19 de abril de 2005
Una buena novia
Hay rostros que captan mi atención desde el primer momento en que los veo. Miradas de un segundo por las que me siento atraido al instante. Mujeres que con un simple vistazo se distinguen en mi mente de todas las demás. Natalia Verbeke es una de ellas.
Recuerdo que la primera vez que la ví fue hace ya bastante tiempo cuando estaban emitiendo en la televisión el trailer de la película "Un buen novio", que pasó sin pena ni gloria por los cines. Ya en ese primer instante no pude evitar fijarme en ella, pero aún no sabía su nombre. Durante bastante tiempo estuve intentando averigüarlo, pero aun a pesar de "Nadie conoce a nadie" y "Kasbah" no volví a tener noticias de ella hasta que llegó "El hijo de la novia". Lo reconozco, no veo demasiado cine español. Desde entonces ha ascendido rapidamente en mi particular imaginario femenino hasta ser uno de mis principales iconos cinematográficos. Si estuviera en el instituto, llevaría una foto suya pegada en la carpeta.
De Natalia Verbeke se pueden destacar muchas cosas. Sus grandes ojos oscuros. Su preciosa sonrisa y como se le inflan los carrillos cuando rie. Su gesto aniñado. Su voz suave, con ese casi imperceptible acento argentino que aun se puede intuir tras algunas palabras. Su simpatía. Su buen hacer frente a las cámaras (no es que sea una actriz extraordinaria, pero hay que reconocer que no lo hace mal). Su sentido del humor.
Pero si fuera por esas cosas, quizás no estaría hablando hoy de ella.
No, porque aunque me tachen de insensible, de machista, de salido, de retrógrado, de todos lo que ustedes quieran, si hay algo que se puede destacar de Natalia Verbeke es que está buena. Muy buena. Jodidamente buena. Desde que vi la escena de sexo con Eduardo Noriega en "Nadie conoce a nadie" se ha convertido en uno de mis principales mitos eróticos. Tiene unos pechos perfectos, una piel tersa, unas curvas de infarto. Unido al gesto aniñado que he mencionado antes, la Verbeke se convierte en una poderosa lolita de 30 años, inocente y sexual, dulce y picante. Es la novia que todos quisieramos tener alguna vez en la vida, alguien que cayera bien a nuestros amigos y familiares, y que nos vuelva locos en la cama. ¿Puede reprocharle alguien a Eduardo Blanco que quisiera quitarsela a Ricardo Darín?
Lamentablemente, tiene un defecto: está (o estaba) saliendo con un torero. Me esperaba algo más de ella. En fin, nadie es perfecto...
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9 comentarios:
la pregutna del siglo es: ¿que natural y que es "regalo de papuchi"?
Pues si ha pasado por un cirujano, mi mas sinceras felicitaciones a este. Porque hay que reconocer que se lo ha currado...
la berbeke es un torbellino sexual que me tuerce el cerebro cada vez que la veo sonreir.
lo del torero es muy lamentable :(
Es más guapa en rubia o en morena?
morena
Tiene estrias en el pecho. Lo siento!!!!
Sí, la Verbeke tiene un buen repaso de cirugía, la verdad.
Me la pone con brillo, pero lamentablemente es muy mala actriz.
A mí la qye me va es LEONOR WATLING.
Si, bueno, la verdad es que no creo que se la recuerde por sus actuaciones (las cosas como son) y que debe tener sus defectillos, pero un mito erótico es un mito erótico.
La Watling en cambio es demasiado buena actriz para ser solo un mito erótico en mi imaginario. Y eso que buena está un rato...
la Watling, otra que tal baila
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