15 de abril de 2005
My Sister Was A Teenage Mutant
Si Cels Piñol habla de su hija y Absence de su absencito (con todo mi cariño hacia ambos), yo también puedo hablar de mi familia. Pero como ya sabemos que la vida sexual y sentimental de un inadaptado brilla por su ausencia (al menos en mi caso), a mi me toca hacerlo de mi hermana pequeña, a la que ya dediqué un mensaje en los comienzos de este blog. Y el motivo de este nuevo mensaje es hacer una confesión pública: estoy sometiendo a mi hermana a un experimento sociológico sin que ella lo sepa. Mi objetivo, crear a un post-humano, una nueva raza, un ser híbrido perfecto (como los de Expediente-X pero sin la sangre verde). Pero, antes de entrar en detalles, mantengamos la intriga unos momentos y pasemos a los antecedentes.
Tanto mi hermana como yo poseemos una peculiar combinación genética que bien podría haber sido impulsada por alguna organización en la sombra o un científico loco aburrido. Mi padre, sin que él lo sepa, es un auténtico friki. En vez de cómics compra compulsivamente libros, especialmente los que venden en colecciones con los periódicos. En cuestión de 4 años la biblioteca familiar se ha quintuplicado y ante la falta de espacio empiezan a acumularse en cualquier parte. Además le encantan los aparatos eléctricos (no obstante es técnico de electrónica) y se pasa horas jugando a las cartas con el ordenador. Si hubiera nacido 30 años después, seguro que jugaría a rol...
Mi madre, por otra parte, es una fashion victim reprimida. Nació en una familia relativamente acomodada (todo lo acomodada que se puede ser en un pueblo como el mio) y creo que nunca ha llegado a conformarse con vivir de forma modesta. Han reformado la casa tres veces, le encanta la moda (no obstante es costurera) y debe ser una de las pocas madres a las que no solo no le importa que su hija se haga un tatuaje o un piercing sino que además fue ella quien lo sugirió. Si hubiera nacido 30 años después, seguro que sería una bakala...
De la combinación de dos personalidades tan aparentemente dispares (sigo sin saber que se vieron el uno al otro) solo podía surgir algo extraño. No se puede considerar que ni mi hermana ni yo encajemos dentro de los patrones de normalidad. Sin embargo, como en "Los gemelos golpean dos veces", nos repartimos los genes de desigual manera. En mi caso la faceta subcultural se impuso al resto de mi personalidad, degradando mi sentido de la moda y las relaciones sociales, y así es como de crio empollón fui ascendiendo en la escala de la marginación hasta llegar a convertirme en un inadaptado. Y lo que te rondaré, morena. Pero en el caso de mi hermana fueron los genes maternos los que prevalecieron. A pesar de ser considerablemente inteligente, la principal prioridad de mi hermana ha sido salir por la noche, reunirse con las amigas y divertirse. Se niega a salir a la calle con unos zapatos que no combinen con el resto de la ropa, ha trabajado como camarera y solo escucha los 40 principales.
Sin embargo no se puede engañar a la genética. De igual manera que yo tengo un lado gay (que no homosexual) más o menos soterrada, mi hermana es una auténtica friki en potencia. Hace ya tiempo que había observado ciertos signos: le gusta el futbol y es hincha del equipo de mi pueblo natal; le encantan las películas de acción y las comedias escatológicas; tiene más aguante bebiendo que un alemán en el Oktoberfest; se ha tragado conmigo todos los capítulos de Embrujadas; le gustan los videojuegos y pasa en internet casi tanto tiempo como yo. Así que un día decidí averigüar hasta donde llegaba su faceta subcultural. Empecé por pequeñas cosas, como comprar el juego de CSI, serie de la que ambos somos incondicionales (y eso que al principio no soportaba los planos digitalizados de vísceras y fluidos varios) o Los Sims, al que se ha enganchado tanto que a veces hay que arrancarla de la pantalla. También traia a casa películas mucho menos comerciales de las que está habituada a ver y le recomendaba libros de los que nunca había oido hablar.
El paso definitivo lo di hace algunos meses. Un día que estaba aburrida y ya se había leido todo lo que había en casa, me pidió que le prestara un cómic. ¡Un cómic! Mi hermana no había leido algo con viñetas desde los tomos de Asterix que nos compraron cuando eramos crios. Asi que, para no tentar a la suerte, le pasé algo que sabía que le iba a gustar: Alias, de Michael "dialogos imposibles" Bendis. No solo le gustó, sino que se leyó la colección entera en 2 tardes, algo que no es precisamente una proeza, conociendo la densidad (ejem..) narrativa de la serie. Pero era un comienzo. Cuando Panini llegó a las librerias y decidió editar The Pulse, quiso continuar leyendo la serie aun a pesar de que en los números publicados hasta ahora la protagonista no ha hecho absolutamente nada. De hecho Spiderman tiene mucha más importancia en la historia que Jessica Jones. Sin embargo ya no había vuelta atrás; su frikismo latente se había despertado y ahora siente curiosidad por otros títulos. Hace poco apareció en un informativo un reportaje sobre Sin City y entonces le expliqué el origen de la película. Le dejé el primer recopilatorio de las historias de Frank Miller y... ¡le gustó! ¡Y me pidió el siguiente! ¡Y también le gustó!
Asi que, recapitulemos. En estos momentos mi hermana es una chica que se viste de Mango, escucha el reggeaton, sale por las noches, tiene una gran vida social y además le gusta el futbol, bebe, juega a los Sims y lee a Frank Miller. ¡He creado a un monstruo! Una nueva raza, un ser post-humano, un híbrido entre friki y mujer moderna socialmente triunfadora. El andrógino perfecto que unirá por fin cultura y subcultura, desterrando de una vez tópicos y prejuicios y elevándonos a un plano superior de conocimiento. Ya no habrá más chistes, ni seremos un ghetto, ni nos despreciarán por nuestros gustos. Será la verdadera era de aquarius, muy por encima de las religiones y las filosofias.
Ahora solo me falta encontrar un tio con la combinación genética adecuada para que procreen o, en su defecto, clonarla...
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5 comentarios:
Wohh... te juro que me ha dado la sensación de que era mi hermano mayor quien escribía este post. Aunque últimamente nos hemos intercambiado los papeles, no sé si esto es bueno o malo. Ya se sabe, la universidad los vuelve incultos...
Michael "dialogos imposibles" Bendis, jajajaja. Yo diría más: Michael "por qué necesitas 4 páginas para que un personaje abra una puerta" Bendis!
Lo he visto antes, si nos centramos en la parte masculina (genéticamente claro) de la pareja, su hermana 1 se ha trasmutado de "corte ingles only",a activista proinmigrantes con un extraño paso intermedio por los cristianos de base, la hermana 2 ha metarfoseado desde una "progre-porros" a un ratón de biblioteca con las pestañas quemadas por la pantalla del pc y adicta a descargarse lo que sea de internet (da igual lo que sea, si esta en el e-mule ella lo quiere)
jajaja, cuánto amor hay en este post :)
Tengo que darle la razón a ex naranja putrefacta en lo de la universidad. Cuando empecé la carrera era un empollón remilgado. Cuatro años después fumaba, bebía, no iba a clase, iba de pasota por la vida y había perdido todo interés en el mundo académico.
Y dicen que la universidad no forja el caracter...
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