8 de noviembre de 2005

Pensamientos furtivos: Perfidia

Mi madre me ha decepcionado. Creía que era una auténtica fashion-victim, pero su educación conservadora y su visión cuadriculada del mundo han tenido más peso. Hace pocos días se enteró, puesto que no es ningún secreto, que mi compañero de piso tiene novio. Y tendríais que haber visto su cara al saberlo.

- Ah, o sea que es...
- Sí, mamá (suspiro de resignación), es gay
- De verdad, hijo, vas a vivir de todo en esta vida (risita nerviosa)

Hay gente que no entiende las luchas territoriales por el control de un idioma. Como el caso del catalán-valenciano, en el que la gente de fuera suele preguntar, "¿pero no es lo mismo?". Pues sí, en realidad se puede decir que son lo mismo. Pero como muy bien denunciaba George Orwell en 1984, hay que recordar que una lengua es poder. No solo define y aglutina a un colectivo de personas, sino que además determina su forma de pensar. En esta sociedad es malo ser "maricón", pero está de moda ser "gay"; es malo ser un "alcoholico", pero te rien la gracia si eres un "borracho"; es casi un crimen ser "antimonárquico", pero relativamente normal declararte "republicano".

Los que mandan se han aprendido muy bien esta lección y utilizan a su favor la perfidia del lenguaje. El mayor triunfo de todos es que los términos positivos acaben teniendo connotaciones negativas. Y una palabra mal entendida es una sociedad engañada. De acuerdo con los parámetros actuales, soy una persona "tolerante", "abierta" e incluso "moderna" por convivir con un homosexual sin que eso me preocupe lo más mínimo o le trate de forma distinta de la que le trataría a cualquier otra persona. Pero yo me pregunto, ¿por qué soy yo el "tolerante"? ¿Por qué existe una categoría especial para la gente que piensa como yo? ¿Acaso no son ellos los "intolerantes", los que deberían ser clasificados aparte?

Las apariencias definitivamente avanzan más deprisa que la realidad social. Este país sigue siendo muy conservador, anclado en tradiciones y conceptos pasados, aferrándose de forma casi suicida a una manera arcaica de concebir las cosas. Si no te dejas llevar por los prejuicios eres "tolerante". Dicho así, casi parece una enfermedad. Sin embargo las cosas no deberían ser así. Yo no tendría que ser especial por tener la mente abierta, sino ellos por tenerla cerrada. Lo normal debería ser respetar a todos como personas, no clasificarlos por estereotipos sociales. Y para eso lo primero que tenemos que cambiar es la lengua. Los "gays" no deberían existir. Como no deberían existir los "tolerantes", "abiertos", "liberales", "modernos", "buenos", "generosos", "amables", etc.

Borremos esas palabras del diccionario. Que no haya adjetivos para describir lo positivo, porque sea parte intrínseca de la realidad. Que solo haya terminos negativos para describir lo que debería ser borrado de este mundo. Y entonces las cosas empezarán a cambiar de verdad...

12 comentarios:

scape95 dijo...

Una idea estupenda. Utópica, vale, pero estupenda.

porlacara dijo...

Es lo que tiene esta sociedad... lamentable pero cierto...

El inadaptado dijo...

Utopías lingüísticas. Como se nota que estudié una carrera de letras...

gemuchi dijo...

Aishh, ni´ñoo, este post es practicamente calcaito a la conclusión con la que cerré mi PFC!jajaja.

Hay clasificaciones para la gente que hace las cosas mal, pero tb las hay para los que las hacen bien. Este mundo no se entera de que lo normal debería ser hacer todo bien y no por eso ser distinguido!.

Pero ya sabes..los buenos hoy en día son santos, los que leen eminencias, y los que ven diferencias sólo dónde realmente hay diferencias, se llaman tolerantes! El mundo al revés!

ZERO dijo...

no viene al tema pero aqui esta....


perdon por el retraso en unas horas subo mi parte del relato, saludos a todos....

volvoreta dijo...

La verdad,es que esto es algo que me he planteado varias veces.. y estoy de acuerdo contigo.. además que la palabra tolerante y solidario, tiene una connotación, como de que haces un esfuerzo, por comprender, por respetar a los demás..son terminos, como muy caritativos,y es estúpido, además parece, que si eres tolerante... ya eres buena persona.. es como cuando eres voluntario.. yo lo fui durante muchos años y estaba harta de que me dijesen, que entonces era una buena persona, con buen corazon... si supieran las mafias, intereses.. que se mueven en el voluntariado....bueno no me enrollo más, que el tema, me interesa.. y no acabaría nunca

Higronauta dijo...

Se suele etiquetar o encasillar a todo aquel elemento que difiere, dista o simplemente, reniega de la "gran masa", para remarcar su condición de diferencia. Nuestra querida Celtiberia en su gran mayoría es retrógrada y carpetovetónica hasta la médula, con lo cual, la serie de valores positivos que usted comenta pertenecen a una minoría, y de ahí su uso y connotación. Si España fuera tan progresista y avanzada como aparenta ser, quizás entonces sí que se pudieran utilizar esos "términos negativos". Pero está claro que todo avance evolutivo requiere de cientos de miles de años. Y en nuestro caso, seguramente, aún más...

El Ave dijo...

gracias, gracias, gracias por este post, que me ha recordado mucho a una amiga de mi madre que hace poco nos dijo: "chicas, deberiais dar gracias de tener una madre y suegra que os acepte." ella se considera progre y moderna.... lo que no sabe es que yo no tengo que dar gracias a nadie por nada. mucho menos, porque alguien se comporte con la normalidad que la cosa requiere.

Nemo dijo...

"Pero como muy bien denunciaba George Orwell en 1984, hay que recordar que una lengua es poder. No solo define y aglutina a un colectivo de personas, sino que además determina su forma de pensar."

Totalmente de acuerdo, por esto los que tienen gran interés en clasificar el catalán y el castellano como dos lenguas diferentes son los "españolistas" (utilizo el término en su acepción *estrictamente* lingüística).

No hay mejor manera de acabar con una lengua minoritaria que fragmentarla en dos lenguas aún más minoritarias.

De hecho todos los valenciano-parlantes que he oido ni siquiera se molestan en discutir el tema, es demasiado obvio que se trata de diferentes variedades de una lengua común. Sin que esto niege la diferencia como pueblo de sus respectivas comunidades.

Por eso, todo aquel que valore la diversidad lingüística, con sus ricas variaciones, querrá defender el valenciano de su principal competencia en su ecosistema, y ese es el castellano, no el valenciano, por un simple criterio de diferenciación, poder político y sobretodo peso demográfico.

Es totalmente cierto, y criticable, el paternalismo equivocado que muestran algunos catalanes en relación al valenciano. Pero supongo que si se percibiera que el gobierno valenciano en lugar de marginar su lengua la difundiera y protegiera no habria necesidad de que "los de fuera" sufrieran por su desaparición.

De hecho es exactamente lo mismo que sienten la mayoria de castellanoparlantes cuando oyen hablar las variedades hispano americanas: somos primos, hablamos variedades de un mismo idioma, y si queremos que el castellano dure unos cuantos siglos más es evidente que no tiene sentido discutir sobre si el "argentino", o el "colombiano" son lenguas diferentes del "español".

Curiosamente las diferencias fonéticas, léxicas, morfológicas, sintácticas y culturales, entre digamos el "boliviano" y el "castellano" son mucho mayores que las diferencias entre el valenciano y el catalán, pero en cambio nadie defiende su secesionismo lingüístico.

En pocas palabras la diferenciación catalán-valenciano no es un problema técnico, lo digo como lingüista, es un problema estrictamente político, en esto también coincido contigo.

Por eso los que *realmente*, no solo de boquilla, deséan garantizar la supervivencia y defensa del valenciano no tienen ninguna duda de que la estrategia más inteligente politicamente es reconocer la obviedad.

un saludo.

Nemo dijo...

Corrección: evidentemente en el segundo párrafo queria decir "catalán y valenciano". Disculpas.

Lucecilla dijo...

Saludos!
Llego aquí redirigida por El Ave (si el Ave recomienda leer un post, allá que voy sin dudarlo un segundo, jeje) y me ha encantado en artículo. Ni que decir tiene que me pasaré por aquí tan a menudo como pueda.

Por cierto, los comentarios muy buenos también, me ha alegrado leer el tuyo, Nemo!

lauropata dijo...

Un post genial!!! Pero...¿por qué borrarlas? las cosas que no se nombran no existen, por lo que si borráramos los adjetivos que describen lo positivo...¿qué pasaría...?Mmmmm no lo sé... Y, por otro lado todo "bien"necesita su "mal" para su propia existencia...mmmmm sigo sin saber ;)

Igual es que se usan en contextos inadecuados por cabezas ineducadas...(como tantas otras...)