El 31 de enero de 1994 el Teatro del Liceo se incendió por, supuestamente, las chispas de un soplete mientras se realizaban reformas en el edificio. Los técnicos ya habían advertido que las carencias en materia de seguridad podrían producir un desastre y era necesario restaurar el edificio. El proyecto de restauración había sido aplazado por, según tengo entendido, un litigio sobre la adjudicación de los terrenos colindantes al teatro. Sin embargo, ¡oh providencia!, se produjo el incendio, los edificios anexos también se quemaron y se pudieron expropiar y recalificar para construir de nuevo.
El 28 junio de 2001 el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid se incendió por, supuestamente, las chispas de un soplete mientras se realizaban reformas en el edificio (esto me suena...). Los técnicos habían advertido que el edificio presentaba graves carencias en materia de seguridad (esto también me suena...) y que su ubicación era inadecuada, al encontrarse tan cerca de otras viviendas. La comunidad se había planteando demolerlo y sustituirlo por otro mejor preparado, pero el proyecto se había aplazado, según tengo entendido, porque no había un acuerdo sobre el lugar y el presupuesto necesario. Sin embargo, ¡oh fortuna!, se produjo el incendio, se decidió reconstruirlo en esa misma ubicación y se adjudicaron las obras a FCC y Necso.
El 12 de febrero de 2005 el edificio Windsor de Madrid se incendia por, supuestamente, las chispas de un cortocircuito en una de las plantas (o, al menos, esa es la versión oficial). En este caso ningún técnico había emitido informe alguno ni se estaban realizando obras de restauración (o, al menos, eso es lo que dicen. ¿Quieren apostar sobre cuanto tarda en aparecer un soplete en escena?). El Windsor albergaba las oficinas de la auditoría Deloitte, a quienes la Fiscalía Anticorrupción había solicitado unos papeles relacionados con el caso "FG valores" en el que está implicado el presidente del BBVA. Sin embargo, ¡oh azar!, se produjo el incendio y las únicas copias disponibles de dichos documentos se perdieron.
Se que en estos momentos todo el mundo está hablando de la muerte del Papa (más que nada, porque en la televisión no están emitiendo otra cosa aparte de las campanadas de duelo. Cosa que, por cierto, les ha venido al pelo, porque la programación de los sábados por la noche cada vez es peor). Pero hace ya varios mensajes que hablé de lo que sucedería y no me gusta repetirme. Es más, noticias como estas lo único que consiguen es que se deje de prestar atención a otros asuntos (a veces mucho más importantes o, al menos, que nos conciernen de manera más directa. Cuantas leyes impopulares se habrán aprobado en congresos convocados en medio de sucesos como este...) por lo que no quería dejar pasar más tiempo sin mencionar en este blog el asunto de los papeles perdidos de FG.
Los tres casos se pueden enfocar desde el punto de vista racional o desde el paranoico. Oficialmente, los tres incendios se produjeron por deficiencias en la seguridad, lo cual indicaría que ha habido una extraordinaria negligencia en cuanto a la seguridad de las construcciones de más de 20 años de antigüedad. Extraoficialmente, se habla de oscuros intereses ocultos, en los que tanto políticos como empresarios aprovechan la "desgracia" (¿no resulta curioso que en ninguno de los tres incendios haya habido que lamentar grandes pérdidas humanas, a pesar de toda la gente que trabajaba en esos edificios?) para poder adjudicar las obras a empresas de amigos, socios o conocidos y de paso renovar símbolos de la ciudad. Tanto en un caso como en otro, los implicados no salen bien parados (aunque si muy beneficiados).
Así las cosas, y sabiendo hasta donde pueden llegar los intereses políticos y económicos, ¿quién nos dice que la muerte del Papa no haya sido previamente planeada? ¿Quién nos dice que Rainiero no haya muerto ya y los médicos estén esperando que pase el luto por el primero para poder anunciarlo y llevarse su parte del pastel mediático? Recordad, un paranoico es solamente aquel que tiene toda la información...
4 comentarios:
Bueno amigo, totalmente de acuerdo con tu disertación, y aunque, no soy muy amiga de la paranoia, yo más bien definiría tu argumento como el de una mente despierta que no cede a la manipulación, así es. Y quizá en cosas como éstas la importancia no sea tal, pero qué pasa cuando lo que está en juego no es un edificio sino el futuro político de un país (11M?). Lo que a mí me sigue sorprendiendo es que aunque la manipulación es cada vez más burda, tan poca gente sea consciente de ella.
Te felicito
Puede que hace unos años, la paranoia fuese exagerada. Pero hoy en dia creo que no, porque cada vez los intereses económicos y politicos son mayores. Por cierto, creo que la reconstrucción del Liceu fue pública y, mira tu por donde, ahora la gestión es privada. Es curioso, no? Todos los ciudadanos pagamos el liceo y ahora para entrar tienes que pagar.
Gracias Maga, pero no es para tanto. El lema de este blog es que hay que cuestionarselo todo, incluso a uno mismo. Gabriel García Márquez dijo que lo que hoy son verdades inapelables, mañana no serán tan inapelables y puede que ni siquiera sean verdades...
me gusta la cita esa de García-Márquez... pero mira, no puedo evitar ser apasionada en algunas cosas (aunque en unos años tenga que arrepentirme).
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