10 de octubre de 2005

Comida basura, vida basura


"Trabajo por comida"
¿No lo hacemos todos?
Posted by Picasa


IN NOMINE DEI NOSTRI SATANAS LUCIFERI EXCELSI....


Ah, perdón, me pillais haciendo la invocación anual al diablo. Y digo anual porque inevitablemente todos los años acabo haciendo mismo. Después de la infructuosa visita las oficinas del INEM me veo obligado a recurrir al PLAN C: buscar un trabajo en una cadena de comida basura.

La verdad es que no debería de ser demasiado crueles con ellos, porque es el único sector en el que siempre me han dado trabajo de inmediato y casi sin rechistar. Sobre todo ahora, que con mi experiencia me he convertido en un pringao veterano multiusos (ver clasificación más abajo). Están mal pagados, sí, no tratan excesivamente bien a sus empleados, sí, los horarios son mortales, también, pero son como esa ex que tenía Gabino Diego en "Los peores años de nuestra vida": cuando la necesidad aprieta, siempre puedes recurrir a ella.

La comida rápida es un universo aparte. De hecho a algunas personas les cuesta incluirlas dentro del sector de la hostelería, a pesar de la gran cantidad de dinero que facturan al año. Tanto que incluso Ferrán Adriá ha creado su propia cadena, el Fast Good. Las hamburguesas son carísimas y con ingredientes selectos, pero siguen siendo hamburguesas. Y estoy convencido de que dentro de las tiendas se vive el mismo ambiente semi-castrense, además de ese delicado equilibrio entre la suciedad y la higiene que existe en las cocinas o salas de preparación de alimentos.

Sin embargo si hay algo que caracteriza a este mundo son los empleados. Desde los estudiantes que trabajan una temporada para pagarse algún capricho hasta los jefazos que solo ves en las fotos que hay en los manuales, existe una fauna variopinta que inexorablemente se repite de una franquicia a otra. Porque para medrar en la escalafón hacen falta tres características esenciales: falta de auténtica ambición, ausencia de escrúpulos y desprecio absoluto por la comida (esto último, no obstante, se acaba imponiendo a todos los empleados, porque tras meses de comer hamburguesas o pizzas recalentadas a deshoras tu paladar se resiente hasta no poder distinguir un corcho del caviar).

Este es un somero repaso de la cadena de mando de un restaurante (bwa-ha-ha-ha-ha) de comida rápida. Si bien es cierto que no he pasado de los dos primeros niveles he de decir que me ofrecieron un puesto en el tercero, que rechacé por motivos coyunturales. Aunque algunas veces me pregunto si no debí aceptarlo...


NIVEL 1. TRABAJADORES BASE

También conocidos como pringaos, son una ingente masa de gente generalmente joven (generalmente, los he visto de incluso 40 años sirviendo refrescos) que han aceptado el trabajo como algo temporal y que no le suelen dar demasiada importancia. Razón que los mandos aprovechan para explotarlos al máximo con contratos basura llenos de clausulas crípticas y unas nóminas más difíciles de descifrar que el Código DaVinci. En resumen, que te pagan lo menos posible por la mayor cantidad de horas que el convenio permite. Y a veces incluso de espaldas al convenio, pero eso es otra historia.

Los pringaos se dividen en distintas categorías, según las tareas asignadas y el tiempo que hayan aguantado en el trabajo sin cometer una masacre:

  • Pringao novato - La gran mayoría, porque como ya he dicho varias veces son jóvenes que solo quieren trabajar un tiempo limitado (entre uno y 6 meses) y después seguir viviendo del cuento o buscar otra cosa mejor. Si lo encuentra, claro, porque una vez entras en esto es bastante difícil salir. Las empresas los aceptan porque es muy difícil encontrar algo mejor, pero en la práctica significa que el 80% de tu plantilla sea gente que no sabe muy bien lo que hace y que la caga con frecuencia: acumulación de clientes, cajas que no cuadran, objetos diversos que se caen al suelo, aceptación inconsciente de billetes falsos...
  • Pringao de cocina - Aunque no siempre trabajan en una cocina propiamente dicha la labor es la misma: manipular los alimentos que la clientela inconsciente va a consumir. Suelen cobrar lo mismo o incluso menos que los pringaos de caja o sala, pero en cierta manera son los reyes del cotarro. No tener al cliente delante de tus narices dando el coñazo proporciona una cierta seguridad y todo el resto de empleados está pendiente de lo que haces. Eso hace que el ambiente se relaje (razón por la que las hamburguesas tardan tanto en salir) y que todos se acaben volviendo un poco pasotas. Si no estuvieran tan atados por las rígidas normas de sanidad, la mayoría fumarían tranquilamente mientras preparan la comida...
  • Pringao repartidor - Una especie aparte (lo digo por experiencia propia, ya que yo también lo fui). El resto de pringaos suelen mirarlos con cierta envidia, ya que no están encerrados todo el tiempo con los demás en las cuatro grasientas paredes del restaurante (bwa-ha-ha-ha-ha). Aún más pasotas que los cocineros si cabe, los que tienen reputación de ser rápidos y fieles a la empresa suelen conseguir la confianza de los mandos. Hay que admitir que pasarte el día sorteando coches en moto es divertido, pero tiene dos grandes inconvenientes: pagan una miseria y tienes que vertelas con mucha gente cabreada por retrasos que ni siquiera son culpa tuya. Y no, nunca te follas a las clientas...
  • Pringao de limpieza - Ya sean personal ajeno a la empresa o pringaos seleccionados para ello, es difícil ver sonreir a uno. No les culpo. Aunque ganen lo mismo (o más) que el resto de pringaos, trabajen menos horas y nunca hablen a los clientes, pasarte el día limpiando aseos y recogiendo los restos de comida de los demás no es precisamente muy agradable...


NIVEL 2. TRABAJADORES ESPECIALIZADOS

Aunque cueste creerlo hay gente a la que no solo le gusta este tipo de trabajos sino que además hacen de ello su forma de vida. Los pringaos novatos suelen mirarlos con respeto y extrañeza... hasta que te conviertes en uno de ellos. Y digo "conviertes" porque entrar en esta categoría tiene mucho de mutación. Entras en este mundo con intención de salir lo antes posible y poco a poco notas como el mundo exterior se va diluyendo hasta que ya no te parece tan malo. Cambias de actitud, cambia tu paladar, cambia tu forma de hablar y vestir. Dudo entre denominarlo como una variante del Síndrome de Estocolmo o una intoxicación por aspirar grasa en suspensión durante demasiado tiempo.

  • Pringao veterano - Aunque debido a la fugacidad de la mayoría de los empleados permanecer más de 3 meses en el cargo ya se considera "veteranía", me estoy refiriendo a los que aguantan de 1 año en adelante. Tras ese tiempo el trabajo se convierte en algo mecánico, fácil, sin misterios. Te conviertes en alguien cínico y muy pasota, aprendes a escaquearte de tus obligaciones, tratas a los mandos con confianza y a los pringaos novatos como si estuvieras en un puesto superior. De hecho a algunos los utilizan como encargados en ausencia de estos y suelen ascenderlos antes de que se les escapen. O se peguen un tiro...
  • Pringao multiusos - No todos los multiusos son veteranos, aunque la mayoría de veteranos suelen ser multiusos. Son aquellos empleados que desde un principio demuestran capacidad para hacer cualquier tarean que les asignen, aunque no consten en su contrato. Los mandos los miran con ojos golosos porque sin darse cuenta trabajan más de lo que realmente les pagan, así que tratan de evitar que asciendan. No obstante muchos de ellos acaban encontrando trabajos mejores...
  • Pringao trepa - Por algún motivo que no termino de entender hay gente que busca desde un principio subir a un puesto superior. Quieren poder, donde sea y como sea, y aquí parece más fácil que en cualquier otra parte. Se comportan como veteranos aunque no lo sean y lamen el culo a los encargados o encargadas a conciencia. A veces de forma literal. Me consta de más de uno que por vocación y ambición se ha pasado por la piedra a la mitad de los mandos superiores. Los jefes les tienen miedo y procuran postergar su ascenso, pero la falta de personal hace que inevitablemente acaben medrando...


NIVEL 3. MANDOS INTERMEDIOS

Una de mis jefas me dijo una vez que ella estaba haciendo lo que quería. Me cuestioné su salud mental. Si hay un puesto desagradecido en la hostelería es precisamente el de mando intermedio, a años luz de sus homólogos en una oficina o incluso otros sectores de la hostelería. Pero como ya he dicho el poder es poder en cualquier parte y hay gente cuya única ambición en la vida es mandar, a quien sea y como sea.

  • Encargados - O quizás debería decir "encargadas", ya que la gran mayoría suelen ser mujeres. Se caracterizan por dos cosas: son los que más gritan y también los que más marrones se comen. Por partida triple: los suyos, los de los pringaos de base y los de los mandos superiores. Y todo por una mísera subida de sueldo con respecto al resto de plantilla. Los hay que se lo montan bien y no hacen ni el huevo, pero el resto tienen que trabajar por dos o por tres. No es de extrañar que la mayoría acaben de los nervios. Si han alcanzado el puesto trepando puede que incluso se lo tomen con alegría, pero los que han llegado por ser veteranos son carne de psiquiátrico...
  • Jefes de tienda - Llegar a este nivel exige realizar un examen, ser muy trepa o estar en el lugar apropiado en el momento apropiado. Los hay principalmente de dos tipos: los doberman y los espíritus. Los primeros son los que manejan el personal a base de gritos, broncas e incluso amenazas. Cosa que raramente funciona puesto que no olvidemos que el personal suele renovarse por completo cada 3 meses. Los segundos son los que están, pero no están. Vamos, como un ectoplasma. Le dejan la mayor parte del trabajo a los encargados y ellos siempre están ausentes revisando facturas, en reuniones o enfermos. Aunque también los hay que no van a currar porque no les sale de los cojones...


NIVEL 4. MANDOS SUPERIORES

Los que nunca se manchan las manos. Y, bueno, no creo que tenga que explicar mucho sobre ellos. Un jefe es un jefe en cualquier parte. Al menos aquí a los jefazos (directores, subdirectores, presidentes) rara vez les ves el pelo.
  • Inspectores - Los más odiados por todos. Oscilan entre el veterano que pasa de todo y se limita a echar un vistazo por encima y el cabrón meticuloso que mira cada rincón en busca del más mínimo fallo. Cada vez que llega uno la tienda entera se echa a temblar. Con el tiempo los mandos intermedios aprenden los puntos débiles de cada uno para evitar sanciones, pero siempre hay algún novato que la caga. Y entonces todo el mundo se lava las manos. Uno de ellos me pegó tal bronca que estuve a punto de dimitir ahí mismo y meterle la carpeta donde la espalda pierde su honroso nombre. Había una encargada a mi lado y la muy puta no dijo ni una palabra para defenderme, a pesar de llevar varios meses allí. Lo que me jode es el pastón que ganan los mamones, dietas incluidas...
  • Oficinistas - Si los anteriores son los más odiados, estos son los más envidiados. Normalmente solo los ves en dos momentos: a la hora de firmar el contrato y a la hora de firmar la baja. Suelen ser excepcionalmente amables (al menos si los comparamos con otros mandos), especialmente los que han llegado allí tras trabajar como pringao. Pero no nos engañemos: la mayoría han conseguido el puesto con una selección aparte o son familiares de los mandos superiores...
  • Jefazos - A menos que seas un mando intermedio y trates con ellos en las reuniones de personal, a los jefazos solo los ves en una ocasión al año: la cena o baile de la empresa. Si es que existe. Para los pringaos solo son una leyenda de la que a veces oyes hablar a tus encargados y lo más seguro es que jamás cruces una palabra con ellos. Los mandos intermedios por el contrario procuran hacerles la pelota continuamente en busca de mejores condiciones en su trabajo, traslados o la posibilidad de ascender a las oficinas. Eso sí, ver a un jefazo borracho y bailando "La bomba" de King Africa en una fiesta de la compañía no tiene precio...

A menudo he comparado este tipo de trabajos con prostituirse, pero debo admitir que la comparación no es justa. Esto es mucho peor. Al menos si vendes tu cuerpo puedes tener la posibilidad de elegir con quien te acuestas (no todas, vale, pero eso es otro tema). Si estás en una caja, tienes que soportar a todos los gilipollas de turno, quieras o no. Y encima sonreir.

Y los clientes... bueno, ellos se merecen un mensaje aparte...

16 comentarios:

藤原 弓美 dijo...

Una inocente pregunta: ¿aceptarías un trabajo lejos (relativamente) de dónde vives? Sólo es una pregunta, no una oferta...

Dr.Benway dijo...

Por favor Inadaptado escriba usted sobre los clientes en alguna ocasión, sé lo que es tratar con el público y cuando lo haces te das cuenta de que la masa de la gente es simplemente gilipollas (con perdón)

El inadaptado dijo...

Prometo hablar de los clientes muy pronto. Y no pienso dejar títere con cabeza.

En cuanto a los desplazamientos... Bueno, cuando vivía en Madrid durante un tiempo tuve que emplear dos horas de metro para llegar a mi trabajo (una de ida y otra de vuelta, con tres trasbordos). Y aquí en Alicante tardaba unos 30 minutos en coche (hasta 45 si iba en autobús) en llegar al aeropuerto cuando trabajaba en los Duty Free.

Así que podríamos decir que sí. Creo que incluso sería capaz de hacer viajes de 1 hora en coche si el trabajo estuviera bien pagado. Así que ya saben, señores del hotel Bali de Benidorm... ¡estoy disponible!

laceci dijo...

La gente que no ha tenido un trabajo de este tipo, no sabe lo que es trabajar...

Hay que empezar sudando la camiseta del fast food!!

Yo empecé con los pollos asados.

(luego ya vendrán épocas de relajarse)

PS: te iba a hacer un propuesta al correo, pero como no me contestas, me la guardo.

(luego se me olvidará)

txolo dijo...

Escriba sobre los clientes... venga... jo...

scape95 dijo...

CREO QUE USTED NO LO ENTIENDE. SI QUIERE ASCENDER EN EL TRABAJO DEBE ANTES APROBAR ESTE CURSO:

ETICA EMPRESARIAL
http://movistar.blogspot.com/

DE NADA.

藤原 弓美 dijo...

No hablaba de desplazamientos en transporte público o privado, hablaba de cambiar de situación geográfica.

gemuchi dijo...

estoy viendo k al final tendré k buscarte el curro yo!!

Andrés dijo...

Estuve a punto de comentar el artículo de los pisos compartidos, pero por una razón u otra no lo hice. Sólo un detalle sobre ello, en mi primer piso en Barcelona, vivíamos cuatro en una habitación sin ventanas. Un catalán y una catalana en una esquina, yo en otra, y un argentino en el suelo. "Habitación" que me costaba "miseros" 160 euros.
Pero bueno, comentando este post, sólo decirte que me ha parecido COJONUDO. He trabajado en Mc´Donalds, Burger King, KFC, y en P&C, vamos, que tengo un doctorado en comida rápida. Y no he parado de reirme con tus comentarios. Me veía parrilando en la cocina a 30 grados, mientras leía línea tras línea.
Creo, qué a final de cuentas lo único bueno de esos trabajos (por lo menos en mi caso) es que me importaba una puta mierda de que me echaran.
Bueno, felicidades de nuevo por el post. Saludos.

La-Ruina dijo...

Odio los empleos tercermundistas, y, por desgracia, los conozco muy de cerca.
Demasiado.
Y los odio.

El inadaptado dijo...

¿Cambiar de situación geográfica? No es que no me importe... ¡¡es que lo estoy deseando!! Pero por razones coyunturales en estos momentos me es imposible. Pero cuando llegue el nuevo año ya veremos ya...

Ceci, lamento no haberte contestado al correo que me mandaste, pero es que tuvimos un cruce de mensajes y comentarios y al final me perdí. Si me mandas un correo lo contestaré este mediodía sin falta (son las 8 y me marcho a hacer un cursillo del INEM).

Y ya que hay tanto interés, el próximo mensaje será sobre los clientes (tenía otro previsto, pero aún está a medio cocer). Y puede que haga un tercero (más adelante) sobre los que seleccionan personal. Que esos también se merecen un artículo aparte...

Dosjerez dijo...

Cojonudo, simplemente y en una palabra, cojonudo...deseando que publiques el de los selectores, el Jose ha sido selector de personal, se huele ya la réplica y contrareplica...

Wishcure dijo...

Pues yo empecé trabajando en ikea...y aquello dió para miles de anécdotas. Ríete del fast food!!! aquello era lo peor de lo peor y sin embargo me reí más que en el resto de trabajos que he tenido...algún día debería hacer un post recordando esos tiempos...

Estoy deseando leer el de los clientes. Yo pondría a parir a la mayoría.

...Y yo he trabajado en selección de personal, bueno sigo en el mismo sitio pero haciendo otras cosas...

Buenos días.

engelson dijo...

Al menos, supongo que te vacuna contra futuras tentaciones de comer algo en esos sitios.

El inadaptado dijo...

Cierto. No he vuelto a pisar ningún restaurante (bwa-ha-ha-ha-ha) de las franquicias en las que he trabajado. Por algo será...

scape95 dijo...

Joer... si iba poco a esos "lugares", creo que ya no me verán el pelo más...

Estupendo post.