30 de junio de 2006

Lag



Una de las constantes de mi vida es que suelo empezar a hacer las cosas un poco más tarde de lo que se considera estadísticamente normal. Un lag existencial, diríase. Unas veces por motivos coyunturales, otras por pura desgana y falta de interés, el caso es que hay muchos aspectos en los que suelo iniciarme algo después que la gente que me rodea.

Aunque obviamente cada cual es muy libre para decidir cuando empezar a hacer según que cosas, lo cierto es que hay algunas para las que la edad de inicio suele tenerse muy en cuenta. Especialmente dentro de lo que se denomina común y eufemísticamente "vivir". Por ejemplo no tuve mi primera relación ni di mi primer beso hasta bien entrados los 18 años, rozando los 19. Eso sí, tuvo la ventaja de que no hube de esperar mucho para mi primera relación sexual (aunque debido a mi falta de experiencia en el campo aún habrá de pasar algún tiempo hasta mi primera vez en determinadas posturas y prácticas). La primera borrachera de verdad (lo de "coger el puntito" no cuenta) llegó algunos meses después, beligerante como era hasta entonces a la hora de tomar alcohol (postura que, de todas formas, retomé al poco tiempo). Y en cuanto a otro tipo de drogas, es notorio que no me fumé mi primer cigarrillo hasta bien pasados los 22, pero no antes de haber probado los porros (rebatiendo así la famosa "teoría de la escalada").

Hay algunos otros aspectos en los que no existe una edad obligatoria de inicio, aunque sí una establecida comunmente y tras la cual resulta difícil mantenerse al nivel que los demás. En mi caso fue, aunque me avergüence un poco admitirlo, con los cómics. Es bien cierto que yo había leido tebeos durante toda mi infancia (en el trastero hay un cajón lleno de "mortadelos" que así lo atestigua), y que incluso mis padres tuvieron a bien regalarnos a mi hermana y a mí la tan manida colección de Asterix (cuando aún se podía leer, claro está); pero la verdad es que mi etapa de comprador y coleccionista de cómics empezó mucho más tarde de lo que hubiese sido deseable: rondando ya los 23 años, cuando conseguí mi primer trabajo (oficialmente, porque doblar el lomo en las viñas no cotiza en la Seguridad Social) y un escaso primer sueldo con el que financiar mis recién renovadas aficiones. He conseguido bastantes progresos en estos cinco años ( en cuanto a número de volúmenes comprados y de conocimientos adquiridos), pero qué duda cabe que aún estoy lejos de llegar al nivel del que lo lleva haciendo desde la infancia.

Aún me quedan algunas cuentas pendientes que, eso sí, al menos no suponen un menoscabo en mi periplo vital. Por ejemplo, está el hecho de que cuando aún me podía permitir comer chicle (llevar ortodoncia ya no se presta a ello) jamás conseguí hacer un globo en condiciones. O que en mis cuatro años oficiales de carrera (que son el doble si tenemos en cuenta los intentos de aprobar la última asignatura), nunca pude dominar como mis compañeros el juego del mus. O también que, a pesar de haberme pasado media vida delante de los fogones, aún no me atreva a preparar platos tan sencillos a priori como una vulgar tortilla de patatas.

No obstante como he dicho a todo le va llegando su momento, aunque sea algo más tarde de lo previsto. Porque toda esta parrafada (llena de innecesarios comentarios entre paréntesis) se debe a que tras haberme visto sumergido casi sin querer en la vorágine de las reivindicaciones políticas organizadas (en las que, en cierto modo, también soy un recién llegado), ayer tuve la ocasión de llevar a cabo una de mis primeras veces. Concretamente, ayer fue la primera vez (y posiblemente la última) que realicé una pegada de carteles. Y no estuvo mal, debo añadir. A pesar de que la convocatoria fue un absoluto fracaso (apenas 5 personas de las 50 posibles), la noche transcurrió apaciblemente y en buena compañía. Fue incluso divertido ver las caras de sorpresa de quienes me contemplaban llevando a esas horas un cubo y un cepillo por la calle. Es cierto que a mi compañera y a mí nos pudo la falta de experiencia (por lo que es posible que colocáramos menos carteles de lo que debiéramos), pero al menos no se puede decir que no lo intentáramos.

Ahora tan solo espero que en la concentración de este domingo 2 de julio por una vivienda digna (a las 18:30 horas, en la Explanada de España de Alicante), no viva también la primera vez en que tenga que correr delante de las porras de los policias o la primera vez que me detengan como responsable de un altercado público...

7 comentarios:

Azena dijo...

jajajaja
me siento super identificada contigo ;-)

la primera relación está pendiente, el primer beso a los 26 años, la primera relación sexual a los 28, la primera borrachera de verdad a los 19, el primer cigarrillo aún está esperando (una calada a los diez años no cuenta, ¿verdad?) y seguirá esperando, el primer porro a los 27...

mortadelos, astérix, el capitán trueno, el jabato, famosas novelas... la segunda fase no sé si llegará...

el primer curro (de verdad y de mentira) a los veinticinco, acompañado del primer sueldo, que además era decente...

en cuanto al juego del mus, creo que nunca seré una gran jugadora, pero me lo paso como los indios. me encanta cocinar y no se me da mal hacer tortillas de patatas. tardé un millón de años en aprender a hacer globos de chicle, pero al final lo conseguí...

y con respecto a las reivindicadiones políticas organizadas también llegué tarde y me mantengo un poco al margen, pero les doy todo mi apoyo... (a las que más o menos concuerdan con mis ideales, claro)

jo, qué charlatana estoy hoy... gracias por la inspiración. un beso.

Anonymous dijo...

Te leo mucho, aunque nunca te comente, ya que me agrada tu perspectiva de la vida (asco de vida!) así como tu capacidad de desnudar tu alma sin reparos.

Pero chico, esta vez te has pasado. Mi primer beso fue pronto (a los 15) pero solo por probar con una chica que no me gustaba nada y salí tan escarmentado que no hubo nada más hasta los 20. Nada de sexo hasta los 21, tan sólo dos relaciones (tu te quejas mucho con alguna mas :P). Primera borrachera a los 21 (y sólo 4 más desde aquella), aun no ha llegado la hora de fumar cigarrillos (ni llegará) y sólo he fumado una calada de un porro 1 vez, con 23 años, experiencia que no ha sido repetida. Aunque los juegos de rol me vienen desde la infancia no así los comics, con los que empecé con 23 años.

Y no me considero para nada desgraciado, creo he hecho las cosas cuando las tenia que haber hecho. Tu te declaras un tio antisocial, tímido y algo pardillo. Yo me declaro un tio abierto, de buen ver, nada tímido y muy sociable. Aun así has bebido antes que yo, has follado antes que yo y con mas mujeres que yo: o yo no soy tan abierto como me imagino o tu eres mucho (muchísimo) más abierto de lo que te piensas.

Esa manía que tienes de sentirte siempre desgraciado me fascina, siempre te leo. Pero anda, que hay veces que exageras de unas maneras... Ten en cuenta que te puede leer gente antisocial de verdad :P

Un besito

El inadaptado dijo...

Bueno, la verdad es que yo me estoy comparando con respecto a lo que han hecho el resto de mis amigos y conocidos. Supongo que las circunstancias de cada uno son muy distintas.

En cualquier caso, quejarse es divertido. Y si exageras, mucho más. Si supiera la gente lo normalita que es en realidad mi vida...

Lucecilla dijo...

Yo también fumé antes porros que cigarros. Bueno, el primer porro a los 17 (que como no sabía fumar y era una pardi, me dijeron, "chupa, chupa fuerte!" y casi me caigo redonda. Vamos, que no fue primer porro sino primera calada, y prou. El primer cigarro no sé si a los 20 o 21.

Lo de las relaciones... bueno, primer beso no me acuerdo bien, 14 o 15. Primera relación sexual 17. Lo de los cómics, como tú: de pequeña mortadelos, asterix y tintines. Después nada, y a los 20 o así descubrí a Jaime Hernández. Y como empecé por el mejor, ahora hay pocos que consigan mantener mi atención :)

Ah, y una cosa, ¿¿¿cómo que una vulgar tortilla de patatas??? Hacer una buena tortilla de patatas es un arte, chaval!
:)

ChicaDeLasParanoias dijo...

Jejeje, no soy la única bicho raro xD
Mi primer beso de verdad fué con 19 años, mi primera relación sexual igual. La primera vez que probé un porro fue con 22 y nunca mais. El cigarro lo probé con 13 o 14 y no lo he vuelto a tocar. Y la primera borrachera aún no ha llegado, ni llegará porque soy abstemia total. De peque leía todos los tebeos de zipi y zape, y vine a descubrir los cómics con 15/16.
PD: Las tortillas de patatas me salen de p*** m****, o eso dicen los que la han probado xDDD

A pesar de mí dijo...

Jajaaaa!!

La vida no es (o no debiera ser) un exámen con horarios y fechas predefinidos. Hay fechas estadísticas pero sabes que las estdísticas solo son verdades generales.

A mi, que tengo un montón de años, me quedan por iniciar un montón de cosas que otras personas llevan mucho tiempo haciendo aunque, eso sí, mi primer cartel pegado en la calle lo coloqué con 18 o 19 años.

Excelente escrito, niño tardio.

Angie dijo...

Bueno esto parece que se ha convertido en una encuesta en vez de en lo que era... o no era... o vete tu a saber. Pero alla voy! mi primer beso fue a los 15, jugando a la botella (muy triste, eso si, en la playa y a la luz de la luna), mi primer noviete, a los 16, primera relacion seria a los 16, meses despues, primer polvo 17 (a la semana de cumplirlos :) ), aun no me he emborrachado, ni pienso hacerlo, mi primer porro, con 24, mi primer cigarrillo (serio), con 16, no soy aficionada a los comics, pero me he criado con zipi y zape y mortadelo, eso si, con mis libros puedo crear 2 bibliotecas municipales (pasion desde la infancia), mi primer poema ( y unico publicado) con menos de 9 años (sigo escribiendo), mi primer contrato... con 20, pero mi primer trabajo, con 17... No por hacer cosas a una determinada edad, se es mas feliz, tp hay cosas "obligatorias" para todo el mundo... Ah... se me olvidaba... a mi tb me sale muy bien la tortilla de patatas... pero tal vez, eso, en mi caso, no cuente, verdad?

besos miles