La R.E.M.E.

No, no es esta "Reme", pero era una buena excusa para poner esta foto

Anoche, mientras trataba de conciliar el sueño sin la mediación de sustancias químicas (legales o no), estuve reflexionando sobre el tema de la educación infantil e inevitablemente vino a mi cabeza el último despropósito del Ministerio de Educación. Tras años de debates, reformas, contrarreformas, polémicas y fiascos, lo único que ha quedado claro es que nunca lloverá a gusto de todos (y, a veces, a gusto de nadie). Yo (y conmigo, muchos más) opino que el sistema educativo del que provengo [primaria hasta los 14, después B.U.P. y C.O.U. (o F.P.), selectividad y luego universidad] era duro, pero proporcionaba una formación sólida y unos amplios conocimientos académicos. Es cierto que necesitaba ciertos cambios lógicos para adaptarse a los nuevos tiempos, pero me pareció absolutamente desproporcionado el que fuera sustituido en su totalidad por un sistema (la E.S.O) tan radicalmente distinto. En aquel momento se escucharon muchas voces discrepantes, incluso hubo algunos que opinaban que debiamos volver al sistema de la "época de Franco" (sic); sin embargo el tiempo parece darme la razón porque, ¿no se han dado cuenta de que poco a poco estamos regresando al punto de partida? ¿Que se apuestan a que en la próxima reforma vuelve a rebajarse la edad del fin de la educación primaria obligatoria de los 16 a los 14?

Tras dar un par de cientos de vueltas en mi cama, llegué a la conclusión de que los planes de los sucesivos gobiernos han fracasado porque les ha faltado ambición y perspectiva. Desde que se implanto la E.S.O. solo se han modificado aspectos puntuales de cada sistema, como los contenidos de las asignaturas o la duración de las carreras, reservando los debates y las portadas de los periódicos para nimiedades como la siempre polémica asignatura de religión (y eso que la Constitución dice que este es un estado aconfesional...). Sin embargo estas reformas apenas han tenido en cuenta el contexto social en el que se integran. Hace falta una reforma global, que abarque no solo la educación, sino también otros aspectos con los que están ligados. Es por eso que quiero proponer una Reforma de la Educación y la Mayoría de Edad. La REME, para los amigos.

Los puntos principales de mi propuesta son los siguientes:

• La educación primaria obligatoria se mantendrá hasta los 16 años, edad en la cual podrán optar por empezar a trabajar como aprendices (para lo cual se llegaría a los oportunos acuerdos con los distintos gremios), pasar a la nueva Formación Profesional o seguir estudiando.
• La nueva Formación Profesional dejará de centrarse en las oficios clásicos (como peluquería y mecánica) para empezar a formar a los profesionales que demanda el mercado: torneros fresadores, instaladores de telefonía por cable, programadores, televendedores, comerciales, teleoperadoras de teléfonos eróticos, agentes de la propiedad inmobiliaria, lo que sea. Cualquier trabajo en el que haya una importante demanda para cubrir y poca gente capacitada para ello.
• La educación secundaria se realizará entre los 16 y los 20 años. Constará de tres cursos de conocimientos aplicados y un último curso en el que se ofertarán diferentes asignaturas, clases magistrales y cursillos para que los estudiantes puedan tener una orientación clara y precisa de lo que quieren hacer en el futuro (y no les pase como a mi, que con 26 años sigo sin saber que hacer con mi vida...).
• La mayoría de edad no se otorgará hasta los 20 años, momento en el cual la mayoría de los adolescentes sabrán un oficio (tanto si eligieron ser aprendices como si pasaron a F.P.) o bien tendrán una formación académica sólida y, por tanto (o eso espero) ya habrán aprendido a ser más responsables. O, al menos, ya no estén en la "edad del pavo".
• A propósito de lo anterior, por supuesto no se permitirá la conducción, ni el consumo de alcohol y tabaco hasta que se alcance esa mayoría de edad, con la esperanza de que su personalidad se haya desarrollado lo suficiente para ser más conscientes de sus actos. Y aprovechando esta mayor madurez social, habría que legalizar un par de drogas más, ya puestos...
• A los 20 años las opciones serán ponerse a trabajar, estudiar una carrera (si es que todavía les quedan ganas de estudiar) o, si sigues sin tener claro tu futuro, optar a una beca estatal para realizar un viaje de estudios por el extranjero de un año o dos de duración. Estos viajes imprimen caracter, son una excelente experiencia vital y suelen poner las cosas en su sitio.
• Los estudios universitarios volverán a tener una duración inicial de 3 años para las diplomaturas y 5 para las licenciaturas (excepto, claro está, carreras como Medicina o Derecho). Sin embargo, se seguirá la política actual de transformación de las diplomaturas hasta que todas las carreras sean superiores. El inicio de estos estudios a los 20 años y su mayor duración posiblemente desalentarán a los estudiantes menos cualificados (que, no obstante, tendrán más opciones para ponerse a trabajar en algo que les interese), pero con ello desaparecería la "titulitis" que tanto daño está haciendo en el mercado.
• El título de "joven" (y sus oportunos descuentos y ayudas) se dará a todo aquel que tenga entre 20 y 30 años. Una buena parte de la población no se casa antes de los 28, no encuentra un trabajo estable antes de los 30 y no llega a madurar realmente antes de los 35, así que va siendo hora de revisar los modelos sociales con respecto a la edad.
• Por último, se incluirá una nueva carrera dentro de los estudios universitarios: Política Aplicada. Este título será obligatorio para presentarse a cualquier cargo político superior (diputado, senador, ministro o presidente), de modo que nos aseguraríamos que nuestros representantes llegan con una edad apropiada y una formación correcta a su oficio y no "trepando" o comprando los votos. Otra cosa es que una vez llegados al poder se vuelvan tan codiciosos como siempre, pero al menos no les oiremos decir disparates en la televisión...

Semejante reforma exigiría una enorme despliegue de medios económicos y ya sabemos lo que opinan nuestros políticos en invertir en educación (especialmente los sectores más reaccionarios, aunque también los más liberales), así que no deja de ser una utopía. No obstante, los partidos políticos o gobiernos en la sombra que estén interesados en mi propuesta pueden escribirme a mi dirección de correo electrónico (aunque seguro que gracias a sus servicios de información ya sabrán incluso mi talla de ropa interior...). Alquilo o vendo por una subsecretaría con despacho, pocas obligaciones y buen sueldo, o por un puesto de responsabilidad en cualquiera de las constructoras de sus amigos, socios o conocidos.