2 de junio de 2006

Confesionario (XIII) Dos pequeñas perversiones



En los juegos previos al sexo me pone a cien que me metan la lengua en la oreja. Y cuando ya estamos en faena me encanta hurgar con la lengua en el ombligo de mi compañera de cama.

Lástima que esto último no le gustara realmente a ninguna de mis tres parejas...

1 comentario:

ToNee dijo...

no te sientas mal...yo tambien adoro lamer ombligos femeninos...y otras zonas tambien :P ejeje