado (muy parecido al del partido HC, juro que ha sido una coincidencia. O quizás no tanto...), y mi programa político constará, de momento, de los siguientes puntos:
1.
POLITICA - Además de derrogar la monarquía y la nobleza, se eliminará la figura del presidente del gobierno. Este estará formado solo por ministros (u otro nombre que se me ocurra), cuya cabeza visible a nivel diplomático será un representante sin poder de decisión. Para obtener un cargo elevado (ministro, senador y demás) será necesario tener titulación superior y aprobar una oposición que será evaluada por un comité extranjero neutral (para evitar enchufes, obviamente). Si quieren estar en política, que se lo curren.
2.
EDUCACIÓN - Desaparecerán los libros de texto. Así dejaremos de joder las espaldas de los escolares y los bolsillos de los padres. Los contenidos serán decididos por un comité de profesores de todo el país y se ilustrarán con material proporcionado a las escuelas (internet, diapositivas, mapas, lo que haga falta). Se abandonará hasta donde sea posible la política de memorizar como máquinas y en contrapartida se potenciará la búsqueda de información y asimilación de esta por parte de los alumnos. Por supuesto la educación será laica, quien quiera religión que acuda a las iglesias o mezquitas.
3.
INFRAESTRUCTURAS - Se construirán amplias redes de cercanías por todo el país, de forma que hasta el pueblo más pequeño tenga cerca un medio de transporte barato con el que ir a otras partes y dejemos de depender tanto de los coches.
4.
VIVIENDA - Se crearán grandes residencias para jóvenes y familias con pocos recursos, al estilo de las residencias universitarias. Cada vivienda constará de dormitorio, cocina-comedor y baño, y su gestión la realizarán los propios residentes. Ellos harán turnos para la limpieza, mantenimiento y vigilancia, de forma que paguen con su trabajo una parte del alquiler y así les sea rentable vivir allí, aunque sea de forma temporal.
5.
ESPACIOS PÚBLICOS - En vez de encargar a estudios de arquitectura proyectos futuristas que no convencen a nadie, la renovación, ampliación o construcción de espacios públicos se realizará mediante concurso de todos los habitantes de la ciudad o pueblo. Todos podrán presentar sus propuestas, que se expondrán y serán sometidas a votación. La más popular pasará a un estudio de arquitectura (ahora sí), para darle forma. La ciudad (o pueblo) volverá a estar en manos de los que viven allí.
6.
INTERNET - Por decreto deberá haber un ordenador con conexión a internet por cada 10 habitantes. Eso quiere decir que aquellos que no dispongan de uno recibirán ayudas para su compra y si no los ayuntamientos deberán habilitar de forma pública y gratuita los que resten para cubrir el cupo en sus municipios.
Y como dice Leo Bassi: ¡¡¡VENCEREMOS!!!