ELLA

Ella, morena

Hay modelos que saltan a la fama por muy diversos motivos. Por una relación, por un escándalo, por una campaña de publicidad, por su salto a la pantalla o al mundo de la música. Hay modelos que se convierten en iconos de una generación, en musas de un diseñador, en imagen de todo un pais. Hay modelos que son iconos de la voluptuosidad, del androginismo, de la belleza, de la anorexia. Y también hay modelos como ELLA.

Ella, rubia

Natasha Semanova, conocida en su trabajo como Natalia, vino al mundo un 1 de octubre de 1980 en Moscú. Llegó a las pasarelas por casualidad, cuando con 13 años acompañó a una amiga a un casting de modelos y el diseñador Slava Zaitsev (el creador del perfume Maroussia) se fijó en ella. Tan solo un año después se convirtió en la primera rusa en ganar el concurso Elite Look of the Year, uno de los más prestigiosos, lo que la convirtió en objeto de deseo de los diseñadores más importantes.

Ella, inocente

Aun a pesar de ser una de las mejores modelos del mundo su biografía es más bien poco interesante, razón por la cual ha pasado desapercibida para la prensa y el gran público. Se ha dedicado en cuerpo y alma a su profesión, sin escándalos, sin romances, desfilando para las mejores marcas. Es fija en las pasarelas de alta costura, trabajando para gente como Yves Saint-Laurent, Dior, Chanel y muchos otros.

Ella, salvaje

Ella es una mujer de caracter sosegado, a la que no le gustan las fiestas ni el mundo de la noche. Hace dos años se casó con su representante y cumplió su deseo de irse a vivir a Paris, la ciudad de sus sueños y en la que realiza la mayor parte de su trabajo. No ha hecho otra cosa en la vida y eso se demuestra en la enorme profesionalidad con que desfila y posa. No en vano fue durante muchos años seguidos el rostro de las colecciones de Mango, honor que ninguna otra modelo ha vuelto a conseguir.

Ella y la publicidad

¿Por qué ella y no otra? Pues no sabría decirlo. Me convertí en adicto al canal Fashion TV cuando llegó la televisón por cable a mi hogar paterno, y en seguida me llamaron la atención su mirada, su boca, su rostro dulce, su energía en la pasarela. Una modelo de los pies a la cabeza que sabía destacar entre todas sus compañeras, siempre reservando una sonrisa a las cámaras, sin soberbia, sabiendo muy bien lo que debe hacer en todo momento. Se dio la casualidad de que en aquellos momentos deambulara por mi casa uno de aquellos catálogos de Mango, donde ella era la absoluta protagonista. Y me hechizó, me fascinó la naturalidad y la magia con la que aparecía en las fotos. La cámara la adora, los modistos también, y tiene un pequeño grupo de fans alrededor del mundo que nos conformamos con adorarla en silencio y sin estridencias. Sosegados, como ella.

Ya que a día de hoy no existe ninguna página web oficial de la modelo (que yo mismo he estado tentado de crear), sirva este rincón en la red como homenaje a la supermodelo más desconocida, y punto de partida para reivindicarla como una de las más importantes que existen en la actualidad. Ella, es única.