16 de octubre de 2005

La realidad de la ficción


El gran hermano te vigila... Posted by Picasa


En Inglaterra existe un pequeño chiste que se le suele contar a los recién llegados: "Si no te gusta el tiempo... espera diez minutos". Esta pequeña gran frase, que resume en pocas palabras la climatología de todo un país, la adapté hace tiempo a mi inestabilidad emocional. Es lo bueno de tener rasgos maniaco-depresivos: "Si no te gusta mi estado de ánimo... espera diez minutos". Después de una semana escribiendo tochos satíricos llega el turno de los introspectivos. Porque hay cosas de las que se pueden hacer bromas, pero otras que me sacan de mis casillas. Las últimas campañas de las empresas de telecomunicaciones son una de ellas.

Hay escritores a los que se considera unos visionarios. Y esto es cierto hasta el punto de que algunas de sus obras deberían de cambiar de lugar de las estanterías, al apartado de "ensayos". El mejor ejemplo lo tenemos en el cyberpunk, género que levantó no pocas críticas en su momento por parte de otros novelistas, pero que no solo no ha resultado exagerado sino que en algunos aspectos incluso se ha quedado corto. Baste decir que hace algunos años sus propios creadores lo finiquitaron porque "no se puede hacer ciencia-ficción cuando lo que cuentas ya está pasando en realidad".

1984 es otra de estas obras. Llega a asustar como un libro que pretendía ser una crítica casi paródica de una situación politica concreta pueda reflejar de un modo tan detallado lo que ya está ocurriendo hoy día. En estos días pienso en un capítulo en concreto. Los proletarios están preparando una fiesta popular, para lo que han colgado carteles por todo el barrio en contra de los que en esos momentos son sus enemigos en la guerra mundial perpetua en la que están sumidos. Pero el enfrentamiento es deliberadamente inestable; los que un día están en un bando al día siguiente se pasan a otro. Justo cuando el orador se prepara a dar su discurso se produce uno de estos cambios en la dirección de la guerra y al subir al estrado para arengar a las masas declara que un espía se ha infiltrado entre ellos y ha cambiado los nombres para confundirlos. Ellos nunca han estado enfrentados con ese continente, sino que son sus aliados, siempre han sido sus aliados. Y los proles, meras marionetas en esta función, se tragan sus palabras y se lanzan a arrancar los mismos carteles que ellos acaban de colocar.

He de decir que hubo un aspecto en el que George Orwell si que se equivocó: son las empresas privadas y no los gobiernos los que tratan de manipular a la gente. Porque lo que está ocurriendo hoy en día con las compañías de telefonía e internet es exactamente lo mismo que el autor relataba en el fragmento anterior, sin cambiar una coma. Tan solo hay que ver el último anuncio de Amena, un ejercicio de cinismo sin límites que me llega a producir vergüenza ajena. En el aparece una supuesta representante de la entidad, impecablemente vestida con una chaqueta (uniforme) verde, que le cede la palabra a la "gente de la calle" (los proles) para que sean ellos los que nos cuenten el último giro en la guerra: el resto de empresas nos están timando con la facturación de las llamadas por móvil y por eso hay que cambiarse de compañía (bando). Porque ellos son los buenos, siempre han sido los buenos, y los demás los malos.

Esto me recuerda a otra campaña pasada, la de la casi desaparecida Retevisión. En el aparecía un hombre corriendo por una explanada con una fanfarria triunfante de fondo, al tiempo que una voz en off decía "entre todos lo hemos conseguido". Se refería a la tarifa plana, largamente demandada por los internautas y que costó mucho esfuerzo arrancar a las operadoras de internet. El tono del anuncio era el mismo: venid a nosotros que somos los buenos, siempre hemos sido los buenos, y los demás los malos. Y aun puedo hablar de una tercera, la que está emitiendo también en estos momentos Jazztel. En ella aparece un señor que dice ser el presidente de la compañía y que declara sin tapujos estar trabajando por los clientes que han emitido quejas a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. Porque ellos también son los buenos, siempre lo han sido.

Lo que a estas empresas se les olvidó incluir en sus campañas es que el cambio de bando se produce cuando los políticos toman cartas en el asunto. Fue el gobierno quien, presionado por los internautas, ordenó a Telefónica ofertar una tarifa plana real que el resto de operadoras se vieron obligadas a secundar; pero hasta ese momento todas trataron de sacar beneficios con conexiones de poca calidad a precio desorbitado. Ha sido el gobierno quien, presionado por las quejas a las organizaciones de defensa del consumidor, ha ordenado a todas las compañías de telefonía que facturen por segundos y no por bloques de uno o medio minuto; pero hasta entonces todas han cobrado a los clientes por llamadas que no hacen. Y también ha sido el gobierno quien, presionado por las incontables quejas que llegan a la CMT, ha abierto numerosos expedientes y sancionado a todos los proveedores de internet por realizar prácticas fraudulentas y dar una pesima atención al cliente; pero hasta ahora cosas como reclamar por un mal servicio o darse de baja de una línea era poco menos que imposible.

Las empresas nos toman por gilipollas y lo peor es que muchas veces nos lo merecemos. Se han acostumbrado a la tradicional pasividad de los consumidores españoles y hacen con nosotros lo que quieren. Hace poco dijeron que la tendencia está cambiando y cada vez se reciben más quejas, pero aún falta mucho hasta que dejen de vendernos la moto. Ya no es solo que quieran hacernos creer que ellos son los buenos y siempre lo han sido, sino que además se van a ir de rositas. Porque no vamos a ver ni un duro de todo ese dinero que han ganado a base de estafarnos. Ni nos van a recompensar por las horas que hemos pasado al teléfono discutiendo con las operadoras para darnos de baja de la línea de ADSL. Y de hecho seguimos siendo el país que más paga por menos velocidad en las líneas.

Para colmo este jueves vuelve Gran Hermano. Seguro que Orwell se está riendo en su tumba...

13 comentarios:

gemuchi dijo...

yo hace tiempo que dejé de creer en la publicidad. Como bien dices las empresas lanzan anuncios patéticos,tomándonos directamente por subnormales. Estos días estaba viendo el de Amena y me preguntaba si alguien se iría corriendo a cambiarse de operador después de ver un anuncio tan ridículo.
Y el de Jazztel me tuvo anoche partiendo de la risa un buen rato..es supercutre! eso sí..me encantan las sillas blancas que están al fondo en las mesas de los ordenadores!jajaja.

Desde luego..no sé si la publicidad será efectiva, pero sólo recuerdo haber ido corriendo a comprar algo después de ver un anuncio, no porque me lo vendieran de puta madre..sino porque el invento es sencillamente cojonudo!ejemplos: salvaslip micro de color negro!jajaja

anilmanchego dijo...

Es patetico el anuncio de Amena, pero me hace mucha gracia cuando la vieja se queda mirando a la joven y dice: "¡Que guapa vas!", que risa que me entró.

Respecto a 1984, diré que un amigo mio comentó que tras el 11S, teniamos en los telediarios los 10 minutos de odio, encarnados en la figura del (que nadie sabe ya si existe), osama bin laden. No se si recordarás esos diez minutos en lo s que la población se sentaba a ver videos del archienemigo mientras gritaban e insultaban...

Otra cosa que me vino a la memoria fue una noticia de CNN+, fue algo asi:

"Aznar dice que nunca apoyó la invasión de Irak, las hemerotecas de todo el pais lo desmienten",
fue en la tele, y me hizo mucha gracia, ya que me acordé del curro del tio de 1984: cambiar el pasado.

Un saludo

Thuringwethil dijo...

Si, ya preveía hace tiempo que al acabar OT volvería la saga de Gran Hermano, parece que no tienen ninguna idea nueva los de la tele, pero bueno igualmente tengo ganas o curiosidad o como se llame de ver la que se monta este año, total para lo que hay que ver en la caja tonta...

Dosjerez dijo...

Leí 1984 ya de mayor, y sigo leyéndolo, cuándo confío un poco en las instituciones (partidos políticos, sindicatos, corporaciones, administraciones...) lo releo y a través de la genialidad de Orwell tomo otra vez tierra, fué Orwell, sin saberlo, el que me acercó de nuevo a la utopía anarquista, fué Orwell, sin quererlo, el que me enseñó algo que mucho tiempo despues me contarían en la carrera, a partir de cierta masa crítica las instituciones solo buscan su propio mantenimiento, lo curioso es que eso ya lo sabían los griegos, solo puede ser justa aquella democracia que puede decidir por asamblea, solo la polis, en la que todos se conocen, es realmente democrática...

Rafalet dijo...

¡Viva GRAN HERMANO!

La-Ruina dijo...

Y si no te gusta GH...¡Espera 10 minutos!

Dr.Benway dijo...

Los principios del Ingsoc lo dicen con mucha claridad: La guerra es la paz, si tenemos un enemigo que odiar no nos plantearemos cosas que no podamos resolver y no nos comeremos el tarro, en la tensión de estar en una compañía u otra y de mirar precios y regalos promocionales escaparemos a las protestas contra un gobierno que no liberalizaba el sector ni a la de tres.

scape95 dijo...

Bueno, son empresas y además de telecomunicaciones. No tener escrúpulos de ningún tipo forma parte de su definición. Y además con la complicidad de los gobiernos de turno, que a veces fingen tirarles un poquito de las orejas.

txolo dijo...

No me dirá ahora que no le gusta Gran Hermano, ese gran "experimento sociológico" líder de audiencia mundial

El inadaptado dijo...

Sí, me gusta, pero solo cuando hay sexo explícito...

Ireneu dijo...

Respecto los hábitos de consumo hice hace tiempo este post

http://ireneu.blogspot.com/2005/04/la-loca-lgica-del-consumidor.html

No tenemos ni puta idea de comprar y por eso caemos con una facillidad espantosa en la primera trampa publicitaria.

La gracia de todo es... ¡que queremos que nos engañen!

Impresionante.

Ireneu dijo...

Además... Sócrates (según Platón) dijo que la democracia era el menos malo de los regímenes políticos.

Yo me defino más aristócrata (Socráticamente hablando) que demócrata.

Un Trillo o una Ana Palacio no pueden tener más poder que un catedrático de universidad.

Masky dijo...

en lo que es atencion al cliente somos un pais totalmente tercermundista.
y en el ambito del cotilleo tambien, y si no que me expliquen como pueden seguir haciendo reality shows y siguen triunfando como siempre