11 de noviembre de 2005

Pensamientos furtivos: Borg

En el universo Star Trek existe una raza de seres llamada Borg (vulgar abreviatura de cyborg), mitad humanos mitad máquinas que funcionan con el llamado sistema de colmena. Hay una reina que dirige a todos sus súbditos, los cuales no poseen individualismo sino que comparten una mente común. Si uno cae, todos sus conocimientos pasarán a otro de forma que en ningún momento haya fisuras en su uniformidad. Todos son uno.

Los disturbios de Mayo del 68, las matanza de la plaza de Tian Anmén y otros sucesos parecidos han creado una imagen excesivamente romántica de lo que ser estudiante supone: reivindicativo, progresista, pacifista y un largo etcétera. En estos momentos estamos viviendo la paradoja de que dos grupos a priori antagonistas estén de acuerdo en oponerse a una ley del gobierno y sin embargo uno de ellos parece "los buenos" y el otro "los malos". Mi opinión es que todos son igual de imbéciles.

Disgresión. Durante mi época de universitario tuve el dudoso honor de convertirme en miembro de una de las sub-divisiones del absurdo organigrama político universitario y asistir a la reunión en la que se establecieron los porcentajes de representación en el consejo de alumnos. Jamás he sentido tanta vergüenza ajena. Un puñado de estudiantes jugando a ser políticos, imitando formas, lenguaje y asuntos turbios, todo para tener en sus manos una ínfima parcela de poder que apenas significaba algo dentro del campus y nada fuera de él. Y, mientras, los demás estudiantes se pasaban los panfletos electorales por las partes pudendas (usease, por el forro de los cojones). La universidad es una burbuja de irrealidad y a nadie le apetece que le jodan sus años de evasión con votaciones, reuniones, referendos y demás zarandajas. Pásame el cubata y déjate de gilipolleces.

La democracia se basa en la mentira de que los ciudadanos saben de que va el tema y votan en consecuencia. Pero no solo no es cierto sino que además a la mayoría de la gente se la pela. Ese ha sido el gran acierto de los políticos, conseguir que sus asuntos parezcan tan complicados y aburridos que nadie más quiera meter las narices en ello. ¿Cuántos se han leido el proyecto de nuevo Estatuto de Cataluña? Es más, carajo, ¿cuántos se han leido la Constitución? Tantos como se han leido el Quijote entero. O sea, casi nadie. Para esos asuntos ya tenemos a nuestras reinas particulares que nos señalan con el dedo el camino a seguir y allá que vamos. Sin pensar, sin hacer preguntas, como borregos obedientes. En no se que programa estuvieron entrevistando a varios estudiantes de los que participaron en alguna de las manifestaciones en contra de la LOE. No tenían ni puta idea de lo que iba el tema, pero les habían dicho que fueran y nadie hace ascos a un día libre. Cuando hicieron lo propio con la manifestación en contra de los matrimonios homosexuales casi todos repetían como papagayos la misma consigna "Esta ley desnaturaliza el matrimonio". Claro, claro, como que no es algo artificial inventado por la sociedad y que por tanto tenemos todo el derecho del mundo a cambiar como nos venga en gana...

Si los universitarios fueran realmente conscientes de todos los trapicheos que ocurren a sus espaldas, hace tiempo que hubieramos echado a patadas a los políticos y quemado el parlamento. Pero es mucho más fácil pasar de todo, divertirse y tratar de sacar la carrera lo antes posible para poder cojer sitio en la cola del paro. Que es a donde acabarán todos como los políticos sigan metiendo mano impunemente a los planes de estudios. De igual manera, si la ciudadanía fueran consciente de todo lo que ocurre en la cámara alta la sangre estaría corriendo por las calles como lo está haciendo ahora el agua de lluvia. Pero es mucho más fácil taparse los ojos, no complicarse la vida y tratar de vivir lo mejor posible siguiendo el camino que ya nos han trazado. El objetivo de los Borg: que todo el universo sea asimilado por la colmena y así alcanzar la paz. Todos seríamos uno, ya no habría que pensar ni discutir.

En Francia los habitantes de los barrios marginales acaban de ser conscientes de que están jodidos y mirad lo que ha pasado. Si los estudiantes realmente supieran de que va el tema, este país estaría ardiendo hasta los cimientos...

8 comentarios:

Dosjerez dijo...

Creo que eso pasará tarde o temprano, llevan demasiados años vendiendonos una moto ue no funciona, en mi época, hace menos de 10 años, todavía nos vendían la moto de la colocación segura y el estado del bienestar, como un zanahoria con la que nos chantajeaban, todavía eclipsados por aquellos supuestos saltos adelante de la expo y olimpiadas, pero ahora ya no engaán a nadie, cada vez mas los universitarios y los de los ciclos saben que su destino es la cola del paro, que trabajar "de lo mío" es una quimera cada vez menos probable, eso va caldeando los ánimos, el excepticismo es cada vez mas tangible y el excepticismo, el "no me creo nada" es el primer paso para percatarnos que todos, absolutamente todos, los políticos elegibles estan igual de corruptos, algunos son mas cabrones y retrógrados que otros, pero todos los que tienen posibilidades reales de gobernar son igual de hipócritas, elegimos el mal menor, pero eso es solo una venda, un parche porque ni unos ni otros van a cambiar nada realmente.

Yo, como ácrata utópico, si creo en el cambio, en la revolución permanente, hace poco hablaba con un comunista (de lso de verdad) sudamericano, hastiado de sus políticos, hastiado de castro, hastiado de chaves, pero aún mas hastiado de otros que se definen socialistas siguiendole el juego a las multinacionales y el lobby religioso, los primeros le parecen errados, los segundos le parecen hipócritas, no pude contener un abrazo fraterno, la utopía siempre es inalcanzable, pero si la buscas encuentras tesoros y vias viables, valga la redundancia...

Aún así confío en los jóvenes, ellos -y sobre todo ellas- buscan tiempo de donde sea para luchar a su alcance en las ongs, ellos mantienen viva la llama...

Lucecilla dijo...

Tienes mucha razón, me identifico totalmente con lo que cuentas, lo de la burbuja de irrealidad que es la universidad y la frustración que viene después. La universidad, aún hoy en día, se sobrevalora. Aún tiene un aura de distinción y seriedad para algunas personas (las más lejanas) que no tiene NADA que ver con la realidad. Por ejemplo a mis padres (y ya no te digo a mis abuelos...) les parece que porque he terminado una carrera y estoy haciendo un máster voy a encontrar un curro, vamos, de misistra por lo menos. Sin embargo muchas personas como yo (y con más estudios aún) estamos sufriendo la presión de lo que se espera de nosotros mientras vemos claramente que esto de buscar un trabajo decente es poco menos que imposible. El mercado laboral es la jungla. De repente los años que has pasado estudiando no solo te sirven de poco, sino que te estorban porque no te han permitido ganar esa tan preciada experiencia y mientras tanto te has hecho "mayor" (según la voz de la sociedad). Es una situación que a veces me parece insostenible, y pienso, esto explotará por alguna parte, pero pasan los años y las cosas no cambian de verdad. Supongo que no hacemos lo suficiente, pero yo al menos no tengo muy claro qué se puede hacer.

Lucecilla dijo...

Por supuesto quería decir ministra donde dice misistra, pero me hace gracia, me ha salido una palabrilla interesante, ¿no? Una mezcla entre Miss, ministra y mistress. Me da que hay más de una que encajaría en esta profesión...

scape95 dijo...

Estupendo post, y estupendos comentarios.

La-Ruina dijo...

No hay que quemar la propiedad ajena.

Azena dijo...

bravo
me quedo por aquí...

El Ave dijo...

RESISTANCE IS FUTILE. YOU WILL BE ASSIMILATED.

mi serie favorita. genial post, como todos. un abrazo

jashugun dijo...

Lo que dices de la politica de la universidad, es que la universidad está llena de politicos. Yo tambien estaba en el consejo de alumnos y los de los pperos era impresionante, solo aparecián por el consejo cuando había manifestación contra la junta de andalucía (del psoe) o para pedir fondos para hacer viajes. Al final acabaron expulsados por sus propios compañeros.