¿Alguna vez han querido durante la infancia (o puede que todavía de adultos) convertirse en un
monstruo? Estoy convencido de que alguno de ustedes sí. Quizás un vampiro, un hombre lobo o en un ser deforme que asustara a los demás. Bien, pues dentro de unos meses, y por un breve periodo de tiempo, yo lo voy a ser. Concretamente, esto último.
No tan exgerado, pero algo parecido... 
En el mensaje anterior hablé de mis
taras genéticas. Aparte de la piel sensible y de la miopia, padezco de una malformación en los maxilares que me ha obligado a llevar ortodoncia durante practicamente toda mi vida. Y ya me pueden contar todos los cuentos que quieran sobre la "belleza interior", pero llevar gafas y "aparato" no ayuda precisamente a ligar. En fin, vuelvo a divagar. El caso es que durante mucho tiempo, y con un desembolso de
dinero considerable, tuve que llevar una serie de hierros que frenaran el excesivo desarrollo del maxilar inferior para evitar convertirme en poco menos que un ser grotesco. El tratamiento funcionó (apenas se nota nada), pero no ha sido suficiente ni mucho menos. Ahora que mis huesos han dejado de crecer, es hora de resolver el problema definitivamente. Y para eso es preciso la
cirugía.
Después de presentarnos en el hospitaL especialista en estos temas en plan
kamikaze, sin tan siquiera cita previa, la Seguridad Social tuvo a bien aceptar mi caso. A diso gracias, nuestra maltrecha economía no hubiera soportado más gastos extraordinarios. Así que desde que acabé oficiosamente la
carrera (cuatro años ha) he venido soportando una serie de continuas idas y venidas hasta el susodicho hospital para colocarme una nueva ortodoncia y hacer los ajustes necesarios. No se lo recomiendo a nadie. Finalmente, los doctores han determinado que estoy preparado. El tratamiento ha llegado a su fase final y ya tengo fecha para la operación. Será en
noviembre.
Técnicamente, la intervención a la que voy a someterme es de
cirugía plástica, aunque afortunadamente me va a salir gratis (sin contar con los gastos de desplazamiento de estos años, claro). Es una operación larga y complicada, aunque me han asegurado que no reviste
ninguna gravedad (habrá que creerles...). Durante mi larga sedación el cirujano hará dos cosas: adelantar el maxilar superior y desplazar hacia atrás el inferior, de forma que la mandíbula encaje de forma perfecta y "normal". Todo eso, con el consiguiente desgarramiento de piel y rotura de huesos que supone.
La primera semana tras la operación mi aspecto será parecido al de la foto que he publicado más arriba: la cara vendada y horriblemente
hinchada, de forma que seré absolutamente irreconocible. Pero lo divertido vendrá despues; durante aproximadamente dos meses y para que los huesos se suelden de forma correcta, mis dientes estarán fuertemente unidos unos a otros, de forma que me será imposible consumir alimentos sólidos y muy dificil hablar con normalidad. En la jerga de los pacientes lo llamamos "tener la boca cosida". Está todavía por ver si será suficiente motivo para
estar de baja durante todo ese tiempo, puesto que en mi trabajo necesito hablar con los clientes. Igual me echan con cualquier excusa, quien sabe, cosas más injustas se han visto...
Apenas si les puedo describir el
horror que me infunde dicha operación. Odio los hospitales y, aunque he sufrido las torturas de los ortodoncistas durante toda mi vida, tener la boca "cosida" durante dos meses son palabras mayores. Eso sin contar que debido a mi físico escualido, al cabo de ese tiempo me convertiré en una sombra de mi mismo, como Christian Bale en "El maquinista". Lo único que me consuela es que supuestamente todo será para bien. No solo porque se habrá acabado definitivamente mi problema, sino porque todo el mundo me ha asegurado que tras eso... ¡seré más
guapo! Sí, como lo oyen. Ya les he dicho que se trata de una operación plástica, de forma que al tener mi mandíbula perfectamente alineada mi rostro formará un
ovalo definido que, según parece, resulta más visualmente atractivo. Ya que mi problema es mucho menos grave de lo normal, está todavía por ver hasta que punto eso es verdad. Lo que está claro es que cuando todo esto acabe, la cara que miraré en el
espejo no será la misma. En otras palabras, habré
mutado. Si lo piensan friamente, resulta escalofriante. Hay gente que necesita tratamiento psicológico tras la intervención (lo juro), aunque no creo que llegue a esos extremos.
Esta operación conlleva una consecuencia, que a ustedes les va a parecer tremendamente
inmadura e infantil, pero es una posibilidad muy plausible. Imaginen por un momento que es verdad, que tanto esta como la intervención de corrección de la miopia por la que pasé hace unos meses me convierten en alguien mucho más
atractivo. Imaginen que eso repercute en un mayor éxito con las mujeres. Yo, que tanto me quejo sobre el tema, debería estar agradecido, ¿verdad? Pues quizás no. No sería el primero ni tampoco el último que tras algo así se convirtiera en un ser
cínico y quizás
cruel. Piensenlo bien, tras 26 años de ir dando tumbos en el mundo de las mujeres, resulta que el reconocimiento llega gracias a mi físico. Que todo lo demás no importa e incluso puede que resulte una carga. Que, al final, la imagen lo es todo, y no precisamente por cuestiones de aseo y vestimenta. Si eso llegara a ocurrir, corro el riesgo de perderle el respeto no solo a las mujeres, sino también a la
humanidad entera. No soy tonto, se que la apariencia ya lo es casi todo, y este blog ha denunciado más de una vez las trampas de la publicidad y la dictadura de la moda. Pero si viviera en primera persona la experiencia de ser tratado como un
trozo de carne, yo, que he hecho de la reflexión y la introversión una forma de vida, no se si sabría soportarlo. Seguro que hay muchas mujeres que saben de lo que hablo.
Ahí les queda eso para sembrar la
polémica y para que me pongan a parir, si quieren. Como he dicho, no sería el primero al que le ocurre algo así, ni tampoco el último. Estoy convencido que hay incluso películas sobre el tema. Mientras tanto, quiero hacerles un
anuncio que iba a postergar hasta la semana que viene, pero que prefiero hacer hoy en previsión de que los acontecimientos se precipiten:
Asco de vida se va de vacaciones forzosas en breve. ¿Motivo? Pues resulta que el contrato de alquiler del piso en el que habito actualmente expira en apenas 7 dias, por lo que mi hermana y yo vamos a mudarnos a otro. Durante este tiempo no tendré conexión a internet, como es lógico, razón por la cual voy a aprovechar para tomarme un respiro en mi frenética actividad bloguera y crear una nueva imagen. Este blog también va a
mutar, espero que para bien. Como ya he comentado antes, la plantilla actual se aprovecha de un éxito ajeno, el del cómic Transmetropolitan, y va siendo hora de que el pupilo abandone a su maestro y emprenda su propio camino. Si todo va bien, la nueva plantilla será más oscura y acorde con el tono general de los mensajes. Un poco al estilo del sr.
Refo o del sr.
Ruina, por poner un ejemplo. Todavía está en estado embrionario, asi que no quiero adelantar nada, pero espero sinceramente tenerla terminada cuando los señores de ONO tengan a bien conectarme de nuevo a la red.
Seguiremos informando.