14 de abril de 2005

Odio Todo Esto

¿Has querido pegar fuego en la cabeza de alguien sólo para ver qué aspecto tenía? ¿Te has parado en la calle y has pensado: podría volver ciega a esa monja sólo con darle un beso? ¿Nunca has trzado planes para coser juntos bebés y gatos callejeros para crear un Nuevo Humano Perfecto? ¿Te has alzado desnudo y rodeado de gente que desea tu esperma resplandeciente, chorreando incienso, soma y testosterona por todos los poros?

Si la respuesta es sí, entonces eres el cabrón que me robó las drogas el viernes por la noche. Y te encontraré. Oh, sí.



Esta portada fue censurada en EEUU. Adivinen por qué Posted by Hello

Aprovechando que hoy es mi día libre (y por tanto tengo más tiempo), voy a enmendar un imperdonable error cometido cuando decidí renovar el blog y escojer un nuevo avatar que se correspondiera con el espíritu que quería imprimirle. Después de darle muchas vueltas, la elección fue obvia: el personaje más subversivo, inadaptado, tocapelotas y honesto que ha parido el mundo del cómic. Alguien para quien la Verdad (así, con mayúsculas) está por encima de todo. Alguien que es capaz de conseguir que un político se suicide con una llamada de teléfono. Alguien que odia la fama porque le impide continuar con su trabajo. Ese alguien se llama Spider Jerusalem y de mayor quiero ser como él (bueno, quizás con un poquito más de pelo).

Al moverme por las páginas y blogs más subculturales de la red he dado casi por hecho que mis escasos lectores sabrían quien es sin tan siquiera mencionar su nombre. Sin embargo es más que posible que algunos de ustedes (quizás incluso una mayoría) no hayan oido hablar nunca de él, por lo que mi suposición es, como he dicho arriba, un error absolutamente imperdonable. Por eso va siendo hora de dedicarle un mensaje y difundir la palabra y hechos de Spider por el mundo.



Yo también fumo. Por algo se empieza... Posted by Hello


Empecemos por el principio. Todo comenzó en Madrid, cuando por fin me había establecido y tenía a mi disposición un sueldo que, tras pagar facturas y alquiler, me dejaba un remanente para dedicarme por fin a esa afición que había permanecido latente durante tantos años: los cómics. Como ya comenté hace tiempo yo provengo de un ambiente no-subcultural, por lo que mis inicios fueron lentos y difíciles, comprando los fascículos de Planeta en los quioscos y leyendo de vez en cuando revistas especializadas. Fue gracias a Fanhunter que empecé a conocer las obras más relevantes y pude encauzar poco a poco mis aficiones. Sin embargo lo que leía no terminaba de satisfacerme. Quizás fuera por haber empezado en esto tan relativamente tarde (tenía entonces 23 años), pero sentía que no me conformaba con los X-Men o los cómics de Batman. Quería algo más adulto, algo más ácido, más iconoclasta. Empecé a buscar información en internet y no tardé mucho en leer por todas partes buenas críticas de un autor y una obra, Warren Ellis y Transmetropolitan.

Sabiendo que apenas me había introducido en el mundo de los cómics y que mi sueldo era escaso, huelga decir lo que me pasó por la cabeza cuando vi el precio de los tomos recopilatorios, editados por Norma en la serie Vértigo. Estuve a punto de dejarlo pasar y buscar otra cosa, pero tuve suerte, ya que uno de ellos, "¡Acoso y derribo!" era un número completo y a un precio más o menos digno. Lo compré y, hablando vulgarmente, flipé en colores. Cuando llegué al párrafo con el que he comenzado este mensaje, decidí que esto era precisamente lo que andaba buscando.

Transmetropolitan cuenta las aventuras de Spider Jerusalem, un periodista muy particular que ama la verdad por encima de todo y que hará cualquier cosa por obtenerla. Tras haber publicado dos libros que causaron un gran impacto y le conviertieron en una estrella mediática, Spider decidió retirarse a una casa en la montaña para vivir aislado del mundo. Sin embargo cinco años después se ha quedado sin un duro y encima le debe dos libros a su editor, por lo que no le queda más remedio que volver a La Ciudad, pedir trabajo como articulista en el periódico La Palabra y aceptar la ayuda de dos asquerosas ayudantes para sobrevivir. Aquí es donde comienza la historia.


Madrid no es tan distinto de esto... Posted by Hello

El mundo de Transmetropolitan es un futuro distópico muy cyberpunk y completamente demente. Tanto, que es aterradoramente real. En este mundo la gente tiene implantes cibernéticos y consume todo tipo de drogas, como en cualquier novela de Gibson, pero va mucho más allá. Existen expendedores automáticos en las casas que proporcionan cualquier cosa que necesites reciclando basura. Hay gente que vuelca su información neuronal en una nube de nanomáquinas vivientes que pueden crear una rosa de la nada. Los restaurantes sirven comida humana. Puedes modificar tu ADN temporalmente para ser un híbrido entre humano y delfín, o de forma definitiva para transformarte en un alienígena. Se revive a gente cuya cabeza ha sido congelada durante años y se implanta su memoria en un cuerpo nuevo, aunque tras eso suelen entrar en shock porque son incapaces de asimilar lo que ven. Y los políticos son unos corruptos, unos resentidos y no dudan en matar para alcanzar sus objetivos.

Bueno, quizás en esto último las cosas no sean tan diferentes.

Las columnas de Spider son una denuncia constante de las injusticias de la sociedad, de los errores del sistema y de los trapos sucios del gobierno. Pero en un mundo donde pueden insertarte en la memoria anuncios comprimidos que luego ves en sueños, decir la verdad tiene dos consecuencias. La primera y más inmediata es la fama, algo que nuestro protagonista odia. Ser famoso le impide acercarse a la realidad, conectar con la gente, llegar a la verdad. Por eso se empeña en que le odien: es un camorrista, desconsiderado, malhumorado, salvaje; toma todo tipo de drogas y a todas horas; se caga en las pilas bautismales de alguna de las cientos de religiones que existen en La Ciudad; le gusta correr por encima de los coches. ¿Recuerdan el mensaje sobre matar a toda la gente de un pub con dos Uzi? Pues bien, está descaradamente inspirado (casi plagiado) en este fragmento del tomo 3 de la miniserie "El año del bastardo", en el que Spider está cubriendo una convención política en la que se elegirá al candidato opositor para las elecciones:

El pacto está firmado. Sólo hace falta ver cuál ha sido la moneda de cambio. Para poder subir a este escenario, quien quiera ser Candidato ha tenido que aprender a disfrutar del sabor de las pollas de los grupos de presión. La pregunta es:
¿El Sonriente subirá vacilante al escenario con los pulmones medio llenos del semen de los tiburones de los lobbys? ¿O tan sólo se estará lamiendo los labios?

Tengo tangas ganas de matar a todos los que llenan esta sala. Incluso a los niños.

Sobre todo a los niños.

Porque la segunda consecuencia de querer saber siempre la verdad, es que hay mucha gente interesada en que no lo consiga. Especialmente los políticos, que harán cualquier cosa para evitar que Spider llegue hasta ella. Incluso matarle, si es necesario. En nuestro mundo los gobiernos mantienen un mayor o menor control sobre los periodistas, a la mayoría de los cuales no les interesa perder su empleo y su sueldo tan solo por un reportaje. En el mundo de Transmetropolitan es necesario que alguien se meta hasta el fondo de la mierda y saque a la luz todo lo que hay escondido. Ese alguien, es Spider.

Un personaje así solo podía haber sido concebido por uno de los autores más hiperactivos y dementes que existen en la actualidad, Warren Ellis. Experto en la creación de cómics subversivos y con cierta tendencia a la sangre y las tripas, es la cabeza pensante que está tras títulos como The Authority, Planetary y Global Frequency, entre muchos otros. Actualmente se ocupa de guionizar más series de Marvel de las que una persona normal puede leer al día y además está editando historias en formato único bajo el sello Apparat.

Para acabar este homenaje a la serie que, entre otras cosas, ostenta el dudoso honor de ser una de las poquísimas series modernas que se han publicado en su totalidad en España, me gustaría hacer una referencia a la librería Metrópolis de Madrid. Gracias a su política de vender las miniseries de la línea Vértigo haciendo un pequeño descuento pude hacerme poco a poco con toda la colección. El último de los tomos se editó hace unos pocos meses y en estos momentos me siento un poco huerfano. Ahora que ya entiendo un poquito de cómics se que no voy a encontrar nada ni remotamente parecido, ni tan siquiera en otras series del mismo autor, quizás uno de los motivos por los que decidí crear este blog.

En fin, siempre nos quedará Palahniuk...

6 comentarios:

Anonymous dijo...

Joder niño! Se nota que hoy es tu día libre...
Interesante post.
Chica Z

Anonymous dijo...

La portada fue rechazada en un primer momento poco después del 11-S pero fue usada a posteriori en otro tomo recopilatorio, si no me equivoco.

El inadaptado dijo...

Efectivamente, cuando las cosas se calmaron un poco. Tenía entendido que iban a usarla para un tomo de Norma, pero supongo que después del 11-M no estaban los ánimos para ver trenes volando...

Hijo Tonto dijo...

buen post, me ha agradado... me seguire paseando.

Anonymous dijo...

odio todo lo que existe en el mundo, excepto la musica industrial, a alemania y a japon. Todo lo demas en el planeta es una mierda. Las personas, las tipas, los animales, los oceanos, los estupidamente ricos, america, hollywood, britney spears, cuba, estados unidos, la HUMANIDAD

http://instantesdelucidez.blogspot.com/ dijo...

Que curioso. Hace algunos años publiqué en mi blog (que dejé morir de inanición hace mucho e intento resucitar recientemente) el mismo texto de mi adorado Spider. Al que obviamente intentaba emular de manera infructuosa, hostiar al montón de bastardos lobotomizados con el que tenemos la desgracia de convivir es edificante, pero si no tienes licencia de periodista te la ganas.
No soy muy aficionado a los cómics, pero reconozco haber disfrutado como un enano nihilista de todas y cada una de sus alucinaciones; repetidamente (ahora estoy otra vez con él pero esta vez en inglés) Sigue en esa línea, tito Spider estaría orgulloso de tí, y tito Palahniuk también.