13 de mayo de 2006

Confesionario (X) Gemidos



Ya he dicho como un millón de veces que para mi el sexo es algo bastante marciano. Onírico, incluso. Es algo que tengo en momentos puntuales y después desaparece, normalmente durante bastante tiempo, como si todo hubiera sido un sueño. Esto tiene la ventaja de que no llego a echarlo realmente de menos, puesto que para mí lo normal es la abstinencia. Pero también tiene un gran inconveniente, y es que me excito con bastante facilidad ante la presencia real y cercana del sexo de verdad.

Ese es el motivo por el que no soporto escuchar como follan mis vecinos. Cosa que ocurre con frecuencia, puesto que a fin de cuentas llevo años viviendo en pisos con las paredes de papel. Eso sí, debo aclarar algo: no es que me joda oir como ellos se lo pasan bien mientras yo estoy a dos velas. No, es mucho peor que eso. Ante todo me jode porque me excita. Oir los gemidos, susurros e incluso gritos de un acto sexual en directo me pone a mil (razón por la cual a la hora de escoger una afiliación me apunté a Beautiful Agony). Me he masturbado muchas veces con esto, sí, pero lejos de ser un pasatiempo también se ha convertido en una cierta obsesión.

Ocurre a veces que en vez de suceder de forma esporádica este voyeurismo auditivo se convierte en una constante. Es lo que me pasa en el Nido, donde el azar quiso que tanto mi cama como la de mi vecino estén apoyadas en la misma pared. Él es un chico de mi edad, más o menos, con novia estable y que, por supuesto, folla con bastante frecuencia. Y cuando lo hacen es inevitable que les oiga. Eso lo pudo comprobar R., mi última pareja, con la que protagonicé una surrealista escena muy parecida a algo que ocurre en la película de Steve Martin Tres mujeres para un caradura ("L.A. Story" en el original). Una noche en la que R. y yo dormiamos nos despertamos con los gemidos del vecino y su chica (bueno, especialmente los de ella), los cuales nos excitaron tanto que al acabar ellos empezamos nosotros a hacer lo mismo. Pero parece que ellos a su vez también nos oyeron, ya que cuando terminamos comenzaron de nuevo. No recuerdo si después también nos apuntamos a una nueva ronda, pero creo que la idea está clara.

El problema es que esto se ha convertido en una paranoia. Cualquier sonido en la noche levemente parecido a un gemido me pone en alerta, dispara mis pulsaciones y, si estaba intentado dormir, me desvela por completo. Me quedo quieto y rígido en la cama hasta que logro descubrir la fuente, forzando mi audición hasta unos niveles que ya quisiera Daredevil. Es una especie de atracción-repulsión que me hace buscar en todo momento ese pedacito de sexo auténtico y cercano, lo más real que llego a tener durante mis periodos de abstinencia, que me excita pero también me frustra ante la idea de que no soy yo quien lo está practicando.

Un día de estos que me los encuentre en el ascensor acabaré por confesarles que les oigo. Seguro que a partir de entonces se buscarán un hotel y me dejarán dormir en paz...

10 comentarios:

gemuchi dijo...

Yo tenía unos vecinos así, cuando follaban temblaban las paredes y a ella no se sabía si la estaban follando o degollando..que barbaridad!.

Fue cuando empecé a aficionarme al mundo del sexo, cuando descubrí que yo gritaba incluso más alto que ella. No quiero pensar cuantos huespedes de hotel y cuantos vecinos también se habrán cagao en mis muelas!jajaja

El inadaptado dijo...

Pues yo soy muy calladito cuando estoy en plena faena. A R. no le gustaba,pero, en fin, cada uno es cada uno...

Anonymous dijo...

menudo anormal

El inadaptado dijo...

Uy, señor anónimo, si supiera la cantidad de cosas que la gente se calla yo quedaría como un dechado de cordura...

Azena dijo...

me encanta el voyeurismo auditivo... a veces afino el oído a la caza de sonidos excitantes...

Toxcatl dijo...

salvo que me lo esté pasando como dios, yo no digo ni mu en el momento en que estoy en faena. Y la verdad, eso de oir a los vecinos no me pone, me cabrea pro que ellos se lo estan pasando bien y _yo_no_.
Pero vamos, prueba a decirselo que igual te invitan un dia o no...

dubitativo00 dijo...

hola chicos.

inadaptado... me siento totalmente identificado contigo.

me gusta el sexo, el erotismo. he visto alguna vez pornografia tratando de encontrar "eso" de lo que trata este blog; pero la verdad es que no me gusta nada, me parece puro teatro.

la primera vez que oi sexo real fue en un hotel aqui en españa. la verdad es que de repente se me acelero el corazon y la respiracion de una forma muy inesperada.

despues estuve viviendo fuera un tiempo, y muchos sabados ibamos a pasar la noche a un hotel. en realidad era un motel de esos bien bonitos. bueno, la cuestion es que la mayoria de las noches que ibamos a este sitio escuchabamos gemidos y mas gemidos.

se me quedaron grabadas varias escenas auditivas. una de las veces, llego una pareja ya entrada bien la noche. lo primero que se oyo era simplemente como hablaban y se reian. despues de un rato hablando, las voces cesaron y se empezaron a oir besos. supongo que las paredes son muy delgadas, porque se oyen claramente los besos.

a los pocos minutos se oyo el gritito/quejidito de ella... jeje. bueno... mis orejas parecian ya parabolicas, y el corazon se me salia por la boca. bueno, de repente se empezaron a oir sonidos de muelles, cada vez mas rapidos, y los gemidos de ella. la verdad es que no eran gritos.

pues despues de una escena asi, uno se queda con las orejas que parecen el logo del disney channel, toda la noche sin dormir. y por supuesto que en esos sitios escuchas mas de una de esas escenas.


la cuestion es que oir algo asi me pone loco, no lo puedo evitar. creo que escuchar a una mujer gemir es lo mas excitante que hay.

un saludo a todos.

Anonymous dijo...

caranba caramba....
dejeme decirle que el que no ace ruido cuando tiene sexo no a vivido y si no apuestoa su hembra a gemir en la cama es por que no le ace ni cosquiyas a la pobre

eddie dijo...

a cualquiera le exitan esos sonidos y de verdad que una mujer gimiendo es lo maximo pero cuando tu chica no hace ruidos necesariamente es porque no le haces ni cosquillas?

Anonymous dijo...

me ha encantado tu relato y me siento muy identificado con lo que contais (tanto tú como dubitativo00).

Como decis yo también estoy por las noches atento a cualquier ruido, a cualquier hora, es casi una obsesión.
La mayoría de las veces son falsas alarmas pero cuando de verdad son los vecinos en plena acción, el corazón y la respiración se ponen a mil.

reconozco que soy un yoyeur