4 de julio de 2006

Segunda cita



Una de las cosas que más estúpidas me han parecido siempre de las películas americanas era todo lo relativo a las citas. Nunca he entendido toda esa parafernalia acerca de a dónde ir, cómo comportarse, de qué hablar, cuándo dar el primer beso, si está bien echar un polvo la primera noche o no... Se me antojaba frívolo, superfluo, innecesario, completamente artificial.

Hasta ahora.

Algo está cambiando. Llamémoslo madurez, llamémoslo cansancio, llamémoslo insolación, el caso es que de un tiempo a esta parte he comenzado (por fin) a empezar a preocuparme más por mi que por los demás. A mirar por mis necesidades y no ser siempre la niñera de mis compañeros de piso o el que más pringa en el trabajo. Puede que no me dure mucho, pero mientras tanto he comenzado a plantearme en serio temas sobre los que antes siempre pasaba de puntillas. Por ejemplo, tener un lugar para vivir que pueda considerar realmente mi casa, y no un mero lugar de paso (aunque lo de comprarme un piso aún no esté en mis planes). También dirigir mi carrera profesional hacia algún campo concreto (aunque sea vivir del paro, que en el fondo es un oficio como otro cualquiera). Y, por supuesto, empezar a hacer algo por conseguir una pareja, aparte de quejarme todo el día y matarme a pajas.

Es por eso que, sin poder remediarlo, la idea de empezar a tener citas ha dejado de ser un motivo de burla para convertirse en algo terriblemente cercano y real. No puedo esperar a conocer a alguien en la FNAC, como alguna vez he fantaseado. Tampoco me entusiasma la idea de hacer contactos a través de internet, mayormente porque apenas si logro conocer a gente que viva relativamente cerca de aquí. Así que a falta de pagar por conocer mujeres (algo que mi confesada racanería me impide), tendré que empezar a invitar a cafés, cines, cenas o lo que se tercie a las mujeres de mi entorno. Otra cosa será que acepten, claro...

La cuestión es que me he dado cuenta de que en toda mi vida sólo ha habido una ocasión a la que puedo llamar con propiedad una cita, entendiendo como tal a lo que estamos acostumbrados a ver en las películas. Descarto, pues, a los encuentros que se han producido a través de internet, ya que se merecen una categoría para ellos sólos. No en vano no sólo rompe el esquema de ir conociendo poco a poco a una persona, sino que ofrece una paradoja: tienes que primero echar abajo la imagen que te habías formado de ella a través de la red (muchas veces demasiado idealizada, seamos honestos), para después formar una más real. Si es que lo consigues. Por eso, y teniendo en cuenta mi falta de experiencia, sólo hay una cita que se merece tal nombre.

Pero hay un problema: que el listón está demasiado alto, ya que a la cita que me refiero fue a la primera (y en realidad única) que oficialmente tuve con mi ex. Habíamos salido como amigos muchas veces, pero entonces llegó aquella tarde de cine (viendo Perdita Durango, un momento extraña y retorcidamente romántico) y ya sabíamos que nuestro siguiente encuentro no sería como los que habíamos tenido hasta ahora. Con razón, puesto que por cosas del destino nuestra siguiente cita sería en Madrid, nada menos que para ver el concierto de Oasis en el Palacio de Deportes (antes del incendio) con los Seahorses de teloneros (¿qué coño ha sido de ellos?), tras el cual se produjo el viaje en tren en el que nos dimos el primer beso.

Alto, demasiado alto.

Así que aquí estoy, con 27 años y esperando que se produzca mi segunda cita. En la cual, por cierto, no tendré ni idea de cómo comportarme, exactamente igual que en esas películas de las que tanto me he reido hasta ahora. De hecho aún está por ver si seré capaz de pedirsela a alguien, a pesar de todas estas bravuconadas. Pero ya se sabe que más cornadas da el hambre y vive dios que hay y mucha.

Me pregunto si habrá algún doctor Hitch en Alicante...

9 comentarios:

El Tete dijo...

Si te sirve de consuelo, hace un año que yo no tengo ninguna cita.

El inadaptado dijo...

No mucho, esa primera cita de la que hablo ocurrió hace 9 años. Pero gracias por el intento...

Elena dijo...

En el momento que empiezas a planear cómo han de salir las cosas, malo. Porque seguro qué tal que no saldrán así....

Dammy dijo...

Yo no sé si habrá algún Hitch por Alicante, lo que sí que existen son muchas mujeres dispuestas a ser complacidas por un chico de 27 años, simplemente tienes que creerte esto, y luego abrir bien los ojos, ya sea en la FNAC, en la cola del Mercadona o en Internet, da igual. Las mujeres no son bichos raros, es más, al llegar a cierta edad, si no tienen pareja hasta te resultará más fácil tener una cita (por lo menos la primera).

Un blogsaludo.

Pepe dijo...

Pero bueno, qué clase de consideraciones tan ñoñas son estas!?

Algo ha cambiado por aquí: recuerdo hace ahora un año que escribías en tu blog y cada línea era como una cuchillada en la pantalla. Nada que ver con el tono pausado, maduro y un tanto aburrido de tus meditaciones actuales.

Y sobre el tema en cuestión, ¿citas? Puaj!

Lazarus Long dijo...

No te quejes que, yo he estado casi 20 años sin algo que se pueda llamar cita , y ni siguiera lo que he tenido ultimamente se le puede llamar eso...
A veces te centras tanto en otras cuestiones de tu vida, que te olvidas hasta que alguien te lo recuerda
Pero todo es empezar y a veces puede salir por donde menos te lo esperas

El inadaptado dijo...

Será la edad, será el calor, será que me gusta esto de quejarme...

Steam Man dijo...

Ellas pasan por este tipo de temporadas "secas"... sólo que ellas pueden disfrazarse y siempre alguien les tirará los trastos... para que luego digan que somos iguales O un término que cada vez que lo escucho me parto "discriminación positiva", a me suena como a "exterminio positivo"...... ¿paradoja?

Johny_Canuto_ dijo...

jajajaaj veo que no soy al unico que le pasa,, yo tb me reia de todas esas cosas fantasticas de las citas y ace tres dias tuve una "sin querer",, ke mal lo pase,, jeje pero he descubierto que voy a decirselo y claramente le demostrare kien y como soy realmente, k eso es lo k tiene, o lo toma o lo deja,, pero es lo k ay,,,bueno amigo,, k tengas muxa suerte tu tambien..jajaj