23 de abril de 2005

Última sesión (II)

ANTITESIS

En este pais tenemos la desagradable costumbre de lamentarnos cuando es demasiado tarde para arreglar las cosas. Cuando apareció la noticia del cierre de los cines Navas y Aana (aunque este último en realidad seguirá parcialmente en funcionamiento) no solo me sorprendió gratamente la pequeña conmoción que provocó en una ciudad que lleva años siendo expoliada por los intereses inmobiliarios, sino que también me reí. Me reí a carcajadas porque es ya muy tarde para intentar solucionar un problema del que absolutamente todos tenemos la culpa, yo incluido.

Por si no lo sabian, Alicante es la localidad española con mayor número de salas de cine por habitante. En los últimos años se han abierto 5 multicines en sendos centros comerciales con una media de 6 a 10 salas cada uno, todos relativamente alejados del centro histórico. Es un hecho bien conocido que esta ciudad no se ha caracterizado nunca por su afición al cine (¿cuantos directores alicantinos conocen?); sin embargo, no solo acabamos de batir un record sino que incluso ya se ha inaugurado parte de La ciudad de la luz, un enorme complejo de estudios de cine. Así que una de dos, o el alcalde es un amante del séptimo arte, o rodar y exhibir películas es un negocio mucho más rentable de lo que nos quieren hacer creer.

El lamento de los periodistas y los cinéfilos más radicales no van a servir para recuperar los cines históricos perdidos. Y ahora yo me pregunto, ¿y qué si los cierran? ¿de qué nos va a servir conservar esas salas? Porque para bien o para mal, la vida sigue, los tiempos cambian y está claro que los multicines son el futuro. Es cierto que la quiebra de todo pequeño negocio supone la ruina (o no) de algún empresario local, pero también hubo quiebras cuando se pasó de los coches de caballos a los coches a motor, o del gas a la instalación eléctrica. Además, que yo sepa, no vivimos peor con esos adelantos tecnológicos.



Lo único que sigo sin entender es por qué la entrada parece una nave espacial... Posted by Hello

Vamos a decirlo bien alto de una vez: los multicines molan. Son espacios modernos, grandes, profesionales, limpios, con unas salas espaciosas, asientos cómodos, moqueta, pantallas enormes, sonido acojonante y la temperatura del interior casi siempre es la adecuada. No son más caros que los demás cines y además suelen admitir descuentos durante toda la semana, sin incluir el día del espectador. Es cierto que tienen defectos, como el abusivo precio de las palomitas o la falta de personalidad de los cines, pero por lo demás son espacios ideales para disfrutar de las películas sin molestias ni interrupciones.

Cuando se cierra un cine histórico pueden más los recuerdos y los sentimientos que la lógica. El Carlos III es una sala a la que un día entré con una amiga y salí con una novia, razón por la que su quiebra me afectó personalmente. Sin embargo se trata de un local viejo, frio, que olía a moho, con un patio de butacas larguísimo y combado que impedía ver correctamente la película si te sentabas en las últimas filas. De igual manera el Ideal era una perfecta sala de fiestas con palcos, madera y mucha nostalgia encerrada en sus paredes; sin embargo el patio de butacas era demasiado pequeño, la fachada necesitaba una restauración urgente y la seguridad del local era muy cuestionable. Es cierto que estos cines transmiten un ambiente que los impersonales multicines jamás tendrán, pero también es cierto que no es el más adecuado para ver "Matrix", por ejemplo. Además, son las películas las que tienen que crear un ambiente y no los cines donde se proyectan quienes lo suplan.

El principal problema de la pérdida de los pequeños negocios en favor de las grandes empresas solo es uno, la estandarización de la cartelera. En los 5 multicines de Alicante siempre hay al menos tres o cuatro películas que se repiten, ya que tienen acuerdos con las grandes distribuidoras para que proyecten las películas más comerciales y así obtener más beneficios. Los cines históricos en cambio tienen más libertad a la hora de escoger lo que quieren exhibir, de forma que gracias a ellos podemos ver títulos que las multinacionales del ocio no consideran rentables. Es cierto que algunos multicines, como la cadena Cinebox, dedica parte de sus sesiones a proyectar cintas independientes (incluso hay sesiones temáticas), pero todos sabemos que esto es una excepción. No creo que vea jamás una película iraní en un centro comercial...

SINTESIS Y MORALEJA

En un mensaje anterior hablaba sobre la inmadurez cultural que vivimos. No nos gusta asumir nuestras responsabilidades y dejamos que las empresas resuelvan los problemas por nosotros. En el caso de los cines, es más de lo mismo. La gente acude en masa todos los fines de semana a los centros comerciales para ir a los multicines, en detrimento de los cines históricos, y sin embargo se escandalizan cuando descubren que las empresas que los gestionan se han declarado en quiebra. ¿Que esperaban, que vivieran del aire? Sin espectadores no hay beneficios y sin beneficios no se puede mantener una empresa, que a fin de cuentas es lo que son. Es cierto que hay casos muy injustos como el del Navas, que posiblemente tendrá que cerrar un desacuerdo con las distribuidoras y no por la falta de ingresos, pero el resto de salas simple y llanamente se han quedado sin público. Así que ya es tarde para llorar y lamentarse, ¡haber acudido más a menudo a esos cines y no protesteis ahora por algo de lo que nosotros tenemos la culpa! Incluido yo. Si cierran los minicines Astoria sentiré siempre una punzada de remordimientos, puesto que hace muchos meses que no acudo a ellos y sin embargo si que he visto muchas películas en el centro comercial que hay al lado de casa.

Cuando desaparezcan todos los cines históricos, la falta de variedad en la cartelera se hará muy patente. Entonces, como ahora, si nadie levanta la voz para protestar llegará un momento en que será muy tarde para hacer nada. Es el momento de acudir a las filmotecas, de presionar a las empresas para que diversifiquen su programación, de apoyar las iniciativas de aquellos centros culturales que proyectan títulos casi desconocidos para hablar de un tema de actualidad. Y si no, después no me vengan llorando en los periódicos. A las multinacionales no les importa la cultura, no les importa el cine, ni siquiera les importamos nosotros; solo les importan los beneficios. Y el cine de minorías, no es rentable.

En fin, supongo que siempre nos quedará el e-mule...

10 comentarios:

El Tete dijo...

En Córdoba pasó lo mismo. Ya no queda ninguno de los cines tradicionales. Ahora acaban de abrir otro "complejo de ocio" con 16 salas. Y digo yo... A más salas, más probabilidades de que traigan más películas, ¿no? Aun así, aquí en Córdoba, para ver cine independiente, la gente sólo puede recurrir a la Filmoteca de Andalucía.

Y al fin y al cabo, los cines son empresas. Y como tales, quieren beneficios. No se les puede culpar de eso. No abren por amor al arte.

Vamos, digo yo...

El inadaptado dijo...

Pues eso. Además a mi me gusta acudir a los multicines, porque solo me tengo que preocupar de ver la película. Pero creo que deberiamos ser nosotros quienes decidimos lo que queremos ver y no ellos quienes nos digan qué es lo que nos debe gustar.

Si al menos en los videoclubs hubiera más variedad...

Osita Punk! dijo...

He visto que tu pais esta muy en mis noticiarios...
La razon??
La legalizacion del matrimonio GAY, toda una novedad para estos tiempos...jaja, broma, no es un tema muy novedoso...de hecho me tiene bastante HARTA el tema, porque no encuentro que es algo tan dificil de entender...:)
Saludos!
Coté!

El inadaptado dijo...

Bueno, hay gente que sigue viviendo en el siglo XVI, además de mucho católico radical. Y eso que todavía no has visto nada. Espera que los obispos empiecen a meter las narices y verás...

Jackal dijo...

Esto de las salas multicines es como todos los avances tecnológicos/comerciales. Ahora todo es a lo grande, estilo yankee.

La-Ruina dijo...

Eh, yo odio los multicines, jajaja. No me gustan.

miusss dijo...

arrebato de sinceridad:
cuando veo posts tan largos me cuesta la vida leerlos! así que como he venido varias veces y nunca te dejé nada, que sepas que vengo a verte de vez en cuando.
Sí.. soy una vaga, pero también otras cosas!

besos :)

El inadaptado dijo...

Uis, perdona Miuss, pero no puedo evitarlo. Tengo tantas cosas en la cabeza que no se cuando parar.

Mmm, quizás tendría que escribir un libro...

REFO dijo...

Yo echo de menos el regustillo nostálgico de los grandes cines, de los anfiteatro e incluso del gallinero.

Ahora todo es demasiado perfecto y eso siempre eso malo.

porlacara dijo...

Lamentablemente el mundo del cine es un negocio y cada vez las cosas se sacan más de madre. Yo que trabajo en uno y ya he estado en dos empresas, te puedo asegurar que lo único que les importa a los jefes de las cadenas de los multicines es el dinero. Por eso, nunca se arriesgarían a intentar estrenar algo que no sea medianamente comercial...