UNA CONVERSACIÓN IMAGINARIA
(AUNQUE BASTANTE PROBABLE)
(AUNQUE BASTANTE PROBABLE)
- Hola, ¿qué tal ha ido todo por Madrid?
- Bien, lo de siempre. Una revisión de rutina
- ¿Qué te han dicho?
- Nada, para variar. Voy bien, supongo, si no me habrían comentado algo. En cualquier caso la operación ya está cerca
- ¿Y te hicieron algo?
- Poca cosa. Cambiar algunos hierros y tal
- Uff, que repelús
- Bah, te acabas acostumbrando. Tan solo hay que tener la boca cerrada mientras te colocan los alambres y los cortan. Aunque se aprende a la fuerza, ya que si mueves el labio cuando no debes puedes atravesarte la carne con uno
- Joder...
- Aunque al menos esta vez solo me cambiaron una banda, menos mal
- ¿Y eso que es?
- Un anillo de metal que se coloca en los dientes con un saliente llamado "bracket" en el que se sujetan los alambres. Esta vez tuve suerte porque pudieron encajármela a presión
- ¿Y si no hubiera habido suerte?
- Pues hubieran tenido que meterlo a golpes, utilizando una especie de escoplo y un martillo pequeño. Siempre lo hacen dos veces. Primero te meten el anillo para que tome forma, lo sacan, le ponen un poco de cemento dental y luego lo vuelven a colocar
- Dios...
- Lo malo es que cuando te cambian los hierros siempre queda algún extremo punzante, por lo que la primera semana me suelen salir unas llagas como puños, pero también te acabas acostumbrando
- ...
- Y ahora me toca pasarme una temporada con gomas colocadas entre las dos mandíbulas para hacer fuerza y que se coloquen lo mejor posible de cara a la operación, que esa si que tiene miga
- Ejem... ¿y ahí... que te hacen?
- Pues básicamente me seccionan las mandíbulas, aunque todavía no se si me van a cortar carne o no para eso. Entonces me adelantan la mandíbula superior y me retrasan la inferior, para colocarlas en el sitio que debieran
- ...
- Después me unen los dientes con los alambres que me han puesto previamente y tengo que pasarme unos cuarenta días con la boca cerrada. Alimentándome a base de líquidos y purés. La ventaja es que así tendré que dejar de fumar a la fuerza. Y menos mal que no bebo, porque si pillara una borrachera no se como podría vomitar, jajjajaja
- ...
- Oye, te estás poniendo verde, ¿te encuentras bien?
Menos mal que me tomo las cosas con sentido del humor...
- Bien, lo de siempre. Una revisión de rutina
- ¿Qué te han dicho?
- Nada, para variar. Voy bien, supongo, si no me habrían comentado algo. En cualquier caso la operación ya está cerca
- ¿Y te hicieron algo?
- Poca cosa. Cambiar algunos hierros y tal
- Uff, que repelús
- Bah, te acabas acostumbrando. Tan solo hay que tener la boca cerrada mientras te colocan los alambres y los cortan. Aunque se aprende a la fuerza, ya que si mueves el labio cuando no debes puedes atravesarte la carne con uno
- Joder...
- Aunque al menos esta vez solo me cambiaron una banda, menos mal
- ¿Y eso que es?
- Un anillo de metal que se coloca en los dientes con un saliente llamado "bracket" en el que se sujetan los alambres. Esta vez tuve suerte porque pudieron encajármela a presión
- ¿Y si no hubiera habido suerte?
- Pues hubieran tenido que meterlo a golpes, utilizando una especie de escoplo y un martillo pequeño. Siempre lo hacen dos veces. Primero te meten el anillo para que tome forma, lo sacan, le ponen un poco de cemento dental y luego lo vuelven a colocar
- Dios...
- Lo malo es que cuando te cambian los hierros siempre queda algún extremo punzante, por lo que la primera semana me suelen salir unas llagas como puños, pero también te acabas acostumbrando
- ...
- Y ahora me toca pasarme una temporada con gomas colocadas entre las dos mandíbulas para hacer fuerza y que se coloquen lo mejor posible de cara a la operación, que esa si que tiene miga
- Ejem... ¿y ahí... que te hacen?
- Pues básicamente me seccionan las mandíbulas, aunque todavía no se si me van a cortar carne o no para eso. Entonces me adelantan la mandíbula superior y me retrasan la inferior, para colocarlas en el sitio que debieran
- ...
- Después me unen los dientes con los alambres que me han puesto previamente y tengo que pasarme unos cuarenta días con la boca cerrada. Alimentándome a base de líquidos y purés. La ventaja es que así tendré que dejar de fumar a la fuerza. Y menos mal que no bebo, porque si pillara una borrachera no se como podría vomitar, jajjajaja
- ...
- Oye, te estás poniendo verde, ¿te encuentras bien?
Menos mal que me tomo las cosas con sentido del humor...
3 comentarios:
yo ahora tengo una preciosa barrita de hierro incrustrada en los dientes de abajo,de despues de los braquets
¡que vivan los boca chapas,pues salvaremos en mundo!
Siempre valen la pena aunq suframos... ¬¬ ; sé q sobra lo q voy a escribir pero vamos ánimo q esto nos pasa a muchos...
queridos brakets...
muchos ánimos...
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