11 de junio de 2005

El cencerro


El origen del horror... Posted by Hello

Es oficial: odio mi puto movil. Intensamente. Con todas mis fuerzas. Juro que hoy he tenido que hacer un gran esfuerzo para contenerme y no arrojarlo por la terraza. Lo único que ha conseguido frenarme es la idea de que pudiera herir a alguien y tuviera que afrontar una demanda. También he pensado en destrozarlo a martillazos, pero prefiero venderlo en una tienda de segunda mano y recuperar parte del dinero que tuve que embolsar para convertirme en un borrego de última generación.

Nunca me han gustado estos cencerros con politonos. Cuando las compañías telefónicas inicaron la increiblemente agresiva campaña de publicidad que invadió el pais de móviles, inmediatamente me posicioné en contra. Si ya era un encarnizado enemigo del teléfono fijo, la idea de poder ser localizado a todas horas, en cualquier parte y encima pagar por ello me parecía el mayor de los horrores. Pero el diablo tiene oidos en todas partes y en cuestión de un mes se urdió una conspiración para que sucumbiera como todos los demás. Primero, una entidad bancaria decidió regalar uno de esos aparatos infernales a todos los universitarios que tuvieran una cuenta allí y firmaran un contrato. Yo la tenía, maldita sea. Después la oferta llegó a oidos de mi madre y esta comenzó a presionarme para que la aceptara. Que mejor para una madre hiperprotectora que poder llamar a su hijo cuando quisiera. Finalmente, una compañera de clase por cuyos generosos pechos babeaba (literalmente) me chantajeó afirmando que ella y el resto de compañeras no me llamaban para quedar porque no tenían un número al que hacerlo. No solo nunca me llamarían, sino que además la muy guarra acabó liándose con un guaperas a la primera de cambio (y eso que tenía de mi parte incluso a sus amigas), pero en ese momento caí. Acabé con un movil de gama baja y un contrato de permanencia de un año, sintiéndome como un grandísimo gilipollas.

Desde entonces he acarreado el cencerro con la misma simpatía y agrado con el que llevas una verruga gigante en el cuello. Sabes que te la puedes quitar, pero eso supondrá un esfuerzo y un dolor por los que no estás dispuesto a pasar. Porque una vez que tienes un móvil, ninguna excusa es suficiente. Da igual que se te haya acabado la batería. Da igual que te lo hayas dejado en casa por un descuido. Da igual que el aparato tenga tan poca calidad que todas las teclas te bailen al cabo de tres meses. Si tienes un movil, DEBES llevarlo encima. Por si hay una emergencia (¿que clase de emergencia puedes tener en una ciudad llena de gente y cabinas de teléfonos?); porque esperas una llamada importante (como si tu fueras alguien...); porque es la única manera que tienen tus amigos de localizarte (ya que a los muy cabrones nunca se les ha ocurrido ir a tu casa a visitarte); por si te llama tu madre, o tu novia, o la compañera de clase de los pechos generosos (o esa tia a la que le diste el teléfono en el pub y que, cuando te diste la vuelta, tiró al suelo); o, lo que es peor de todo, por si te llaman del trabajo para hacerte una pregunta, como me ha ocurrido hoy mientras dormía el sueño de los justos tras una buena comida.

Y diganme, ¿en qué punto de nuestra evolución social nos hemos vuelto tan sumamente imbéciles como para proporcionarle un número de acceso directo a nuestros jefes? ¿Es que no es suficiente con nuestras 7,8,9 o 12 horas de trabajo diarias que además permitimos que nos llamen para seguir trabajando a distancia en nuestro tiempo libre? Porque cuando tienes un móvil, DEBES darle el número a todo el mundo. A los organismos oficiales, por si acaso. A tu oficina, por si acaso. A tu familia, por si acaso. A tus amigos, por si acaso. Y así llega un momento en el que estás tan vigilado que si se te ocurre intentar librarte de tu "Gran Hermano" de bolsillo, empiezan a saltar las alarmas en todo el pais. "¿Donde estabas? ¿Por que no contestabas? Te he estado llamando. ¿Por qué no has respondido a mi mensaje?". Ya no tienes intimidad, ya no tienes vida propia, ya no eres una persona. Te has convertido en un servicio público.

Ahora odio mi verruga, a muerte. Odio su diseño. Odio sus melodias predefinidas imposibles de cambiar. Odio el zumbido insectoide del vibrador (que suele imponerse por encima de la melodía establecida). Odio las animaciones de bienvenida. Odios sus estúpidos juegos gratuitos. Odio sus infinitos menús de pantalla. Lo odio. Pero me niego a comprarme un cencerro de diseño. Me niego a pagar 200 € por un aparato cuya única función será amargarme la vida.

Creo que voy a buscar un martillo...

13 comentarios:

Henrique dijo...

palabra por palabra... has descrito mi situacion.

RecipeForHate dijo...

Por qué será que a los lectores de un blog siempre les pasa lo mismo que al autor?

surlaw dijo...

Yo estaría en tu situación si no fuese por que cada día cuando me levanto, me siento incapaz de liberarme de ese estúpido atisbo de esperanza de que un día el móvil suene y en su pantalla aparezca un determinado nombre.

Por lo tanto llevo mi móvil con la misma ilusión que la del que lleva su amuleto de la suerte. Sabe racionalmente que no va a suceder nada gracias a él, pero la superstición siempre está presente.

En lo demás, prácticamente no me sirve de nada.

El inadaptado dijo...

Recipeforhate (gran nick, pardiez!) porque si no se sintieran identificados, no lo leerian. O, al menos, no dejarían comentarios.

Y Surlaw, a mi me pasa un poco más o menos al contrario. Si viera aparecer determinado número, me moría del susto...

Pepe dijo...

Yo el móvil lo dejo siempre en casa, salvo que vaya a coger el coche, por si me quedo tirado. Y nunca pongo el buzón de voz o como cojones se llame la vocecilla esa que responde cuando no lo coges.

Tampoco atiendo llamadas cuyo número de origen no figure en la agenda del móvil, salvo que esté esperando una expresamente. Al que no le guste, que no me llame: eso que gano. Claro que juego con ventaja: no tengo novia que me controle, y mi madre hace tiempo desistió.

Woed dijo...

Yo tampoco soy amigo de los móviles. Aún iria con el zapatófono si no fuera porque me lo robaron. Ahora llevo uno más que nada para estar disponible si mi novia me llama o si me llaman de algún curro(de mierda). De hecho tengo que recargarlo casi por obligación cuando pasan unos meses sino corro el riesgo de que me jodan el número y tenga que pagar por tener otro.

Masky dijo...

Jmc describe mi situacion a la perfeccion.
De hecho he aparcado mi movil hace unos dias y no lo utilizare hasta dentro de unos meses :D

Miguel dijo...

Gran verdad, sobretodo por lo de los amigos... si no tienes movil o esta apagado parece que no puedan avisarte de otro modo, lo mismo digo con el messenger, es casi casi lo mismo para mucha gente, no me han dicho veces eso de: a ver si te conectas y charlamos (?¿?¿??¿), para eso estan las terrazas donde tomar algo y charlar, pero no, ahora es todo mas rapido y sin sustancia.

Yo paso bastante del movil, a veces lo llevo, otras no, y si no me apetece contestar no lo cojo.

RecipeforHate dijo...

En realidad, el nick, es el título de un disco de "Bad Religion".

Por cierto, yo no tengo movil y no tengo ningún problema de los que decís.

Pandora dijo...

Yo si tengo movil... y sufro por ellos una barbaridad... lo compre porque mi ex-novio ya no sabia como ubicarme y eso de los celos me tenia loca (ahora palidezco cada vez que suena pensando que es el quien llama)... cambie el numero porque mis padres querian un lugar donde ubicarme... hace mas de dos semanas que casi ni lo uso, se estaba convirtiendo en el causante de todos mis males (fisicos y psicologicos)... la verdad ha sido espectacular, porque solo me pilla quien de verdad necesita ubicarme... mas libertad... otros dicen que estoy loca por dejarlo...

Saludos... me encanto tu blog

Dosjerez dijo...

Cuando cambias de trabajo con relativa frecuencia (pongamos una o mas veces al año) te puede suceder lo que tu mismo señalas, o algo aún peor, pero verídico:

8 de la mañana, sábado, suena el movil...no reconoces el número -si fuese oculto es que simplemente colgaría tras recordarle a toda su casta y ancestros- descuelgas...y es un ANTIGUO JEFE (del que te despediste deseándole que las infidelidades de su esposa fueran conocidas por todo el mundo y que su minúsculo equipamiento sexual fuera vox populi)que te llama, CUATRO MESES DESPUES DE QUE TE FUERAS para pedirte un "favor personal" relativo a tu anterior trabajo...

Clifford Yuma dijo...

Lo peor de todo es la nueva generación con sus putas camaras de video, la localización se vuelve efectiva y salvo el caso del sexo en "vivo" es un cúmulo de problemas a la larga.

El inadaptado dijo...

Ya veremos que ocurre cuando las nuevas generaciones de móviles sean una realidad y cualquiera pueda colocar un aparato como webcam espía.

Por lo pronto ya resulta patético ver a las adolescentes hacerse fotos junto a sus ídolos con un movil que tiene menos resolución que las primeras cámaras con placas de cobre...