24 de febrero de 2005

Asco de... marketing


En el próximo número, la moza de regalo Posted by Hello


Helado. Esa es la palabra. Me quedé completamente helado cuando vi en la tele el anuncio del último coleccionable absurdo que acaba de aparecer en los quioscos: Navajas tradicionales y de oficios (o algo así). Con el primer número, la navaja de la vendimia.

Lo primero de todo, ¿a quién se le ha ocurrido la grandísima gilipollez de vender armas bláncas coleccionables en los quioscos? Vale que en Estados Unidos venden balas en los supermercados, pero ya sabemos que para ellos las armas son solo un juguete más. Sin embargo... ¿navajas? Aunque no estén afiladas (lo cual no tendría ningún sentido a nivel comercial, ya que seguramente le restaría valor a la colección) cualquiera de esos cuchillos siguen teniendo capacidad suficiente para atravesar la carne humana, con lo cual siguen siendo un arma potencial al alcance de cualquier transeunte. Ya me imagino los titulares: "Quiosquero atracado con la misma navaja que le acababa de vender al cliente". Surrealista, completamente surrealista.

Otra duda que me corroe. Entiendo que haya coleccionables de motos en miniatura, figuras de plomo, dedales, cómics, casas de muñecas, coches teledirigidos... La mayoría de esos objetos son relativamente dificiles de encontrar y suelen tener un precio considerablemente mayor en las tiendas especializadas que en los quioscos (aunque allí tampoco resultan precisamente baratos). La calidad es un tema aparte, pero los auténticos coleccionistas no se proveen de los quioscos. Sin embargo, lo que no consigo entender es que se venda por fascículos un instrumento que puedes encontrar a buen precio en cualquier gasolinera, ferretería, supermercado o tienda de barrio. Joder, ¡que somos una potencia mundial en cuchillería! ¡Que la empresa toledana Aceros de Hispania ha creado las espadas de Conan, Braveheart y El Señor de los Anillos, entre otras muchas! ¿Qué necesidad tenía el mercado de más navajas?

No obstante, no han sido ninguno de esos dos temas lo que me ha dejado realmente helado. Eso son solo detalles. Lo que apenas me podía creer es que la primera navaja de la colección sea la "tradicional de la vendimia". No recuerdo el nombre que le daban en el anuncio, pero en mi pueblo eso se llama tranchete (sí, como el queso para fundir) y dudo mucho que nadie que lo haya utilizado alguna vez lo considere un objeto de "culto". Un tranchete significa levantarte a las 5 de la mañana, comenzar la jornada muerto de frio, terminar la jornada asfixiado por el calor, trabajar de sol a sol, agujetas, dolor de riñones, magulladuras, agotamiento... Bien es cierto que hoy en día para cortar los racimos se utilizan más las tijeras que las navajas, y que además están apareciendo nuevos modelos de tijeras que están sustituyendo a las habituales, hechas de hierro y con unos muelles que suelen atascarse o perderse. Incluso admito que los viñeros más viejos tienen cierto cariño a los tranchetes de toda la vida y se niegan a utilizar tijeras porque requieren un mayor esfuerzo y se cansan más las manos. Pero ese tipo de navajas no es en absoluto un juguete. Estamos hablando de una hoja curva rematada en punta destinada a cortar el racimo de un solo tajo, que bien utilizada puede ahorrar bastante trabajo pero que suele ocasionar cortes y ha cercenado más de un dedo. No se que opinarán los demás, pero a mi me parece bastante menos inofensivo que un R2D2 de plomo.

No soy quien ni este es el lugar para comentar lo que ya conocemos todos acerca de la influencia del márketing y las maniobras de las grandes empresas. Para eso está el No Logo de Naomi Klein (uno de los mil libros que tengo en lista de espera para comprar y leer). Pero no puedo dejar de maravillarme por la rica y esteril imaginería que han conseguido crear e insertar en nuestras permeables mentes. Los coches son libertad; los yogures otorgan belleza; los bancos, felicidad; los helados son eróticos; la cerveza crea amistades; un desodorante te puede conseguir todas las mujeres que quieras; los refrescos de cola te convierten en un futbolista de éxito; unas líneas aereas transmiten el espíritu de la navidad; un centro comercial determina la llegada de la primavera; y ahora los coleccionables convierten un instrumento agrícola y potencial arma blanca en un elegante recuerdo de tiempos mejores. Los cuentos y las leyendas no han muerto, simplemente han mutado en clips de 15 segundos que en según que paises cuestan más que una película española media.

Y los enfermos somos nosotros por leer cómics...

3 comentarios:

Anonymous dijo...

Que razón tienes!!!!! Luego me llaman rara porque voy con zapatos blancos y negros, si se los pusiera el maldito Becky, seria el no va mas
Chocolatepicant
blogs.ya.com/glamourdechocolate
y visita esta blog, que te molará
blogs.ya.com/guasubuscahogar

El inadaptado dijo...

Que gran sorpresa encontrar a una de "mis ninfas" en este pozo de amargura y desvaríos al que llamo blog. Siempre es un placer leerte y mucho más verte. Por cierto, gracias por el enlace, es genial.

La-Ruina dijo...

¿Se han dado cuenta de que todas estas colecciones son de objetos inservibles? Salvo ésta de los cuchillos,que vaya idea la de este coleccionable...