7 de septiembre de 2006

Manhunters


En este juego tan solo hay una norma: respeta a los demás si quieres que te respeten a tí. Por lo demás, todo vale. En la universidad se pueden ver anuncios de alquiler de habitaciones en absolutamente cualquier parte, ya sean tablones, paredes, puertas, vallas, letreros de edificios, cabinas de teléfono, señales de tráfico, palmeras... Son decenas, cientos, miles los carteles casi clónicos -en formato apaisado y con los números de teléfono escritos en tiras recortadas en su base- que se apiñan en estos lugares, en la mayoría de los cuales ni siquiera está permitido colgarlos. Pero a nadie le importa. Somos cazadores de hombres. Y estamos en temporada alta.
Resulta casi irónico pensar que el objetivo último de muchos de esos pisos en venta que están inflando tan peligrosamente la burbuja inmobiliaria es, precisamente, ponerlos en alquiler. En realidad se trata de un círculo vicioso: el gobierno (todos ellos) se desentiende del tema de los alquileres, cuya desregulación crea un amplio mercado sumergido que reporta tales ingresos (además de algunos disgustos) a sus beneficiarios que potencia la compra de más pisos para este uso, cosa que impulsa al gobierno a centrar su atención en la venta de los mismos y a desentenderse de los alquileres. Así hasta el infinito (y más allá). Porque los españoles nos hemos metido en la mollera que tenemos la obligación de poseer nuestra propia casa, así nos tengamos que empeñar hasta las cejas. Y si resulta que no puedes pagarte una, te jodes. Búscate un trabajo mejor. Vende las joyas de tu abuela. Prostitúyete. Roba. Haz lo que sea, pero no alquiles. Alquilar es de perdedores.

No se puede luchar contra el ladrillo en este país, de igual manera que no se puede luchar contra el alcohol. A fin de cuentas, nosotros vivimos de forma directa o indirecta de esos sectores y nadie quiere tirar piedras contra su propio tejado (nunca mejor dicho). Y mientras no cambie esta mentalidad los jóvenes y todo aquel que no tenga suficientes recursos económicos para comprar una vivienda seguiremos siendo ciudadanos de segunda. Seguiremos apiñados con dos, tres, seis, diez personas más en el mismo piso para poder pagar el alquiler. Seguiremos poniendo anuncios hasta debajo de las piedras cada vez que nos falte un compañero y no cubramos gastos. Seguiremos viviendo con nuestros padres hasta que encontremos un trabajo que nos permita acceder a una hipoteca (si es que lo encontramos, que esa es otra). Seguiremos sin tener intimidad, ni seguridad, ni estabilidad, ni la certeza de que el mes que viene no tendremos que recoger nuestras cosas y arrastranos hacia otro agujero.

Al principio no lo entendía, pero cada vez lo veo más claro. Porque ya no lo soporto más. No soporto perder dinero todos los meses. No soporto tener que hacer cola en la puerta del baño. No soporto tener que limpiar lo que yo no he ensuciado. No soporto vivir con alguien que no me respeta. No soporto no poder cambiar nada sin permiso. No soporto tener que esperar meses a que el dueño cambie un mueble o que arregle una avería. Y si tengo que vender mi alma al diablo para poder tener un espacio propio, entonces será un trato justo.

Aunque el diablo vista traje y corbata y te robe desde una mesa de oficina...

8 comentarios:

El Tete dijo...

Por eso yo he decidido apretarme un poco el cinturón e irme a un mini-ático.

Si quieres soledad, la tienes que pagar.

Virginia dijo...

Pues yo he sido mas feliz de alquiler, ya ves tu, a mi se me hundio el mundo cuando me compre la casa y solo pienso en venderla e irme de alquiler, estoy harta de echarle dinero, se lo come como si fuera una piraña y para nada.

No quiero problemas, ni arreglar el tejado, ni ser presidente de los vecinos, ni nada de nada. Prefiero vivir de alquiler.

Azena dijo...

¿y si los mandas a todos a la mierda y te vuelves a la ciudad?

(smiley con cara de cordero degollado)

Azena dijo...

sé que algún día conseguiré mi espacio propio. y no pienso vender mi alma al diablo. ya sabes, tengo un par de ases en la manga. no me importaría demasiado compartir mi espacio contigo... ;-)

El Tete dijo...

¡¡¡Aquí hay tomate!!!

Angie dijo...

Tengo una habitacion libre, gastos a medias... el alkiler te lo regalo (y a cualquiera que venga... pago una miseria, me daria verguenza cobrar la mitad jajaja).... todo a medias... o casi!

carri dijo...

la verdad es que si pudiera comprarme un piso, o una casa, me la compraba, pero, debido al manirrotismo que tengo, no puedo. Solo me queda quedarme de alquiler, y encima compartido.

Aqui en Toledo un apartamento, que no huela mal y que tenga al menos una cerradura y una ventana, vale 450~500 euretes, jeje, que quieres que te diga, un amigo mio paga menos en getafe de hipoteca.

En fin
Un saludo

A pesar de mí dijo...

Es un jodido y paradójico problema. ¿Compra o alquiler? Cada opción tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Si la diferencia económica mensual (alquiler vs hipoteca) fuera muy notoria, sería un elemento muy importante para decidir. Pero aquí cuánto más caro sea comprar, más caro será alquilar. Las mensualidades no se pueden afrontar con un salario ¿entonces?

Suerte!!