En un principio pensé en no escribir este mensaje, porque es un tema que ya he mencionado en repetidas ocasiones y resulta facilón incluso para este blog. Pero en mi actual trabajo tengo excesivo tiempo libre y una de las pocas cosas que están permitidas hacer es leer las revistas de la tienda. Y cambié de opinión tras leer el último número de esta:
Que conste que lo entiendo. En una sociedad comercial utópica la gente estaría perfectamente clasificada en grupos determinados que siempre consumirían los mismos productos, de forma que el mercado estaría repartido equitativamente y se ahorraría en publicidad e I+D. Sin embargo, hasta que los ciudadanos cambien su estatus por el de consumidores, como en el mundo de "Mercaderes del espacio" de Frederik Pohl, los humanos seguimos siendo entidades complejas con gustos diversos que pueden cambiar con el curso del tiempo. Afortunadamente, no hay dos personas iguales. Pero a las empresas esto no les resulta conveniente y por eso emplean todos su esfuerzos en fomentar tópicos y estereotipos que les ayuden a vender sus productos a sectores concretos de la población, sin tan solo preguntarse si realmente son lo que quieren o necesitan. Y lo peor es que muchas veces lo consiguen.
Normalmente no leo "revistas para hombres" por un motivo muy concreto, no me gusta que me digan lo que debo o no debo ser, lo que me debe gustar o no. Y sin embargo todas estas publicaciones se centran en los mismos aspectos: coches, chicas, tecnología, sexo, deportes, algo de actualidad y moda. Todas son practicamente iguales, con pequeñas diferencias en el tono empleado al escribir los reportajes y la importancia que le den a las diferentes secciones. La última, Sie7e (ni siquiera el nombre es original, creo que todos tenemos en mente la película de la que lo han plagiado), es una copia más o menos descarada de la revista que encabeza este párrafo, DT. Un formato más pequeño, mucho más páginas sobre futbol, pero el mismo tono pretenciosamente desenfadado e informal y practicamente los mismos temas. Se anuncian como una "visión irónica de la actualidad", una revista de buen rollito dicho en otras palabras, y sin embargo leyéndola uno tiene la impresión de encontrarse con un fanzine o un blog escrito por adolescentes de instituto pero publicado de forma profesional. ¿Se supone que eso es lo que le debe interesar a cualquiera que tenga un cromosoma Y en su secuencia genética? Porque yo lo tengo y a mi me parece más bien una broma de mal gusto.
Por supuesto esto no ocurre solo entre los hombres. Cuando hojeo las "revistas para mujeres" de mi hermana, como Cosmopolitan o Glamour, o sus "revistas para adolescentes", como Vale o Ragazza, tengo serias dudas de hasta donde ha llegado el movimiento por la igualdad entre sexos. Si la igualdad significa ser consideradas también consumidores sin cerebro, lo han conseguido plenamente. Mucha moda, mucha belleza, mucho maquillaje, mucho sexo y algo de actualidad son los monotemas de todas estas publicaciones. Si la idea subyacente a las ediciones masculinas es que es bueno y divertido ser un troglodita salido (pero elegantemente vestido) al que solo le interesan los coches y el futbol, en las femeninas es que la imagen y los chicos es lo más importante. Leyéndolas, veo lo poco han cambiado las cosas en los últimos 40 años. Bueno, sí, que ahora tenemos más dinero y nos vestimos con ropa de marca.
Jamás he entendido las distinciones comerciales entre sexos, y no solamente en los quioscos. Por ejemplo, los perfumes. Se que para una gran parte de la población es un dogma de fe, pero les juro que no entiendo que haya fragancias para hombres y fragancias para mujeres. Es decir, ¿los aromas tienen sexo? ¿Quién ha dicho que los olores fuertes (como la madera) son para hombre y los suaves (como las flores) son para mujeres? ¿Y por qué? De hecho siempre he considerado que existe una grave contradicción al respecto. Muchos productos son vendidos como una forma de atraer al sexo opuesto (que funcione o no, ya es un tema aparte). Pero si un desodorante masculino gusta a las mujeres, ¿no sería lícito que ellas también lo utilizaran? A fin de cuentas, cuando compras un perfume lo haces porque te gusta su olor, no porque le gusta a los demás. Si no te gustara, no lo llevarías impregnado en tu cuerpo durante varias horas. Así pues, si asumimos que ese aroma en particular gustará tanto a los hombres que lo usan como a las mujeres que lo huelen, ese desodorante debería ser unisex. Y sin embargo tanto ese como una larga lista de productos de higiene están debidamente catalogados, y nos han lavado el cerebro de tal manera que casi ningún hombre se atreve a usar una colonia de mujer y viceversa. La estrategia es perfecta: el doble de categorías, el doble de ventas.
Algo que jamás he soportado es que alguien traze una raya en el suelo y nos coloquemos a un lado o a otro como ovejitas obedientes. Hace ya mucho tiempo que se superó el tópico de que los pantalones son solo para hombres, pero muy poco más se ha avanzado al respecto. Salvo algunos diseñadores que van de "transgresores", ninguna marca de costura occidental con dos dedos de frente se atreve a vestir a los hombres con falda. Eso es para mujeres y nadie se lo cuestiona. Hubo hace poco tiempo un tímido intento de lanzar el bolso para hombres, pero no ha llegado a cuajar. Los bolsos son para mujeres y nadie se lo cuestiona. Y como ese ejemplo, mil. Hay coches adecuados para mujeres y otros para hombres. Hay libros para mujeres y otros para hombres. Hay programas de televisión para mujeres y otros para hombres. Hay cierto tipo de regalos que solo se le hacen a las mujeres y otros que solo se le hacen a los hombres. Hay cómics para mujeres y cómics para hombres...
Desde este blog he reivindicado y reivindicaré siempre que desaparezcan de una vez las categorías y los estereotipos y nos convirtamos por fin en personas. Tan simple y tan complejo como eso. No soy heterosexual, soy una persona a la que le gustan las mujeres. No soy un hombre, soy una persona con un cromosoma Y. No soy un friki, soy una persona que lee cómics. Y como persona, no se me puede clasificar. Me gustaría que me regalasen peluches, como se supone que solo se le regalan a las mujeres. Me rio con las historias de Ralf König, como se supone que solo se deberían reir los homosexuales. Paso horas jugando a rol en el ordenador, como se supone que solo deberían pasarse los adolescentes. Y no me siento menos hombre, menos heterosexual o menos adulto por ello.
Porque soy una persona, no una etiqueta.
6 comentarios:
Para el sistema eres un consumidor.
Joder macho, te superas con cada comentario. Por cierto, suerte que no es esmentado la revista "Super pop", el terror de la niñas: esta revista sí que fomenta y pontencia topicazos adolescentes (que si sexo, que si moda,...).
Igual ya lo conoces, si no, te recomiendo q leas algo sobre la teoría Queer...
Y q cojones, una es demasiado complicada para q la resuman con 4 etiquetas.
Pues menos mal que el mensaje me parecía demasiado largo. Si me pongo a discutir sobre las revistas del corazón y las de tunning...
Pillé la "sie7e" por que salia Jessica Alba: le deidcan tres páginas y dicen que interpreta a "Tormenta en los cuatro fnatasticos". Bravo, chicos. os lo habeis currado, y aun encima van de ocleguitas idciendo que osn fans de sin city. luego ochenta paginas de futbol (¿por ser hombre me tiene que gustar?) y terminan recomendandome que vea "Troya" y "Cronicas Marcianas". el dinero peor gastado de mi vida.al menos interviú trae videos eróticos.
Cierto henrique, a ver si me acuerdo de mandar un mensaje de protesta enérgica a los de la revista por chapuceros. Tanto dinero invertido en publicidad y ni siquiera se molestan en preguntar a un experto en cómics sobre las películas...
Publicar un comentario