Esta mañana he tenido una revelación...
Deambulaba yo por el centro de Alicante en busca de los regalos de reyes (sin éxito, por cierto; cada año me cuesta más elegirlos) cuando no se me ha ocurrido nada mejor que meterme en cierto centro comercial bien conocido por todos cuyo nombre empieza por "C" y acaba por "orte Inglés". Concretamente, de entre los dos que existen, fui a parar al dedicado a la ropa y complementos. Y nada más poner un pie en el recinto me sentí como si hubiera viajado a otro planeta: hileras e hileras de mostradores llenos de perfumes y docenas de dependientas vestidas de riguroso negro asaltando a todas las mujeres que se encuentran a su paso para que huelan su producto o prueben su maquillaje. Todo enmarcado en ese espacio casi etéreo de espejos, luces de gran potencia y pasillos intrincados que te dan la sensación de haber entrado en otra dimensión de la que no puedes escapar. No se si el mareo que me dio tuvo algo de culpa, pero el caso es que fue entonces fue cuando tuve la revelación: el mundo es mucho más friki que los propios frikis.
Aclaremos una cosa. En estos momentos se acepta en este país dos acepciones para la palabra friki, lo que en ocasiones produce confusiones. Un friki puede ser tanto una persona fea, extraña y desagradable como un apasionado de la subcultura, alguien capaz de hacer cola 2 días por conseguir una entrada para el estreno de la nueva entrega de su saga favorita. Vale, es cierto que en ocasiones coinciden ambas definiciones en una misma persona, pero en general no es así. A pesar de todo los frikis (en segunda acepción) nos hemos visto estigmatizados tanto por el doble sentido del término como por el desconocimiento de nuestro inframundo, lo cual lleva en muchas ocasiones a que se exagere nuestro comportamiento.
Sin embargo, si lo pensamos friamente podremos llegar a la conclusión de que aquellos a los que nos llaman frikis somos mucho menos frikis que otra gran parte de la población. Porque, sí, de acuerdo, existen librerías especializadas donde poder comprar cómics, videos, merchandising, música y hasta ropa friki, pero no dejan de ser tiendas vulgares y corrientes donde tu coges lo que quieres, lo pagas y punto. Pero ahora comparémoslo con el centro comercial citado arriba. En una librería no tienes a 18 dependientas cada una con un cómic de una editorial distinta en la mano asaltándote a cada paso para que les eches un vistazo y lo compres. Ni se llena todo de espejos y se desordenan a propósito las estanterías para que des vueltas y vueltas por el local y así al final te lleves más de lo que realmente querías. ¿Quién es más friki?
Como este ejemplo hay cientos. Porque muchas mujeres se echan las manos a la cabeza cuando ven los precios de un cómic (especialmente los de Norma, claro) o de un busto de Lobezno, o de una figurita de los Caballeros del Zodiaco. Y sin embargo no tienen empacho en gastarse ¡¡60€!! en una camiseta de Pedro del Hierro o ¡¡300€!! en unos zapatos de Miu-Miu. Que muchas dirán, "al menos es ropa, es algo útil". Sí, claro, utilísimo. Se los ponen un par de veces, los olvidan y vuelta a comprar, mientras que un tebeo te puede durar toda la vida y leerlo hasta aprendértelo de memoria. ¿Quién es más friki?
Entre los hombres pasa exactamente lo mismo. Sobre todo me hacen gracia aquellos que se rien de los que van disfrazados al estreno de una película o a un salón del cómic. Sí, vale, es un comportamiento muy friki, pero de entre los cientos que acuden a esos actos, ¿cuántos se disfrazan? Puede que quince o veinte personas. Sin embargo echemos un vistazo a las gradas de un estadio en un partido de futbol importante. Más de 50.000 personas viendo correr a 22 tios en pantalon corto, de entre las cuales más de la mitad están disfrazados con camisetas, bufandas, gorras, trompetas e incluso con los colores del club pintados en la cara. Y además muchos lloran si el equipo pierde ¿Quién es más friki?
Quien esté libre de frikismo que tire la primera piedra. ¿La religión? Los católicos tienen una semana entera dedicada a ver desfilar a tios disfrazados y portando figuritas gigantes. ¡Frikis! ¿La política? En elecciones es frecuente ver estadios abarrotados de personas con banderitas, chapas, camisetas y pancartas con los colores y los lemas del partido de turno, los cuales después se abalanzan sobre sus líderes con más vehemencia que un fan trata de conseguir un autógrafo de su autor favorito. ¡Frikis! ¿La tercera edad? En Madrid son decenas las personas mayores que se disfrazan de chulapos para celebrar la verbena de la paloma. ¡Frikis! ¡¡Todos frikis!!
Señores, los frikis de verdad somos las únicas personas cuerdas que quedan en este planeta. Porque sí, nuestros gustos pueden parecer raros, pero los vivimos sin llamar la atención y sin imponérselos a los demás. ¿Qué ocurriría si aparecieran en televisión de forma constante anuncios para descargarse el politono del tema principal de Rurouni Kenshin? ¿O si la ciudad estuviera empapelada de carteles promocionando las nuevas colecciones de la editorial Wildstorm? Así pues, alegrémonos de seguir siendo un mundo marginado y desconocido donde podamos disfrutar de nuestras aficiones sin interferencias ajenas.
Porque hay cosas que es mejor no compartir con nadie...
14 comentarios:
Hola wapo!,,
tas teniendo un filih comienzo de frikiaño??.
No puedo decirte más que..ties toda la razón..has conseguido que me sienta una friki total!. La mare k te meneó..ahora a quien voy a catalogar??jijiji
¡¡¡ostia es verdá!!! ¡¡los regalos de reyes!!!
Es muy curioso como en algunos casos se utiliza la palabra friki como algo despectivo, como si fueras la escoria de la sociedad; mientras que en otros casos sí que es cierto que estaría de acuerdo con la segunda acepción, es decir, una persona con unos gustos distintos a los de la mayoría.
A mi si porque no me gusta dejarme un dineral en una colonia y prefiero gastármelo en un concierto soy un friki, pues muy bien, finalmente lo mejor es que cada uno haga lo que quiera, pero está claro que si no haces o no te mueves al ritmo de la mayoría eres un bicho raro.
Esto es cuestión de haberse "institucionalizado" socialmente ciertos hábitos (como el fútbol, como los toros, como vestirse de etiqueta o ir de tirantes en nochevieja (pff) como miles y miles de cosas). El monstruoso proceso de socialización tiene esas cosas, y por eso muchos nos sentimos "frikis", que desde el otro lado también es sinónimo de "inadaptado".
A mí no me gusta el fútbol, ni ir de compras, ni el jamón serrano, ni las gambas ni el marisco en general, y por lo general prefiero gastarme 50 € en un viejo vinilo de coleccionista que si lo sacas del cartón se deshace, que en una colonia Calvin Klein que las vuelve locas. Es lo que tiene.
Hay muchos grados de frikismo, y cada cual tiene el suyo...así como muchos grados de tolerancia. Quizás esa sea la clave para sentirse más o menos friki. Y en consecuencia más o menos inadaptado.
Menudo rollo he soltado...en fin, que si no lo he dicho antes, feliz año!.
Simplemente la normalidad es lo que hace la mayoría, aunque lo que hace esta sea una completa estupidez.
Por cierto tengo que discrepar en cuanto a lo de la Semana Santa, puede parecer una chorrada y puede que no te guste pero te puedo asegurar como andaluz que soy (en Andalucía se vive esto con mucha intensidad) que el ser católico no necesariamente tiene que ver con disfrutar la fiesta, es una costumbre que tiene que ver con el folklore de un pueblo (bueno de varios porque en Andalucía no es el único sitio donde se celebra eso) a mí particularmente no vuelve loco pero hay mucha gente que la vive y la siente muy adentro.
Y lo de las figuritas gigantes... son tallas preciosas de un valor artístico enorme, no son maniquís ni mucho menos hombre hay una diferencia (el problema es que la utilicen en la mayoría de los casos para hacer negocio, claro que con no ir a sacar tronos a la calle basta para no tener que pagar a la cofradía)
Bueno no sé si ha quedado claro mi punto de vista, perdonadme si me he pasado.
Saludos :)
Gran post!
Le entiendo Dr. Benway, lo lógico es que mi postura radicalmente anti-religiosa choque con otros puntos de vista. De igual manera hay mucha otra gente que piensa que coleccionar cómics es una pérdida de tiempo.
No obstante nadie puede negarme que las manifestaciones folclórico - culturales son, en su mayoría, una frikada. Esos trajes regionales que podrían competir en un concurso de Cosplay; esas representaciones de batallas medievales que parecen juegos de rol en vivo; esas jotas cuyas letras, e incluso bailes, poseen un alto contenido sexual...
Por una vez tengo que corregirte una cosilla: la persona fea, entrañable, etc, es un freak.
Nosotros somos frikis.
Es una pequeña, pero necesaria distinción.
No iba a decir nada, porque lo que podía aportar ya lo habían hecho antes que yo y no es cuestión de repetirse -el nivelazo de los comentaristas en este y otros blogs "inadaptados" debería hacer palidecer de envidia a otros mas "cool"- pero al final, como andaluz, en una ciudad concreta cuya vida social gira en torno a dos actos semana santa -penitencia- y feria -pecado-, lo cierto es que debo señalar que cada vez es mas frecuente que la peña, en plan manada, tire para las playas durante la semana santa, los campings se llenan, sobre todo de gente que viene precisamente de las ciudades mas semanasanteras como sevilla o jerez, intentar encontrar hotel o camping en esas fechas es un imposible -recuerdo un año en el cala del aceite que no se cabía ni en la zona nudista, bastante mas tranquila que el resto- .
Indudablemente las tallas son de un valor incalculable como objetos artísticos al margen de toda valoración confesional, al igual que las mezquitas o la alhambra...
A lo que iba, la peña, por un lado, sobre todo la mas joven, huye despavorida, por no hablar de las borracheras de jueves santo de la peña que se queda, en semana santa los bares del centro estan hasta la bola y cada vez es mas habitual celebrar fiestas de madrugá (desde las 12 de la noche del jueves a las 12 de la mañana del viernes) en las que se bebe en plan bestia.
Los que se quedan, los "capillitas" son tan frikis como el que mas, desde el costalero que se esloma (y lesiona la columna) al penitente descalzo o sin descalzar, solo que esos frikis no lo son porque forman parte de la cultura dominante...es la cultura dominante la que marca que es ser o no friky, no las conductas en si, la conducta es extravagante si se sale de la media, de lo habitual, no porque la conducta en si lo sea, a nosotros los derviches pueden parecernos frikis, pero a ellos la peña descalza cargando una cruz para compensar lo hijoputa que es el resto del año...
En eso tienes razón, Tete, pero de un tiempo a esta parte cada vez veo usar más la palabra "friki" para designar a las dos cosas, sustituyendo a "freak" (que también tiene los dos sentidos). Somos nosotros los frikis quienes hacemos distinciones, por la cuenta que nos trae.
En cualquier caso, como ya he dicho, comparados como los demás hasta somos normales..
A mí me asaltaron ayer. yo sólo estaba mirando perfumes y tratando de probarme UNO porque me apetecía. ay pobre de mí, ay infelice. me agarró la señorina y me hizo probar CINCO. hasta que mi señora me agarró y me obligó a ser borde y decirle a la señora que no, que yo no iba a comprarle nada. ayns. eso me pasa por salir de casa.
FELIZ AÑO NUEVO :-)
Esto es como cuando los católicos se refieren a los testículos de Jehová como secta... el mundo es así. Si algo le gusta a muchos, es normal, sino, marginal. La única diferencia es escoger lo que te gusta porque te sale de las narices.
Eres bueno tio... ERES MUY BUENO!!!
Poco más que añadir.
Saludos
jajajaja estupendo post... aquì cayéndome de sueño, pero ha valido la pena aguantar un poco más.
besos! y q no te traigan mucho carbón!!!
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