Un capricho

¿Verdad que no puedes dejar de mirar su boca?

Habiendome atrincherado en el turno de tarde en mi último trabajo (tras negociarlo con mi compañero de ídem a espaldas de la oficina) y ya que siempre me acostaba tarde, adquirí la sana costumbre de no levantarme nunca antes de las 10 y media. Y uno de esos dias, tras haberme preparado el imprescindible vaso de leche con cacao (no soy persona sin él), descubrí en La2 una serie para adolescentes llamada "Popular", que oscilaba entre el sentimentalismo barato de Al salir de clase y el surrealismo de Matrimonio con hijos (solo que con un reparto más agradable y profesional que la primera, y gags con menos gracia que la segunda).

Si me acabé enganchando también a esta serie, aparte de por el hecho de que a esas horas no había nada mejor que ver, fue por su reparto. Porque allí todos (o casi todos) eran guapos, tanto ellos como ellas. Especialmente ellas. Y de entre las chicas, quienes más me impactaron fueron sus dos protagonistas, Sam McPhearson (Carly Pope) y Brooke McQueen (Leslie Bibb). La rubia pija y superficial, contra la morena inteligente y concienciada. Hermanastras a la fuerza, enfrentadas casi hasta el final de la serie, pero las dos terriblemente guapas. Y sexys. Lo que te hace plantearte esa pregunta, muy machista (lo reconozco) pero casi inevitable:

Si me pudiera acostar con una, solo con una, ¿a cual escogería?

Y ganó la morena. Ya tenía media batalla ganada por su papel de rebelde contestataria de instituto, enfrentada a esa obsesión americana por la popularidad que da nombre a la serie. Otra inadaptada (con un culo magnífico, pero inadaptada a fin de cuentas). Sin embargo hay algo terriblemente sugerente y erótico en ella. ¿Será la pose de niña traviesa? ¿serán las cejas afiladas? ¿serán esos labios grandes y carnosos? ¿será ese pelo lánguido e indomable? ¿será su cuerpo menudo? Quizás no sea nada de eso, quizás solo sea un capricho, pero la cuestión es que consiguió que todas las mañanas desayunara a la misma hora, solo para verla. Esa si que era una buena forma de comenzar el día.

Nota: aunque perdedora de la competición, Leslie Bibb se ha convertido con el paso del tiempo en toda una mujer, físicamente superior a nuestra homenajeada, pero con una cara de niña buena que carece por completo de ese erotismo salvaje. Para aquellos que quieran echarle un vistazo, aquí tienen una web dedicada a ella.