2 de febrero de 2006

En precario

Hoy, tras firmar un contrato tan falto de clausulas que casi parece irreal, me he convertido oficialmente en becario, uno de los pocos sub-trabajos que faltaban en mi expediente laboral (solo me queda repartir folletos en la calle y disfrazarme de Papa Noel, aunque todo se andará). Y además trabajando en una división de una institución pública (sobre la que obviamente no puedo dar pistas por la cuenta que me trae) en cuyas oficinas trabajan un 90% de mujeres, algunas de las cuales, todo hay que decirlo, están muy buenas.



La verdad es que volver a tener una nómina y ser el trabajador sumiso en un ambiente tan poblado de féminas debería de alegrarme, cuando no directamente ponerme cachondo. Y sí, vale, la verdad es que es un alivio haber abandonado el estatus de parásito social y hacer algo útil con mi tiempo. Pero si no lo estoy celebrando por todo lo alto es porque mi cometido es terriblemente pesado y aburrido (ahora entiendo por qué necesitan a un pringao solo para esto), mi sueldo es bastante exiguo, mi contrato solo dura unas semanas y el mismo hecho de que haya tan poquitos hombres me sugiere que mis posibilidades de seguir trabajando allí a partir del mes que viene son bastante reducidas (me consta que siguen haciendo entrevistas y no precisamente a tios).

En fin, veámoslo por el lado positivo. Voy a estar entretenido por un tiempo rodeado de mujeres y cuando acabe podré cobrar el paro acumulado (que por fin ha alcanzado una cifra no demasiado humillante). Si no fuera como soy me dedicaría a tirarle los tejos a todo bicho viviente. Aunque si veo que la cosa pinta mal siempré me podré dedicar a robar material de oficina de los almacenes...

6 comentarios:

Haters dijo...

Robar. Siempre nos quedará robar.

Angie dijo...

A ver....
- 1 par de cajas de bolis bic, azul por favor.
- 2 paquetes de 500, a4

con eso me vale...

besos y enhorabuena.

Masky dijo...

parece que este es tu momento

Jesús León dijo...

No pierdas el tiempo acudiendo a los almacenes a por el material de oficina, a no ser que alguna compañera te guiñe un ojo y entre antes que tú.
No pierdas el tiempo y al cuello.

saludos

ZERO dijo...

Buena suerte, una oficina llena de posibilidades infinitas...

El Tete dijo...

Tío, si sabes que al final te van a largar, aprovecha todo lo que puedas, entra a saco y manga lo que puedas.

Si no, te arrepentirás.