10 de marzo de 2005

Yo soy yo




Resulta irónico que haya gente que piensa que soy inteligente, algunos incluso que muy inteligente, cuando en realidad hay muchas veces en que me siento como un retrasado. Poco importan mis calificaciones académicas o los halagos de los demás, existen muchos momentos en los que me planteo mis propia inteligencia, si no sufro algún tipo de discapacidad nunca diagnosticada, algún problema mental grave que resolver, algo que simplemente no funciona bien en mi cerebro.

Hay muchas cosas en esta vida que todos dan por hecho y que no entiendo como funcionan, cosas que de alguna manera todo el mundo espera que aprenda por mi mismo o por... que se yo, inspiración divina. Pero nunca aprendí esas cosas y cada vez me parece más tarde hacerlo. Jamás he entendido de coches, por ejemplo, ni de deportes, ni de burocracia, ni de esas pequeñas cosas que parece que cualquiera sabe. Cualquiera menos yo. Y ahora siento vergüenza, de preguntar lo que otros consideran obvio, de delatar mi ignorancia y mi estupidez. No se como funciona una hipoteca. No se la diferencia exacta entre los coches de gasolina y los de diesel. No se en que consiste la declaración de la renta. No se hacer globos de chicle. Ni siquiera se fumar correctamente...

Más allá de los conocimientos, hay muchas otras cosas que me cuesta entender. El trato a la gente, la forma de vivir la vida, los valores, las creencias, las afiliaciones... Las cosas del día a día, que nos rodean, a las que nos tenemos que enfrentar a diario. Sin embargo muchas veces me siento como un retrasado, o como un niño que creció demasiado pronto y de repente se encuentra con obligaciones de adulto cuando hace dos dias aún estaba jugando. Por muy inteligente que me digan que soy, hay muchas cosas a las que no se como enfrentarme. Y me da vergüenza pedir ayuda constantemente, porque se da por hecho que debería saber como salir adelante, que debería conocer los problemas y las soluciones, que al alcanzar una edad uno debe saber lo que hay que hacer en cada momento. Pero no es así. Me siento solo, perdido y asustado.

Se habla ahora de inteligencia emocional, o inteligencia mal dirigida, o chorradas por el estilo. Sea cual sea la causa, sigo sintiendome como un retrasado, como un niño, como un ser que no pertenece a este planeta. Quizás por eso no entiendo el amor ni el sexo. Será falta de madurez, será falta de inteligencia, serán mis circunstancias... Sea lo que sea, nunca he sabido como tratar a las mujeres y sigo sin saberlo. Y observo, y escucho consejos, y hago timidos intentos, pero la realidad me sigue pareciendo compleja, dura y contradictoria. Porque soy una persona introvertida, tímida, que sería incapaz de acosar a nadie en un local atestado de gente, humo y hormonas. Y sin embargo lo que yo considero violencia parece formar parte de un juego del que nunca he tomado parte y que no entiendo. Intuyo las reglas, pero no están hechas para mi.

Sea cual sea mi problema, si es que lo tengo, si no resulta parte de mi propia estupidez el creer que tengo un problema de estupidez, sigo aquí solo, perdido y asustado. Y se que nadie puede guiarme por la senda que yo mismo he de recorrer, que hay cosas que quizás nadie puede enseñarme, pero no puedo dejar de preguntarme si no habría alguien en alguna parte que pudiera arrojar algo de luz sobre tanta oscuridad. Porque, en ocasiones, el mundo se me antoja como algo cuyas reglas no están hechas para los que viven en el y por eso hay tanta gente que se pierde por el camino...

1 comentario:

Montse dijo...

Mucha gente se sentiría identificada con lo que has escrito...