Guía para futuros directores porno

Me pregunto que pensará quien entre en este blog por primera vez. Tiras con chistes malos, un mensaje reivindicativo de la Navidad consumista, otro sobre cine porno... Con este curriculum dudo mucho que llegue algún día a ganar un premio BoB. De hecho a veces me cuesta creer que haya gente que lea todas estas barbaridades. Pero bueno, de momento me conformo con que no me echen a patadas de Blogger...

En fin, estaba ayer haciendo un repaso a la programación nocturna de las cadenas locales (sobre las que ya hablé en este otro mensaje), cuando me puse a reflexionar sobre la decadencia del cine porno actual. Decadencia esta que ha recorrido el camino inverso del término tal y como lo conocemos. Hemos pasado de las películas cutres hechas con cuatro duros a las superproducciones de gran presupuesto rodadas en islas exóticas con actrices que ganan con un polvo más que yo en un año trabajando en cualquier otra cosa. No obstante el resultado ha sido el mismo: la falta de interés por lo que aparece en la pantalla. Casi todo el mundo está de acuerdo en que el porno actual es aburrido y a veces tan destrempante como ver el debate sobre el estado de la nación. El relativamente reciente movimiento "gonzo" ha tratado de devolver el género a su cutrez y morbo original, pero incluso estas películas pecan muchas veces de los mismos defectos que aquellas a las que critican. Sobre todo si utilizan a actores profesionales de renombre; tengan guión o no, actuan exactamente igual.

Así que como aficionado a las películas para adultos (diciendo estas cosas dudo que me den ningún premio...), me gustaría desde este blog dar unos consejos a los futuros (o actuales) cineastas porno para poner un freno a esta decadencia y que se vuelvan a hacer productos de interés. A fin de cuentas los que mejor saben lo que quieren los consumidores son los propios consumidores...

• SIN TEATRO. Todos sabemos que lo que ocurre en las películas porno es mentira. Ya no solo las situaciones (esas enfermeras con medias blancas, esos butaneros haciendo "horas extra"), sino muy especialmente el sexo en sí. A la mayoría de los tios nos gusta que las actrices giman, chillen y digan guarradas mientras lo hacen, pero todo tiene un límite. Es muy frecuente ver a mujeres con "tics" a la hora de expresarse que resultan irritantes; por ejemplo: gritito-echar la cabeza para atrás-gemido, así una y otra vez, como un disco rayado. O esas otras que chillan en Dolby Stereo y casi te obligan a bajar el volumen del televisor. No es que pida interpretaciones de Actor's Studio, pero al menos sí un poco de moderación. No hacer ni un ruido y decirlo todo con un gesto de la boca es más erótico que gritar como si la estuvieran matando.
• SIN DISTRACCIONES. No hay nada que corte más el rollo que ver como la actriz mira furtivamente hacia el fondo de la habitación para atender a las indicaciones del director y entonces cambiar de postura o esmerarse con los gemidos. Aunque, repetimos, todos sabemos que lo que ocurre es mentira y está siendo grabado por varias personas, si se pierde esa falsa sensación de voyeurismo se pierde el morbo. Otra cosa es la política de Private de que las actrices miren fijamente a la cámara para hacer cómplice de la acción al espectador. Pero si lo hacen, al menos que no pongan cara de aburrimiento...
• SIN ATREZZO. Si tienes dinero de sobra y quieres montar una película porno del espacio exterior, entonces adelante. Pero si no, por favor, no me pintes a las actrices con pintura plateada y les pongas un casco de motorista (también con pintura plateada). Lo cutre es gracioso, no erótico.
• SIN ROPA. No quiero decir que los actores tengan que estar necesariamente siempre desnudos. Hacerlo con la ropa puesta, solamente entreabierta, o sin quitarse la ropa interior tiene su punto de morbo. Incluso que ellas se dejen puesto solo unas medias, un jersey, o incluso unos calcetines, también llega a excitar. El problema viene cuando la ropa no se quita del todo y rompe todo erotismo. Esos actores que se bajan los pantalones hasta los tobillos (¿alguien dijo el chiste del pingüino?). Esas actrices que se colocan la falda, el sujetador e incluso a veces un vestido entero alrededor de la cintura solo para no tener que parar la acción, de forma que parece que lleven una faja. Señores cineastas, los ombligos también son eróticos. Y quitarse la ropa poco a poco, más.
  
• SIN MEDIAS TINTAS. Debido al aburrimiento que provoca el cine porno clásico, los aficionados acaban buscando el morbo en otros géneros más duros o en fetiches de todo tipo. El problema es que no todos los actores están dispuestos a según que cosas, por lo que de un tiempo a esta parte son muchas las películas que intentan ofrecer eso de forma más "light". Para todos los públicos, vamos. Por ejemplo, es muy frecuente ver películas de tema sadomaso en las que lo único que realmente tienen en común con esta temática son las fustas, la ropa de cuero y puede que unos grilletes. Por lo demás no deja de ser una escena de sexo explícito más, si acaso regada con algunos insultos y azotes. O escenas lésbicas con actrices que se tocan casi con asco. Si quieres hacer sado, que duela. Si quieres sexo lésbico, que las chicas sepan lo que es el sexo con otras mujeres. Y si no, deja eso a los profesionales.
• SIN CANSAR. Una felación o un cunnilingus son excitantes. Una felación o un cunnilingus de 15 minutos cansa. De igual manera, un plano corto y fijo de una penetración da morbo siempre y cuando no sea lo único que se vea durante todo el acto. Que yo me pregunto, ¿qué tienen los directores de porno en contra de los planos generales?
• SIN FORZAR. Uno de los chistes frecuentes en relación con el cine porno son las exageradas posturitas que hacen los actores para que se vean bien los genitales. Y la verdad es que llevan razón. Ver como un tio coloca una pierna encima de la mesa y otra doblada de forma extraña en el suelo, mientras la chica hace equilibrios sobre una silla con las piernas abiertas de manera antinatural no es erótico. De hecho llega a doler. En el Kamasutra hay posturas interesantes de sobra de las que muchas veces se debería tomar nota. Incluso el "misionero" puede ser erótico si se rueda bien. Y ver en todo momento la penetración no es imprescindible, ¿saben?.
• SIN QUE SOBRE NADIE. Un problema derivado del punto anterior es que en las escenas de sexo en las que intervienen más de dos personas suele ocurrir que uno o más de ellas se queden sin nada que hacer. Y eso además de una cutrez es muy poco erótico. Por ejemplo en esos trios Mujer-Hombre-Mujer en los que una de ellas acaba desatendida y se limita a acariciar la espalda de los otros dos actores. Hija, para eso sal del plano y deja a los otros dos que sigan a lo suyo. O esos gang-bangs en los que los tios a los que no les ha tocado el turno esperan al fondo pelándosela para cuando llegue el momento. Señores cineastas: no queremos ver a tios machacándosela. Para eso nos grabamos a nosotros mismos...
• SIN ARGUMENTO. Para terminar, uno de los principales debates en el mundo del cine para adultos. ¿Con guión o sin guión? En un extremo tenemos nuevamente a los chicos de Private (o de IFG, que también se lo curran lo suyo), con exageradas superproducciones de época, en islas exóticas o mansiones más grandes que todo este edificio. En el otro los partidarios del gonzo, en el que no hay guión de ningún tipo; se folla y punto. Personalmente pienso que se puede llegar a un punto medio más satisfactorio. La cuestión es simplemente supeditar la historia al morbo y no utilizarla simplemente para hilvanar las escenas. Un polvo entre una azafata y un piloto es erótica. Si además incluimos unas pequeñas escenas en las que ambos finjan estar trabajando como tales, entonces surge el morbo de creerte por un momento que son una azafata y un piloto de verdad. ¿Que quieres algo más elaborado? Entonces inventa una historia en la que sea natural (o antinatural) que los protagonistas follen. Pero no me montes una trama digna de una novela de Tom Clancy en la que el sexo entre con calzador. Si quieres hacer otro tipo de películas... coño, ¡pues deja el porno!

Después de estos consejos aceptaré muestras gratuitas de películas por parte de las productoras de cine porno para que les de el visto bueno, o ser contratado como asesor en los rodajes. Y si cuela, cuela...