6 de septiembre de 2006

Apología del E-103

Lo "natural" ya no está de moda, se ha convertido en ley. Las grandes empresas de alimentación han conseguido en estos últimos años que cualquier producto que no aporte vitaminas, minerales, fibra o un aceite anti-colesterol parezca algo dañino para el organismo. Por todas partes se cantan alabanzas sobre la dieta mediterránea (aunque ni el mediterráneo saben realmente lo que es) y se habla con añoranza de los viejos hábitos.

Como si todos nos hubiéramos criado en La Casa de la Pradera, no te jode...

Mi generación (y muchas otras, claro) creció gracias a todos esos productos industriales atiborrados de azúcares, conservantes, colorantes y aromas artificiales que, según nos cuentan ahora, son puro veneno. O eso nos quieren hacer creer. Porque no me consta que seamos más gordos o tengamos peor salud que los crios de ahora. De hecho puede que sea todo lo contrario. Sí, ya se, es más una cuestión de costumbres que de los alimentos en sí; no es lo mismo pasarse el día en la calle jugando a la pelota que en casa con la Playstation. Pero, quizás precisamente por eso, ¿para qué engañarnos echándole toda la culpa a la comida?

El ejemplo que más me irrita es la devaluación del yoghourt de toda la vida. Ahora que los tenemos con trozos de fruta, con bífidus, con cereales, cremosos, griegos, bio, para beber o en mousse (entre otras mil variedades que no recuerdo), parece que no hay sitio para el Danone con sabor a limón de siempre. Pero, ¿acaso no están hechos de leche, al igual que todos los demás? ¿Acaso no estaban buenos, aunque tuvieran ese aspecto industrial y sus aromas fueran artificiales?

Yo entiendo que la sociedad exija a los fabricantes productos de mayor calidad. A pesar de lo mucho que me gusten, no es lo mismo el clásico zumo de supermercado hecho a base de concentrado, agua y azucar, que los nuevos zumos recién exprimidos con su pulpa y todo (aunque siempre he pensado que es mucho más fácil hacértelo tu mismo...). Sin embargo los productos industriales también están buenos, qué coño. Sí, el Tang de naranja original sabía a polvos, pero no me he muerto por beberlo. ¿Y quién no se ha preparado nunca un flan Mandarín o un chocolate instantáneo?

En mi opinión (esa que no vale un pimiento) esta sociedad sufre un inmenso sentimiento de culpa que le incita a engañarse a sí misma para no privarse de sus vicios. Ahora los refrescos no llevan gas, ni azucar, ni colorantes, ni aromas... es decir, nada de lo que siempre ha hecho que un refresco sea un refresco. Pero si siempre los hemos bebido, ¿por qué de repente se han vuelto tan peligrosos? Y aunque lo sean, ¿por qué de repente es tan difícil tomar algo que no sea sano? ¿Dónde está la carne con grasa? ¿Dónde están los dulces con azucar? ¿Dónde el pan blanco? ¿Dónde las salsas con exceso de calorías?

Joder, qué difícil es matarse a comer hoy en día...

11 comentarios:

Azena dijo...

Me has tocado la fibra. Y no sé ni por dónde empezar. Sí, el Tang está bueno. Hasta el Sunny está bueno (ese que dicen que te pone la piel naranja si te pasas). Y sí, las hamburguesas están buenas. Una cosa es que yo decida, por el bien de mi salud, privarme de ciertas cosas, y otra que la sociedad en masa me culpe por no cuidarme. Odio escuchar a la gente criticar la comida que se está comiendo. Porque peor que comer algo 'insano' es comer algo que piensas que te va a hacer mal.

Yo soy de tu generación. De la generación del Tang y de las natillas en polvo. Pero tuve la suerte o la desgracia de criarme en una familia alternativa, de aprender desde niña que unos alimentos eran más sanos que otros. Ahora que soy adulta y libre decido por mí misma si quiero disfrutar del placer ahora o prefiero cuidar mi cuerpo. E igual que ahora (por un pequeño susto) no pruebo ciertas cosas, en un momento dado puedo elegir olvidarme de todo y disfrutar de la comida. Pero, ¿sabes una cosa? Llegados a este punto, no puedo por menos de apreciar el sabor de lo auténtico...

Ros dijo...

y los bocatas de panceta!!! y los de calamares con mahonesa...

Ireneu dijo...

Tal vez el problema no esté en el hecho de comer o no comer, sino que la gente los comemos en exceso, y los excesos siempre son malos, aunque sea de cosas buenas.

Antes no había dinero para comer bistecs todos los días, y la gente comía verduras, frutas, legumbres y pan negro de centeno (que en tiempos de la guerra no querían ni los perros), es decir, comida mediterranea. Ahora, si. ¿Resultado? que cada día coge menos gente en un vagón de metro.

Un yogur natural sin azucar no se lo come nadie (excepto yo), una copa de chocolate y nata, si. Cuestión de adicciones y marketing, simplemente.

Ah! y a mi no se me ha perdido nada en el espacio. ;-)

inadaptado dijo...

Pues aunque no compartamos ese sueño espacial, resulta que si compartimos el gusto por los yogures naturales sin azucar. Pero que sean de La Lechera, eso sí...

El Tete dijo...

Es que es algo innato en el ser humano echar la culpa de todo cualquier cosa menos a uno mismo.

"Estoy gordo, sí, pero no porque me pase el día tirado en el sofá, sino por las malditas patatas fritas, la Coca-Cola y los Donuts. Seguiré tirado en el sofá, pero tomando patatas light, Coca-Cola Zero y Donuts sin azúcar".

Azena dijo...

yogures naturales sin azúcar... a mí me gustaba el danone de toda la vida, pero ahora lo han hecho más cremoso y si quieres el de verdad tienes que pagar el frasquito de cristal... y, ahora que lo dices, el de la lechera también está bueno...

por cierto, ¿quién decide lo que es sano y lo que no? ¿las multinacionales? ¿lo que es bueno para unos es bueno para otros? (las lanzo al viento, creo que todos intuimos las respuestas, ¿no?)

Azena dijo...

ah, y estoy con ireneu, nos estamos comiendo el planeta a golpe de talonario... ¿seguro que nuestros padres no eran más felices comiendo puchero todos los días?

Dr.Benway dijo...

Mme voy a hacer un bocata de nocilla kilométrico, oiga que me ha entrado hambre al leer tanto alimento insano.

Angie dijo...

Ay.... yo de pequeña sentia una pequeña envidia de mis amigos que comian flan danone (toma flan danone que bueno que bueno...) y yo comia los flanes de mi madre...el yogur que hacia mi madre... en casa no entraba el pan de molde... y el pate conocido era el que se hacia con la "pringa del puchero"...Los zumos eran naturales (siempre!), y con total variedad. Eso si, mi tang de limon... era sagrado. La coca cola era para las visitas... dios que me aficione al bollycao en el instituto!!!! Y a los drakis (que ahora son chetos no se que) eran drakis no? ainsss, ahora que "soy mayor", independiente y cocinera (pa joder)... compro ensaladas "prefabricadas" (xq eso no es cocinar).... y congelados... sano? no creo, practico? si, mucho. ultimamente mi lema es : cualquier comida es buena siempre que la haga otro, te la sirva otro... y friegue otro. :)

www.sopadeblogs.com dijo...

Apología del E-103

Lo “natural” ya no está de moda, se ha convertido en ley. Las grandes empresas de alimentación han conseguido en estos últimos años que cualquier producto que no aporte vitaminas, minerales, fibra o un aceite anti-colesterol parezca algo dañin...

garfielz dijo...

Lo extraño es que cuando comemos lo hacemos para ingerir materias primas que nuestro cuerpo convertirá en energia. Si todo lo que consumimos es desgrasado, descremado, desnatado, sin azucar y sin calorias, ¿que es lo que van a quemar nuestros cuerpos serranos para producir energia?
No solo de vitaminas vive el hombre, pero siempre es más facil echarle la culpa de esos quilos de más a la comida que a nuestra vida sedentaria.