22 de junio de 2005

Alicante brûle-t-il?


Yo si que entiendo la fascinación por el Windsor...


Me estoy haciendo mayor. Esa realidad ineludible e intrínseca a la condición humana, a la que solo los mitos pueden escapar, es algo de lo que no siempre somos conscientes. Pero ayer lo fui. En vista de que mis jefes han tenido la "amabilidad" de endosarme el turno de noche durante los tres dias grandes de las Hogueras de Alicante (jueves, viernes y sábado) y que por tanto me voy a perder el grueso de la fiesta, ayer decidí dar una vuelta y empaparme del ambiente para no tener la sensación de que he perdido el tiempo. No para ligar (porque pienso seguir ese consejo a rajatabla a pesar de que el alto estado de embriaguez y deshinbición de la gente suele ponerlo más fácil) sino para no quedarme encerrado en casa durante toda la semana y regodearme en mi inadaptación. Sin embargo, me quedé tan horrorizado que en menos de una hora ya estaba de vuelta en mi casa.




No se quienes son, pero me importa bien poco...

Durante los cuatro años que pasé aquí estudiando la carrera me convertí en un devoto de esta fiesta. Se daba la circunstancia de que los exámenes de mi carrera solían acabar antes de que empezara y por tanto mis compañeros y yo podíamos disfrutarla plenamente. Visitaba todas las hogueras importantes, no me perdía una mascletá y me encantaba mezclarme con esas multitudes que abarrotan las calles, especialmente en la época en la que estaba permitido sacar barras en cualquier parte y la zona centro se convertía en un gigantesco y asfixiante pub al aire libre. Además cumplía con el rito pagano de bañarme en el mediterraneo en la medianoche de la víspera de San Juan (más gratificante por la temperatura del agua que por sus connotaciones mágicas) y no dejaba de ver en directo la cremà de los monumentos por nada del mundo, a pesar de las múltiples quemaduras que las pavesas suelen producir entre los espectadores.

Consciente, pues, de que este año no podría hacer ninguna de las dos últimas cosas, decidí acercarme al menos hasta el racó universitario donde si bien no encontraría ya ninguna cara conocida, al menos podría solazarme en la contemplación de los cuerpos embutidos en cortos y ceñidos vestidos de las estudiantes, tanto nacionales como extranjeras. Sin embargo, apenas 15 minutos de permanencia en el recinto bastaron para saliera de allí casi literalmente corriendo. No solo por la abrumadora soledad y la sensación de desubicación que me asaltaron, sino también por el atroz volumen con el que el "de-jota" estaba ofreciendo una selección de los últimos éxitos de los 40 principales. El nivel de graves era tan alto que la carne se agitaba incluso si estabas parado en medio de la "pista". Mantener una conversación, o incluso pedir un refresco a la camarera era una ardua si no imposible misión. No me quiero imaginar lo que supondría intentar un acercamiento con intenciones sexuales.



Night of the dead Posted by Hello


Pero lo que más me asqueó de la situación no fue ver a un centenar de jóvenes destrozar sus tímpanos y comportarse como ganado al amparo del anonimato de la masa y la semioscuridad, sino el hecho de que todo estuviera ocurriendo en medio de la calle. Es absolutamente imposible escapar a la música, el ruido y los petardos en la zona centro, y tan solo ciertos sectores aislados de los barrios más periféricos pueden disfrutar de la noche con un mínimo de tranquilidad. Bien es cierto que las Hogueras son una fiesta multitudinaria y que la mayor parte de los habitantes de la ciudad son parte activa o pasiva de una comisión, hoguera o barraca; pero también es cierto que no es el 100%. Aunque sea un porcentaje minúsculo, tiene que haber gente a la que no le interese la fiesta lo más mínimo. Pero nadie piensa en ellos.

Este tipo de fiestas son una dictadura de ocio. Entiendo que las personas implicadas en las Hogueras se preparan durante absolutamente todo el año para que llegue este momento y que por tanto esta semana es lo mejor que ocurre en sus vidas. También entiendo que toda población, por pequeña que sea, necesita unos dias en los que pueda deshinbirse, divertirse y disfrutar con sus conciudadanos. Pero lo que no entiendo es que no se respete a quienes no comparten sus ideas (una metáfora pefectamente aplicable a la religión, por cierto). En Alicante no puedes escapar a la fiesta. Si tienes la mala suerte de vivir cerca de una barraca o racó, la música no te dejará dormir en toda la noche a menos que tu vivienda esté protegida contra el ruido o que utilices alguna sustancia narcotizante. Tienen autorización para ello hasta las 8 de la mañana. Si por el contrario vives en una zona tranquila, lo más posible es que precisamente a partir de esa hora sufras la "despertà", a cargo de una banda de músicos resacosos, que machacan y destrozan el himno de hogueras allá por donde pasan, y de varios miembros de la comisión del barrio oportuno que harán explotar monumentales tracas que hacen saltar las alarmas de los coches y las sucursales bancarias.

Y yo me pregunto, ¿dónde quedan los derechos de los que no quieren hacerse partícipes de la fiesta? ¿dónde los de los trabajadores que necesitan dormir durante la noche para levantarse a las 6 de la mañana lo suficientemente descansados como para no tener un accidente laboral que deje a su esposa viuda y con hijos que mantener? Simplemente, esos derechos no existen. En su borrachera emocional y etílica, los "foguerers" y los "barraquers" no pueden concebir que haya quien no quiera unirse a ellos. Y el ayuntamiento, codicioso y corrupto hasta las raices, hará cualquier cosa con tal de embolsarse los cuantiosos beneficios que se obtienen de ocasiones como estas. Incluso pisotear a sus votantes, si hace falta. Durante años ha habido fuertes quejas por parte de los habitantes de la primera linea de playa con respecto a un multitudinario concierto que solía ofrecerse en el Postiguet al acabar las hogueras. Finalmente han obtenido lo que querían (cambiar la fecha, ubicación y volumen sonoro del mismo), pero no porque a la administración le importe su bienestar, sino para no contrariar a los cientos de veraneantes que poseen un apartamento en esa zona y que constituyen la principal fuente de ingresos en verano. Todo por la fiesta, todo por la pasta.

Durante todo un curso escolar viví en el centro, a la espalda de la principal concentración de racos y barras callejeras. Al habitar en un cuarto piso, solo tenía dos opciones: o cerraba las ventanas y me asfixiaba el calor (podría haber muerto, y no estoy bromeando) o las abría para que pasara una ínfima brisa que arrastraba hasta mi todo el ruido de la fiesta hasta que el sol volvía a salir. Cuando, después de debatirme durante horas con el sueño, las tracas de la "despertá" me hacían desistir definitivamente de mi intento, solía asomarme para ver pasar a la comitiva. Y en los balcones vecinos podía ver personas de todas las edades en pijama o semidesnudos, con el rostro derrotado y en su mirada la misma resignación infinita de quien se sabe metido en una situación de la que no puede escapar.

Las dictaduras no han muerto, solo han cambiado de máscara...

10 comentarios:

Dr Zito dijo...

Estaba yo durante las fiestas en Alicante por motivos profesionales y el duenyo de la pension donde estaba cuando llegue me dijo "mira, te voy a dar una habitacion con cama grande para que asi vayas a las hogueras, te traigas a una y te la folles como es debido". Veridico.
Imaginese mi asombro.
Ni que decir tiene que lo poco que pude dormir esas tres noches lo hice despatarrado.

El inadaptado dijo...

Me lo creo. Los racós para jóvenes son como esas jaulas donde meten a los animales del zoo para ver si se aparean y pueden perpetuar la especie.

No obstante, se que muy pocos lo consiguen. Aunque haya muchos que mientan y digan lo contrario...

Anonymous dijo...

Anda, chaval, vete por ahí, deja de cascártela, búscate una vida y reconoce tu homosexualidad. Amargado!!!

El inadaptado dijo...

Wow, ¡un tio insultando! Creia que esas cosas solo pasaban en los blogs importantes. ¡Me estoy haciendo famoso!

Ahora solo falta que además de insultos también me pidan autógrafos o se me ofrezcan sexualmente...

Ireneu dijo...

Plas,plas,plas! Bravooo! Bravooo!

Tu mismo lo dices... en habiendo pasta por medio, los derechos se van a hacer puñetas!

J+mc for president! ;-)

El Tete dijo...

Pues aquí en Barcelona saldré esta noche a lo grande. Y si hay hogueras, las disfrutaré unque no me gusten, y si hay música a todo trapo, la disfrutaré aunque no me guste.

Que no te amarga la vida: te amargas tú solo.

laceci dijo...

A mi lo del fuego no me importa, que quemen lo que quieran, pero lo que me jode de verdad son las tracas y mascletás...
Hace tiempo que no voy a Sanjuan a Alicante, quizá demasiado...mi último recuerdo es un concierto de presuntos implicados en la barraca popular (esto aún existe?)
Lo del insulto anónimo nos llega a todos, déjale que disfrute de su momento de gloria...
PS: curioso, a mí también me insultaron ayer...

El inadaptado dijo...

Ainss, Tete, no me digas esas cosas. Que ahora que todavía somos jóvenes pase, pero dentro de unos años seguro que desearemos encerrarnos en un agujero bien profundo antes que soportar la música pachanguera a todo trapo que no te deja dormir antes de trabajar.

Y ya que la palabreja está de moda, pues sí, vale, soy un amargado. Pero precisamente por eso cree este blog y precisamente por eso me lee la gente. Algo bueno debía tener...

La Magdalena dijo...

El intríngulis del tema es que la gente tiene el sentido del respeto allá donde las avispas tienen la gracia.
Y si yo quiero fiesta, pues los demás me la tienen que aguantar. Y si no la quiero, pues doy por saco, me moleste o no me moleste. Y lo mismo si quiero tocar el pito del coche y volver locos a los que pasen al lado, si quiero ver pelis a las cuatro de la mañana con el Home Cinema a todo lo que da, si no quiero tener vecinos peruanos y bla, bla, bla.

Cripema dijo...

El problema es que somos muchos en todos lados y nuestros intereses difieren... Yo llevo 3 noches escuchando a Bisbal dentro de mi habitacion hasta las 6 de la mañana...imaginad que gracia me hace cuando me tengo que ir a currar...Pero durante muchos años he sido la primera que ha quemado la calle, he gritado, he bebido y ni siquiera he pensado que podia haber gente que necesitaba descansar....Asi que creo que esto que me pasa es una cuestion de edad...q me hago mayor vamos! y lo que antes no me importaba, ahora me molesta.
Por cierto, laceci, sigue existiendo la Barraca Popular y sus consiguientes variedades: la popular universitaria, la de cadena 100, la de los 40 principales etc...cada año hay mas..