25 de febrero de 2005

Stranger than reality


LOS SUEÑOS SON RESPUESTAS A PREGUNTAS
QUE NO SABEMOS FORMULAR Posted by Hello

O por lo menos eso decían en Expediente X. Pero hete aquí que en algunas ocasiones los sueños son precisos y muy reales, y la realidad es onírica e irónica.

Anoche llovió mientras dormía, lo cual suele influir de manera notable en lo que sueño. Quizás se deba a que los cambios de presión y temperatura afectan al cerebro; quizás sea porque la tormenta limpia la atmósfera de residuos electromagnéticos; quizás haya alguna explicación chamánica. En cualquier caso lo que ayer soñe fue meridianamente claro y no da lugar a segundas lecturas:

Me encontraba en un Alicante levemente diferente pero reconocible. Y era yo, no otra persona. El yo actual, que está parado, sin un duro y considerablemente solo. Daba vueltas por la ciudad, ya que no tenía nada mejor que hacer. En mi camino descubrí un par de escenas sexuales en sendos puntos de la ciudad y ese fue el detonante para que me viniera abajo. De repente fui consciente de los terriblemente solo que me encontraba y me puse a llorar amargamente. Un conocido de mi pueblo (que no vive aquí) me vio por la calle y trató de consolarme, en vano. Me senté a llorar en el banco de algo que parecía una estación de tren o autobús y cuando alcé la mirada había una chica observándome. Y ahí acabó el sueño.


Esta mañana me he despertado con una sensación de alivio. Aunque la verdad es que no había pensado en ello, ahora resulta obvio: estoy deprimido. Y ya que no podía llorar en el plano real (porque últimamente no me salen las lágrimas), al menos he podido hacerlo en el onírico. No se como he tardado tanto en darme cuenta; quizás lo he enterrado en el subconsciente para evitar hundirme más y por eso ha creado un sueño con el que huir de allí. Lo ha tenido fácil; al malestar de estos últimos dias tan solo ha tenido que añadir los recuerdos del clip porno que estuve viendo anoche (un gang bang con Aurora Snow; esa cria es acojonante) y un poco de la publicidad que tanto suelo criticar (no me pregunteis por qué, pero la chica que me observaba en el banco era la ganadora del concurso Pelo Pantene del año pasado). Et voilà! La fuga de Colditz en versión neuronal. Debería venderle la idea a Cronenberg.

Pero lo mejor ha venido cuando he mirado mi correo. Los miembros de la antigua pandilla de amigos (ahora disuelta, aunque nadie quiere admitirlo), decidimos hace un año crear un grupo de MSN para así tener un foro en el que dejar mensajes y contarnos nuestras vidas. Muchas son las cosas que han pasado gracias a (y por culpa de) esa página, entre las cuales una monumental bronca colectiva en la que decidí que no tenía sentido que siguiera viéndome con una gente con la que no congenio. Creo que ya hablé de eso en otro mensaje, no se, da igual. El caso es que ahora no escribe nadie (el que más lo hacía era yo, pero ahora prefiero hacerlo en mi blog) y por eso he convocado un referendum para saber si la gente quiere continuar con esta tontería o no. Gracias a él he conseguido que la gente opine de nuevo, y uno de los miembros del foro (que por cierto no me soporta) ha hecho una revelación asombrosa:

"chicos tener cuidado con las rayitas ke ese vicio no es bueno"

Descontextualizada, esta frase no parece significar nada especial. Alguien dirá "bueno, tus amigos se meten farla, ¿y que?". ¿¿Y qué?? Mis amigos siempre han sido, toda su vida, un puto anuncio de El Corte Inglés. Jamás se han salido de los caminos previamente establecidos por la sociedad, e incluso han sido mucho más aburridos y faltos de imaginación que la media. Algunos muy religiosos, otros "creyentes pero no practicantes". Cuando eramos crios no ibamos a los pubs, no haciamos acampadas, apenas montábamos fiestas, casi no saliamos con chicas, no tomábamos drogas. Todos (excepto el que no me soporta) han ido a la universidad, donde han tenido sus escarceos con los botellones, algún porro y un poquito de sexo. Todos (excepto el que no me soporta y yo), tienen pareja estable y la mitad están a punto de casarse. A pesar de ser unos garrulos, son unos garrulos cultos y jodidamente institucionalizados, con una imagen tan estandarizada que dan arcadas. Pero esto... ¡esto es genial! ¡Toman drogas no aceptadas por el gobierno! ¡¡Se meten rayas!! ¡¡¡Transgresión!!!

Una cosa ya sabía, y es que algunos se han ido de putas incluso a la espalda de sus novias, aunque me lo han negado siempre. Coño, que yo estuve en un puticlub con dos de ellos... Cierto es que ese día el único que tuvo sexo fue el soltero (el que ahora no me soporta), pero a mi no me engañan. No obstante, en mi pueblo esto podría considerarse incluso normal, así que pensé que solo estaban cumpliendo con el papel que les había tocado. Sin embargo, de repente, alguien les ha quitado la máscara. Me han llamado drogata un montón de veces por fumar canutos; se han reido de mis "extraños" gustos musicales y cinematográficos; me echan en cara continuamente que huyera de un pueblo que ni siquiera algunos de ellos soportan; me siguen tratando como el friki empollón y asustadizo que fui en la escuela (y que en parte sigo siendo). Y de repente, como si de una película de Fincher se tratara, la normalidad aparente ha dado paso a una trama oscura y retorcida en la que la verdad no se conoce hasta el final. La imagen de "buenos chicos" (qué gran título y tema para una novela del maestro) es tan solo una tapadera para unas personalidades posiblemente tan reprimidas y perdidas como lo estaba yo antes de salir de allí. Hay mucha mierda oculta tras las puertas de las casas en mi pueblo natal, y por eso allí la apariencia lo es todo. Como se dijo en un capítulo de Doctor en Alaska: "si no siguieramos estas normas de protocolo, acabariamos atacándonos con hachas. Solo hay que ver Anchorage un viernes por la noche..."

Mis sueños se han vuelto reales y mi vida completamente irreal. Ahora no solo no se quién soy yo, sino que tampoco se quiénes son los que me rodean. Junto al insomnio, puede que acabe confundiendo el sueño con la vigilia. Si a esto le añado alguna sustancia psicodélica, con un poco de suerte acabaré recluido durante algunos meses en un psiquiatrico. No creo que resultara tan malo desconectar del mundo por una vez, ir todo el día ciego de medicamentos y que me dieran de comer. Necesito que me mimen, aunque sea un enfermera condescendiente...

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