25 de octubre de 2009

Arrancando el blog de nuevo (o no): 5 cosas para las que debería ser obligatorio un examen psicológico

  1. Conducir - Mucho deberían aprender los publicistas actuales del genio del marketing que convenció a la humanidad de que pasar de cierta edad y aprobar dos simples exámenes de aptitud serían suficientes para manejar un vehículo a motor. Casi 200 años y decenas de miles de muertos después no solo no hemos salido de nuestro error sino que además siempre acabamos culpando de nuestra propia incapacidad para viajar a más de 20km/h a la voracidad recaudatoria de la DGT, el estado de las carreteras o algún ciclista que pasaba por allí.
  2. Tener hijos - El debate sobre al aborto se acabaría rápidamente si cada una de las familias que se oponen con tanta fiereza tuvieran que acoger durante un año a cualquiera de los cientos de mocosos adolescentes incontrolables y violentos que pueblan nuestras aulas, fruto de una total desatención de unos progenitores que pensaban que educar a un hijo sería poco más o menos como tener una mascota. Si por mi fuera suministraría a toda la población un anticonceptivo permanente cuyo antidoto solo podría prescribirse a aquellos que demostraran ser capaces de cuidar de algo más complejo que una planta sin echarlo a perder a los tres días.
  3. Trabajar como teleoperador - Entre las pruebas que han de superar los aspirantes a astronauta antes de salir a una misión real se incluyen todo tipo de exámenes de resistencia al estrés que puedan sufrir una vez en el espacio. Creo que la NASA podría ahorrarse mucho dinero si en vez de eso los hiciera trabajar al otro lado de una línea de atención al cliente durante un mes, soportando las quejas y desvaríos de los usuarios, cubriendo el culo a la empresa cada vez que cometiera un error e intentando vender basura a horas intempestivas a gente seleccionada al azar, todo ello en unos horarios abusivos, con unas condiciones de trabajo esclavizantes y por poco más del sueldo mínimo. Después de eso ir a Marte sería un paseo por el campo.
  4. Beber alcohol - Cualquier medicamento que tenga la más mínima posibilidad de provocar somnolencia debe ser vendido en farmacia y, en algunos casos, bajo prescripción médica. Sin embargo, una sustancia altamente adictiva, que provoca serios daños al organismo, cuya ingesta puede alterar completamente la personalidad de la que consume y que es responsable directa e indirectamente de cientos de miles de muertos al año se compra en cualquier supermercado. Aunque, claro, si le preguntas a cualquiera te dirá que controla, que solo bebe un vino en las comidas y un cubata de vez en cuando, y que los borrachos irresponsables son los demás.
  5. Escribir un blog - A poca gente se le ocurriría ir a la plaza mayor de su lugar de residencia y empezar a contar su vida e intimidades al primero que pasara por allí. Sin embargo, incluso la persona más introvertida puede crearse en cinco minutos una página en Blogger o Wordpress y desgranar hasta los detalles más morbosos de su, por lo demás, anodina existencia, aunque después tenga que desactivar los comentarios porque no soporte leer críticas sobre la misma. Lo que, eso sí, no le impedirá estar pendiente del número de visitas, de su posición en la lista de Technorati o del estado de su candidatura a los premios de 20 minutos.

2 comentarios:

El inadaptado dijo...

Soy perfectamente consciente de la estupidez que acabo de escribir, pero a) no deja de tener gran parte de verdad, b) es lo primero que se me ha ocurrido después de un mes y c) llevo tres días con un catarro infernal y mis neuronas no dan más de sí. Sed comprensivos, por algo se empieza (o no).

Srta. Bye dijo...

A mí me ha hecho bastante gracia, he de decir. Y estoy muy de acuerdo en la nueva prueba de selección que propones a la NASA.
Cuídese ese catarro, un beso.