24 de agosto de 2005

Hasta que los muebles os separen


Bodas más raras se han visto... Posted by Picasa


Los años pasan, inexorablemente, y cada vez que vuelvo a mi pueblo de origen ("My hometown", que bonitas suenan estas cosas en inglés...) esta realidad se hace más patente que nunca. De la extinta y dispersa pandilla de amigos que se formó en el colegio y el instituto, separada en 3 o 4 subgrupos distintos, ya han pasado dos chicas por el altar. Ahora le va llegando el turno a los chicos. El primero lo hará de aquí a un mes, y aunque los demás no parecen pensar en ello todos sabemos que el efecto dominó será inevitable. Incluso hay apuestas sobre el tema (y, por si lo quereis saber, yo soy el último en todas las listas).

He de confesar que me he tragado un considerable cantidad de episodios de esa patética serie de las mañanas llamada Sabrina. No porque me guste, sino porque siempre desayuno delante de la tele y dentro de la horrorosa serie matinal es siempre el mal menor; o eso, o un programa de cotilleos y la teletienda. De entre todos ellos, horriblemente traducidos siguiendo el estilo de El príncipe de Bel Air (ya sabeis, metiendo con calzador chistes referidos a cosas típicamente españolas), hubo uno que sí me hizo gracia. Sabrina está preparando su boda y para ello le pide consejo a Cenicienta para que sea perfecta; por supuesto las cosas empiezan a salir mal (siempre hay algo que le sale mal) y cuando vuelve a hablar con ella para preguntarle por su matrimonio esta le responde:

- ¿Matrimonio? Hace mucho tiempo que me divorcié del príncipe. Pero, eso sí, mi boda fue absolutamente per-fec-ta.

Hace ya mucho tiempo, puede que siglos, que las bodas se superponen al hecho realmente importante: contraer matrimonio. Cada vez que hablo con alguien que está haciendo los preparativos de su enlace me pregunto hasta que punto recuerdan que después de la pompa y los fastos está una realidad que supone formar una estructura legal y emocional estable durante un lapso considerable de tiempo. Tiempo que cada vez es menor, eso es cierto, porque me da la impresión de que la gente cada vez es menos consciente de lo que un matrimonio supone. A mi, particularmente, me pone los pelos de punta oir que alguien se va a casar "por amor". ¿Desde cuando es esa una buena razón? El amor y la pasión se acaban, pero la convivencia con tu pareja hay que llevarla a cabo desde el primer día y no todo va a ser un camino de rosas. Habrá problemas, puede que incluso grandes problemas, tendrán que aceptar los defectos del otro, crear una entidad económica que sostenga el hogar, puede que incluso formar familia teniendo unos hijos que no se van a criar solos y que son los que se van a llevar la peor parte en caso de ruptura. Y vuelvo a preguntarme, ¿cuantos piensan en todo eso mientras eligen los muebles del salón o las flores para el banquete?

Yo siempre digo que en mi pueblo no se casan dos personas, se casan dos familias. En un lugar donde las relaciones sociales parecen supeditarse a todo lo demás, una boda es una gran operación de marketing. Lejos ya de los tiempos de la dote, las familias en cuestión se ocupan de tejer los hilos (a veces débiles y tensos) que los mantendrán conectados mientras el matrimonio dure y puede que más adelante. Mientras, los novios se embarcan en una campaña de relaciones públicas para convencer a todo el mundo, puede que incluso a ellos mismos, de lo maravilloso que será todo. Como muestra, esa costumbre arcaica y en mi opinión un tanto risible de mostrar la casa en la que van a vivir. Al ver algunos de esos futuros hogares me he pregunto si los han amueblado para ellos o simplemente para fardar ante los demás: esas delicadas mesitas de cristal que relucen recién compradas y que después muchos acaban tapando con un mantel para que no se rayen; esas figuritas de porcelana en los aparadores que con el tiempo se convierten en un estorbo para limpiar; esos sofás de diseño cuya tapicería es finalmente cubierta con mantas o sábanas para que no se manche o por lo incómoda que resulta; esas paredes pintadas a la última moda, tan caras que los propietarios se vuelven locos para evitar que ningún mueble roce con ellas...

No hay que ser sociólogo ni filósofo para declarar que el concepto de matrimonio, con todo lo que engloba, está definitivamente obsoleto. Cuando descubrimos que la boda de fantasía es casi más importante que la realidad posterior y que la mitad de estas uniones fracasan, es que algo falla. Puede que en el pasado un enlace de este tipo fuera todo un acontecimiento, en la época en las que las mujeres estaban condenadas a ser amas de casa y al esposarse con un buen hombre tenían la vida resuelta, además de otorgarle una nueva posición social a su marido. Pero esto ya no es válido. Aunque no sea así siempre en la realidad, jurídicamente todos tenemos los mismos derechos, todos tenemos opción a tener una vida más allá de las cuatro paredes de nuestro hogar, y sobre todo no tenemos porqué dar cuentas a nadie. Son esas dos personas (hombres o mujeres, eso ya no importa) las que tienen que formar un todo que sea superior a la suma de las partes, una entidad estable con el paso de los años para sostenerse mutuamente o para crear el germen de un hogar adecuado para criar unos hijos. Y lo que opinen los demás está de más, que dijo Mecano. Sin embargo parece que nos cuesta quitarnos de enmedio la fantasía. Cuantas mujeres que se consideraban modernas y de vuelta de todo han sucumbido al tópico del carísimo e inutil vestido blanco, cuantos ateos han pasado por el altar para ofrecer su matrimonio a un dios en el que no creen, cuantas parejas han organizados grandes banquetes para unos familiares que ni siquiera soportan.

En resumen, y en mi opinión, el problema del matrimonio actual es que lo que menos importa son las personas. Son las familias, los tópicos, el dinero o la posición social lo que mueven a muchos adentrarse en un terreno desconocido del que la mitad sale huyendo, dejando a gente herida atrás. Creo que va siendo hora de ver menos películas, hacer menos caso a lo que nos cuentan los demás y crear nuevas estructuras para una sociedad que está cambiando más deprisa de lo que creemos. Aunque tengamos que renunciar a cosas buenas, para evitar males futuros.

Y ahora, si me disculpais, hay que ir preparando la despedida de soltero de mi amigo...

11 comentarios:

藤原 弓美 dijo...

Aún más obsoleto y patético que las bodas, las despedidas de soltero...

El inadaptado dijo...

Más absurdo todavía: según mis amigos, vamos a celebrar la despedida de soltero SIN el novio. Quieren planear algo tan... no se... ¿salvaje? ¿ilegal? ¿inmoral?, que mi amigo, un buen chaval, posiblemente no querrá tener nada que ver con el tema. Cualquier excusa es buena.

Por cierto, ya he colgado los dos capítulos publicados en mi ausencia del relato encadenado. A ver si recuperamos el ritmo, que ya queda poquito y estoy deseando ver el final...

Dr.Benway dijo...

Estoy de acuerdo con usted Sr. Inadaptado. Lo de las bodas es increíble, hasta el punto de que se tiene que ahorrar mucho para el enlace. Si la pareja se entrampa para pagar un piso (con lo caros que están) y además tienen que pagar muebles, obras del piso (porque muchas veces lo quieren reformar); además se gastan alrededor de 2 MILLONES DE PESETAS EN LA BODA. Las bodas son un negocio y como pardillos caemos en él. Parafraseándole a usted si me lo permite: Asco de vida.

scape95 dijo...

Un post extraordinario, sí señor.

La-Ruina dijo...

No creo en bodorrios.
En el AMOR, sí, siempre.

laceci dijo...

Es una lástima, pero suele ser así. Yo me casé por el ayuntamiento, con un traje de fiesta que luego me sirviera para otras estúpidas bodas. Me casé tras probar a vivir mi costillo el tiempo suficiente para saber que toleramos nuestros defectos. (esto sí que tenía que ser obligatorio: la convivencia antes del matrimonio).
No hice despedida de soltera, aunque me gustan ese tipo de desbarres, porque mucha gente aprovecha para soltarse y me hace gracia.

PS: veo que necesitas activar el anti-spam..

Steam Man dijo...

Joer.... vaya analisis social.... molto bene, mecesitamos visualizadores ... bene bene. Saludos inadaptados

El inadaptado dijo...

Dices bien, Ceci. Que hartón de borrar mensajes. Me pregunto por qué puñetas habrá llegado tanto spam de repente a la página. Y que no me digan que porque mi blog es popular, que eso no se lo cree nadie.

Supongo que a todos nos llega la hora...

Dr.Benway dijo...

Sr. Inadaptado nadie está a salvo de la maldita publicidad

the man without dignity dijo...

aprovecho para informar que el capitulo #12 ede El Relato ya ha sido publicado en http://thenewfreaks.blogspot.com/ esperemos que les agrade o almenos no deje indiferente a nadie... esperamos sus comentarios

Dani Lebowski dijo...

Excelente post Inadpatado, estoy deacuerdo en casi todo lo que dice (excepto en lo de ver menos peliculas!). Eso sí, como dice Ruina, en el amor si que creo, al menos en mi concepto de amor, no en el que me quieren vender, pero el matrimonio es un absurdo.