19 de febrero de 2005

Angustia

Ayer fue uno de esos dias.

¿Han reido de alegría y llorado de tristeza al mismo tiempo en alguna ocasión? Yo sí. Fue a la salida de la película L'auberge Espagnole, de Cédric Klapisch. Tras dos años de lucha en la capital, atrapado en un trabajo rutinario, solo, sin ambiciones, esa película me abrió una herida que trataba de olvidar en vano. Una herida cuyas raices llegan hasta mi alma. Y se me abrieron los ojos,de par en par, y fui consciente de lo absurdo que era todo, que había perdido completamente el rumbo, que las cosas no podían seguir así.

Ayer fue uno de esas noches.

Cada vez que regreso a mi pueblo, a casa de mis padres, toda mi vida desfila delante de mis ojos, como a aquellos que están a punto de morir. Todo lo que yo soy se forjó en la oscuridad de esta casa, en madrugadas ociosas donde mis escasos sueños tomaban forma en la pantalla del televisor. Esos fantasmas me rondan cuando estoy aquí y me pregunta qué he hecho con mi vida. Ayer, precisamente ayer, apareció de nuevo la película para hurgar en mis heridas. E igual que ocurriera dos años atrás, se me abrieron los ojos y pude contemplar el caótico absurdo de mi vida y el abismo del futuro incierto que me aguarda. Nada tiene sentido.

Ayer fue uno de esos momentos.

Me miré al espejo y me horroricé de lo que vi. Soy la viva expresión de mi ambiguedad y mi decadencia. Un cuerpo joven pálido y fláccido, con unas piernas rollizas y velludas. El nacimiento de una tripa en un torso esquelético. Una barba que se resiste a crecer en una cabeza entrecana. No me gusto. Me aborrezco. Me odio.

Ayer fue uno de esos instantes.

Una melodía me recordó que he abandonado mis sueños. Sueños que hablan de frivolidad, de vanguardismo, de vestidos con lentejuelas, de fotografía y diseño, de clubs y fiestas en chalets privados. Sueños que hablan de bailar en una playa hasta que los pies me sangren. Se dice que cada persona nace con un don: el mio es danzar hasta elevarme a un plano superior. Y sin embargo me estoy pudriendo nuevamente en una rutina que me aburre, en un lugar que me incomoda, con gente con la que no congenio.

No me gusta mi vida. No me gusto yo. Y no tengo ni puta idea de lo que me depara el futuro. Ayer fue uno de esos dias, una de esas noches, uno de esos momentos, uno de esos instantes, en que quise mandarlo todo a la mierda: familia, estudios, amigos, piso, coche. Empezar de cero. Empezar a ser yo.

Pero todavía no se quien soy yo...

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