La tortura ni es arte ni es cultura
Ya que tanto se ha dicho sobre el tema, y sabiendo que mi postura está claramente en contra de la tauromaquia, me voy a limitar a hacer tres preguntas que parecen no tener contestación:
- Si en este pais un esguince de Ronaldo crea mayor conmoción que la que está provocando la enfermedad de la lengua azul, esa que supuestamente amenaza con acabar con las corridas y los encierros... ¿por qué muchos medios de comunicación, incluso los más serios, siguen teniendo la desfachatez de llamar a los toros la "fiesta nacional"?
- Después de todo el debate acerca de la protección a la infancia, el ataque injustificado a los videojuegos y los enfrentamientos con las televisiones privadas... ¿por qué se siguen emitiendo las corridas de toros en horario protegido? ¿Acaso matar a un animal en directo tiene valor educativo?
- ¿Que poderosos (y oscuros) intereses han movido los hilos que han conseguido que casi todos los informativos del país (incluso aquellos que NUNCA hablan de toros) se hicieran eco del debut de Cayetano Rivera en los ruedos como si se tratara de una noticia de relevancia internacional?
4 comentarios:
Porque vivimos en un país de mierda. El otro día salió en la sección de deportes del telediario cómo se dislocaba el hombro un jugador de la NBA, se iba a retirar, pero había que hacer los tiros libres... Pero él tenía el brazo que suele utilizar mal, estaba "pachuchito", pues lo obligaron a salir a salir y tirar con el otro brazo. ¿Te imaginas eso en la liga de fútbol español?.
En cuanto a los toros: vivimos en un país de cafres de mierda, en los que me incluyo. Así estamos, que nos vamos a la mierda (¿cómo no?).
Aunque me duela decirlo, creo que todavía no hemos visto ni la mitad...
"dónde esté una buena corrida, que se quite el fútbol!"
"eso, eso, dónde esté una buena corrida que se quite el futbol... y los toros!!!!"
(sé que es viejo y malo, pero me encanta)
Es lo único que no respeto en este mundo. Me mencionan los toros y me pongo de muy mala hostia.
A ver si se acaban de una vez.
Siempre poniendo los mismos argumentos.
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