Ante mis continuas críticas y quejas sobre prácticamente todo lo que me rodea, mi compañera de piso me ha preguntado alarmada si hay algo que realmente me guste. Pobrecica, como se nota que todavía no me conoce. Así que le he tenido que responder que sí, que hay cosas que me gustan y sobre las que no me quejo. Los videojuegos son una de ellas. El problema es que, como no, parece que no todo el mundo está de acuerdo.
Cada temporada tenemos una polémica distinta con respecto a este tema. La última es el próximo lanzamiento de un videojuego llamado "Bully" en el que se adopta el papel de un "matón" en un colegio de pago. Aunque aún está en desarrollo, cuando la compañía lo hizo público se han levantado muchas voces en contra afirmando que se trata de una apología del acoso escolar. He de reconocer que como antigüa víctima de tratamientos vejatorios por parte de mis compañeros de clase no es un tema que me atraiga sobremanera, pero no puedo darles completamente la razón a sus detractores. Si empezamos a escarbar en la mierda, vamos a salpicar a mucha gente.
Aunque la entiendo, no deja de irritarme esta campaña de acoso y derribo hacia las nuevas tecnologías que se ha emprendido desde diversos medios. De un tiempo a esta parte parece que todo internauta es un pedófilo, o un pirata informático, o un terrorista en potencia, o puede que incluso un psychokiller. A las asociaciones de derechos de autor, los políticos y en general los sectores más reaccionarios de la población parece que les pone muy nerviosos que exista un lugar con (relativa) libertad de expresión y que no pueden controlar. Además ya se sabe que el hombre, por naturaleza, teme lo que no entiende. Con los videojuegos ocurre un tanto. Lejos ya de las teorías que afirmaban que frien el cerebro a los niños, hemos pasado al estadio en el que un juego puede convertir en una máquina de matar a cualquiera. O, al menos, eso es lo que parecen afirmar sus opositores. Poco importa que sean el principal elemento lúdico actualmente y que eso no haya aumentado los casos de violencia; parece ser que el simple hecho de poner un mando en tus manos te transforma en un asesino.
De todo este asunto lo que más gracia me hace es la memoria selectiva de la gente. Hace siglos que los niños juegan a las guerras y de repente eso te convierte en violento. ¿Acaso un videojuego es más perjudicial que un tanque de plástico? ¿Acaso aquellos que ahora tanto se quejan no han utilizado una pistola de juguete (o imaginaria) en su vida? ¿Tiene más peligro un lanzagranadas virtual que los rifles de verdad que regalan los padres a sus hijos en Estados Unidos? Parece ser que sí. Aunque yo creo que la realidad es otra. Que los padres están descuidando la educación de su prole y no se preocupan por lo que tienen entre las manos. Y cuando se dan cuenta de que tienen la culpa, se buscan una cabeza de turco. Ya sabemos que en este país (y seguramente en otros) los cómics y los dibujos animados son solo para niños, aunque aparezcan vísceras o escenas de sexo explícito. Con los videojuegos pasa un tanto. ¿Para que queremos etiquetas avisando de la edad recomendada o el nivel de violencia? Da igual que se avise que ciertos juegos son para mayores de 18 años, vamos a quejarnos de que son perjudicial para los niños. Niños que supuestamente jamás deberían tener acceso a ellos.
Rockstar Games, la compañía que desarrolla "Bully", ya tuvo que sufrir hace algún tiempo las acusaciones de estos colectivos sobre la supuesta incitación de maltrato a la mujer de uno de los juegos de la saga Gran Theft Auto. Fue Amnistía Internacional quien hizo saltar la liebre en un informe, afirmando entre otras cosas que las prostitutas "son objeto de agresión y asesinato". Sin embargo lo que no decía ese informe es que el objetivo del juego no es ese, son solo unos personajes secundarios más de los muchos que viven en ese mundo virtual. De hecho matar a una prostituta en el juego es algo tremendamente difícil, como pudo comprobar uno de los representantes de la asociación cuando quiso demostrar sus teorías. Lo intentó y fue acribillado a tiros por ellas repetidas veces. Tengo mucho respeto a esa asociación, pero aquel día metieron el cuezo hasta el fondo. No solo falsearon la información sino que demostraron no tener ni puta idea de lo que hablaban. Eso sí, tuvieron éxito: los carteles de promoción del juego, los mismos en los que se advertía que se trataba de un juego para adultos, fueron retirados. Y GTA: San Andreas fue un éxito de ventas.
El mundo es violento. Las películas son violentas, los cómics son violentos, la música también es violenta (no hay más que leer las letras de muchos temas de Hip-hop, por ejemplo). Al menos aquellos que suministran formas de ocio separan aquellos elementos que son apropiados para niños de los que no. Sin embargo los noticiarios no tienen empacho en ofrecer guerras en directo o imágenes de cadáveres tumbados en el asfalto tras un accidente de coche. Me parece bien que quieran evitar la apología del acoso escolar, pero ¿dónde estaban cuando yo era acosado? ¿Por qué no centran sus esfuerzos en acabar con el problema real en vez de atacar un hipotético problema virtual? Si quieren que sus hijos no maten soldados enemigos a cañonazos, ¿por qué sigue habiendo guerras? ¿Por qué duermen en algunos paises con una pistola bajo la almohada?
Antes de convertir a los videojuegos en algo inocuo y políticamente correcto, deberían de preocuparse porque el mundo en el que viven no sea aún más violento que el que aparece en las pantallas. Y si no han sabido criar a sus hijos, culpar a una videoconsola no les va a solucionar el marrón...
Cada temporada tenemos una polémica distinta con respecto a este tema. La última es el próximo lanzamiento de un videojuego llamado "Bully" en el que se adopta el papel de un "matón" en un colegio de pago. Aunque aún está en desarrollo, cuando la compañía lo hizo público se han levantado muchas voces en contra afirmando que se trata de una apología del acoso escolar. He de reconocer que como antigüa víctima de tratamientos vejatorios por parte de mis compañeros de clase no es un tema que me atraiga sobremanera, pero no puedo darles completamente la razón a sus detractores. Si empezamos a escarbar en la mierda, vamos a salpicar a mucha gente.
Aunque la entiendo, no deja de irritarme esta campaña de acoso y derribo hacia las nuevas tecnologías que se ha emprendido desde diversos medios. De un tiempo a esta parte parece que todo internauta es un pedófilo, o un pirata informático, o un terrorista en potencia, o puede que incluso un psychokiller. A las asociaciones de derechos de autor, los políticos y en general los sectores más reaccionarios de la población parece que les pone muy nerviosos que exista un lugar con (relativa) libertad de expresión y que no pueden controlar. Además ya se sabe que el hombre, por naturaleza, teme lo que no entiende. Con los videojuegos ocurre un tanto. Lejos ya de las teorías que afirmaban que frien el cerebro a los niños, hemos pasado al estadio en el que un juego puede convertir en una máquina de matar a cualquiera. O, al menos, eso es lo que parecen afirmar sus opositores. Poco importa que sean el principal elemento lúdico actualmente y que eso no haya aumentado los casos de violencia; parece ser que el simple hecho de poner un mando en tus manos te transforma en un asesino.
De todo este asunto lo que más gracia me hace es la memoria selectiva de la gente. Hace siglos que los niños juegan a las guerras y de repente eso te convierte en violento. ¿Acaso un videojuego es más perjudicial que un tanque de plástico? ¿Acaso aquellos que ahora tanto se quejan no han utilizado una pistola de juguete (o imaginaria) en su vida? ¿Tiene más peligro un lanzagranadas virtual que los rifles de verdad que regalan los padres a sus hijos en Estados Unidos? Parece ser que sí. Aunque yo creo que la realidad es otra. Que los padres están descuidando la educación de su prole y no se preocupan por lo que tienen entre las manos. Y cuando se dan cuenta de que tienen la culpa, se buscan una cabeza de turco. Ya sabemos que en este país (y seguramente en otros) los cómics y los dibujos animados son solo para niños, aunque aparezcan vísceras o escenas de sexo explícito. Con los videojuegos pasa un tanto. ¿Para que queremos etiquetas avisando de la edad recomendada o el nivel de violencia? Da igual que se avise que ciertos juegos son para mayores de 18 años, vamos a quejarnos de que son perjudicial para los niños. Niños que supuestamente jamás deberían tener acceso a ellos.
Rockstar Games, la compañía que desarrolla "Bully", ya tuvo que sufrir hace algún tiempo las acusaciones de estos colectivos sobre la supuesta incitación de maltrato a la mujer de uno de los juegos de la saga Gran Theft Auto. Fue Amnistía Internacional quien hizo saltar la liebre en un informe, afirmando entre otras cosas que las prostitutas "son objeto de agresión y asesinato". Sin embargo lo que no decía ese informe es que el objetivo del juego no es ese, son solo unos personajes secundarios más de los muchos que viven en ese mundo virtual. De hecho matar a una prostituta en el juego es algo tremendamente difícil, como pudo comprobar uno de los representantes de la asociación cuando quiso demostrar sus teorías. Lo intentó y fue acribillado a tiros por ellas repetidas veces. Tengo mucho respeto a esa asociación, pero aquel día metieron el cuezo hasta el fondo. No solo falsearon la información sino que demostraron no tener ni puta idea de lo que hablaban. Eso sí, tuvieron éxito: los carteles de promoción del juego, los mismos en los que se advertía que se trataba de un juego para adultos, fueron retirados. Y GTA: San Andreas fue un éxito de ventas.
El mundo es violento. Las películas son violentas, los cómics son violentos, la música también es violenta (no hay más que leer las letras de muchos temas de Hip-hop, por ejemplo). Al menos aquellos que suministran formas de ocio separan aquellos elementos que son apropiados para niños de los que no. Sin embargo los noticiarios no tienen empacho en ofrecer guerras en directo o imágenes de cadáveres tumbados en el asfalto tras un accidente de coche. Me parece bien que quieran evitar la apología del acoso escolar, pero ¿dónde estaban cuando yo era acosado? ¿Por qué no centran sus esfuerzos en acabar con el problema real en vez de atacar un hipotético problema virtual? Si quieren que sus hijos no maten soldados enemigos a cañonazos, ¿por qué sigue habiendo guerras? ¿Por qué duermen en algunos paises con una pistola bajo la almohada?
Antes de convertir a los videojuegos en algo inocuo y políticamente correcto, deberían de preocuparse porque el mundo en el que viven no sea aún más violento que el que aparece en las pantallas. Y si no han sabido criar a sus hijos, culpar a una videoconsola no les va a solucionar el marrón...
9 comentarios:
Estupendo post. Y dices bien, se teme lo que se ignora.
Realmente... es controvertido el asunto debido a que, creo que en la actualidad están teniendo más beneficio algunos juegos que las películas que se van estrenando. Antes decían que los videojuegos atontaban y embrutecían el cerebro mientras ahora otros expertos dicen que va bien para la inteligencia. ¿Pero esos supuestos expertos no estarán pagados por las compañías que crean videojuegos?
Yo casi siempre he jugado a videojuegos y la verdad casi todos violentos. Tipo doom, quake, heretic, mafia, carmageddom y un larquísimo etcétera. En la práctica soy "CERO VIOLENTO". La violencia existe en el mundo y forma parte del ENTRETENIMIENTO de adultos y niños. Eso es lo que me parece mal que la violencia es lo que más vende: véase CSI o POLICIAS o URGENCIAS. Cualquier serie necesita violencia para vender. Eso es lo triste que preferimos ver muertes ajenas que pensar en la nuestra propia "el otro es el único que puede morir".
Pero vamos... me ha gustado mucho el post.
Como jugador de rol sé a lo que te refieres.
Por casualidad me enviaron este artículo
http://www.elpais.es/articulo/elpportec/20051106elpepspor_21/Tes
¡¡¡¡Aplauso. Ovación. Pequeños saltitos.!!!!
la gente son escoria y critican lo que no conocen.
por los zapatos tenis de jesucristo superestrella !!!!!! por momentos me parecio estar leyendo a spider jerusalem.... muy bueno el post...
Por diox, man withouth dignity, no me compares con el Maestro, que me ruborizo. Aunque bien pensado, estoy siguiendo rápidamente sus pasos: fumo, critico toda la falsedad que me rodea y estoy perdiendo pelo. Cualquier día de estos me tatuo una araña en alguna parte.
Recemos por que estas asociaciones no descubran nunca los cómics de la línea Vértigo, porque cualquier día de estos nos encontramos a John Constantine mascando chicle y pidiendole por favor a los demonios que dejen de dar por culo...
En realidad lo único que conseguiran es dar más publicidad al juego.
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