19 de noviembre de 2005

Errores



Errar es de humanos. Nadie en este mundo tiene la capacidad de pasar por la vida sin equivocarse nunca, y es algo que tenemos que asumir. De algunos errores aprendemos y nos permiten seguir adelante. A otros no les damos importancia. Pero también hay grandes errores que parecen no tener solución, que una vez cometidos cambian las cosas para siempre. Errores que duelen, que has de acarrear como un estigma.

He cometido muchos errores en todos estos años. De hecho parece que tengo mucha facilidad para equivocarme. Estupidez, confianza, falta de atención, los motivos nunca están claros. Algunos de estos errores han marcado mi camino de forma inexorable y he tenido que aprender a vivir con ello. Pero hay otros errores que nunca podré perdonarme. Especialmente los últimos que he cometido.

Una de las peores cargas que se pueden acarrear es ser considerado una buena persona. Puede que tus actos así lo dicten y por eso la gente espera grandes cosas de ti. Pero dentro de cada uno tenemos lo bueno y lo malo, y las buenas personas también pueden hacer daño. Aunque no sea tu intención, vivir significa compartir tu espacio con otras personas y tus actos siempre tienen consecuencias. Madurar significa valorar las consecuencias antes de que se produzcan y enfrentarse a ellas cuando ya es inevitable. Pienso que aún me queda camino que recorrer en este sentido.

He cometido errores, grandes errores. Por culpa de mi egoismo, de mi inmadurez, de no saber medir mis actos, he hecho mucho daño a una persona importante para mi. Son errores que quizás no pueda reparar y no se si sabré sobrellevar esa carga. No creo que tan siquiera su perdón alivie mi conciencia, puesto que el daño ya está hecho. Ahora estoy asustado, muy asustado, porque desconozco si podré mirar a esa persona a la cara sin odiarme para siempre. Quizás ni siquiera me salgan las palabras, ya que poco o nada van a ayudar a resolver el problema.

La cuestión es que esto no tiene vuelta atrás. Cuando una relación se rompe siempre sale alguien herido. Me hubiera gustado ser yo, porque no soporto la idea de que por mi culpa alguien esté sufriendo. Sin embargo esta vez no ha sido así. Me gustaría volver atrás, que las cosas fueran como antes, pero estaría engañándome, a mi y a ella. Y después de todos los errores cometidos, no puedo fingir que no ha pasado nada y vivir una metira. Aunque duela, aunque los dos salgamos heridos, la única forma de seguir es hacia adelante. Quizás con el tiempo las heridas se curen; quizás siempre estén sangrando. Pero tratar de postergar lo inevitable también sería un error.

Se que las palabras en estos casos no sirven de nada. Pero ahora no se me ocurre otra manera de decir que lo siento...

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