Amor en blanco y negro

Una vieja canción de amor me ha asaltado en la soledad del turno de noche.

Normalmente, no me habría fijado en esa canción en particular. Pero hoy es uno de esos dias en que tengo la guardia baja. Hoy he vuelto a echar de menos el amor.

Pero no el amor de verdad, el que duele, el que te hace sufrir. No, hoy he echado de menos un amor que no se si he llegado a sentir alguna vez. Un amor en blanco y negro, puro, inocente. Un amor que solo sea eso, amor. Ni sexo, ni miedo, ni compromiso, ni dinero, ni obligaciones. Solo sentimiento. Un amor de película, de novela rosa, de los que ya no quedan o que quizás nunca hayan existido.

Tengo 26 años. Se supone que debería pensar en el futuro, plantearme tener una familia. Se supone que ya no veo la vida como a los 15 años, que ahora todo es diferente, más realista, más serio, más duro. Sin embargo, echo de menos lo que nunca he tenido. Echo de menos conocerse poco a poco, quedar para un café, para el cine, la ilusión de las primeras citas, la demora del primer beso, llamarse a todas horas, hacerse regalos sin venir a cuento. Echo de menos el amor inocente y casto de los 15 años, un amor que nunca experimenté. Echo de menos la espera de unos encuentros que nunca tuve. Echo de menos emocionarme con una mirada que nunca he visto. Echo de menos a esa niña dulce que nunca conocí.

No podría decir que esto es romanticismo. Frustración, si acaso. Por lo dificil que parece todo. Por el daño que se hace la gente. Porque el sexo y el dinero siempre están en medio. Porque las personas ya no se entienden. Porque ahora todo va deprisa y no nos conocemos lo suficiente.

Por eso quiero un amor en blanco y negro. Para que la vida deje de ser simplemente gris...