Una actriz de los pies a la cabeza

Esa mirada...

Esta mañana el inadaptado se ha levantado de muy buen humor. Anoche me lo pasé en grande (porque en Alicante seguimos de vacaciones y la mayoría de universitarios están fuera, bwa-ha-ha-ha), hoy ha salido el sol después de una noche de lluvia y he dormido hasta la hora de comer. Así que voy a celebrarlo hablando de uno de mis máximos referentes femeninos.

He de confesarlo: yo estuve enamorado de Aitana Sánchez-Gijón, y todavía me tiene hipnotizado cada vez que aparece en la pantalla. La descubrí, como tantos otros, en la genial "Bajarse al moro" (lástima que ya no hagan películas tan frescas y genuinas como esta) y el flechazo fue inmediato. Y no por el desnudo integral (aunque me deberán reconocer que en aquellos tiempos tenía un "muerdo", que diría Forges). Aitana, aun siendo una mujer de bandera, nunca ha destacado por tener un físico excepcional. Es guapa, sí, tiene una bonita figura, también, pero no es eso lo que te atrae de ella. Son sus gestos, sus miradas, sus sonrisas, la seguridad en si misma, su madurez, su aplomo, su enorme profesionalidad. Si hubiese nacido 30 años antes se hubiera convertido en un referente cinematográfico, porque tiene todas esas cualidades que hacen de una actriz una auténtica estrella. ¿Recuerdan la escena de "Boca a boca" en la que está esperando a Javier Bardem en un bar? Ni siquiera Gilda sugería tanto fumando un cigarrillo (deliciosa y excitante incorrección política, en estos tiempos que corren).

He dicho que tiene todas las cualidades de una estrella, pero no es cierto. Le falta una de las más comunes: vanidad. Si hay algo por lo que Aitana destaque sobre los demás, es que es, ante todo, una actriz de los pies a la cabeza. Según el imdb, ha participado en 43 proyectos en apenas 15 años, incluidos varios extranjeros (como la reciente "El Maquinista") y en ningún momento ha hecho alarde de ello. Ha ganado diversos premios, y no se ha paseado por las revistas para presumir. Fue presidenta de la Academia del cine español y muchos la echan todavía de menos. Su carrera, como su físico, no llama excesivamente la atención, pero es sólida, honesta, muy profesional y no tiene nada de lo que arrepentirse (bueno, quizás de su papel en ese horror de serie que fue "Los 80", pero nadie es perfecto).

Aitana Sánchez-Gijón de Angelis, italiana de nacimiento, ahijada de Rafael Alberti y prima de Pablo Carbonell (vivir para ver...) tiene en estos momentos 37 espléndidos años y mucho futuro por delante. De entre todas las actrices que han pasado por Hollywood, ella es sin duda quien más se merece triunfar. O quizás no. ¿Se merece la meca del cine una actriz como ella? O, dicho de otra manera, ¿puede el cine americano ofrecerle papeles que estén a su altura? Me permitirán que sea un poco egoista, pero particularmente, preferiría que se quedara en España. O, al menos, en Europa, porque viendo como está nuestro cine...